Este blog ha sido el que siempre ha almacenado los comentarios del Galatea y contiene todos los realizados en la página web "Buque Escuela de Maniobra Galatea". En él se encuentran los publicados desde 2010 hasta finales de 2014.
A partir de diciembre del año 2014, los nuevos comentarios se van almacenando en el nuevo blog titulado: El Galatea y sus Comentarios. Gracias a todos por visitar esta página.


Comentarios del Galatea 2012. IV

Castrillon dijo…
Hola a todossss. Bueno, no se por donde empezar, ya que se unió a este buen grupo Pablo, pero comenzaré por Ureña, ya que a Pablo va a ser más larga la conversación ya que estuvimos más tiempo juntos.
 Ureña,¿te suena algo el nombre del Segundo Comandante y, que a continuación menciono? MANUEL ROMERO MANSO, ése era el segundo, y el dueño de la perra, que por cierto, era muy buen jefe, muy amable y muy sencillo, era muy asequible al trato y al preguntarle algo, ya os contaré sobre este tema.

Lo que no recuerdo fue, cuando desembarcó ni me acuerdo del nuevo segundo comandante.
Bueno Ureña, espero que haya acertado con el nombre del Segundo, pero casi estoy seguro de era ése.
Oye ¿recuerdas que cabo segundo tenía destino en la batea?. Bueno espero que todos lo paseáis bien este fin de semana.
Sin más recibir un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo, a todosssssss.  
01 septiembre 2012

Castrillon dijo…
Hola Pablo. Soy Castrillon, de Asturias, me alegro mucho de que embarcaras de nuevo en el Galatea, yo, si me acuerdo de tí, eras el Flecha, tenías la cara de un niño, parecías un güaje de 15 años, también me acuerdo muy bien cuando subiste al palo mayor a poner la antena de la radio que había arrancado aquel fatídico temporal, si señor, me parece que lo estoy viendo todo tal como sucedió.

Pero bueno, te diré, yo embarqué en el mes agosto del año 53 recién salido del cuartel de Instrucción de Marinería de Ferrol, y el día 15 del mes de septiembre salimos a la mar rumbo a Hamburgo. Era mi primer embarque, hacía buen tiempo por el paso de Calais, pero con un viento fresco, estando yo, y otro más de mi curso, en la banda de estribor, fue cuando le dije al compañero, "que buen aire hace para las velas" Mira Pablo, por detrás me dieron tal bofetón que me tiró sobre la cubierta, y cuando estaba en el suelo se agacha y me dice "no se dice aire, se dice viento".
¿Sabes quien fué ese contramaestre? don Jacobo Plaza, ya lo tenia olvidado, pero cuando lo has mencionado tú en uno de tus escritos en el libro, lo ví muy claro, ahí en ese momento fue cuando se me vino el mundo encima, ¿dónde me había metido yo? pero bueno, todo pasó.

¿Recuerdas las rocas blancas de Dover (Inglaterra) por el Canal de Mancha?
¿Recuerdas en la costa inglesa por el paso de Calais, aquel cementerio de barcos, que se veían muchísimas crucetas fuera del agua, de los palos de los barcos hundidos? era impresionante.
 Recuerdas cuando llegamos a Hamburgo, el día 23 de septiembre como estaba aquella ciudad, por los alrededores de ellas, todo eran ruinas, en ese puerto estuvimos 4 días, y salimos el día 27 del mismo mes para Cádiz.

Yo, no recuerdo si fué en esa fecha cuando hubo una revista naval por parte de Franco desde el Canarias, nosotros llegamos por la noche, estoy en duda si fue en esa fecha o fue en el segundo viaje, el día 21 de Marzo del 54, ya que las maniobra generales se solían hacer en la primavera y en el otoño.
 Si Pablo, tengo todos los viajes, desde Septiembre del 53 hasta julio del 56, con sus fechas de entradas y salidas de los puertos, lo mismo que los dias de mar y puerto, y las millas navegadas en las singladuras, todo lo tengo muy anotado en una libreta de pastas de cartón, lo mismo que muchos apuntes de las clases que nos daban a bordo.

Bueno, Pablo no te molesto más por ahora, seguiré en contacto contigo durante mucho tiempo, hablando de nuestros recuerdos. Recuerdas la navegación por el mar de los Sargazos, y antes de llegar a Nueva York que salio un Zeppelin y dio una vuelta por encima de nosotros y se volvió a puerto, ya que habíamos cogido mal tiempo y llegábamos con el tiempo demasiado ajustado.
Recuerdas la estatua de la Libertad, y cuando atracamos al muelle 44 como lo embistió con el bauprés.

Si Pablo, han pasado muchísimos años, pero yo lo tengo en la mente como si fuera hoy mismo, ya que era el primer viaje que hacíamos, y los recuerdos fluyen a raudales por mi mente.
Bueno amigo y compañero Flecha, ya seguiré con los recuerdos y los compañeros y aquel gélido frío en Nueva York de 20º grados bajo cero, ¿ lo recuerdas?.
De momento te dejo, ya vendrán muchísimos detalles de aquellas legendarias navegaciones a vela en aquella galera y de los compañeros.
Recibe un muy cordial saludo .
01 septiembre 2012

Gerardo Ureña dijo…
Arminio: Me dices que escriba mi llegada al Galatea, entro, pico donde hace referencia a nuestra primera llegada, veo con sorpresa que estáis casi todos, me dispongo a escribir, no puedo, no me deja. Por favor decirme como lo tengo que hacer. Un abrazo.
01 septiembre 2012

Arminio dijo…
Gerardo perdona, quise decir que me mandes un correo con el escrito y yo lo pongo, en ese blog no hay comentarios y no se puede escribir, pues es un anexo cultural a este blog. Se pretende que sea una enciclopedia del Galatea. Aprovechando ánimo a todos  a picar en la página "La llegada al Galatea" y veréis nuevos escritos. Un saludo.
01septiembre 2012

Arminio dijo…
El marino de los grandes veleros (Juan Sebastián de Elcano y Galatea), Alberto Vera Meizoso, al que tengo el honor y la gratitud de conocer, expone en Ortigueira las maquetas de su libro Naves Celtas.
No solo son maquetas son embarcaciones reales y que han superado las pruebas de navegabilidad. Enhorabuena por tu feliz empeño, espero que te sientas tan orgulloso como nos sentimos muchos de nosotros.
La publicación en prensa la podéis ver en la página "Recordando al Buque Escuela Galatea".
01 septiembre 2012

Pablo Delgado Guerra dijo…
Querido amigo y compañero Castrillon.
Primero, te voy decir que me has hecho saltar las lágrimas por la manera tan exacta que me detallas, me ha dado la impresión que estábamos frente a frente sentados en el cabillero.
 Es cierto que tenía una cara de niño, pero niños éramos todos. Es cierto que yo al haber sido Flecha Naval, embarqué un año o dos antes que muchos. Es cierto que tenía el rostro de un guaje, es por eso que me llamaban el negro de cabo verde. Esto me da mucha alegría, también de que recuerdes cuando subimos a poner las antenas yo y un cabo segundo del Ferrol, en las condiciones que nos encontrábamos. Mi hazaña no era nada, comparada con ese histórico Cabo de radio, del Ferrol, que nunca había subido a los palos y al que me gustaría encontrar.

Es cierto todo lo que cuentas, el paso por el Canal de la Mancha, con rumbo Hamburgo, aunque yo me tiré 4 horas en la caña del puente en compañía del Comandante, el 2º Comandante y el oficial de Guardia que cada 5 minutos venia a ver el compás para ver si lo llevaba bien, lo que me impedía quitar los ojos del compás.
 Recuerdo que de golpe le dijo el Comandante al oficial de guardia, que por que no me habían relevado, y aún recuerdo cuando hizo venir al cabo primero de banderas, era de Santiago, y que al estar acostumbrado a no dar ni golpe, se presentó con malas pulgas. El oficial le dijo: trata de llevarla como la ha llevado él.

Y los ferris que cambiaban la derrota, para ver más de cerca aquella blanca "Fragata" a toda vela prioritaria en todo el Canal de la Mancha, y al amanecer llegamos a la desembocadura del río Elba donde nos esperaba el práctico, y de la miseria de Hamburgo, y el barrio San Pauli (prostitutas en escaparates) ¿todo eso no se olvida?. Aquel crucero fue un crucero de placer, aparte que en Puerto Rico unos de raza negra le saltaron un ojo con palo de béisbol a un chico vasco.
Pero el lugar donde más ilusión nos hacía, se convirtió en un infierno "Nueva York" que del purgatorio fuimos al infierno.

Las maniobras de Cádiz fueron en el primer crucero del 54 salimos de Hamburgo el 27 de Septiembre y llegamos Cádiz el 11 Octubre, las maniobras fueron tal y como tú lo explicas, el iluminado de las velas fue por que se hizo de noche. Cuando Jaume me mando algunas fotos y vi la tuya y me dije esta cara me es familiar, pero esto sucedió hace casi 60 años.
Para mi que casi no entiendo nada de Internet, se me pone la cabeza como un bombo, pero haciendo renacer el pasado todo esclarece.
Mi Teléfono es 972 82 24 05 y mi dirección: Pablo Delgado Guerra Urbanización Rosamar San Feliu de Guixols 17220 A de C 44 Girona.
01 septiembre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, voy a estar sin escribir durante unos días, ya que me voy a Madrid, para estar unos diez días, entonces aprovecharé para escribir sin prisas y más cómodo, así que Flecha, no creas que te dejo sin contestar, ya que tengo bastante para cambiar impresiones.
Oye ¿recuerdas que cabo estaba destinado en la Batea? sería un tal Buceta? bueno, esto te lo diré por correo cuando llegue a Madrid por que es un poco delicado, pienso que salgamos el martes por la mañana.
!!!!! Ureñaaaaaaa¡¡¡¡¡¡, te esperamos, ahora tengo mucha pereza escribir algo, oye, ya somos bastantes los que estuvimos navegando en esa galera, Maqueda, Alvaro Gaspar que era el sacristán del pater, Jose Criado, Ureña, y el mas antiguo, el Flecha Pablo, luego Víctor Moreno Maqueda, Castrillón, Criado, y Ureña. Bueno espero que lo entendáis bien. Hasta Luego.
02 septiembre 2012

Pablo Delgado dijo...
Pablo dijo a Castrillón, en el centro Buceta, a la izquierda Santiago "el maño". En las fotografías, donde estamos sentados en los cabilleros, con los sombreros de paja, los tres sentados en el cabillero, a la derecha soy yo y de pie Manuel Barrio.
Buceta también era Flecha, de San Lucas de Barrameda "Cádiz" : En cuanto a la "Batea" la hizo el maestro carpintero, al mimo tiempo que la Patatera. La Baterera era para lavar el costado. Los botes y el costado eran los mismos jefes, él no se ocupaba de los botes, pero yo algunas veces me ocupaba del costado, y fue una de estas veces que en plena mar se lavó el costado y era yo el que arriaba la guindola donde estaban los dos muchachos con los pies dentro del agua, cuando vi. un enorme tiburón que se aceraba a ellos. No había acabado de pronunciar la frase de tiburón, que ya estaban en cubierta.

Era una enorme hembra con 48 crias en el vientre, que los conservamos en la pila de las gavetas durante 24 horas. No recuerdo si fue esta vez cuando se enredó en una de las hélices la cadena del anzuelo y fue Pastor el guarda bandera el murciano el que se tiró al mar para desenredarla.
En cuado a Buceta ya me imagino de que se trata. Un abrazo Pablo.
04 septiembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola, de nuevo a todos los que de alguna forma componemos esta imparable movida del ya rescatado Galatea, para mí es un verdadero honor y creo que para todos los que recordamos a nuestro viejo velero, el que haya salido de las catacumbas que lo tenían sepultado en el más terrible olvido y la desidia, pues como tantas veces ya hemos comentado gracias a todos los que han depositado su granito de arena para conseguirlo, hoy ya podemos decir misión cumplida.

Pasado el periodo post vacacional, me dispongo a hacer mi entrada nuevamente en este espacio, observo el gran movimiento y la avalancha de comentarios que ha acarreado la entrada de Pablo Delgado, con su sin fin de vivencias y anécdotas que ha comentado y las que le quedan por comentar, lo cierto es que esto se anima cada vez mas y mas , lo que sin duda agradecemos los que nos dedicamos a leer todo lo que se mueve por este blog.

A Pablo tengo que decirle que ya he recibido su libro, precisamente ahora le empiezo a leer, de entrada, el inicio me agrada parece que te invita a seguir leyendo, seguro que debe ser digno de ser leído, como así lo aseguran los que ya lo ha hecho, como no podía ser de otra forma hará honor a su autor, digo que le empiezo a leer porque mi esposa se me ha adelantado, cuando lo suelta ella lo cojo yo y así vamos, tengo que decir que mi compañera es una fiel seguidora del blog así como a todo lo que se relaciona con el Galatea, creo que sin darme cuenta la he contagiado, y a mí eso me llena de satisfacción, también a mi hija que ejerce de periodista y no se pierde detalle de todo lo que acontece en esta movida.

Castrillon me pide que os comunique que se encuentra desplazado en Madrid, con el resto de su familia, dispone de ordenadores pero el sistema operativo de los mismos parece que no los domina muy bien, por lo que se está pensando comprarse un portátil, para manejarlo él a su propio criterio, que tiene necesidad imperiosa para contestarle a Pablo y a todos los demás, que se lamenta el haber omitido algún nombre en su anterior intervención, yo le he contestado que hasta el mejor escribano puede echar un borrón, que no se preocupe que no pasa absolutamente nada, que esto sólo le puede suceder al que escribe y punto.

Me comenta un buen amigo, que de momento no escribe en este blog, una anécdota con respecto a las ratas, él le llama la sublevación de los malditos roedores que parecían conejos, dice que una noche estaba un compañero llamado Calixto, de cuartelero, tumbado sobre un coy cuando vio una enorme rata y le quiso pegar un machetazo, con la mala fortuna de que no le dio y la rata se revolvió, se le tiro a la cara y le mordió la nariz, por lo que tuvo que ser atendido en la enfermería, y es que a esas ratas había que huirles no se asustaban de nada, estaban acostumbradas a vivir con la dotación.
Con objeto de no hacer mas extensivo este comentario, voy a intentar dejarlo aquí, no sin antes hacer mi despedida de rigor, con mis mejores deseos para todos, que acaben de pasar lo mejor posible lo que queda de verano, un saludo para todos los que de cualquier forma cooperan en este espacio, Paz Y Bien

PD. Para mi gran amigo Gerardo Ureña un entrañable abrazo, que está un tanto preocupado por su salud, me gustaría mandarle muchos ánimos que en la vida lo que tiene solución no es problema, y una vez más Gerardo el ánimo no es la mejor medicina pero puede con todo ANIMO que tu sabes conseguirlo.
06 septiembre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, aquí estoy de nuevo, soportando los rigores del calor aquí en Madrid.
Pablo el Flecha, me acuerdo muy bien del marinero vasco que quedó en Puerto Rico lesionado por un golpe con un palo de béisbol que le dieron y tuvo que ser hospitalizado allí.
También recuerdo a los oficiales que teníamos y que nos daban clases a nosotros, no se si los recuerdas tú, Raúl Hermida, nos daba clase de navegación y marinera, este era muy serio, yo jamás lo vi reír pero era muy humano. Gamboa, Amalio Graiño, era de Avilés, Rafael Zeñal, era de Oviedo, a estos dos los conocía yo en la vida civil, y ellos me conocían a mi.

Lagóstena, y había también otro oficial que nos daba clases de historia, no recuerdo su nombre, este oficial nos daba en la clase de historia muy particular referente a los ingleses y americanos, cosa que nosotros, sus discípulos cumplíamos a rajatabla, por eso cuando llegábamos a un puerto, siempre teníamos pelea con los ingleses.
También me acuerdo de París, el pañolero y, de los cabos primeros que estaban haciendo el curso para contramaestres, estaban Odio, que tocaba muy bien la guitarra, Felix San José, y los demás ahora mismo no recuerdo sus nombres pero sí recuerdo sus caras.

No se si estuvo contigo también el Cabo segundo Moreno, este fumaba en pipa, osea en cachimba. también el cabo primera, al que llamábamos cabo Jubia ya que era de esa localidad, pero creo que se llamaba Antonio.
Referente a los contramaestres yo creo que no falta ninguno de los que conocemos.
Bueno ya seguiré hablando de los temas de aquellas navegaciones, que hay bastante de que hablar, también está en este blog, José Criado Pérez, que embarcó cuando llegamos del viaje de Nueva York, o sea el dia 15 de enero del 54.
Aquí en el blog hay una fotografía, de cuando estuvimos en Nueva York, y fuimos invitados a visitar el edificio de la ONU, uno de los que están en la foto, el mas alto es Pujalte.

Como sabrás yo, continué en la Armada hasta mi retiro, por lo que lo peor ya lo había pasado, al salir cabo segundo, fuí destinado al destructor Velasco, menuda diferencia, para nosotros parecía un yate, no hacia falta estar pendiente de los vientos y de las velas, ni maniobra generales. Las navegaciones, eran mas cortas y era movido el buque por potentes máquinas, no por vela, en los zafarranchos de combate, no había que hacer grandes esfuerzos, en fin eran navegaciones muy buenas y descansadas, y el trato personal muy humano.
¡Cómo no iba yo a continuar en la Armada si lo peor ya lo había pasado!.
Bueno amigo y compañero Flecha, no te doy más el palizón, ya que es muy agradable estar hablando con compañeros de navegaciones de las más duras habidas en la mar después de medio siglo.
Recibe un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo. Ya continuaremos.
07 septiembre 2012

Castrillon dijo...
¿Que pasa aquí que nadie se atreve a asomarse a este portillo del Galatea?
¿Dónde están aquellos encuentros que, a medidas que uno iba abriendo rutas en nuestro andar nos íbamos encontrando los amigos y compañeros de la mar. Parábamos unos días y nos dedicábamos a contarnos los tiempos pasados y presentes, preguntado por los compañeros, y, así nos poníamos al día de nuestras vidas pasadas.

Así pasaban los días, las semanas y los meses, hasta que llegó un momento en que no retornaron nuestros amigos quedando solamente nuestro amigo Miguel y Arminio. Ahora, en este caminar por estos derroteros, aparece en el horizonte una figura que, al estar cerca y vislumbrar bien su silueta enseguida la hemos reconocido, nuestro antiguo amigo y compañeros de navegaciones en aquella legendaria Galera llamada Galatea, Pablo el Flecha, nuestra pena se convirtió en una inmensa alegría, vuelven las conversaciones, nos ponemos al corriente de los compañeros que quedaron atrás, y recordamos episodios olvidados de nuestros avatares por aquellos largos viajes por la mar.

Si, esto es un respiro para nuestras preocupaciones por los antiguos compañeros que aun están en nuestras mentes a pesar de los largos años transcurrido, gracias amigo Flecha, por hacer este largo recorrido y llegar a este encuentro.
Bueno amigos todos y compañeros, recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuertes abrazo.
08 septiembre 2012

Arminio dijo...
Buenos días a todos, espero que la dotación del Galatea se encuentre cómoda en la cubierta y tomando contacto con ella después de las largas vacaciones, que no por ello han dejado de estar en contacto contínuo con el buque.
08 septiembre 2012

Castrillón que estamos aquí, que no nos hemos ido por lo tanto te invito a tí y a todos los demás a visitar las nuevas páginas de relatos del Galatea que poco a poco se están confeccionando. Podéis ver "un paseo por la vela" y "artes y conocimientos marineros".
Me despido con un saludo y un abrazo para todos.
09 septiembre 2012

Pablo Delgado dijo...
Querido amigo, a lo que te refieres del chico vasco que le saltaron el ojo, era un chico alto que siempre iba junto con otro vasco.
Eran dos pescadores que estaban haciendo la mili, que hablaban muy mal el castellano.
Fui yo con mi paisano Aniceto, que era pequeño regordete, que parecía que no tenía cuello, cuando paseábamos por las calles de Puerto Rico, y a la vuelta de una esquina, vimos al chico en el suelo y a su compañero que con el cinturón le defendía delante de dos negros.

Fuimos corriendo para ayudarle, y al mismo tiempo llegó la policía y la ambulancia. Se trataba de dos miembros de un partido anti español.
Este chico debía embarcar en el Galatea en Nueva York y fue allí cuando supimos que le habían saltado el ojo y ya no lo volvimos a ver más.
09 septiembre 2012

Pablo Delgado dijo...
Pablo, en cuanto a los nombres de los cabos de escuela, el único que me suena un poco, es Moreno, pero éste no fumaba con pipa.
Los cabos de escuela, acabaron su curso cuando yo me marché. Pienso más bien que debió ser los del nuevo curso a los que tú te refieres.
Entre los cabos segunda de dotación y los de primera de escuela, había un poco de trato tirante, cuando querían mostrarnos que eran nuestros superiores. Esto siempre sucedía en su primer crucero, pero pronto se daban cuenta, que en las maniobras les éramos de mucha utilidad. Esto fue lo que me pasó una vez en una maniobra. Como se echaban todos los cabos del cabillero a cubierta, como se puso flamenco le dije: si eres tu el jefe arréglate tu solo. Nunca más me hizo una remarca y a partir de ahí fuimos muy buenos amigos.

De los oficiales, solo me acuerdo de los buenos: Don Joaquín Freire Teniente de navío Jefe de Derrota, muy inteligente y buena persona. Don Juan Berenguer mi oficial, que desembarcó a la llegada de Nueva York. Don Darío alférez de navío que padecía del estómago.
Después los malos: un teniente de navío que tenía una moto, putero y con mala leche, después uno muy alto y flaco muy antipático. De los otros aunque veo su imagen, pero no los recuerdo.
Me hablas de París, pues este era muy amigo mío, era madrileño pero su novia era de Salamanca, que una vez marchando de permiso juntos, como era mi camino dormí en casa de la familia de su novia, que un poco más me casan con la hermana de su novia, pero no era mi hora.
Me alegro que hayas hecho carrera en la Armada, cosa que ami me ha pesado toda mi vida. Un abrazo y hasta pronto .
09 septiembre 2012

Pablo Delgado dijo...
Bueno, me alegro Miguel que te haya gustado mi libro, espero que ya lo habrás acabado. Me dices que es un libro que te invita a seguir leyéndolo, pues Jaume me dijo que en cada página, no sabes donde la gallina va a poner el huevo.
Como veo tu señora tan bien es una galateana, pues hoy hasta suben a los palos. La mía hace ver que no le interesa, pero cuando me hace un reproche me doy cuenta que lo ha leído, pues ha sido ella que lo ha traducido al francés, un poco con mi ayuda.

Es cierto que al tratarse de una historia verdadera es contagioso. Nosotros que hemos vivido aquellos tiempos tan malos, nos atrae mucho más, cosa que deberían leer algunos jóvenes.
Bueno Miguel hasta el viernes, que me supongo que lo habrás acabado. Un abrazo a todos. Pablo
09 septiembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Una vez más, un muy cordial saludo para todos, esperando que se lo estén pasando de la mejor forma posible, que creo que bien se lo merecen.
Después de este aluvión de comentarios que nos han proporcionado las nuevas incorporaciones, me siento un tanto fuera de juego, ya que las informaciones se han desplazado un poco antes de mi entrada, por lo que me es muy satisfactorio leerlos y tener conocimientos de ellos, pero me siento un tanto atrapado por no poder meter baza, pues todo esto para mi es nuevo, aunque algún comentario se oía por los veteranos, pero que tampoco le dábamos importancia, ya teníamos bastante con el día a día que no era poco.
De momento me tengo que refugiar en la amistad que me une a Arminio, para pedirle que sea un poco mas explicito, dando a conocer los nuevos afluentes del blog, ya que se está haciendo bastante caudaloso que ya parece el rio Amazonas y esperar a ver si entra alguno de mi promoción, que los hay y no son pocos y así saber de qué tema estoy hablando, hablaríamos de muchas cosas, pero de lo que estoy seguro que no tocaríamos el tema de la sopa de ajo, porque esos manjares a media noche en mi época no los habían.

El máximo exponente de cualquier Galateano que se precie, es haber navegado en aquel viejo velero, lamento profundamente que muchos de ellos no lo hayan conseguido, es cierto que ellos no son culpables de nada, eh aquí que en este blog se han acercado muchos de ellos, con muy buenas intenciones, pero su paso ha sido fugaz, pues sus vivencias a bordo del Galatea son algo escasas y pronto se les acaba el repertorio, hasta que desisten de estar entre nosotros, les agradecemos sumamente sus buenas intenciones, y por supuesto que los comprendemos, siempre saben donde está este refugio para lo que les apetezca y si deciden regresar siempre serán bienvenidos, bien saben que le estamos esperando con los brazos abiertos.

Acabo de hablar con nuestro compañero y amigo Gerardo Ureña, está ingresado en el Hospital, le están haciendo el preoperatorio pues lo tienen que intervenir quirúrgicamente, el próximo día once, se trata de una intervención coronaria, como veis no son informaciones muy gratas pero ahí están y como tal hay que tratarlas, esperemos que todo salga bien como él y todos lo deseamos, ya que se encuentra bastante animado, deseándole un pronta recuperación y que pronto este unido a nosotros.
Acabando aquí estas mal trazadas letras, deseo para todos lo mejor que un ser humano puede desear.  Saludos para todos como de costumbre. Paz y Bien
09 septiembre 2012

Castrillon dijo...
Hola Arminio. Yo no se enriar por esas páginas del blog que mencionas, así que si a bien lo tienes me mandas un correo indicando la forma de llegar a ellas, o bien por este medio de contactos. También va siendo hora que, nos deleites con alguna de tus poesías de la mar.

Miguel, te recuerdo la deuda que tienes conmigo, que asciende a ochenta mil barriletes, lo digo en público para que todos se enteren.
Flecha, efectivamente de los cabos primeros que estaban haciendo el curso se encontraba uno que se llamaba Moreno, otro que se me vino a la memoria ahora, se llamaba Esteiro, éste cabo, cuando yo entraba de guardia, siempre me tocaba a mi y a otro compañero de Valladolid con él en la caña, pero siempre estábamos discutiendo Valladolid y yo. En una de estas, yó solte la caña y me acerqué a él y le dí un puñetazo, luego volví a coger la caña, por mi banda de estribor, la respuesta por parte de este cabo no se hizo esperar se dio media vuelta y me asentó una fuerte bofetada.
Al salir de guardia de la caña, nos mandó castigados a los dos a los juanetes altos, del palo mayor, una vez allí en lo alto, nos fuimos acercando poco a poco el uno al otro y continuamos nuestro interrumpido combate con una mano, mientras con otra nos sujetábamos al verduguillo de la verga, enseguida empezaron a tocar los silbatos del contramaestre para que bajáramos a cubierta y, nos mandó de nuevo arriba pero en diferentes palos, mayor y trinquete, para que así nos apaciguáramos. Cuando terminamos nuestro castigo continuamos siendo amigos.

El caso es que este cabo luego fué muy amigo mío, y cuando esábamos de cuadra en la caña con él, nos contaba sus historias de cuando estaba en el Juan Sebastián Elcano embarcado con don Juan el actual Rey.
Si fuimos muy buenos amigos este acabo y yo y Valladolid al que de apodo le llamábamos el "torrotito".
El otro Moreno al que te dije en el anterior comentario, era un cabo segundo maniobra, no se si lo conocerías, porque me estoy refiriendo al segundo viaje a Puerto Rico, que entramos allí y estuvimos quince días para reparar una avería que tenía el mastelero del palo trinquete, era una brecha de doce centímetros. A la vuelta de ese viaje que fue en el año 56 del mes de julio, desembarqué yo, y ese cabo segundo Moreno quedó allí embarcado, no supe más de él.
Bueno amigos y compañeros, recibir un muy cordial saludo y un fuerte abrazo, en particular a Gerardo Ureña, para que salga bien de su intervención quirúrgica.
10 septiembre 2012

Anónimo dijo...
Ya vinieron desde Ferrol,
los marineros a Lugo,
uniformados garridos,
rendirle a la Virgen culto,

La Virgen de la Esperanza,
Reina de todos los mares,
de ríos, fuentes y vientos,
de bravos y sutiles aires,

Vinieron los marineros,
desde Ferrol hasta Lugo,
engalanados dejaron,
sus hálitos impolutos,

Ya recorrieron Lugo,
deferentes marineros,
exornando lucenses aires,
emocionando los vientos,

Alma y corazón de gentes,
sentimientos fervorosos,
al unísono expandieron,
cantándole amorosos,

A la Reina y Señora,
Patrona de los marineros,
Reina de mar adentro,
de tierra , flores , helechos,

Vestida de blanco armiño,
de verde manto vestida,
celestial faz desolada,
en la pena que mancilla,

Recorre calles de Lugo,
ante devotas miradas,
acompañada en cortejo,
por almas afervoradas,

De sus siervos amados,
descollados marineros,
arropados en gentío,
de preces y anhelos,

Cantándolos se hacen quedos,
los aires que emocionados,
escuchan el bello entonar,
eximia beldad coligados,

En la Salve más hermosa,
Jamás en tierra cantada,
Sólo ferrolanos marineros,
con voz a Ella elevada,

Ya vinieron los marineros,
un año más a venerar,
la Virgen de la Esperanza,
haciendo la emoción llorar,
briscando notas al cantar.
AUTORA: Ana Arias Saavedra
10 septiembre 2012

Miguel Gómez dijo...
¡¡¡ que bonito es todo lo que aquí se ha escrito !!!
10 septiembre 2012

Arminio dijo...
Señores marinos del Galatea, espero que la descripción del blog se entienda bien y sea fácil acceder a sus vericuetos. Os habéis fijado que ya van para treinta mil los visitantes en este tiempo. Os acordáis cuando el blog anterior se fue a pique y al hacer este decíais que no se encontraba por ningún lado de internet. Ahora con poner la palabra Galatea ya sale en cualquier sitio.
Un saludo y gracias a la señora de la poesía de los ferrolanos.
10 septiembre 2012

Castrillon dijo...
Jajajajajajaaaaaa!!!!!! muyyyy bien Arminio, cuando describes como acceder a las páginas que mencionas, solamente te faltaba mencionar la subida a los palos con un parapente ó con un salto de pértiga, jajajajajajaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡.
A Gerardo Ureña, decirle que mucho ánimo, que, Aquél que nos protegió en todas las tempestades durante todas aquellas navegaciones a vela sin que nadie se perdiera, le proteja a él en estos momentos, eso es lo que le imploramos.

Flecha, recuerdas a todos los contramaestres de aquella época ? Don Antolín, Jesús Freire, Don Jacobo, Don Robustiano, Don Pedro, Pablo, Cartelle, Varela, condestable Fontanilla, etcetera....
¿Recuerdas cuando hacíamos vaivén, con las filásticas de estacha vieja para hacer cabos y rebenques?
Ese don Jacobo, ya estrenó algún rebenque recíen embreado en nuestras espaldas, una de ellas la mía, era el más tirano.
Recuerdas al cabo Conesa, enfermero?
Bueno de momento lo dejo ahí recibir todos un muy cordial saludo.
11septiembre 2012

Anónimo dijo...
En las noches de frío invierno
cuando la mar se torna gris
en la soledad que me dejas
yo siempre pienso en ti.

Tristes sueños de una pobre vida
pobre y triste para la mujer del marinero
que no puede mirarte a todas horas
ni decirte cada día un te quiero.

Que ha de callarse sus lamentos
cuando susurra el viento
y arrecia el temporal.
Que ha de quedarse sola en casa
con su corazón navegando en alta mar.

Tú eres el intrépido, el valiente,
el que se juega la vida al trabajar
yo, la que me quedo en casa
y nunca paro de rezar.

Para que calme el viento
para que amaine el temporal
para que regreses a bordo del Galatea
y así disfrutar juntos de nuestro hogar.

Para las mujeres de los marinos del Galatea.
13 septiembre 2012

Anónimo dijo...
El Galatea, buque velero,
ávido siempre de nuevos puertos
y de los puertos siempre distante
está mi velero. Navega errante
con su cansancio de desaciertos.

Lo agobia un lastre de sueños muertos,
sus anchos rumbos claman carena,
más nunca encuentra la mar serena
sino rigores por donde vaya.

Ya no ambiciona más que una playa
para tumbar su costado sobre la arena.
Una playa virgen, inaugurada
por su naufragio, por su derrota.

Y en esa playa vivir espero,
y si le resulta tibia y secreta
a mi velero, postrimerías de anacoreta,
junto a los restos de mi velero.
13 septiembre 2012


Pablo Delgado dijo...
Pablo a mi amigo Castrillon. Es cierto que Don Robustiano y Don Jacobo tenían mal genio, pero solo era aparente, en el fondo eran buenas personas. Conmigo se portaban muy bien. A don Pedro el mayordomo del Comandante y del segundo, lo vi cuando el barco estaba aún en La Graña, el cual se puso muy contento de verme, y al mismo tiempo me presento al Comandante, el cual no paró de hacerme preguntas de como se pasaba navegando.
Al condestable le llamábamos el "Conde Fan" era el el que se ocupaba de los candados de las taquillas. Ese si que era malo,no recuerdo como se llamaba. Si que recuerdo como se fabricaban, los cabos los obenquillos y flechastes, con las viejas estachas, siempre en la banda de estribor.

El cabo Conesa y yo éramos muy amigos, muy buen muchacho y muy competente y un buen Cartagenero, en la enfermería, solo valía, él
y Don Joaquín el Capitán médico. Como también me acuerdo del segundo de enfermería que pasaba la revista de higiene, para las ladillas con un palillo de tambor; todos en filas y desnudos, como cuando nos parieron. Un hombre muy bruto que apenas hablaba castellano, desgraciado, aquél que se le ponía tiesa.
París de la maestranza de intendencia y madrileño, éramos muy amigos, tenía su novia en Salamanca y como era mi ruta para Extremadura íbamos juntos, la última vez dormí en casa de su novia, y un poco más me casa con su futura cuñada, lo que no sabía que poco después me pescó otra.

Pienso, que Conesa París y Veiga el sastre han debido hacer carrera en la Armada. Te acuerdas del cabo primera de maniobra, Benito, era de Valladolid, llevaba 10 años en el Galatea un tio muy cojonudo, pienso que entró en la escuela de suboficiales cuando tú estabas.
Castrillon, termino diciéndote que he tenido el placer de conocer fisicamente a Jaume y Miguel Gómez el día 15 en Barcelona, donde nos pasamos todo el día "Navegando" Un abrazo Pablo.
16 septiembre 2012

Pablo Delgado dijo...
Amigo Miguel y Jaume, espero que la próxima vez pasaremos más tiempo juntos, aunque fue corto pero muy concentrado, pienso que todo lo que teníamos en las tripas del "GALATEA" nos salio por la boca.
Jaume espero que has recibido la "PATATERA NEGRO", que tanto trabajo me ha dado este maldito ordenador, que a veces me parece que me toma el pelo ¿Pero no puede ser eso, visto que no tengo?.
Miguel pienso que la galateana te deja leer el libro, que lo lea en voz alta, cosa que no hará, me imagino que es como la mía, que como cuando no me interesa me hago el sordo, y para ella se esta haciendo una realidad.
No temas a tu operación de cataratas, no se siente nada y durante un mes, nuestras esposas nos cuidan muy bien. Bueno un abrazo ha vosotros, familia Pablo
16 septiembre 2012

Pablo Delgado dijo...
Pablo delgado a Juan Carlos Belloch Guillen.
Juan Carlos, gracias por las fotografías, como veo has heredado de tu padre,
ese gusanillo, que nos ha dejado el Galatea.
Pienso que te debió contar sus aventuras, no era necesario navegar, el solo hecho de vivir en él, era suficiente, pues cada uno de nosotros tiene la suerte de haber pisado la cubierta de ese magnifico "GALATEA" y ser parte de su historia, para poder seguir contándola. Es por esta razón, que el "GALATEA" ¡no ha muerto¡ Un abrazo Espero que nos veremos en Glasgow.
17 septiembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Oh Dios que gran fuerza la tuya, que inmensas y bravas son tus aguas embravecidas, cómo podemos pelear con iguales condiciones, tú para demostrarme la inmensidad de tu fortaleza , yo con mi pequeño, viejo y frágil velero, sólo con la intención de poder sobrevivir una vez más a la pruebas que he decidido tomar, para intentar hacerme un hueco en esta vida.
Pasado todo esto tuve a bien abandonar la vida de la mar, nunca te tuve miedo sólo lo hice por mis ansias de volar, y porque en esa vida me parecía que tenía un porvenir un tanto incierto.
Oh Galatea aquellos caminos que dentro de tí recorrí, tú me enseñaste a navegar por las sendas de la mar, también me enseñaste lo que era la verdadera amistad, la convivencia cuando aún era casi un niño. Esos valores jamás los olvidaré, mientras tenga uso de razón, nunca tendré el tiempo suficiente de vida para poder agradecerte lo que hiciste por mi, así como la forma de apreciar a nuestros semejantes que en tu seno aprendí.

Ahora ya con mi pelo totalmente blanco, porque aún no lo he perdido, me pregunto ¿donde están mis amigos. Aquellos que juntos reíamos, llorábamos y nos apenábamos al igual que celebrábamos nuestros triunfos y el habernos conocido.
Bueno Pablo, también yo celebro el haberte conocido personalmente, la verdadera pena fue que no estuvo en el encuentro nuestro gran amigo Castrillon, así como muchos otros, pero las cosas son como son y nada más pudimos hacer, aunque tengo que decirte que nuestra estancia juntos fue muy aprovechada y dio para mucho, pero también se quedaron muchas muchas cosas en el tintero, que en otra ocasión seguiremos deshojando la margarita.
Bien sabes que nuestro Galatea da para mucho más, que esperemos tener el suficiente tiempo para seguir tratando el tema.

El Condestable, o Conde Fan, se llamaba D. Manuel Fontanilla, que era un militar muy puesto en su lugar sobre todo con los Cornetas, y el que hacía la revista de higiene, se llamaba Cecilio un tanto parecido al Conde Fan, no recuerdo su apellido.
En cuanto al resto de Contramaestres, Suboficiales y Oficiales por lo visto ya habían desembarcado muchos de ellos, aunque otros muchos seguían allí cuando yo estuve.
Hace días que me estoy interesando por el estado de salud de Gerardo Ureña, pero no os puedo adelantar nada ya que nos comunicamos por medio de un móvil, y creo que para no ser molestado lo tienen fuera de servicio, tan pronto como sepa algo os lo Hare saber.
Por hoy lo voy a dejar amenazando que no muy lejano en el tiempo seguiré dando la paliza.
Con mis mejores deseos, que seáis muy felices, tanto los que escriben como los que tienen la santa paciencia de leernos, saludos a todos gracias Paz y Bien.
17 septiembre 2012

Arminio dijo...
Muy bien Miguel te estás haciendo un escritor nato, tus comentarios son tenaces y buenísimos, es la práctica ya de tanto tiempo y para que vea Pablo que no hemos dejado nada en el tintero os pongo lo del Conde Fan:
En una de las madrugadas de guardia, Asturias se encontraba en la guardia de media, junto con otros aprendices, estudiando señales de Scott con un contramaestre, que era de trato agradable y por lo tanto sus clases se hacían muy llevaderas.
En el Galatea, había un suboficial al que no dolían prendas en estar ojo avizor tras la dotación del buque para impartir algún que otro castigo. Amén de su especialidad en artillería, tenía la exclusividad sobre la venta de candados para las taquillas de la marinería. Los candados eran de la marca “Fan” y, por ello, era conocido por todos como “conde Fan”.

Entre los aprendices que estaban afanados con las clases, salió en la conversación algo relativo al “conde Fan” y, al escuchar el contramaestre este nombre, preguntó a Asturias, que lo había nombrado, a quién se nombraba con tal apelativo, a lo que tuvo que contestar que se refería al suboficial artillero.
Como quiera que el suboficial estaba también de guardia, el contramaestre le ordenó que se presentase ante él y le llamase con ese nombre. Murcia con cara de susto, se quedó sin palabras, pensando que él también lo había nombrado de esa manera, pero parece ser que no lo había escuchado el contramaestre, y tan solo había oído el nombre en boca de su compañero.

El pobre muchacho se dirigió al lugar donde prestaba su guardia y poniéndose firmes exclamó:
- A la orden de usted, conde Fan.
No vio en su vida una reacción tan rápida, cuando recibió tal bofetada que le dejó temblando la oreja izquierda, mandándole como castigo que, acabada la guardia, continuase hasta el alba subido al palo trinquete, donde permaneció aterido de frío hasta la salida del sol.
 Desde el trinquete, miraba la mar tranquila pensando como algo tan dulce y sereno, podía tornarse en lo más violento y temible que sus ojos de muchacho habían visto en su vida. En la soledad de la madrugada agradecía el poder estar sentado en la cofa y ver un nuevo amanecer, recordando los infernales días pasados.
17 septiembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos, si me lo permiten seguiré adelante como buenamente pueda, y espero seguir aún mucho tiempo, no me gustaría ser excesivamente molestoso, espero vuestra compresión y que la unión que caracteriza a todos los galateanos sea posible esta y mil veces más.
Que el estímulo se propague por todas y cada una de nuestras mentes, y que los ánimos sean cada día mas fuertes, que por grande que sea este temporal, de otros muchos mayores hemos salido, seguro que saldremos aunque al parecer estamos doblando el cabo de Hornos, vamos a encomendarnos al Cristo de los Navegantes, para que el todo poderoso nos guie a buen puerto.

Voy a seguir mirando esa gaviota en lo alto de la galleta del palo Trinquete.
Voy a seguir mirando ese gallardete, que pende desde lo más alto del palo Mayor, hasta casi rozar la superficie de las aguas del nivel de la mar.
Voy a seguir mirando esos mástiles emergiendo en la dársena de Ferrol.
Voy a seguir mirando aquel bullicio de los marinos cumpliendo con sus faenas a bordo de aquel viejo velero, llamado Galatea.
Voy a seguir mirando aquellas olas de espuma blanca rompiendo en el costado de nuestro buque.

Voy a seguir mirando el surcar de los delfines en su afán de competición para ser el primero en ver a nuestra Nereida Galatea.
Voy a seguir mirando las aletas de los tiburones que nos siguen.
Voy a seguir mirando las bandadas de peces voladores, en su incesante deambular sobre los océanos.
Voy a seguir mirando el horizonte en los amaneceres y puestas de sol, sobre todo en alta mar.

Voy a seguir mirando ese mismo horizonte para ver si se divisa tierra.
Voy a seguir mirando al cielo para ver si se divisa algunos albatros, señal inequívoca de que estamos cerca de tierra.
Voy a seguir creyendo, aún cuando otros pierdan la esperanza.
Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.
Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.
Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.
Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.
Y transmitiré alivio, cuando vea dolor.
Y regalaré motivos de alegría donde sólo haya tristeza.

Invitaré a caminar al que ha decidido quedarse
Y levantaré los brazos a los que se han rendido.
Pero…, si algún día ves que ya no sigo, no sonrió o callo, solo acércate y dame un abrazo o regálame una sonrisa, con eso será suficiente, seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo.
Solo un buen gesto de corazón hará que vuelva a mi camino.

Esperando que los ánimos se calmen, y sigamos navegando a todo trapo, me despido con mis mejores deseos de felicidad, ya saben para todos incluidos, muchos ánimos Paz Y Bien.
21 septiembre 2012

Arminio dijo...
Que tal os va a todos, esperemos que todo bien aunque se va echando de menos a algunos contertulios, que poco a poco dan luz a este espacio. Animaros a escribir que ya veis a Miguel como le da a la escritura.
Recuerdo un sábado por la tarde de esos días que podías salir a la calle, pero que ya no te quedaba nada de las setecientas cincuenta pesetas que te pagaban.
Pero bueno te aclimatabas a pasar la tarde en el Galatea y descansabas, tomabas el sol si tenías la suerte de que no estuviese nublado y después de la comida podías echar dos horas de siesta reservada solo para los sábados y domingos, aunque los sábados si tenías alguna asignatura suspensa ese mes, tenías estudio hasta las cinco de la tarde, en ves de siesta.

El día iba pasando sin novedad alguna, ya que tenías que tener mucho cuidado de no llevar algún botón desabrochado, la gorra siempre puesta o quitada si estabas en lugar cubierto o en el exterior, las manos fuera de los bolsillos, los saludos correctos con el dedo medio justo entre el punto de unión de la visera y el comienzo de la gorra, los cordones de las botas perfectamente abrochados o las zapatillas deportivas perfectamente calzadas ya que eran unas babuchas de color negro sin cordones y de lona blanda, que podías calzar cuando estabas de descanso, con excepción de hacerlo en las formaciones.

Bueno parecía que la tarde iba llegando y después de cenar y escuchar a los marineros de reemplazo en el comedor del sollado de proa, quejarse de la comida, diciendo “huevos y más huevos, estamos hasta los huevos de comer tantos huevos”, salimos a cubierta para poco a poco marcharnos a dormir hasta las dependencias anejas al Galatea, hasta el día siguiente, que al ser domingo se dormía una hora más, creo que hasta las ocho de la mañana.
Parece ser que el oficial de guardia de El Galatea se le antojó no dejar salir a nadie por el portalón y nos formó a todos en la banda de babor, junto a los cabilleros del trinquete, pues la plancha estaba en estribor, para asistir juntos al arriado de la bandera.
Ya todos en formación y después de ser arriada la bandera, el oficial mandó al suboficial de guardia que ordenara firmes de nuevo y ante la atenta mirada del señor teniente de navío Cartelle Pena, comandante de la guardia, se nos pasó revista de pelo, botones y calzado. La noche que nos aguardaba tranquila y descansada, se hizo triste, incómoda y como no, sin las horas de sueño que nos prometía a cada uno.

Con la lista en la mano el suboficial anotó los números de los que tenían algún botón desabrochado, el pelo algo más largo de lo reglamentado, y a mí junto con otros, nos delataron las zapatillas que llevábamos pues las poníamos cuando estábamos libre de servicio, como era esta tarde de sábado. El argumento era que a las formaciones se debía acudir con botas a no ser que fueran formaciones de gimnasia, caso que no era el de aquella noche.
La llegada a las dependencias, para los castigados fue solo para coger la manta de la litera y con ella al hombro, volver al Galatea y formar con la guardia de noche, para repartirnos, como carteleros, serviolas, en toldilla en el castillo, en las bandas, en el muelle, o simplemente para achicar botes o lampacear la cantina del Galatea, entre otros oficios.

También teníamos que coger un coy para dormir, entre los que le sobraban a la dotación del Galatea compuesta por marineros de reemplazo como ya dije antes. Imaginaros como estaban esos coys. Luego a la mañana siguiente nos formaban con la guardia saliente privándonos de esa manera de dormir en nuestras respectivas literas del acuartelamiento.
Aquella noche estaba el buque lleno de vigilancia por todos lados y es que estaba de guardia el oficial de maniobra práctica que junto con el contramaestre mayor, Don Robustiano, pasaban las primeras horas nocturnas pescando en la escala Real hasta que cansados se iban a sus respectivos camarotes. Otro día contaré alguna otra cosa. Un saludo para todos.
21 septiembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola, muy buena noticia, el compañero Gerardo Ureña, ya esta de nuevo entre nosotros, aun esta súper débil pero ya empieza a hacer sus primeros pasos, muy lentos pero seguro que pronto se repondrá lo suficiente para llenar el vacío que dejo en este blog,
Bien sabe él lo necesario que es en esta mermada dotación, démosle muchos ánimos para que pronto se quite el brazalete de rebajado, y colabore con nosotros en este espacio.
Venga Gerardo que tu puedes, saludos para todos y mención a parte para Gerardo, un muy fuerte y afectuoso abrazo, gracias a los que te ayudaron a sobrepasar este grave percance, que no pescante.
21 septiembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola compañeros de fuertes temporales, y de la mar chicha, aquí nos encontramos de nuevo, para hacer lo posible para sacar algún relato que tenga como protagonista nuestro Galatea, de otra forma no tendría sentido, ya han pasado muchos años y cuesta recordar algunas vivencias en el referido buque, que ya no hayan sido expuestas en este espacio que ya se va haciendo muy extenso, gracias a las personas que con su insaciable estimulo lo hacen posible.
Me quisiera referir que desde hace ya algunos días nuestro viejo velero, se halla al pairo en el mismo lugar, acaso no hay nadie quien oriente sus velas a favor del viento y lo haga navegar aunque sólo sean unas millas, ¿acaso su dotación se ha dado por acabada y el desanimo los domina a seguir abatidos?.

No, eso no puede suceder, han sido muchos días por no decir años y por cierto muy duros los que hemos necesitado para llegar hasta aquí, como para ahora, que ya estamos en el momento más álgido, desistir de nuestro empeño o cometido, que un día ya muy lejano nos propusimos llevar a cabo con nuestro emblemático velero, cuando ya nadie se acordaba de él o al menos así se apreciaba por doquier, hemos de seguir luchando aunque seamos muy pocos, pero si conseguimos rescatarlo es mucho más fácil conservarlo.
No sé si a todos les sucede lo mismo que a mí, pero muy periódicamente, se dirige algún compañero de antaño , interesándose por nuestro velero, y haciéndome recordar momentos inolvidables, no sé si es debido a que mi dirección está impresa en el blog, porque no puede ser de otra forma ya que mi popularidad durante mi estancia en este buque no es que fuese muy excesiva, de todas formas me es muy gratificante yo les invito a sumarse al blog, de momento lo encuentran dentro de sus posibilidades, pero mas tarde parece que desciende su interés por escribir, aunque me consta que nos siguen con su lectura, cosa que como es natural yo les agradezco, y les vuelvo a invitar a subir al castillo, para contar sus vivencias a bordo de nuestro Galatea.

Con mis mejores deseos para todas las personas que nos ayudan a tirar hacia adelante, y animando a los que les cuesta pronunciarse, que se pongan a teclear que no pasa absolutamente nada, SALUDOS PARA TODOS PAZ y BIEN.
26 septiembre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos. Pablo el Flecha, no se por dónde empezar, pero bueno, lo del conde fan, efectivamente era el condestable don Manuel Fontanilla, tenía la exclusiva de los candados de las taquillas y la marca eran "FAN" no podíamos poner otro candado por nuestra cuenta, nos los hacia quitar y teníamos que comprarle uno a él. Yo he tenido muchos tropiezos con él y claro con muchos castigos, éramos adversarios irreconciliables, tampoco le tenia ninguna simpatía.
Oye, yo se que, en el Galatea una vez navegando, creo rumbo a Pernambuco con muy buen viento se dió también una vela al tangón, era todo un espectáculo ver ese buque navegar con tanta vela además con viento fresco, no se si estuviste tú en esa navegación.

Oye, el día uno de Julio del año 54, entramos en Lisboa, y, yo creo que fue en esa fecha en que al salir a tierra, había llovido mucho y, había inundaciones por la ciudad, nos llegaba el agua hasta un poco mas abajo de las rodillas, tuvimos que quitarnos las botas y los calcetines, creo que fué en esa navegación, no lo recuerdo bien, ya que estuvimos más veces en esa ciudad debido a unas maniobra que hacíamos con los barcos de la OTAN, no lo recuerdo muy bien.
Espero que te estrujes bien el cerebro para ver si consigues recordar lo de la vela en el tangón, así estuvimos navegando durante todo el día, al ocaso, antes de la Oración tuvimos que arriarla, lo mismo que los juanetes altos.

Bueno Flecha, algunos de aquella promoción que era la mía, ya han muerto, dos de ellos sin terminar el curso, tuvieron que desembarcarlos en Ferrol cuando llegamos de viaje, y los dejaron en el Arsenal, cuando volvimos de permiso antes de salir a la mar, fui a verlos, pero uno ya lo habían enterrado en el cementerio de la Marina en Ferrol, luego el otro. Tendrían unos dieciocho años, partieron para más allá de las estrellas demasiado jóvenes, sin siquiera terminar el curso.
Bueno !!!! UREÑAAAAAAAAA¡¡¡¡, te echamos de menos, pero lo esencial es que te recuperes lo más rápidamente, que Dios te bendiga grandemente.
Bueno Miguel, creo que con este número, gané quinientos barriletes.
¡¡¡ Lagunaaaaa!!! no creas que te olvidamos, lo mismo que a ti Meizoso, y a todos los demás tertulianos, un muy fuerte abrazo a todos.
27 septiembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Queridos correligionarios, he aquí nuevamente, esta vez para intentar recordar algunas aventurillas, a bordo de nuestro Galatea, aunque me parece que ya hace algún tiempo toque este tema, pero como debe de hacer ya mucho tiempo, y estos temas dan para mucho seguro que algo se quedaría en el tintero, por lo que volveremos a refrescar la memoria en lo posible, esa es mi intención, de conseguirlo depende de ustedes.
Siempre que el Galatea arribaba algún puerto, sobre todo si era extranjero, no sé por qué motivo se celebraban fiestas a bordo, se invitaban a las autoridades del lugar, a pasar una velada agradable a bordo del mismo, por lo que se acondicionaba la parte de popa para tal evento, y se hacía de la forma siguiente: a partir de el esparder del alcázar se ponía una línea divisoria, formada por un nervio metálico que a la vez se cubría con banderas para que la vil canalla de proa tuviese vedada la vista hacia aquella zona.

Como es de suponer esas fiestas estaban destinadas a Jefes y Oficiales, para que no se mezclara la tropa en el buque también se ponían dos portalones, el de proa para la marinería y el de popa para los ya comentados marinos de más alto rango, así como para las visitas de esas fiestas, con los coys aferrados de la marinería se hacían una especie de sofás o camastros, que para disimularlos eran envueltos con las banderas del código de señales.
Una vez las visitas a bordo se iniciaba la fiesta, sonaba la música y los reposteros empezábamos a servir a los invitados, primero por las damas, una especie de canapés hechos por el mayordomo, también preparaban una especie de coctel en una tina de aquellas de madera, a base de muchas bebidas de alta graduación y fruta del tiempo troceada, junto con soda y mucho hielo. Lo que no se es porque en este tipo de guateques siempre asistían muchas más mujeres que hombres.

Bueno cuando la fiesta ya se ponía a tono, el Oficial jefe de cámara nos daba órdenes de abandonar el recinto, que cogiéramos nuestros lugares en la repostería por si en algún momento éramos requeridos, es allí donde nosotros empezábamos nuestra fiesta particular, por medio de un timbre de vez en cuando nos hacían subir a alguno para seguir sirviendo copas de aquella especie de mojito.
El desmadre era tal que algunas damas no se encontraban lo suficientemente satisfechas, y buscaban algo mas entre nosotros, habiendo algunas que sobrepasaban la barrera de las banderas en busca de algún otro marino con mas apetito sexual, lo que no era muy difícil conseguir.

Lo curioso es que estas fiestas duraban hasta altas horas de la madrugada, por lo que los marineros de la dotación no se podían ir a dormir, porque sus coys los estaba usando el personal de la fiesta. El que tenía suerte y pescaba algo bien estaba, pero el que no pescaba nada, se pasaba una mala velada por culpa de la fiesta que organizaba los señores de popa, a decir verdad casi todos hacían su fiesta particular, ya que nosotros, en este caso los camareros, sin previa autorización siempre repartíamos las sobras entre la dotación, ya que habían muchas y llegaba para todos.
Una vez concluida la fiesta cada cual recogía su coy y se marchaba a dormir, la brigada de guardia desmontaba el chiringuito, y los reposteros a hacer la limpieza de la cámara y la bajilla, y asunto concluido.
Esperando haberos distraído unos minutos, por hoy lo dejaremos no sin antes desearos mis mejores propósitos, saludos para todos y gracias por seguirnos. Paz y Bien
28 septiembre 2012
Miguel Gómez dijo...
Hola a todos. Socios y amigos de singladuras, así como los que tienen a bien seguirnos por estos caminos de la mar, que siempre son las sendas relajantes de la vida, por ellas son por las que hay que luchar, diariamente para llegar a buen puerto.
Parece que aun estoy observando aquellas estrellas, que en mi guardias de serviola y en las noches oscuras y despejadas, tanto brillaban allá en el infinito, recuerdos que después de haber pasado tantos años aun no se han dormido, y siguen brillando con la misma intensidad.
Aquel toque de campana a cualquier hora de la noche te hacia gritar al viento verde clara o roja clara dependiendo de si estabas en babor o estribor, era esa voz que rompía el silencio de la oscura noche, a veces acompañada del golpeo de las pastecas o cuadernales, el silbido del viento en los cables de la jarcia, o el quejido de las planchas de la nomenclatura de aquel viejo velero, que ya empezaba a quejarse.

Recuerdos y solo recuerdos, también a veces se oía el sollozar de algún compañero, que deambulaba por aquellos lugares, recordando a sus familiares, o tragándose alguna injusticia de las que sólo se podían enmudecer oprimiendo el pecho hacia adentro, y haciéndose el valiente ante los demás, lo que a veces hacia escapar algún suspiro si poder remediarlo.
Si Gerardo, hoy me gustaría tener una estrella de aquellas, para regalártela y de paso que iluminara el camino que has iniciado, hacia la recuperación que pronto será total, ya sabes que te estamos esperando con los brazos en cruz, sobre todo para que nos ayudes a hacer una virada por avante, que buena falta nos está haciendo, no en redondo porque volveríamos al mismo lugar.

¡Oh Galatea tu eres el barco mejor, esta frase la seguiré repitiendo mientras Dios me de fuerzas en mi voz para poder pronunciarla.
Como de costumbre deseando lo mejor para todos, que seáis súper felices, tanto los que se decidan a escribir como los que siguen leyendo estos tormentosos comentarios, un afectuoso saludo para todos, ya sabéis continuo amenazando con volver. Paz y Bien.
01 octubre 2012

Arminio dijo...
Miguel, genial. Estás adornando al Galatea con textos dignos de un avanzado escritor, que poco a poco se está convirtiendo en poeta.
Dentro de poco tendremos a Ureña, y Castrillón últimamente está algo distraido pero como siempre vendrá raudo y veloz.
Del que no sabemos nada es de Laguna, parace que ya no pisa esta cubierta, es una pena y de Tena, y de Meizoso y de otros más, pero sabemos que el Galatea se lleva dentro y poco a poco regresarán.
Un saludo a todos y ánimo a contar historias para el nuevo espacio, que espero sea de todos, no se pretende que sea un espacio para unos cuantos, sino para todos, sin ningún ánimo de querer destacar, tan solo el de proteger el texto que dentro de poco verá la luz.
01 octubre 2012

F. Laguna dijo...
Aviso a navegantes: Los timoneles del Galatea han virado a babor mucho últimamente y no es eso precisamente lo que se escribió en este blog no hace mucho tiempo; en una frase que decía que jamás habría enfrentamientos entre los galateanos. Yo estoy observando detenidamente estas galernas y la verdad es que me entristece bastante ver los extremos a que se está llegando contra un galateano de pro.
Vamos haber si ponemos un poco de orden y que reine la clase y elegancia entre todos los galateanos (he dicho).
02 octubre 2012

Arminio dijo...
Dentro de muy poco, casi coincidiendo con el descubrimiento de América, este blog, continuación de otros que se quedaron en el fondo marino, cumple un año de navegación. En este tiempo ha habido de todo, alegrías, tristeza, pero lo que si hemos conseguido entre todos es que el Galatea navegue de nuevo.
Gracias por conseguir algo nunca imaginado, y es que en menos de un año, lo hayan visitado más de treinta mil personas. Tambien gracias a los visitantes que han dejado algo de su tiempo entre las cuadernas del ya mítico velero de la Armada Española, Galatea.

Personalmente doy la bienvenida a Fernando que hacía mucho tiempo que no escribía en este espacio y entre otros más a Gerardo Ureña Massa, que ha conseguido vencer al temporal que le sorprendió en alta mar, como no podía ser de otra manera, gracias al coraje de un excelente especialista de maniobra. Un saludo a todos.
02 octubre 2012

Anónimo dijo...
Llevo siguiendo este - y los predecesores- blogs largos años ya, al menos dos o tres. Más de una vez estuve tentada de intervenir, más la timidez, la falta de conocimientos, y la clara conciencia de no pertenecer a la estirpe marinera- ni de lejos- y no formar parte de esta tripulación me lo impidieron; así como también me paralizó el profundo respeto que siento por su sabiduría- y la humildad y generosidad con la que nos la transmiten- y por las vivencias compartidas que hermanan a los que mantienen estos escritos "viento en popa a toda vela".

En fin, todo ello, digo, me mantenía al margen de atreverme siquiera a saludar respetuosamente. Pero como todo llega, hoy dejo toda consideración de lado para osar saludar y felicitar a todos y cada uno de los que, con breves o largos escritos, me han mantenido durante tan largo tiempo interesada en sus correrías. Deseo saludar y agradecer expresamente :

-al Sr. Castrillón, aunque últimamente echo de menos algo su espíritu inicial, amigable, divertido y lleno de pundonor. Comprendo que las largas travesías nos cansan y , a veces, amodorran, pero confío plenamente en que no tardará en volver por sus fueros tan enérgico y ameno como es habitual en él.
-al Sr. Miguel, ponderado, educado y extremadamente amable y cercano
-y al Sr. Arminio, constante, trabajador e inasequible al desaliento.
Deseo saludarles especialmente a ustedes y pedirles que continúen con su labor y que mantengan con fuerza y simpatía el espíritu de sus inicios que es el que nos ayuda a sentirnos a todos bien acogidos y " a gustito" en este blog, protegidos de tormentas y sinsabores.

Todos ustedes han conseguido que yo me anime a aparecer por aquí, aún siendo consciente de mi atrevimiento, porque ya no me siento tan extraña a los asuntos de la mar gracias a ustedes, y porque me he dado cuenta por fin de que lo que me mantiene unida a estas lecturas no es el Galatea- perdónenme por mi osadía.
Yo sé que ustedes aman ese barco-, ni el mar, ni todo lo que acarrea esa forma de vida. A mí lo que me gusta de este blog es sentir, apreciar y compartir la camaradería, el sentimiento, y el afecto que se percibe claramente reina entre ustedes y va creciendo cada día, así como lo agradecidos y acogedores que son siempre con todos aquellos que se atreven a asomarse, aunque sea solo brevemente, para saludar.

Bien, para mi sorpresa yo no he sido breve, pero confío y espero en que también se muestren ustedes amables y acogedores con estas letras que sólo pretenden felicitarles en este aniversario de su blog y agradecerles los gratos momentos que me han hecho pasar hasta el momento, y que espero que continúen en ello al menos otros tantos años.
Muchas gracias por todo. Les deseo de todo corazón lo mejor a todos ustedes y a todos los que participan de este blog.
03 octubre 2012

Arminio dijo...
Me quedo sin palabras, por su escrito y me llena de admiración su parecer respecto a nosotros, es una lástima que no pertenezca a este mundillo marinero, aunque si hubiese pertenecido a él, tendríamos que aprender mucho de usted sobre el mar y los barcos.
Eso sí, en su escrito, personalmente aprecio el tacto y la sabiduría que se desprenden de sus palabras. Al menos todo lo que usted nos dice, hemos querido trasmitir, y me alegro de que algunas personas como usted lo hayan visto en nosotros.
Agradecido en mi nombre y creo que en el de Castrillon y Miguel también.
Un saludo muy fuerte y espero que no nos pierda el rumbo y continúe con nosotros, intentaremos seguir con ests singladuras día a día, sabiendo que al menos algunas personas como usted, nos acompañan.

03 octubre 2012

Anónimo nº 2 dijo...
En vista de que hay alguien que nos invita a perder la timidez, y salir a demostrar nuestro parecer, yo también me atrevo hacer lo mismo y comentar este bloc, que he seguido desde el principio.
He de confesar que se muy poco de las cosas de la mar, y mucho menos de navegar, pero lo que si puede asegurar es que del Galatea se un poquito, y ese saber lo he ido adquiriendo a través de los relatos que desde el principio han ido enseñándome los “Galateanos” con sus memorias, sus vivencias, sus sinsabores, sus alegrías, en fin con sus relatos de los que no me he perdido ni una línea.

Bueno quiero con estas líneas dar las gracias al Anónimo que tan bien ha explicado y animado a escribir, como veréis no tengo ni mucho menos su soltura para explicarme, pero lo que si hago bien, es agradecer a este bloc los buenos ratos que me hace pasar, POR FAVOR no dejéis nunca de escribir y seguir plasmando vuestros recuerdos, que igual que a mí a muchos lectores también les interesa.
Últimamente encuentro a faltar alguno de los que escribían ¿están enfermos, se han cansado, se les ha roto el ordenador, o se han vuelto perezosos? Ánimo muchachos, que si vosotros no nos contáis cosas de vuestro Galatea (y mío también) los que os seguimos estamos huérfanos.
Os aseguro que nunca más invadiré vuestro bloc, pero he tenido envidia del anónimo, y no he podido estarme ¿me perdonáis? Vale. VIVA EL GALATEA Y LOS GALATEANOS.
03 octubre 2012

Arminio dijo...
Gracias, por tan alagadoras palabras que animan en sobremanera a continuar con esta anadadura.
Las personas anónimas que nos cuentan estas cosas, nos estremecen con sus inquietudes y sus sentimientos y eso que dicen no saber nada de barcos y de ese mundo, pero de lo que si saben es de la vida, que contada de una u otra forma aflora los sentimientos de todos los humanos.
Claro esas sensaciones lejos de casa, en un mundo extraño y en la mar, multiplican por muchas veces las añoranzas de los que escriben que a pesar del paso de los años, lo hacen con el corazón joven y llenos de las mismas ilusiones que antaño.
Un saludo y ánimo a todos los que escriben, que las voces anónimas y llenas de sentimiento nos animan.
03 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
Esperando y deseando de que el día sea propicio, y que la alianza con la salud sea muy duradera para todos, sigo pronunciando esta frase ADELANTE a todos los que tengan algo que ver con este blog , que tanto nos atrae, a los que escribimos como a los que cada día se martirizan leyendo estas mal trazadas líneas.
En primer lugar me gustaría darles las gracias a estas personas que dentro del anonimato rompen el hielo, para introducirse hasta las entrañas de estos comentarios, con el único fin de darnos ánimos, y hacer que nuestros propósitos no desistan en sus objetivos, creo que en nombre de todos y en el mío propio estar autorizado para agradecer sumamente esta gesta, que al menos en lo que a mí se refiere me fortalece enormemente.

Claro que me gustaría sacar no sé de donde las palabras correctas y adecuadas para que este agradecimiento quedase más o menos potable, pero como ya he comentado en varias ocasiones, yo en literatura estoy un tanto limitado, por lo que me es muy difícil sacar materia de donde no existe, no tengo palabras que pronunciar para poder corresponder a estos elogios, pero sí que las tengo dentro de mi corazón y muy guardas, podéis contar con ellas.
Me gustaría dejar constancia de que este tema lo he tratado de la única forma que sé hacerlo, pero no por eso debéis de dejar de asomarse a ese portillo como nosotros le llamamos, una y mil veces y haber si cunde el ánimo y son más los que se acercan a esta cubierta, y de ser galateanos los esperamos en el castillo, una vez mas ánimos a todos.
Esperando vuestra compresión por todo lo escrito, reitero mi agradecimiento, con mis mejores deseos un afectuoso saludo para todos. Paz Y Bien.
04 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
Nuevamente ante vosotros, esta vez con el firme propósito, de llamar a la banda de tambores y cornetas, para que toquen una sonora diana floreada, para ver si despiertan de una vez a nuestro compañero y amigo Castrillon, que ya lleva unos cuantos días muy adormilado, igual que otros que no pronuncio sus nombres pero espero que se darán por aludidos, y como no, hablar con la enfermería para ver si a Gerardo Ureña le quitan ya el brazalete de rebajado, que bien sabe el que en el Galatea todo aquel que pueda estar de pie es válido para las maniobras, mas aun si es capaz de moverse, aunque solo sea para arranchar la cubierta, o hacer de cuartelero, en estos casos todo el mundo es útil, y eso lo sabe el muy bien.

Me sumo a un párrafo del libro, escrito por el también compañero Pablo Delgado, que dice más o menos así: que lloró tres veces por el Galatea, una cuando piso su cubierta por primera vez, otra al verlo en el más triste y desolado abandono en el Guadalquivir ( Sevilla ), y otra cuando lo vio en el puerto de Glasgow ya restaurado y como museo naval, dándole vida a una ciudad aunque no fuese española, esta vez lloró de alegría, pues yo también confieso que he llorado varias veces en el Galatea, entre otras cosas y sobre todo por contención de no tener opción a defenderme de un montón de injusticias, lo malo de todo esto es que teníamos que llorar para adentro, no teníamos ni la `posibilidad del desahogo.

Yo a nuestro viejo velero, desde que desembarqué para ir destinado a los buques de guerra, allá a finales del año 1958, jamás le volví a ver, que aún estaba en condiciones para la navegación, de hecho, aún hizo dos viajes mas antes de quedar ya en Ferrol atracado a un muelle como de pontón para los sucesivos cursos, que fueron transcurriendo hasta su baja definitiva de la Armada.

Tu
ve varias ocasiones de ir a visitarlo a Glasgow, pero me negué a volver a verle, porque según los videos y fotos que he observado nada tiene que ver con mi Galatea de antaño, y es que ahora ya no es aquel viejo velero que surcaba los mares en cualquier condición atmosférica, sólo se asemeja en su figura exterior, porque no han conservado ni su estructura que tenía ni el color del casco, agradezco enormemente que lo hayan recuperado, pero se han limitado a dejarlo tal como lo construyeron, según sus planos, por lo tanto le falta todos aquellos rincones que sin ser muy confortables pero lo que si eran muy entrañables para nosotros.
Con mis mejores deseos, un afectuoso saludo para todo aquel que por cualquier motivo se acerque a este su espacio. Paz y Bien
05 octubre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, os doy las gracias por la paciencia que tenéis por mi turno para escribir algo.
Estuve esperando la contestación del Flecha Pablo, ya que, le hice algunas preguntas de aquellas largas navegaciones a bordo de aquella galera, allá por aquellos años perdidos en el trascurso del tiempo, y que se quedaron envueltos en una espesa capa de niebla, imposible de ver silueta alguna, y que alguna forma queremos poner de manifiesto nuestras vivencias a bordo de la misma, donde lo más moderno que teníamos a bordo era, la comunicación por radio en "morse".

Las noticias para nosotros carecían de interés. ya que no llegaban a nuestros oídos, estábamos ausentes de todo, solamente nos interesaba, el tiempo, y la mar que íbamos a tener según la zona por donde navegaríamos al día siguiente.
Las únicas noticias y que, sí, nos afectaban a todos eran, al atardecer después de la Oración formados todos en cubierta, se leía la orden para toda la tripulación del buque para el día siguiente, y que comenzaba siempre así: " A bordo en la mar a los xxx dias del mes de xx del año 1.953...." firmado el
segundo comandante Capitán de Corbeta xxxx."

En esa orden se daba toda clase de trabajos a realizar, ejercicios de abandono de buque, de incendio, de colisión y varada, clases y limpieza del buque.
Las maniobras no se mencionaba en la orden del día porque dependía del viento que tuviéramos, si era fuerte, se hacían las correspondientes maniobra con las vergas y velas, que muchas veces era agotadores, especialmente si, esas maniobra se hacían por las noches debido al incremento de la fuerza del viento.Sigue...

05 octubre 2012

Castrillon dijo...
Continúa... ¿Que si nos cansábamos ? bueno, eso formaba parte de nuestra vida a bordo, era normal, no nos molestaba, ¿ que si pasábamos frío ?, también formaba parte de nuestra vida, tampoco nos quejábamos, ¿ y el sueño? también formaba parte de nuestro modo de vivir era también normal, ¿ nos mojábamos con el agua de la mar,? buenooo, era imposible que estuviéramos secos, únicamente por el paso de los trópicos, ¿que pasábamos sed y hambre? también formaba parte de nuestra existencia a bordo en ese buque.
¿Entonces que teníamos de bueno? bueno, esperar llegar a un puerto y entrar en un restaurante y ponernos a comer con plato, cuchara y tenedor, con sevilletas en la mesa, con mantel, y vasos de cristal. Que nos sirvieran la comida unas chicas con muy buen carácter y una sincera sonrisa, ahí si éramos felices, nos olvidábamos de todos nuestros malos momentos.

Cuando estoy viendo todas las fotografías que nuestro buen amigo Arminio tiene en su blog, y veo a todos los compañeros y a bordo del buque, es cuando viene a mi mente, toda la vida a bordo, con los compañeros en las largas navegaciones, y en los puertos, los trajines de la vida diaria a bordo, que todos pensábamos lo mismo, y esperábamos a que pasara el tiempo que parecía interminable. Las mismas penas y alegrías.

Poco a poco, con el paso del tiempo todos hemos salido de aquel buque, a partir de ese momento en que nos hemos separado, nos hemos perdido de vista muchísimos, pero con el paso de los años alguno van saliendo a flote, irreconocibles. El tiempo dejó sus profundas huellas sobre sus cuerpos, no, ya no son aquellos compañeros ágiles y diestros en la navegación a vela, sin cansancio y con el ánimo siempre en nuestras mentes.
Teníamos fuerzas para todo, ahora todo quedó atrás, nuestros rostros están surcados por profundas arrugas, nuestro cabello esta blanquecino, o carente de él, muchos encorvados, !!no¡¡ no pueden ser aquellos jóvenes, estos son otros que dicen conocer aquellos lejanos tiempos.

Pero bueno, el tiempo pasó, y todos somos muy distintos a aquellos muchachos que quedaron atrás, y gracias a nuestro amigo y compañero, Arminio que, es el mas jóven de todos y con ventaja, este buen amigo ha conseguido reunirnos a todos y ponernos en contacto y en grupo en este blog de su propiedad, a él se lo debemos todo, es como si nos reuniéramos todos en un puerto.
Bueno amigos y compañeros todos de momento os dejo, ya volveré muy pronto. Recibir todos un muy fuerte abrazoooooooo.
!!!Ureñaaaaaaa no te escapes que te estamos vigilando ¡¡¡ y a ti Meizosooooo también te estamos esperando.
05 octubre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, hoy he salido a caminar muy de mañana, todavía no había amanecido, el alba estaba roja, y dije para mi, "alba roja tierra moja" asi que tenía que tener cuidado y no alerjarme demasiado.
Mientras las gaviotas revoloteaban por encima de mi cabeza con sus atronantes graznido, les eché un vistazo y no les hize más caso, a medida que iba caminado a lo largo de la ría y hasta la desembocadura a la mar, iba absorto en mis pensamientos, me detuve un momento para ver la silueta de un buque fondeado cerca de la boca de la Ria en espera de entrada.
Solamente se divisaban sus luces, me quede pensando, en toda la dotación y sus quehaceres, casi lo adivinaba, ya que en estas circustancias también nos veíamos nosotros, en espera de entrar en puerto.

Todos estábamos con mucho entusiasmo en entrar en ese puerto, del cual ya nos habían dado un conferencia de sus cualidades y costumbres, todo nos parecia fabuloso, por fin íbamos a distraernos fuera de lo normal, después de un mes de navegación.
Hablábamos los unos con los otros con inusitado entusiasmo, nos tardarían mucho para que nos dieran entrada y ver el puerto, éramos expléndidos los unos con los otros, nada nos parecía mal, se había acabado de momento la rutinaria vida a bordo.

!Ibamos a un puerto que no conocíamos!.Era fabuloso, ¿cómo lo pasaríamos? ¿cómo sería? bueno todo esto lo compartíamos todos, eran los mejores momentos, esto estaba pensando yo mientras veía la silueta del aquel buque listo para entrar en puerto.
Ya, una vez aclarado el tiempo, pude divisar perfectamente el buque, efectívamente toda la tripulación se encontraba recostada sobre la borda del buque con sus comentarios y sus cigarrillos encenedidos, hasta que se hizó la bandera de Práctico a bordo, y enfiló rumbo a puerto. No, no perdí detalle de toda esta escena, pasados una hora veo que se estaba nublando rápidamente, por lo que decido volver sobre mis pasos y encaminarme a la cuidad, se estaba cumpliendo ese adagio, "alba roja tierra moja" se hacen notar las primeras gotas. Sigue...
06 octubre 2012

Castrillon dijo...
Continúa... De vuelta, llamo al ordenanza Miguel, y, no me creía lo que me dijo," el jefe de la dotacion Arminio dice...", quedé de piedra, eso parecía una sublevación y que habían nombrado como jefe a Arminio sustituyéndome a mi, que soy el verdadero JEFE.
Parecía que había mucha calma desde que se ausentó el revolucionario Meizoso, ahora resuslta que Arminio se hizo con el mando, y el ordenaza Miguel de segundo, no, no, no, y no, aqui sigo yo de jefe, tenéis que saber que tengo una cacerola con agujeros para abandonaros en la mar a los dos dentro de ella. Tenía la intención de ascender a Miguel a marinero de primera, pero no, sigue de ordenza de segunda. He decir que fui todo el tiempo lloviendo hasta mi domicilio, después de estar dos horas caminado. Bueno, ya contaré más historias de las singladuras con aquella Galera.
Un muy cordial saludo a todos.
06 octubre 2012

Anónimo dijo...
¡Olé por el Sr. Castrillón!. ¡Cuánto hemos echado de menos ese espíritu!. Un saludo a todos. Paz y bien.
06 octubre 2012

Arminio dijo...
A la orden de Usía, mi comandante, le ofrecemos el mando que siempre hemos reservado para nuestro comandante y creo que Miguel se merece el pusto de segundo.
A la orden de Usía mi segundo. Un saludo.

06 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
¡¡ Mira Castrillon que pronto despierta cuando se le habla de usurparle el cargo de JEFE!!
Y ha despertado fuertemente, poniendo a cada uno en su lugar, como de costumbre a mi me relega al ultimo escalafón que existe en la Armada, y por lo visto para largo plazo, o sin posibilidad de ascenso mientras viva, mi destino según él es tenerme toda mi vida como ordenanza, claro siempre a su servicio, pues mira como ya estoy muy acostumbrado hasta parece que no me importa en exceso, y lo tolero bastante bien, agradezco a Arminio su interés por mi categoría, pero no es necesario que te molestes yo cuando lo haga debe de ser por méritos propios, y sin tener que agradecer nada a nadie.

Me gustaría dejar claro que ese anónimo, el que elogia a Castrillon, y que en su despedida lo hace como lo hago yo con Paz y Bien no tiene nada que ver con mi persona, aunque celebro que así lo haga, me siento tan satisfecho que esas palabras vayan siendo habituales en nuestros comentarios.
Pues continuemos con estas buenas costumbres, saludos para todos, que disfruten en lo que les sea posible. Paz y Bien.
06 octubre 2012

Castrillon dijo...
¡¡¡¡Eheheheeeeee!!!! ¿que pasa por ahí con esas voces por cubierta? si, lo vais a tener muy difícil con mi mando, y esas voces que se oyen por cubierta, me suenan a revancha y a sublevación, espero que no intentaréis contaminar a  Ureña para vuestro bando, ya que está de mi lado.También tenéis que saber que aún tengo mi propia escolta, ya estan antentos a todos vuestros movimientos.
El ascenso de Miguel a ordenanza de primera todavía le quedan muchos años, pero algún día llegará, si observais bien, tengo la cacerola con agujeros, en el agua y amarrada al tangón esperando a su tripulación, Miguel y Arminio.

No si os acordáis de auqella oración que también se cantaba a bordo que empezaba por "" la Sangre triunfadora del Calvario...."" yo, no la recuerdo muy bien, se me olvidó, pero simpre se cantaba lo mismo que la Oracion de la Noche "" Tu que dispones de cielo y mmar..."".
Bueno primero, un muy cordial saludo para GERARDO UREÑA, que lo estamos esperando pero sin prisa, primero es su salaud.
Así que me despido de vosotros con un muy cordial saludo a todosssssss. hasta luego enemigos, digo amigosssss.

07 octubre 2012

Castrillon dijo...
¿Qué pasa aquí que nadie asoma la cabeza por la cubierta? sr. anónimo espero que no se mezcle con esos dos sediciosos Arminio y Miguel, ambos eran altos mandos pero, se sublevaron contra mi autoridad y quedaron rebajados a ordenanzas de segunda, ya tiene preparado una cacerola para su abandono en la mar, ambos metidos en ella, así que alejese de ellos y pongase a mi lado, que pronto ascenderé a Capitán de Navío.

!!!!! Ureñaaaaaaa¡¡¡¡ ven pronto para el buque que necesito ayuda urgente, parece que tienen prevista una sedicion, quieren apoderarse de mi mando.
Bueno amigos y compañeros todos, teneís un día de plazo para que asoméis la cabeza por la cubierta. Recibir un muy cordial sdaludo todossssssss.
08 octubre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Yo estuve en el Galatea durante el cuarto trimestre de 1962, atracado dentro del Arsena del Ferrol. Periodo de anbientación para quienes tres meses antes entramos en en CUM de San Fernando como aspirantes de especialistas. Si alguien quiere contactar, mi correo es: carrascorubiomanuel@gmail.com. Un saludo a todos.
08 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
Gracias Manuel Carrasco, por haber elegido este espacio para darte a conocer, seguro que encontrarás alguno de tu promoción, o conocido que se pondrá en contacto contigo, para rememorar vuestras batallitas por el Galatea, y Ferrol, espero que lo hagáis en forma de comentario publico dentro de este mismo lugar, de momento te deseo mucha suerte ya que yo soy un tanto mas veterano que tu, y por supuesto que no coincidimos ni en el Galatea ni en la Armada, pero eso no deja de que seamos compañeros de distintas promociones.
Me gustaría que te sintieras cómodo en este blog, e hicieras otras entradas cuando lo consideres oportuno. Un saludo de la actual dotación del Galatea, que sigue navegando aunque sólo sea virtualmente.
08 octubre 2012

Arminio dijo...
Gracias Manuel, te damos la bienvenida a este espacio que se creó para acoger a todos los que pisaron la cubierta del Galatea.
Espero que nos cuentes algunas cosas que seguro desconocemos del Galatea y que si tienes aguna foto nos la mandes.
Ah! también te comunico que hemos creado un espacio titulado "La llegada al Galatea" donde se describen las primeras impresiones al ver por primera vez el Galatea, anímate y nos lo cuentas para incluirlo en ese apartado. Para que lo veas pica en la rosa de los vientos de abajo del todo de esta pagina y ves otros comentarios de ese tema.
Bueno Castrillón ya estamos a la carga con la nueva navegación, nos diste un día de tiempo y espero que guardes la cacerola de agujeros para otra ocasión.
Ya ves Miguel, nos hemos salvado por los pelos, gracias a Manuel que ha aparecido milagrosamente.
Un saludo a todos y buena estancia en este espacio Manuel.
09 octubre 2012

Anónimo dijo...
Los sres. anónimos somo eso, anónimos, y no tenemos mayor función en este blog que desear buena navegación y soplar suavemente nuestros buenos augurios para que este viaje fluya sin mayores contratiempos y sí con grandes alegrías.
A pesar de ello me permito solicitar humildemente se me ilumine, si alguien de este blog lo tiene a bien, sobre esta cuestión: ¿qué es lo que impulsa a personas tan jóvenes, casi chiquillos algunas veces, a abrazar e iniciar una vida tan dura?- pasaban hambre, frío, sueño. privaciones...- ¿Cómo llegaron ustedes hasta allí; qué les impulsó a empezar: vocación, casualidad, familia, destino...?.
Nada más lejos de mi intención que invadir la privacidad de nadie, pero si alguien buenamente desea ilustrarme al respecto lo agradecería. Amor y buena compañía para todos los que participan de este blog. Y, además, paz y bien para el Sr. Miguel.

09 octubre 2012

Bitacora dijo...
Es una buen pregunta que al paso del tiempo tiene una respuesta.
Por esos años, poca gente estudiaba, a no ser que los progenitores tuviesen un caudal económico por encima de la gente trabajadora. Por el año 1957, incluso mucho más adelante, el povenir era trabajar duro para una empresa, fábrica o patrón, comenzando por el empleo de aprendiz, que ganabas poco y trabajabas mucho.  Las posibilidades de viajar eran mínimas, no salias de tu ciudad o pueblo a no ser que cogíeras la maleta y te marcharas a otro país o a otra ciudad importamte. 

Con dieciséis o diecisiete años la Armada te ofrecía la oportunidad de comenzar el primer año con especialista estudiando una especialidad que luego te valdría en la vida civil y viajr por el mundo, todo un sueño para unos mozalbetes.
Nada más entrar a los seis meses, ya tenías una pequeña graduación con la que te elevaban un grado a todos los marineros de reemplazo, o sea a los que iban a hacer la mili, por lo que ya ni fregbas, ni pelabas patatas, ni hacías ese tipo de trabajos reservados solo a los quintos.
Las diversas especialidades te sumían en un mundo muy diferente, sometido a férrea disciplina militar donde las ordenanzas te obligaban a castigar la insubordinación en el acto, La interpretación "en el acto" ante una desobediencia era un bofetada. Eso nos enseñaban para aplicar en nuestra incipiente y futura vida militar.

Eso sí, los mandos ya lo aplicaban y nosotros teníamos que empezar a hacerlo a los seis meses de estar en la Armada, cuando recibías los primeros galones. Si no lo hacías te arrestaban atí y te catalogaban de inoperante para ejercer el mando.Imaginar a unos niños, con mando, era una salvajada.
La especialidad de maniobra era la más dura de la Armada y encima el primer año, en mi caso en un barco de vela, en otros casos anteriores en el tiempo, eran tres ó cuatro años navegando en ese mismo velero, cuando casi nadie había pisado la cubierta de un barco. Sigue...
09 octubre 2012

Bitacora dijo...
Continúa... Claro nadie pensaba y menos con esas edades, que iba a ser tan duro, no imaginábamos que era una lucha entre el estudio, los exámenes, la aclimatación a la vida en la mar, el mareo, el vértigo de subir a los palos y un largo etc... que ni por asomo pensábas que ni siquiera existía. Era un mundo aparte.
A lo largo de cada día siempre había castigos para enderezarte, allí no había avisos. Un botón desabrochado, las manos en el bolsillo, no saber una pregunta en clase, suspender alguna asignatura, que se te cayese algo de las manos, no llevar puesta la gorra, no despertarte de la cama y tirarte literalmente al suelo nada más encender las luces y tocar diana y un largo número de conductas que si se enumerase dejaría perplejo a cualquiera.

Tenías que sobrevivir a todo eso y salir vistorioso, pero como habías firmado un compromido de varios años, ya no había marcha atrás, tenías que responder con tu decisión y no superar eso era algo que te señalaba como un cobarde, ante las decisiones que tú mismo habías tomado.
Creo que analizando esta cuestiones, cada uno puede plantearse que haría si estuviese en ese lugar. Lo que ocurría es que ni por asomo pensabas que eso era así, al revés, como no sabías de que iba el asunto, lo idealizabas pensando en que sería duro pero no tanto.
Claro, lo duro era el primer año, luego ya con un sueldo respetable y aceptado en la Armada como un profesional, todo cambiaba y la vida era más llevadera, excepto cuando volvías de nuevo otro año a la academia, o sea al Galatea, otra vez todo eran dificulatades.

Claro estando en la vida militar idealizabas la vida civil, pensando que no era tan dura, y tomabas la decisión de abandonar la Marina cuando finalizases los años del primer compromiso, pues el segundo contrato era un mínimo de cinco años y con una dictadura, los tenías que cumplir, quiseses o no.
Un saludo a todos y al anónimo que espero le respondan desde su punto de vista los habituales del blog.

09 octubre 2012

J.Díaz Gutierrez dijo...
Veo que ya llegó al otro lado del Atlántico la correspondencia. Veré la forma de enviarte un relato de como "aterricé" en el ya " famoso Galatea'', famoso también aquí en Estados Unidos, pues ya se habla de él gracias a ti y a otros paisanos que escriben desde hace tiempo del velero.
Misterio de los misterios que viví allí dentro de la Bricbarca Como quiera que sea, creo que me dejó buen recuerdo, puesto que he corrido casi las tres cuartas partes de este Planeta o Mundo ( bueno sobre las aguas de los océanos ! y resulta que el dichoso Galatea sigue en la mente. Gran Misterio?.

Ya te contaré como terminé cayendo allí, pues siendo de Bilbao, en lo que ahora llaman País Vasco ( antes Vizcaya o Provincias Vascongadas ), ahora Euskalerria.
En fin, parece que cambió bastante el panorama en los últimos tiempos. Si Juan Sebastian Elcano el navegante de Guetaria, Guipuzcoa, levantara la cabeza seguro que se iría a vivir a La Tierra del Fuego, a Patagonia o Filipinas. Ya entiendes de lo que hablo, ya que no entendería lo que ahora esta pasando entre nosotros
Creo que lo mismo podría decir de los paisanos Don Miguel de Unamuno o Pío Baroja.
Lástima de lo que nos esta pasando, muchos son los llamados, pero pocos los escogidos.
Un Abrazo, bajo el Cielo Azul Celeste en El Lejano Oeste. Jose Antonio (Josetxu Andoni ) .

09 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
Como contestación al anónimo que se interesa por saber las circunstancias que nos llevó a embarcarnos tan jóvenes, creo que Arminio ha contestado perfectamente, a como en aquellos años la juventud tenía que arriesgarse a dejar sus pueblos, para forjarse un porvenir que de otra manera era imposible.
En mi caso particular, las circunstancias fueron algo distintas, pues desde muy jóven pensé en hacer carrera en la vida militar en la Armada, así lo decidí y así lo hice, aunque con el tiempo tomé otras decisiones que me llevaron por otros caminos, pero sin dejar de llevar conmigo el recuerdo de mi viejo velero, ya que por aquella etapa de mi vida me sentía un verdadero aventurero.

Eso fue lo que me llevó a embarcar en el Galatea, ya que con sólo verlo atracado en Ferrol, me cautivó su esbelta estampa y su majestuosidad, aunque ya tenía asignada otra especialidad hice todo lo posible por cambiarla, para adentrarme entre sus cuadernas.
Con mis mejores deseos un afectuoso saludo para todos, Paz y Bien.
09 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
Este comentario de momento está dedicado a Castrillón, como Comandante jefe de puesto en el actual Galatea, quiero hacerle saber que el próximo de 15 de este mismo mes, me ausentare por un tiempo indefinido, pero que será corto según lo previsto, por lo que solo estare comunicado por vía teléfono móvil.
Quiero advertirle con esto que para esa fecha debo tener confeccionados los pasaportes para los descuentos del viaje, ya se cuidara el de dar las órdenes oportunas a sus secuaces del Detall, así como quitarme las raciones del caldero y pasármelas a plata, esa orden deberá de dársela al habilitado de a bordo, pues yo a mi regreso le exigiré las raciones a plata que me correspondan, así como algún meridiano que quede pendiente de los últimas travesias por el Atlántico, porque creo que hay que ser jefe para todo las duras y las maduras.

De momento sin otro particular, me quedo con las dudas de algún visitante que se hace pasar por anónimo, cuando creo que es muy bien conocido de todos, pero se tapa con la manta del anonimato.
A nuestro viejo compañero José A. Díaz, volver a darle la bienvenida a esta su casa, el bien sabe que no hay que enseñarle ni protegerle de nada, que se mueve perfectamente por todos los recovecos y enjambres de las jarcias, el tenía que darnos lecciones a nosotros, pues nada compañero celebro tu nueva llegada hasta nosotros esperando que sea duradera, ya que eres un puntal, imprescindible en estas ficticias navegaciones,
Como de costumbre al final de mis torpes comentarios, siempre lo hago y lo seguiré haciendo, que seáis muy felices y un afectuoso saludo para todos. Salud y Bien.
10 octubre 2012

Bitacora dijo...
Bien Miguel, como siempre tan puntual con tus buenas recomendaciones. Espero que un día después de la inauguración de este blog te marches con permiso y vuelvas reconfortado y como nuevo, ya verás.
Así lo deseamos todos incluso el anónimo, que seguro leyendo está
Te estará esperando todo lo adeudado, inclusó en el Detall ya están tomando nota. Un saludo a todos.

10 octubre 2012

Mare dijo...
Busco a alguien que conociera a mi padre Manuel Angel Lobeiras y que pudiera darme algún dato de su enfermedad y posterior fallecimiento.
Buscando por la red tropecé con esta página, se que él tenía pasión por el Galatea del cual conservo una metopa y me gustaria saber si publicó más videos.
Gracias. Afectuosamente: Isolina lobeiras.

10 octubre 2012

Bitacora dijo...
Hola Isolina, me remito a la voz de tu padre que la puedes escuchar en este blog, en la foto de la derecha de la esta página donde dice historia del Galatea. Hace ya algunos años él narró, además con una voz perfecta y acorde para el reportaje, la histora del Galatea.
Este blog empleó su narración de la radio para iluminar las fotos que se acompañan que son de marinos que navegaron en el buque y que las enviaron para su publicación. En el video de you tube, se puede leer esto de tu padre:
Radio 1, en el programa Barcos para la Historia, nos presenta esta magnífica narración sobre el Buque Escuela de Maniobra Galatea,Se incluye en el libro titulado: Galatea, Buque Escuela de La Armada Española 1922-1982, Editado por Club de Prensa de Ferrol en la colección Ferrol análisis.
La historia está narrada por Manuel Angel de Lobeiras y Fernández.
Un saludo y creo que Radio 1 de Ferrol, debe saber más de lo que solicitas.

10 octubre 2012

Castrillón dijo...
!!!! Hola Jose Antonioooooo¡¡¡¡ me alegro muchísimo que, por fin te decidieras a presentarte en el blog, como en los primeros tiempos, te échabamos de menos, así que más vale llegar a tiempo que rondar un año.
Bienvenido, ya ves como va el blog, y el trabajo de Arminio Sánchez Mora, un gran entusiasta de los acontecimientos de aquellas largas jornadas de la vida a bordo de aquella galera llamada Galatea, a la que muchísimos adoran y añoran, pero que yo en particular, no me quedaron más ganas de asomarme por su cubierta.
Lo único que echo de menos, son a los compañeros que hemos pasado juntos aquellos malos momentos, al inicio de nuestra vida laboral y, recién salidos de la pubertad.

Bueno Miguel, ya veo que te encuentras un poco resfriado, pero te recuerdo que me sigues debiendo cinco mil barriletes, jamas te los perdonaré.
Oye, has tenido la suerte de ser tu promoción los que habeis reparado los palos del Galatea, ya que fueron muy dañados en los constantes y duros temporales que, nosotros habíamos pasado, lo mismo que los aparejos.
Hemos cambiado bastantes, el que más sufrió fue el palo trinquete. Primero, la rotura del mastelero que hemos tenido que entrar en Puerto Rico para su reparación, luego la rotura de una pasteca del juanete del mismo palo, en fin que teníamos toda la arboladura tocada por los excesos de haber sufrido grandísimas pruebas de resistencia frente a los temporales, golpes de mar y huracanes interminables, lo mismo les pasaba a las velas, teníamos que cambiarlas amenudo.

Pero claro, cuando nosotros llegamos a puerto en el mes de Julio del año 56, tuvo que ir a que le hicieran un buen recorrido y desmontar todo para sanear y volver a aguantar otras largas singladuras, pero vosotros, le habéis dado la puntilla y lo dejásteis para el arrastre, que ya no sirvió, para aguantar más tiempo las fuertes inclemencias y adversos tiempos tanto de mar como de viento.
Bueno!!!! UREÑAAAAAAA¡¡¡¡ te estamos esperando, pero no hagas esfuerzos asi sanarás primero, pero no creas que nos olvidamos de ti.
Y a todos los demás, a los que antiguamente has participado en el blog y a los presentes, recibir un muy cordial saludo todos y un muy fuerte abrazo.

13 octubre 2012

Cristina Díez dijo...
Buenos días a todos. La información que busco es anterior a las fechas que por aquí se manejan, pero pienso que quizá alguien pueda indicarme cómo encontrarla.
Intento redactar una pequeña historia de mi familia, y la figura de uno de mis bisabuelos aparece ligada al Galatea. Se trataba de Eliseo García, de Ferrol, sastre del buque tras la guerra civil. Murió en el barco durante una de las travesías.
Cuenta la leyenda familiar que era algo dado a los excesos de comida y bebida, y que sucumbió a ellos lejos de la férrea vigilancia de mi bisabuela. Se dice también que fue enterrado en Funchal, y que al llegar el buque a Ferrol la familia fue avisada de ello para recoger las pertenencias que había dejado a bordo.

No sé nada más. He leído aquí que hubo una escala en Funchal en 1944, fecha que coincidiría con lo que mi madre recuerda, ya que sitúa la muerte de su abuelo a mediados de los años 40.
Supongo que, al haber ocurrido en el barco la defunción, ha de haber constancia escrita de ello en algún sitio, pero no sé a dónde dirigirme para averiguarlo. Les agradecería cualquer indicación sobre ello. Un saludo.
13 octubre 2012

Arminio dijo...
Gracias Cristina por haber recurrido a este espacio, espero que en breve se de recpuesta a tu pregunta, que ilumina un poco más la historia del Galatea.
Yo personalmente he oído a los veteranos navegantes, hablar de ese nombre, aunque pueden referirse a otra persona, aunque espero que entre ellos den con los datos que preguntas y así saber más de tu bisabuelo.
Si no es así, entre los habituales lectores de este blog, seguro te sabrán responer. Un saludo.
13 octubre 2012

Castrillon dijo...
Hola. Mira, hace poco que se murió un amigo y vecino mío, aqui en Avilés, Asturias, se llamaba Clemente Gutierrez, estuvo embarcado en el Galatea sobre esos años, desde el 42 hasta el 46, y siempre estábamos hablando de ese buque y de sus tripulantes.
Me dió varios nombres, a algunos de ellos los conocí en el buque de guerra, entre ellos a Seco, estuvo con él embarcado en el Galatea, recuerdo muy vagamente algo que me dijo, sobre la muerte de un tripulante, no le puse mucho interés, y tampoco me interesé más de ese asunto, claro que habían entrado en Funchal, eran esas islas que las visitábamos siempre, en casi todos los viajes.

Tengo que mirar los nombres que me dio, ese compañero de los que estuvieron en ese buque en esas fechas con él embarcados, hace poco que los estuve viendo, pero ahora no se por donde lo dejé, intentaré localizarlo si puedo, por si estuviera el nombre de Eliseo. Yo embarqué en el 53, pero como te digo ese compañero era, de esa época de los cuarenta.
!!!!! UREÑAAAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡ Me da la sensación que ya te encuentras recuperado y que te estas rateando, pero no creas que, te estamos esperandoooooooo.
Bueno amigos todos, recibir un muy cordial saludo.
14 octubre 2012

Anónimo dijo...
Gracias a los dos por vuestro interés. A ver si aparece algo...Un saludo. Cristina.
14 octubre 2012

Pablo Delgado Guerra dijo...
Qeridos compañeros: como podeis ver, acabo de resucitar. Las razones, es que paso el tiempo entre Francia y España y sobretodo que soy un novato en informatica.
Los blog que mandé durate julio y agosto; que al no haber repción en mi domicilio en España, los hacia con la llave(USB). Ahora que me encuentro en Francia, por razones de salud de mi mujer, me he conectado a Internet, pero como sabéis esto pide un cierto tiempo.
Bueno amigo Miguel, me ha gustado mucho lo de los tres llantos. Es cierto que el que diga que no lloro, miente? en general era de amor propio de tener que morderse la lengua sin razones, que para mi fue una de las cosas que me desanimaron de haber seguido en
la Armada.

Co
mo tu sabes , todos los que hemos navegado, muchas de las veces tenías que meterte los cojones en el bolsillo. Un barco como el Galatea no es un cacharro cualquiera, es un monumento flotante que posee un alma, y que al pisar la cubierta por primera vez, te ingertas con él, y que té no puedes pasar de él, y el no puede pasar de tí.
Un barco como el Galatea, no es de un solo dueño. Moralmente y espiritualmente, pertenece a todos aquellos que pisaron su cubierta durante un cierto tiempo.

Yo que lo he visitado, os puedo decir que me senti perdido buscando los lugares donde pasabamos momentos inolvidables, que ya no existen, pero os puedo decir que es la misma cubierta, la misma arboladura, y los mismos castillos, ¿Y me dije a mi mismo, entre estas costillas (cuadernas) durante casi 4 años, he comido, he dormido, he reido y he conocido a muchachos extraordinarios.
Y a partir de ese instante se me saltaron las lagrimas,y di las gracias a ese equipo extraordinario de Escoceses que ha heco resucitar la pasión que todos añoramos. Un abrazo a todos.
15 octubre 2012

Arminio dijo...
Gracias Pablo, por llenarnos de emoción con estas letras tuyas, evocando los sentimientos que afloran cuando recuerdas al Galatea.
Miguel se ausenta unos días por cuestiones personales, pero creo que esta misma semana te responderá, pues está de viaje.
Aprovecho para darte la enhorabuena por tu libro, que acabo de leer, está muy bien confeccionado y tiene mucho trabajo y mucho tiempo dedicado a su publicación, además de muchos recuerdos de toda una vida.
En sus páginas afloran esos momentos, en la parte dedicada al Galatea y en la parte de Francia, entre los mástiles de los campos franceses que había que pintar y en los que trepabas como el mejor. Claro tenías buena parte aprendida del Galatea y encima no se movían.
Bueno, un saludo esperando que los problemas de salud se solucionen y esperando tus reconfortantes comentarios.
15 octubre 2012



Pablo Delgado dijo...
Amigo Castrillon: Ya podrás ver en el relato que le hago a Miguel, y las razones por las que corte el contacto con vosotros.
Bueno en lo que me hablas, pienso que fué después de mi desembarco, mi último crucero fué Dublin yo no fui a Pernambuco.
La verdad no recuerdo la lluvia en Lisboa ni la vela en el tangón, en los dos fallecidos, en mi instancia en el Galatea solo hubo uno de mi curso (Maurelo) que era especialista de maniobra que desmbarcó en Cádiz y falleció dos o tres días después de salir con rumbo a Puntadelgada, que como tu dices no nos tenían al corriente de nada, pero pienso que el comandante sabía que a este chico le quedaban pocos días de vida. la prueba es que a bordo había una corona de flores, y que se le rindieron honores y se echó la corona al agua.

En cuanto al orden del día, en mi tiempo no lo vi, solo la Oración, que según el tiempo se hacia a una u otra banda del espardel de popa.
Yo pienso que debió haber despues de mi desembarco un cambio de Comandante o de Segundo.
En cuando al Conde Fan tú piensas como yo, de bueno no tenía nada, Miguel dice que era un buen militar un hombre derecho, pero yo digo que estaba más torcido que el gancho de los candados. En cuato a Conesa y Paris ya te contesté.
Te pedía si te acordabas del cabo 1º Benito de dotacion, ese si que lo has conocido. Bueno ya podras ver loque le pongo a Miguel. Bueno un abrazo a todos.
17 octubre 2012

Castrillón dijo...
Hola Pablo, acabo de leer tu escrito, y, ¿sabes lo que más me angustió? cuando mencionas que cuando ""estabas buscando los lugares por donde pasábamos los momentos inolvidables,"".
Si, esos lugares donde nos renuníamos y atechabamos, y haciamos nuestras privadas vidas. Ya no existen, desaparecieron para siempre, nosotros comprendemos muy bien la desilusión que has llevado, lo mismo nos pasaría a nosotros, la falta de aquellos lugares donde nos veíamos a nosotros mismos, sin tener con quien poder descargar nuestras penas.

También aquellos lugares que, sólamente los compañeros y amigos ocupábamos, al no tener otros sitios mejores, claro, éramos la vil morrala de proa, pero teníamos muy buenos compañeros, y a nuestro modo lo pasábamos un poco descansados en el tiempo libre.
No, no es igual, claro la cubierta y los palos con su arboladura, y las velas, todo seguirá igual, y aquella bella dama en la roda de la proa, mirando desafiante hacia el horizonte, tambien falta, claro, que no es exactamente igual, pero, se sienta uno en el castillo y poco a poco dejas desfilar por tu mente aquellos tiempos de navegaciones y de nuestras vidas en común con toda la navegación.
Deteníendote en los compañeros y dotacion incluidos los comtramaestres, al cabo de un buen rato y en la quietud de tus pensamientos, sin querer, dejas deslizar unas lágrimas rodando por tus veteranas mejillas, ya que aquellas jóvenes mejillas quedaron atrás con las estelas del buque y mezcladas con una espesa capa de niebla.
Comprendo tu posición a bordo, yo por eso no quiero ir a verlo, no resistiría ese vacío, ni lo entendería, pero esa es la realidad.
Bueno amigo Flecha, recibe un muy cordial saludo.
17 octubre 2012
 
Castrillon dijo...
Bueno amigo flecha, parece que se están cruzando nuestros escritos, el anterior es la respuesta al anterior tuyo que le cuentas a Miguel.
De Benito, sí me acuerdo, pero recuerdo su nombre, no su físico, no soy capaz de ponerle rostro.
A Dublin llegamos el día 23.09.54, y salimos el día 29.09.54 rumbo a Canarias, y de Canarias nos fuimos a Huelva, a donde llegamos el dia 30.10.54. ¿Recuerdas el recibimiento que nos han hecho en el Mostasterio de la Rábida, nos fuimos en botes hasta alli, menuda mariscada nos pusieron los monjes, y nos enseñaron toda la historia del descubrimiento de America por Cristopbal Colón.

Era muy interesante todo lo que nos enseñaban, las primeras cartas náuticas, y muchos instrumentos de navegacion de la época,ect.. ese día lo pasamos muy bien en ese lugar.
De ahí, salimos para Funchal el dia 05.11.54, bueno no extiendo más por ahora ya que tengo que salir.
Quién embarcó como nuevo Comandante, cuando llegamos a Ferrol fué Liaño de Vierna, fué extraordianrio, un muy buen cambio.
Entonces la vela dada en el tamgón, fué en ese viaje a Pernanbuco, lo que no recuerdo es en que singladura fué, pero de eso estoy muy seguro, y algunos comapañeros que viven aqui en Asturias, antes cuando nos veíamos hablábamos de esa vela, uno de ellos es muy técnico en las maniobras de las velas, se llama Silvino Queipo Abad, está en Gijón, pero no soy capaz a ponerme en contacto con él.
17 octubre 2012


Castrillon dijo...


Hola a todos, solamente para deciros a todos que, Miguel se encuentra en Murcia, y no tiene Internet, dentro de una semana aproximadamente estará de nuevo en Barcelona.
Así que no pensar que se marchó difinitivamente. Saludos de parte suya.
15 octubre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Hasta ahora no había leído las respuestas de Miguel Gómez y Arminio a mi comentario. Muchisímas gracias. Soy Manuel Carrasco.
Sí, de momento ya ha contactado conmigo Jaume Matamala, persona de mucha experiencia y con algunos Blogs, uno de los impulsores del viaje a Glasgow, que ¡Ojalá! pudiera realizar.
Ya dije que mi embarque en el Galatea fue durante el cuarto trimestre de 1962.
Pincharé, siguiendo el consejo de Arminio en la rosa de los vientos, pero más que la impresión que me produjo al llegar a ese buque escuela, fue la mala impresión que me produjo que lo dejaran aquí en Sevilla abandonado en el río.


Entro en otro blog: El petate del marinero, pero solo el nombre me sorprende, cuando nosotros hablabamos del saco y además dicen pelones para referirse a los más novatos, cuando en mis tiempos los marineros de reemplazo decían peludos, pero esto no es ninguna crítica, pues me merecen afecto todos los que un día pasamos por
la Marina.Mi vida fue luego por derroteros muy distintos, pero como dice Serrat en su emotiva canción Mediterráneo, continúo teniendo "alma de marinero" Un abrazo a todos.


17 octubre 2012



Arminio dijo...
Gracias Manuel de nuevo, por acercarte a nosotros y pisar la cubierta del Galatea.
Esperamos que no sea la última y te conviertas en un asiduo de este espacio en el que todos son necesarios e imprecindibles. De esta manera podemos ir relatando anécdotas del Galatea y seguir dándole a conocer.
Un saludo.
17 octubre 2012
 
Gerardo Ureña Massa dijo...
Mis queridos todos: En primerísimo lugar, quiero daros mis más sinceras y entrañables gracias. No voy a citaros por vuestros nombres, para que nadie se sienta de menos. Todos sois estupendos y, teneros como amigos, a estas alturas de la vida, sin ninguna duda, esto es un regalo del Cielo. Una vez más, y las que hagan falta, ¡¡¡¡Gracias compañeros!!!!.
Ha sido un largo y cálido verano, que prácticamente he pasado en el hospital. He tenido tiempo para pensar mucho y, sobre todo me he dado cuenta, que hay más personas de las que yo creía, que me quieren; tanto en la distancia como en la cercanía. También ha habido ausencias notables, todo hay que decirlo, pero no importa, ellos tendrán sus razones, y seguro que serán válidas. A vosotros, mis queridos amigos y camaradas galateanos, todos los días os recordaba.

Espero poder escribir nuevamente, esto es algo que me está costando mucho, es como si las ideas se marcharan de vacaciones costándoles regresar. Es por este motivo que pido paciencia.
Comandante Castrillón, mientras yo permanezca en este barco, nadie le va a despojar de su más que merecido Trono. Reitero, nadie le va a quitar el mando. Usía tranquilo, que todo esta perfectamente controlado: nuestros servicios de espionaje y contra-espionaje, funcionan a la perfección, y ni un solo movimiento se escapa a nuestros atentos controles. Así pues, calma Comandante.
José María, yo pertenezco a esa dotación que reparó los palos, y consecuentemente ese curso, no salimos a navegar. No puedo estar más en desacuerdo contigo, cuando dices que nosotros le dimos la puntilla, la puntilla ya le venía de lejos, los largos años de millas por la popa y, los grandes temporales, que este singular velero tuvo que soportar y, que tan dignamente soportó, son los que le apartaron de la vida activa.

Y te diré algo más, que tal vez ignores. Dicho por nuestro comandante y, por toda la fuerza mayor de contramaestres, aquel fue el mejor curso en la vida del Galatea.
Así que menos lobos Caperucita, no te marques faroles, cosa que tampoco necesitas. Tu hoja de servicio, sin ningún género de dudas, es una de las mejores, en la vida de esa galera como tú le llamas, pero a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Y que esto te quede claro para siempre, nosotros dejamos el Galatea como un pincel.
17 octubre 2012


Gerardo Ureña Massa dijo...


Quiero aportar mi granito de arena a las preguntas que hace un anónimo. Con fecha 9 de Octubre, Arminio, primero y luego Miguel,
lo relatan inmejorablemente, pero yo quisiera apostillar mi comentario, si me lo permitís.
José Mª. Castrillón, Miguel Gómez y el que suscribe, pertenecemos a las generaciones de "Los niños más baratos". La sociedad española tiene una deuda con los niños nacidos entre 1931 y 1939. El desarrollo de los años 60 fué debido en gran parte a aquellos niños. El Ministerio de Educación también está en deuda con los autodidactas, niños que empezamos a trabajar con 12 y 13 años (en algunos casos, con menos años) y no pudimos ir a la escuela.

Somos los niños que más baratos le hemos salido al Estado español, nosotros no tuvimos becas ni ayudas de ningún tipo. Y con todo ese "bagaje" cultural sacamos a España de la ruina que nos dejó la Guerra Civil.
En el verano de 1944, mis padres y dos de mis hermanos menores, llegamos a Alicante, ciudad en la que vivimos realquilados durante dos años en la calle Capitan Segarra, 37. Yo aún no había cumplido los ocho años de edad. El hambre y las miserias que padecimos mi familia, es difícil describir.

Recuerdo en más de una ocasión, recoger pieles de plátano del suelo, para rebañar lo blanco, lo amarillo es incomestible. Mi padre guardaba sus colillas para seguir fumando. Había colilleros profesionales que se ganaban la vida recogiendo colillas, colillas que más tarde deshacían para su posterior venta a las salidas de las fábricas, y que mostraban en papeles de periódico, al tiempo que voceaban la excelente calidad de su producto.
Todo esto y mucho más, quedó grabado a fuego en mi mente.
En el bajo de casa había un bar que por 25 céntimos me daba una mesura de posos de café, café o lo que fuese. Mi madre lo volvía a cocer y con un poco de leche y unas sopas, cenábamos mis hermanos y yo, mis padres se acostaron muchas noches sin cenar. Mi madre tuvo ocho hijos, y yo soy el mayor, mi familia se ha comido todas las ruinas de este País, que fueron muchas.

Cuando tenía casi siete años, yo vivía en la casa de mis abuelos maternos, es decir, en Ferrol-Viejo. Mi padre estuvo un tiempo en cautiverio, en la cárcel de Carranza. Mi madre me mandaba todos los días, con una tartera a llevarle la comida, comida que yo le entregaba al empleado de prisiones y, me regresaba a casa con la del día anterior.
Continúa.
17 octubre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue... Cogía el tranvía en el puerto de Ferrol, y me apeaba en la Puerta Nueva (hoy Plaza de España), recorría unos 800 metros y allí estaba la cárcel.
Una vez a la semana, el empleado de prisiones me entregaba la ropa sucia de mi padre, ropa que yo entregaba a mi madre para su lavado. Lo recuerdo como si fuera ahora mismo. Al regresar a casa y durante el trayecto, me sentaba en el tranvía e iba oliendo la ropa sucia de mi padre. Esto me producía un volcán de sensaciones, todas ellas agradables, aunque tristes y penosas; me parecía estar tocando a mi padre, olerlo y disfrutarlo, sintiéndome un poco más feliz.

Mi padre fué un enamorado de su Infantería de Marina, a la que dedicó 17 años de su vida, llegando a alcanzar el grado de alférez, hizo la guerra en el bando nacional, estuvo destinado en Asturias, desde San Juan de la Arena hasta Ribadesella.
Tuvo grandes enfrentamientos con su teniente coronel y, este se encargó de separarlo del cuerpo. En los años 53 vivíamos en la Malvarrosa. Nos desahuciaron por falta de pago, y tuvimos que dormir tres noches en la playa. Papá le había escrito al Caudillo con anterioridad, y por respuesta a su carta recibimos la visita de una pareja de la Guardia Civil. El clima de la casa se podía cortar con cuchillo. Cuando llegó mi padre, la guardia civil le estaba esperando.

¿Es usted Gerardo Ureña?, papá responde, "sí yo soy", "tiene que acompañarnos al cuartel", le dice uno de los guardias. Mi padre, con unos nervios de acero, introduce su mano derecha en uno de los bolsillos de su chaqueta y, saca su petaca, en el cuenco de su mano izquierda deja caer el suficiente tabaco para liar un pitillo, a continuación toma su librillo de papel de fumar “Abadie”, lo lía con temple digno de elogio, humedece con su lengua la parte engomada, cierra el cigarrillo, lo pone entre sus labios, con su mechero lo enciende y les dice a los guardias, "cuando ustedes quieran".
Yo era el único de mis hermanos que había leído la carta a Franco, era durísima, pero real como la vida misma. Mi madre lloraba y los más chiquitos de mis hermanos lloraban con mamá.
Tres horas más tarde, mi padre regresó, aquello fué una explosión de júbilo. Papá dijo que el comandante del curatel había recibido instrucciones de su Excelencia para solucionarle el problema.Continúa...
17 octubre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue... El desahucio llegó, nadie había movido un solo dedo. A principios de Septiembre recibimos un comunicado de gobierno civil que decía lo siguiente:
Gobierno civil de la provincia de Valencia, secretaría general. Negociado A. y V. número 1243.
A los efectos oportunos y como contestación al escrito que el 10 de Julio del presente año dirigió usted a S.E. el jefe del Estado, en el que exponía la situación en que se encuentra, pongo en su conocimiento que a la mayor brevedad posible se realizarán gestiones por este Gobierno Civil, para que por el Excmo. Ayuntamiento de Valencia, se le facilite una vivienda de renta económica, así como el facilitarle un empleo que pueda contribuir al sostenimiento de sus cargas familiares.
Dios guarde a Vd. muchos años
Valencia 29 de Agosto de 1953
El Gobernador Civil Intº
firma ilegible
Sr. D. Gerardo Ureña Sellés.- Hospedería "Mar del Plata" Playa de La Malvarrosa. Ciudad.
Nota:
Este comunicado obra en mi poder, sellado y firmado

El 30 de Agosto de 1953 recibimos este comunicado de Gobierno Civil. El resultado final fué el siguiente. Conseguimos una vivienda de alquiler gracias a mi tía Segunda, y a unos amigos de mis padres que nos dejaron el dinero. Del empleo digno, nunca más se supo.
El 30 de Diciembre de 1954 ingresé en el cuartel de marinería de Ferrol, como marinero voluntario, buscando una salida a mi vida, pues el tema pintaba negro. Quiero, señor anónimo, decirle que por aquellos tiempos, hacía pocas fechas que conocía los calzoncillos.
Las cartillas de racionamiento, duraron hasta el año 52/53.
Gracias a nosotros, ustedes han vivido una época sin privaciones, y disfrutando de un bien que nosotros no tuvimos.
En cuanto a la dureza y penalidades vividas en El Galatea, eso es algo que hay que vivirlo para saberlo. Se pueden contar en un libro, se pueden escribir en un blog, se pueden anotar en unas cuartillas, pero jamás serán fiel reflejo de la realidad.

Las impresiones que yo tuve al llegar al cuartel, y mi lucha diaria en ese período, ya quedaron publicadas en este blog por el que suscribe.
Durante los cuatro años de permanencia en la Armada Española, siempre llevé con altísimo orgullo el uniforme, mi bandera y mi Patria.
Patria, a la que sigo queriendo más que a mi propio ser, y por la que estoy dispuesto mientras me quede un halo de vida, defender sin reservas, sin traiciones, con mucho amor y más generosidad. Gerardo Ureña Massa.
17 octubre 2012

Arminio dijo...
Hola Gerardo, me alegro mucho que estés recuperándote y nos escribas de esta manera tan prodigiosa. No tengo palabras para expresar lo que se siente cuando se leen tus escritos.
Desde aquí te digo que la historia de tu niñez en Ferrol, ya está puesta en el blog, Relatos del Buque Escuela Galatea, en el apartado "Anecdotas del Galatea y su Dotación"
pues es digna de no ser olvidada por nadie, ya que es un ejemplo de vida y de sacrificio, como bien dices tú.
Un abrazo y sabes que estamos contigo.
17 octubre 2012

Anónimo dijo...
Sr. Ureña, en primer lugar darle la enhorabuena por su recuperación, pues creo que ha estado usted enfermo.
En segundo lugar agradecerle su respuesta a mi pregunta que en ningún momento fue por mera curiosidad y sí por auténtico interés. Probablemente yo soy una de esas personas que se benefició de sus sacrificios y sufrimientos y, si le sirve de algo, le diré que he llorado casi desde el principio hasta el fin de su escrito.
Mi padre también fue militar y combatió en la guerra civil, a resultas de lo cual sufrió duras cicatrices físicas y,a buen seguro, también mentales y emocionales, mas nunca hablamos de esos temas; probablemente por mi corta edad y para evitarme sufrimientos que él consideraría innecesarios. Sigue...
17 octubre 2012

Anónimo dijo...
Es por ello por lo que agradezco aún más que usted sí sea claro y muy explícito sobre todo lo que les tocó pasar. En estos momentos que para todos son duros y en los que no podemos dejar de sentir cierta zozobra sobre lo que el destino nos tenga preparado para cada uno de nosotros en particular y para nuestro país en general, leer escritos como el suyo nos ayuda a mantener la esperanza y a saber que en este país todos estamos hechos de "una pasta muy dura" y que sin ninguna duda saldremos adelante, de una manera u otra. Un honor conocerle, Sr. Ureña.Saludos a todos con profundo respeto.
17 octubre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, muy en particular a nuestro querido amigo y compañero UREÑA.
Te estoy muy agradecido por estar a mi lado a bordo de esta rebelde Galera, ya que algunos componentes de la tripulación son un tanto sediciosos y quieren quitarme el mando,entre ellos estan Miguel, Arminio y Meizoso, este último se ecuentra de vacaciones.

Ureña, he leido detenidamente tus escritos, es exactamente como tu dices, lo difícil que era sobrevivir en aquella época, no se puede añadir nada más, yo recuerdo también de tener que ir buscando por Oviedo garbanzos crudos que solían estar tirados por algunos lugares, cuando los encontrábamos los comíamos, era una exquisitez, y por las noches solíamos ir a alguna pomarada para coger manzanas y comerlas, lo mismo que otros frutos.
Bueno, ya veo que te llevo un año justo de cuando entre yó en la Marina, a cuando tu estraste, para entonces ya me encotraba navegando en aquella despiadada galera, y me acuerdo cuanto tú embarcaste.
Claro que eran unos despiadados los contramaestres con nosotros, pero mira, asi nos formaron y así nos endurecimos en nuestra formación para enfrentarse con la vida.
Fue una escuela demasiado dura, tanto que muchísimos no pudieron soportar más aquella ferrea disciplina, por lo que cuando terminaron su primer compromiso de cuatro años con la Armada se marcharon para casa, cuando lo peor ya habia pasado al salir de cabos 2º de maniobra.

Oye, los cursos en el Galatea, ya sabes que los pasabamos todo el tiempo en la mar navegando, con buen o mal tiempo, eso ya lo sabes, pero si te puedo decir que, no se puede medir si unos eran mejores o peores, lo esencial era conocer muy bien todas las maiobras a ejercer con todos los aparejos de las velas, y los trabajos asocioados a estas maniobras. Vamos, que era un completo curso de maniobras en prácticas totales y saber navegar con toda clase de tiempos y toda clase de vientos, y saber andar por todo el buque con todas las dificultades que existieran.

Pero repito, los mejores navegando éramos nosotros, los del cincuenta y tres hasta los del cincuenta y seis, que fueron los años en que estuve yo criándome y preparandonos para la vida en la Armada tres años, claro también los compañeros todos de aquella época.
Rectifico lo dicho anteriormete, navegando no había unos mejores que otros, eran las mismas maniobras y los malos tiempos para todos igual, solamente que los cursos siguientes al año 56 el trato era un tanto más benigno, y amable.
Bueno Ureñaaaaaa, me alegra mucho que te asomes a este portillo,y !!!ánimooooooo¡¡¡¡ que ya te estás recuperando.
Recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo y que Dios os bendiga.

18 octubre 2012

Castrillón dijo...
Holaaaaaaaa¡¡¡ ¿Dónde estáis? parece que todos tienen la gripe porcina, ya que no se oye ni se ve a nadie, por aquí.
Miguel, ¿ tuviste miedo cuando subiste por primera vez a los palos en la mar y dando bandazos el buque?
Yo por mi parte aquella lejanísima fecha el día 15.09.1953, recien salido del cuartel de Instrucción de Marinería de Ferrol, después de jurar bandera, salimos a la mar. Jamás habíamos embarcado en un buque y mucho menos en un buque de tres palos a vela.
Bueno, salimos a la mar, empezaron los bandazos y nosotros empezabamos a marearnos, no nos dió tiempo a nada, estábamos muy confusos, no sabíamos para donde mirar, todo era muy raro y desconocido, no salíamos de nuestro asombro, cuando oímos el zumbido de los silbatos de los contramaestres, parecían una jaula de locos, tocaban a Maniobra General. ¿Qué era eso?.

Enseguida salimos de todas dudas, los mismos contramestres nos empujaban para ponernos al pie de las jarcias, no nos indicaron nada, teníamos que ir subiendo como podíamos por los palos, pero antes nos hicieron descalzarnos y guardar nuestro calzado en las taquillas ya no lo necitaríamos más durante las navegaciones.
En las crucetas de los mismos se encontraba un cabo que dirigia la maniobra de la correspondiente verga, y nos iba diciendo donde teníamos que ir.

¿Que si teníamos miedo? mira, te digo que, no nos daba tiempo a saber lo que estábamos haciendo, ni para que servía, no teníamos tiempo a pensar, tampoco teníamos tiempo a tener miedo, estábamos en otro mundo muy diferente a todo lo conocido, eso era un buque de locos y sádicos, esa era la conclusión que teníamos.
El cabo de la verga que se encontraba en la cruceta, nos daba instrucciones a voces, nos decia todo lo que teníamos que ir haciendo, y los veteranos que estaban mezclados entre nosotros, nos ayudaban mucho.
Eso fué en la primera vez que hicimos la maniobra de largar todos los aparejos. Cuando bajamos a cubierta todavía no teníamos concienza de nada de los sucedido y de nuestra verdadera situación,no, no teníamos tiempo a tener miedo.

Una vez largado todo el aparejo el buque dejó de dar fuertes bandazos y parece que nos estabilizamos un poco sobre cubierta, nosotros los recien embarcados no hacíamos más que mirar para las velas, y !!ahiii¡¡ fué donde hice aquel dichoso comentario con una compañero y paisano mio, "que buen aire hace para las velas,".
Maldita la hora en dije esa palabra, pues un potente bofetón me dieron en el rostro desde mi espalda, de tal manera que me tiró sobre la cubierta, y estando sobre ella, veo cerca de mi cara, una cara quemada y curtida por el sol y el viento con profundas arrugas que me decía: " no se dice aire, se dice viento".
Ojala me hubiera quedado mudo en aquel momento, este acto siempre me acompañó durante mi vida y !!! jamásss se me olvidó esa frase¡¡¡.

Pero a lo que iba, no, no tuvimos miedo, ya que no nos daba tiempo a pensar en nada, y encima, el mareo ocupaba parte de nuestra primera singladura, hasta que poco a poco nos fuimos estabilizando y ya no sentimos más aquellos horribles mareos, a partir de ahi, nos fuimos acostumbrando a vivir en aquella Galera, carentes de todo menos de trabajo, de frio, de hambre, de sed y un sinfín de cosas, eran muy largas navegaciones.

Bueno, Miguel yo reo que a ti también te pasaría lo mismo.
Y a Ureña, yo se también como lo pasó por que me acuerdo muy bien de él.
Bueno de momento lo dejo, a ver si asomáis por aqui de vez en cuando.
Miguel vete a ocupar tu puesto de ordenanza y echa la cuenta de los barriletes que me debes.

22 octubre 2012

Arminio dijo...
Bueno aquí aparezco yo, os gusta el nuevo diseño del blog, ahora es más ancho y se ve más grande, así las visitas serán más confortables.
Bueno Castrillón ya veo tus impresiones a la llegada al Galatea, tuvo que ser impresionante.
Ya llegará Miguel, que creo que todavía está de viaje. Un saludo a todos.

23 octubre 2012

Castrillon dijo...
¡¡¡¡¡¡¡Nooooooooooo, nooooo!!!!!!! Miguel ya hace dos días que está en casa y se está haciendo el remolón, parece que está cansado de estar de ordenanza, pero tiene que esperar todavía un año completo para ascender a ordenanza de primera.
Ya vemos que has ensanchado el escritorio del blog, así parece mejor y se lee mucho mejor.
Bueno amigos todos recibir un muy cordial saludo.

25 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola estimados galateanos, colaboradores en cualquiera de sus ramificaciones, así como a todos los simpatizantes de este espacio, vaya por delante mi gratitud a todos ellos.

He estado unos días ausente de estos dominios, y por lo visto el viento ha sido muy propicio, ya que la velocidad de crucero es muy notable, y el Galatea sigue avanzando meciéndose sobre las olas, por esos mares que antaño eran sus senderos de gloria, aunque en este mundo todo pasa, nosotros seguimos anclados nostálgicamente a sus años dorados.


Bueno aquí hay mucho para comentar, me gustaría dedicarle algunas palabras a todos los que habéis contribuido, a deleitarnos con esos comentarios, que muchas veces llegan al corazón, y humedecen los ojos del más rudo y curtido marino, pero como bien sabéis yo soy hombre de pocas palabras y tengo ciertas limitaciones literarias, por lo que sólo puedo deciros gracias por ser como sois, animaros a continuar por este camino, al que nadie nos ha impuesto, pero nosotros lo hacemos con el único objetivo de que la memoria de nuestro viejo velero no vuelva a caer en el olvido.

Próximamente intentaré contestar algo de lo mucho que ha quedado atrás, ahora tengo algunas dificultades, necesito algo más de tiempo para ponerme al día, pues aún ando con un poco de resaca post vacacional, y hasta un tanto liado mentalmente, espero normalizarme lo antes posible.
Ya he rebasado el portalón, me incorporo a la dotación, intentaré llevar acabo mi cometido lo mejor posible, hacer los méritos suficientes para mi ascenso que ya veo la luz al final del túnel, según Castrillon sólo me queda un año para ser ordenanza de segunda.
Que la felicidad sea vuestra fiel aliada, saludos para todos. Paz y Bien.

23 octubre 2012

Arminio dijo...
Bienvenido, Miguel, ya te echábamos de menos, y te recibimos a bordo con todos los honores, pues bien mereces ser al menos el segundo comandante del buque.
Además hay que admitir que tanto tú como el comandante Castrillón se merecen ser los jefes de este velero Galatea, ya que muchas vecs le han sabido dirigir en momentos de fuertes temporales, consiguiendo que se adrizase cuando la escora peligraba con hundirlo. Saludos.
25 octubre 2012

Castrillon dijo...
¿Que pasa por ahiiiiiií? parece que Arminio anda, con toda diplomacia intentando poner de jefe al ordenza Miguel, bueno, pues noooooooo, él es ordenanza de segunda, le queda todavía un año para ascender a ordenza de primera, si lo merece claro, y eso de recibirlo con todos los honores ni hablar, él embarca saluda a la bandera y luego se presenta al jefe, y listo, así de sencillo y como mandan las R.O. de la Armada.
Bueno Miguel, espero que no tardes en poner a mi disposición los seis mil barriletes que me debes, ¿ enterado?, bien, pues a cumplimentarlo.

!!!!!!! Ureñññññaaaaaaa ¡¡¡¡¡¡ ¿ como estás ? ya sabes que contamos que tu convalecencia sea lo más breve posible y tu ánimo no decaiga.
Sin más, recibir un muy cordial saludo todos.
25 octubre 2012

Miguel Gónez  dijo...
Apreciados compañeros de navegaciones, una vez más me asomo al portillo de nuestro tan recordado Galatea.
En primer lugar quisiera contestarle al que dice ser nuestro jefe, para mí no deja de ser un compañero más, ya que aquí poco valor tienen los galones, ni las gorras de plato con la visera laureada.
Me estoy refiriendo al amigo Castrillon, que me pregunta si yo tenía miedo al subir a los mástiles las primeras veces, pues no Castrillon bien sabes que el miedo no existe, es la ausencia de la valentía, y a esas edades creo que todos los que navegamos en el viejo velero, éramos muy valientes, de todas formas te obligaban a ser valiente si o si, aunque también a mi me tocó subir muchas veces antes de navegar.

Como bien dice el compañero Gerardo Ureña, nos tocó arbolar todo el buque, hacer toda la jarcia nueva, repicar toda la pintura vieja de su costado, miniar y posteriormente el pintado final, así como sanear todo el lastre que había entre sus cuadernas, de ahí que nuestra promoción fuese la más completa que por aquel velero pasara, en lo que estoy completamente de acuerdo con el ya mencionado Ureña.

La movida del Galatea en estos últimos tiempos no es por casualidad, detrás de todo esto hay un extraordinario y concienzudo trabajo, ya de algunos años, de unos hombres que se han dejado la piel, para sacar a flote a este ya más que nuestro Galatea, han luchado con uñas y dientes, con muy pocos medios y menos mano de obra, para rescatar lo que parecía imposible, hoy podemos decir que valió la pena ese arduo trabajo, ya que este viejo velero aunque sea virtualmente sigue navegando airoso por esos mares de Dios, su historia jamás volverá a ser olvidada.

Como ya sabéis he pasado unos días en mi tierra natal Murcia, allí me he reunido con otros galateanos de mi curso, que ya habían pasado 54 años que no nos habíamos visto, la conversación como no podía ser de otra forma todo el tiempo tratamos del Galatea, y revisamos fotografías de aquella época, fue una reunión súper agradable, prometiéndonos volver hacerla de nuevo tan pronto como sea posible.
Saludos para todos. Paz y Bien

25 octubre 2012

Bitacora dijo...
El Galatea te desea feliz cumpleaños, Señor Ureña, y te agradece infinitamente el recuerdo que siempre has tenido de su recuerdo.
Este agradecimiento, así ha quedado reflejado en la tarta de cumpleaños, en la que aquel muchacho y yo el Galatea hemos sido los protagonistas. Un abrazo para ti y para tu familia.

28 octubre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, !!!!!!!!! FELICIDADES UREÑAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡, deseamos que, en este día te sientas muy feliz en compañia de los tuyos, gracias por recordarnos este, tu día.

Estuve viendo tus dos fotografias, la primera de cuando eras marinero, y me paré a pensar, !! cuantos años han pasado desde que estuviste embarcado con nosotros en el Galatea¡¡. Eramos unos jóvenes llenos de la plenitud de la vida, podíamos con todos los esfuerzos y penalidades que se nos pusieran por delante, te recuerdo cuando embarcaste en aquél antiguo y viejo buque a vela, ahí nos conocimos todos, éramos los nuevos compañeros y amigos en nuestra nueva etapa de la vida que comenzábamos fuera de nuestro entorno familiar y de nuestra tierra.
Cuando veo la segunda foto donde estas tú con la tarta, veo una, y veo la otra, y a una velocidad de vértigo, veo pasar las nubes, salir el sol, ponerse el sol, anochecer, amanecer, pasando un día y otro y otro más así hasta siete días, y pasar una semana otra semana, otras más asi hasta cuatro semanas ya pasó un mes, y otro mes, asi hasta doce meses, y pasan los años unos detrás de otros hasta llegar a nuestros dias, ya han pasado cerca de sesenta años, asi pasó la vida, es tal la velocidad que, uno no tiene tiempo para saborear nada, ni recordar todo lo que en ella aconteciera en nosotros mismos.

Y cuando nos damos cuenta del paso del tiempo abrimos nuestros ojos como asustados, ¿que ha pasado con nuestros jóvenes cuerpos? no damos crédito a nada, solamente a resignarnos a este cambio tan brutal, y encogernos de hombros y con resignación tomarlo tal como es, todo ello.
Bueno, pero damos gracias a Dios de que podemos contarlo y vernos de nuevo a pesar de esa gran distancia y transformación.
Ureña, en este momento y en honor a nuestros viejos tiempos, cantaré en mi mente, la Oración que todos juntos cantábamos al caer la tarde, donde todos estábamos formados sobre la cubierta dando bandazos en nuestras largas travesías en la mar, y recordaré a todos los compañeros y amigos de ese buque, que juntos pasabamos las alegrías y las penas.
Gracias te doy otra vez, por recordarnos este tu día, que Dios te bendiga, lo mismo que hizo con nosotros en nuestros malos tiempos en el buque.
Recibe un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo de todos nosotros.

29 octubre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Pensé que os alegraríais de ver mi tarta de cumpleaños, pero no pude imaginar que os gustaría tanto.
Recibir vuestras felicitaciones, ha sido para mi, una impresionante satisfacción. Me habéis emocionado tanto, que no he podido evitar la humedad en mis ojos. Bendita hum
edad que me ha hecho tan feliz al sentiros un poco lejos en la distancia, pero muy cercanos en mis sentimientos. Una vez más, gracias compañeros.
¿Qué tiene el Galatea, que nos ha hecho tan especiales?.¿Cómo es posible que habiendo llevado una vida tan dura, tengamos tanta ternura entre nosotros? ¿Qué misterios anidaban entre las mamparas del viejo, pero entrañable velero?. Lo ignoro, pero cada día que pasa, me siento más feliz de haber navegado en sus entrañas y, tener la suerte de poderlo recordar con vosotros.

A Miguel le diré, que dices muy bien, "de todo" se sale". No me ha faltado tu aliento compañero, y bien sabe Dios que me ha hecho mucho bien. A José Mª. Felicitarle por su escríto en el blog a mi persona.Escrito que por cierto, no tiene nada que envidiar a los buenos escritores. Y no te falta razón José Mª, cuando hablas de la velocidad del tiempo y, las marcas que éste, deja en nuestros cuerpos.
Este muchachito, como me dijo un día el contramaestre D. Pedro Giménez, este muchachito, que subía por las jarcias del Galatea, más rápido que los gatos, este muchachito, curtido por los temporales y los durísimos viajes de invierno, este muchachito, que se dejó la piel a tiras en este bendito velero, de este muchachito y de los miles de muchachitos, que como él embarcaron y navegaron en el singular velero.

¿Qué queda de estos muchachitos.? Quedan muchas cosas lindas, quedan unos valores naturales e incalculables, quedan un sentido de camaradería, como hay pocos en el mundo, quedan la sabiduria adquirida en la escuela de la vida, que no es ninguna tontería, quedan las cicatrices que te han marcado el paso del tiempo.
Quedan, un montón de cosas más. Ésto sería larguísimo. Pero sobre todo, quedáis vosotros que sois unos muchachos sin par, y esto último ya es quedar mucho.

29 octubre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue... A Arminio le tengo que agradecer su genialidad, cuando me dice que "mi tarta no tenía velas, (de cera)pero no le hacían falta, tenía las velas del Galatea".Como siempre, genial Arminio!!!.
Aprovechando que hoy me siento a escribir, quiero dedicarle unas líneas al anónimo.
Respetable Sr. anónimo, su escrito me hizo mucho bien. Siento haberle hecho llorar, pero esto no debe preocuparle, pues demuestra que tiene Vd. muchos valores y una gran riqueza interior, que desgraciadamente no abundan, y le aseguro que se está notando mucho la ausencia de dichos valores.

Yo también me siento muy honrado de conocerle a través de este nuestro blog, que también es el suyo. No le voy a contestar, sobre los momentos difíciles por los que atraviesa este país, en este blog no hablamos de politica. Pero le diré algo, espero que salgamos. No es facil, pero saldremos.
A pesar de lo mal que estamos, esto no es nada comparable con la postguerra. Aquello mi querido amigo, fue muy duro (¿puedo llamarle amigo?) Puede Vd. escribir tantas veces como quiera, nosotros estaremos encantados de tenerle a bordo
Siempre a su disposición, reciba un cariñoso saludo de Gerardo.
29 octubre 2012

Castrillón dijo...
Hola Ureña, he leído, con sumo interés tus escritos, que, como siempre son muy buenos de interpretar, y llegar a nuestro interior sin falta de analizar gran cosa, por la claridad con la que escribes.
Bien, tu dices,"""¿ qué tiene el Galatea que nos ha echo tan especiales"""?
Pero, tu mismo das la respuesta a continuación, por la vida tan dura que nos dio a todos, y dentro de esa dureza, por parte de los trabajos del propio buque en sus navegaciones y todo lo que conlleva el navegar a velas con tempestades, y pasando hambre, frío, sed, sueño etc. y por si faltaba algo a nuestro favor, los mandos, los contramaestres que nos tutelaban eran unos tiranos con nosotros.

¿Dónde y con quien nos íbamos a confiar nosotros? no teníamos a nadie, nada más que a nuestros compañeros de penalidades y trabajos, sí, nosotros mismos nos lamentábamos los unos con los otros, éramos los que más nos comprendíamos, y no hacían falta muchas palabras para saber perfectamente nuestro estado de ánimo.!!Ahí¡¡ es donde forjamos una estrecha, larguísima y prolongada amistad que, a pesar del tiempo transcurrido (más de medio siglo) todavía sigue viva en nuestro interior, y bien que nos acordamos los unos de los otros, de nuestras andanzas, por aquel entramado de cabos, cables, lonas, palos, y por la cubierta de aquel buque Escuela de Maniobra GALATEA.

Claro que también nos acordamos de nuestros contramaestres, ya que formaban parte de nosotros, por tenerlos siempre presentes, con sus silbatos punzando nuestras costillas, con rebenques en la mano para medir nuestras espaldas, o sus ligeras manos para darnos un buen bofetón, o castigarnos en lo alto de las gavias o juanetes, que a veces se olvidaban de nosotros. ¿Cómo no nos vamos a acordar de ellos?.
Bueno, Ureña, espero haberte refrescado la memoria algo, aunque tienes una memoria de cien elefantes.
Que no crea nadie que estoy exagerando algo, !!!nooo¡¡¡ me quedo un poco corto.
Bueno nos alegramos muchísimo de ver tus escritos, ya que indica tu estado de salud y ánimo.
Saludos a todosss y recibir un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

30 octubre 2012

Arminio dijo...
Buenas noches a todos, Castrillón Ureña, Miguel, me complace enormemente tener tan buena dotación como compañeros en este legendario Galatea. No se si os ha llegado los enlaces del nuevo blog de comentarios, al menos os he enviado la invitación para verlo, ya que de momento permanece oculto a los ojos de todos los que quieran visitarlo, a no ser que soliciten hacerlo, es cosa de los visitantes y son ellos los que deciden.
Bueno estos días ando un poco liado y tengo poco tiempo de estar en esta cubierta, pero siempre estoy ojo avizor, para los temas de los blog.
Un abrazo a todos y a los que nos leen les invito a escribir.

30 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
Cada vez que entro en este espacio siento esa sensación de paz y armonía que me trasporta volando a aquellos años de juventud, puede que sea producida por vuestros comentarios, también los míos que tanta referencia hacemos a ellos, aún con el paso de tanto tiempo están muy presentes, y seguro que estarán mientras tengamos uso de razón, porque lo cierto es que ya nosotros somos un tanto veteranos, pero aún así podemos decir que algunos fuimos casi de los últimos navegantes de aquel precioso velero.
Es cierto que pasamos muchas calamidades de toda índole, un derrotista diría momentos malos y momentos peores, pero no es menos cierto que también los hubieron, de buenos a mejores y con esto último es con lo que nos hemos quedado, los malos fueron barridos por las olas de un fuerte temporal que se los llevó, al menos en nuestras mentes parece que los buenos ganaron la batalla.

A ver señores navegantes, os acordáis de aquellos menús del día que ponían de primer plato potaje de arroz con judías, de segundo bistec ruso, que nosotros le llamábamos bistec sintético, ya que era lo más parecido a la suela de un zapato, aunque para mí no estaba malo, se trataba de un bistec empanado, muy delgado pero que la carne no se veía por ninguna parte. Estos ya venían congelados, pues cuando hacíamos provisión de víveres en Ferrol formábamos una cadena humana desde el camión hasta las cámaras frigoríficas, había que entrarlos muy a prisa, igual que todo lo que venía congelado.

 También puede que os acordéis de aquellos fritos que a veces nos daban como segundo plato, que se trataba de una masa de harina frita con azúcar por encima, que no se si alimentaba pero sí que llenaba el estomago.
Por ahora creo que vamos a dar este comentario como acabado, otro día seguiremos tratando lo que nos venga a la mente, deseando lo mejor para todos, ah no se olviden de ser felices saludos. Paz y Bien.

01 noviembre 2012

Castrillón dijo...
Hola Miguel, has tocado un tema que ya tenía casi olvidado, y que de lo malo que era no me interesaba recordarlo, pero bueno, ahí está.
Vosotros tuvisteis algo más suerte que nosotros, date cuenta que del año 53 al 57 hay una diferencia de cuatro años, en los tres primeros años de estos cuatro, hay una grandísima diferencia en la alimentación.
A nosotros nos tocó lo peor, sólamente, cuando era fiesta, nos daban ROPA VIEJA, eso si que nos gustaba, aunque los garbanzos estaban tan duros como canicas de acero, pero bueno tenía otros ingredientes que no eran muy buenos, pero para nosotros eran especiales.
Uno de los ""buenìsimos"" platos eran aquellos bistec sintéticos que nos daban de pascua en ramos, no había ser humano que hincara el diente, pero ya sabes, "a pan duro diente agudo", sí dábamos buena cuenta de ellos.

Y los huevos fritos, también los teníamos un poco en estima, pero el resto para de contar. Bueno, bueno, se me olvidó la sopa de ajo que nos daban a media noche, a los entrantes de media, y ahí en cubierta a oscuras, como siempre, los devorábamos a los pies de los palos, antes de que tuviéramos que hacer maniobra u otras faenas marineras.
Bueno, ya he dicho en anteriores comentarios que muchos veces, teníamos que arrojar al agua algunos alimentos por estar éstos malos por que ya estaban en muy mal estado, así como carnes, alubias, garbanzos y otros alimentos, que teníamos que sacarlos a orear al castillo.
Lo peor era, cuando ya después de una larga navegación y estaba finalizando el viaje con destino a Ferrol, en esos momentos escaseaban los alimentos que se conservaban en buenas condiciones de ser preparados.
Aunque los cocineros se esmeraban por idear nuevos menús con aquella escasez de provisiones, era casi imposible, como por ejemplo, el maestro Capilla ideó hacer tortilla de garbanzos, a la cual la llamabamos "Tortilla Pegaso" no había quien la comiera, bueno, esto formaba parte del paisaje de nuestras necesidades, asi, que no te quejes tanto Miguel, ya que cuando embarcaste parece que se había modernizado algo esa situación.

Bueno, !!!!!! UREÑÑÑÑAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡ ¿ Que tal sigues, esparamos que te vayas recuperando lento, pero seguro. Sin más por ahora solamente recuerdarle a Miguel la deuda que tiene conmigo y, que es veinte mil barriletes, todavía estoy esperando que me los envie por correo.
Recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

 01 noviembre 2012

Arminio dijo...
Recuerdo que un día de tantos, se puso un Lepanto amarrado a la escala del tangón para facilitar le traslado a Ferrol de los que quisiesen salir de franco paseo a Mugardos. Creo que se hizo por unos días ya que se interrumpió el autobús que hacia el recorrido Ferrol - La Graña. Bueno, no se cual fue el motivo, pero durante un par de días se nos llevaba directamente a través de la Ría.
Vestíamos de azul con chaquetón y de esa manera teníamos que pasar por el tangón para embarcar en el bote a motor que nos esperaba amarrado a la escala de gato que pendía del extremo del referido artefacto digno de equilibristas.


Como quiera que fuese, entre cada toque de salida de francos, el quitamiedos aparecía desazocado, de tal manera que se desplazaba casi medio metro de un lado a otro, cuando ponías la mano para mantener el equilibrio.
Como la mar estaba algo más revuelta de lo normal, las embarcaciones al ser movidas por el pequeño pero inquieto oleaje, movian el tangón de un lado a otro, por lo que a río revuelto ganancia de pescadores. Y nunca mejor dicho, pues todos bien vestidos y en fila, esperábamos en cubierta cerca de los lavaderos par a ir embarcando de uno en uno y los que esperaban abajo, movían la escala con la intención de zarandear el fino pasillo por el que caminábamos.

En cada brusco movimiento alguno caía al agua y en cada salida de paseo siempre tenía que volver algún desaprensivo que previamente había sido rescatado con el bichero de las grises aguas que bañaban el casco del Galatea.
La juerga de los bromistas era total, todo lo contrario al mal humor de los incautos bañistas que regresaban empapados, con la cartera de la mano y la ropa preparada para secar en el castillo, oreada del frío vuento ferrolano.
Desde aquel día siempre que me tocaba pasar por el tangón o al caer la noche, me dió la manía de fijarme siempre en el quitamiedos, y no ser porqué razón pero siempre aparecía en banda, por lo que durante un tiempo siempre lo desamarraba y lo volvía a amarrar tan tenso y fuerte que parecía una cuerda de guitarra.

Bueno Miguel, Ureña, Castrillón, a vosotros os hacían esas bromas, pues el que iba bien limpio, con la cartera bien guardada para pasar el día, y había conseguido pasar con éxtito la revista previa a la salida, se tenía que conformar con quedarse a comer en el Galatea. Saludos.

02 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos los tertulianos que componen este blog, así como a sus seguidores, que con un silencio sepulcral esperan nuestros comentarios para devorarlos, mi gratitud para todos ellos y les ruego que continúen haciéndolo como hasta ahora, ya que eso nos anima a seguir rebuscando en nuestras mentes recuerdos de aquel viejo velero.

Arminio, en el tangón siempre han habido graciosos, que han hecho esas bromas a las que tú te refieres, también he presenciado alguna caída de él al agua, pero esto lo hacían desde cubierta haciendo vibrar uno de los dos vientos que poseía, aunque en este caso yo puede que tuviera suerte, nunca caí del ya mencionado tangón, de todas formas nosotros poco usábamos esta forma de embarcar en los botes, al estar casi siempre navegando, sólo en puerto y casi siempre cuando hacíamos guardia de botes, también teníamos algunas dificultades, ya que al estar en puerto había que estar calzados con botas, y eso nos hacía perder el tacto para hacer equilibrios sobre un artefacto de madera largo y estrecho, lo nuestro era andar descalzo por cualquier tipo de arboladura, que se nos daba muy bien.

Gerardo también debe recordar aquellos viajes por los trópicos, sobre todo los días festivos, después de la misa que se repartían el periódico que se confeccionaba a bordo que se llamaba “ PORTILLO AL MUNDO” los que no estábamos de guardia nos tumbábamos en el castillo para leerlo, los primeros que llagaban ocupaban el chinchorro del bauprés, que era el lugar preferido para todos, donde mejor se estaba, se ponía la música a todo volumen, recuerdo que se pinchaban discos de el trío calavera pero sobre todo los de Gloria Lasso, esos días era un placer navegar en un velero, con aquella música y viendo la majestuosidad de nuestro Galatea, con todas sus velas al viento, era impresionante, son esos momentos los que más recordamos y borran de nuestras mentes los otros calamitosos, que también existieron y en abundancia, de cualquier manera, aquel precioso velero dejo una bonita huella en nuestros corazones , por cierto bendita sea ya que es imborrable y nos agrada recordarle constantemente.
Con mis más sinceros deseos, quisiera saludar a todas las personas que de cualquier forma se acerca a este espacio, tanto escritores como lectores que tengan un feliz día. Paz y Bien.

04 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
COSAS SUELTAS DE NUESTRAS VIVENCIAS Y UNA PREGUNTA A CASTRILLON.
Buenos días compañeros: Hoy desearía hacerle una pregunta a José Mª.
Hace ya muchos años, tantos que es difícil recordar, el que suscribe, era un mozalbete que podía presumir de barbilampiño. ¿Sería 1955?
Pues, podría ser, sí, seguro que fué ese año.

Por esas fechas, este chavalín, embarcó en un bonito velero de la Armada Española, bonito por fuera, dentro un calvario. Los contramaestres, salvo honrosas excepciones, eran unos tiranos. Y los teníamos de todos los tamaños. Había uno con bigotito, natural de León y de nombre Inocencio Pérez, un tanto presumido él, y muy cuidadoso de su aseo como persona. Pues bien, el tal Inocencio (que de inocente no tenía nada)era más malo que el Capitán Blay, de la Bounti, (espero que esté bien, el inglés no lo domino)
Un día de tantos, estaba de oficial de guardia el teniente de navío Sánchez Monge, y de contramaestre el "malo" de Inocencio.

Este último fué llamado por el oficial, y los que andábamos cerca pudimos oír como Sánchez Monge le decia a Inocencio. "No me gustan los suboficiales aduladores". Este oficial era muy serio, pero yo personalmente no le recuerdo ninguna mala acción.
Inocencio se encendió de rabia contenida, tragó saliva y se la envainó haciendo mutis por el foro. Por si no fuera suficiente con estos suboficiales, teníamos más por que sufrir.

Estábamos invadidos por las ratas, las chinches, los piojos, las ladillas y las "curianas",(cucaracha rubia de cafeteras) estas abundaban sin ningún tipo de rubor. Había tantas, que solían invadir las taquillas. Yo particularmente, y muchos más, no solíamos lavar nuestras cucharas, pues la media barra de pan, que guardábamos para la cena, sevía para limpiar la cuchara. La introducíamos a presión en el medio chusco y, al abrir la taquilla para rescatar el pan, éste estaba invadido por las "curianas". Solíamos sacudir el medio chusco, comprobar que no quedaban ninguna de estas "amigas" y sentarse a cenar.
A esto, hay que añadir, (como ha dicho José Mª., cientos de veces) el frío, el calor, los vientos, o (los aires, ja, ja,) el hambre, la falta de agua dulce para el aseo personal, y el trato despiadado e inhumano de nuestros mandos.
Bueno, ahora biene la pregunta.

José Mª¿Recuerdas a D. Manuel Fontanilla, condestable de cargo del Galatea.? Este "sargento" tenía a su cargo el pañol de pinturas, y como muy bien ha dicho algún compañero, el que vendía los candados. Candados que le proporcionaban pingües beneficios, pues este hombre, ( y esta es mi opinión,) no solía dar puntada sin hilo.

04 noviembre 2012

Castrillon dijo...
¡¡¡¡¡¡¡ Hola UREÑAAAAAAAAAA!!!!!!!!!! gracias a Dios que te vemos con bastante buen humor y, parece que te recuperas rápidamente.
¡¡¡Claro que me recuerdo de don Inocencio, ya lo creo!!!!!!, ¿ qué quieres que te diga, que era buena persona? jamás puedo decirte eso, ya que todos eran unos PIRATAS, y todos tenían los mismos males modales hacia nosotros, aunque alguna vez se reían con nosotros.

Formaban parte de nuestras vida a bordo, eran unos tiranos, yo, como muchos más compañeros, después de haber dejado algun puerto y en las largas navegaciones cuando se nos terminaba el tabaco, solíamos pedir algun pitillo al más próximo a nosotros, !!bueno, buena cosa hacíamos¡¡ nos hacian bailar con las manos apolladas en la cubierta y el cuerpo y las piernas para arriba, como si fuéramos del circo, a pesar de nuestros esfuerzos, algunas veces lo conseguíamos pero otras nada.
Cuando nos salía bien nos decían que estaba muy mal, así no nos daban ningun pitillo, además se partían de risa, claro nosotros aprovechábamos esa ocasión para decirles lo que tanto deseábamos, no les parecia mal.

¿Que si recuerdo a don Manuel Fontanilla ? ¡¡¡ hombreee!!! el conde fan era mi adversario silencioso, nos medíamos las fuerzas muy disimulandamente, !! si¡¡ me tuvo muchísimas veces castigado, desde un buen bofetón por llamarle "conde fan" hasta ponernos de castigo por las noches en los juanetes durante horas, pero eran muy bien merecido, pues no sabía él como doblegarme.
¿Que era buen artillero ? claro que sí, eso no quita que estuviéramos siempre con el hacha de guerra en alto, claro que siempre salía yo perdiendo, por lo de los castigos, pero para mi moral, yo era el ganador.
Bueno Ureñññaaa, ya sabes que nos alegramos mucho de tu vuelta a la tertulia del puerto.
Miguel no te olvides de los barriletes que me debes. Sin mas recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

04 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue...
Se ponía  en el castillo al entrar de arribada a alguno de los puertos visitados, a los que debíamos rendirle saludo con salvas, y recto como un D. Tancredo y más colorado que un pavo,  Mauel Fontanilla decía, "Fuego". Muchos de nosotros solíamos verle, haciendo el saludo a la voz, unas veces desde las gavias y otras desde los juanetes. Yo personalmente me solía partir de risa, al verle gesticular de esa forma tan singular y "payasera".
Bueno, aqui viene la pregunta a Castrillón. Cuando yo embarqué, entre los veteranos, se solia escuchar un comentario en contra de Manuel Fontanilla.

Hoy no lo tengo muy claro en mi memoria, pero ¿podria se en el viaje de Nueva York?. La buena cuestión, es la siguiente. Solían relatarlo de esta manera. "Sufrimos un gran temporal, pensamos que no lo contaríamos, nos entró agua hasta en los sollados, cundió el pánico, pero nos lo comíamos con muy alta dignidad. En este angustioso trance, aparece la figura de un suboficial de nombre Manuel Fontanilla y se dedicó a pedir socorro, gritando y diciendo "Hijos mios, que nos hundimos, que nos hundimos," y esto lo decia en actitud suplicante y llorando.

Debo confesar, que yo no terminé de creerlo, pensé que podría haber algo de cierto, pero no tanto. Por que a mayor abundamiento, seguían contando los veteranos, "el comandante tomó cartas en el asunto, y lo puso firmes". ¿Y por qué yo no terminé de creerlo?. Pues sencillamente me cuesta creer que este hombre continuase a bordo del Galatea, después de un acto de cobardía tan grande. Es por este motivo, que recurro a tu memoria, (pues caso de ser cierto,) creo que sería de justicia, debería publicarse en el blog.
De la misma manera, opino, que de no ser cierto, también deberia publicarse. Somos muchos los que escuchamos esta versión, y también supongo que de esos muchos, algunos ya no estarán en este valle de lágrimas, más, aún quedamos unos cuantos. Tú tienes la palabra José Mª.

Miguel, no te puedes imaginar la alegría que me ha producido lo de los "fritos". A mi me encantaban, pues como tu dices muy bien, no sé, si alimentaban, pero llenaban la "panza" un montón. Te comias dos "fritos" y te quedabas con la sensaciòn de la tripa llena. Como dice Castrillón, inventos del maestro Capilla, chiquito pero matón.
La "ropa vieja" también me gustaba, era uno de los platos que nos solían alegrar la vida. Con qué poca cosa eramos felices, solamente necesitabamos, que uno de nosotros supiera tocar un poco la armónica, y en un plis-plas ya teníamos la orquesta y el coro. Nos poníamos a cantar todo lo que nos parecia bien.

Señor capitán déjeme subir
al palo más alto, al palo
más alto de su bergantín.

Pobres marinos, pobres pedazos
de corazón, que la mar brava,
que la mar brava se los llevó.

No siento el barco, no siento el
barco que se perdió, si no el piloto,
y su dotación, etc... etc...

Y todas las que nos venían a la memoria. Se nos pasaba el tiempo en un santiamén y nos sentíamos muy felices, y eso, que en aquellos tiempos no nos daban vino. Esta era, entre otras, una manera que tenía, "la vil canalla de proa", de lamerse sus profundas heridas. Así pasaban los días y, así nos curtíamos más, cada hora, cada día, cada semana, cada mes y cada año.
Debo confesar que en esto último, estoy de acuerdo con José Mª. Los golpes, los fríos y muchas veces las injusticias, además de endurecerte, han posibilitado este tierno y hermoso recuerdo, recuerdo que permanecerá en nuestros corazones, mientras este siga bombeando.
04 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
¿Alguien de vosotros recuerda a D. Vicente Costa? natural de Mallorca y de poco grato recuerdo para el que suscribe.
Este hombre tenía por costumbre, en las guardias de media, si no estabas de puesto, se ponía a hacerte cantar maniobra al pie del palo mayor. Palanquín, Briol de fuera, Briol del centro, Briol de dentro, Apagapenol y Amantillo, Driza del Juanete bajo de proa, Y Driza del Juanete Alto de proa (espero haberlo dicho bien y que no me traicione la memoria).
Pobre de aquel que se equivocara, pues el castigo era fulminante; empalmar la media con el alba, y pasabas a engordar la lista de los componentes del baldeo. Estos comportamientos los solían agradecer mucho los contramaestres del alba. Esto era una norma ya establecida entre ellos; lo que solía pasar, es que había quien tenía más tripas, y quienes eran un poquito más humanos.

Lo bien cierto es, que al castigado le habían amargado la noche. ¿Por qué?
Si tienes la media, entras de guardia a las 12 de la noche, a las 8 ya te podías acostar, pero siempre te quedabas un ratito de tertulia, o como he dicho más arriba, cantando. Quiero decir que como pronto te acostabas a las 10, a las 11:30 el corneta llama a la brigada entrante, que 10-15 minutos antes forma en cubierta, siempre en la banda de babor, y entra de guardia a las 12 en punto.
Si ese día te castigan y empalmas con la media, solamente has dormido hora y media.
A esto le tenemos que sumar el derroche extra de energías gastadas en el baldeo. Bonito, ¿verdad?
Pues esta es una de las pequeñas partes de aquella vida. Dice Castrillón que algunos nos licenciamos cuando ya habíammos pasado lo peor. Esto es muy cierto. Con los galones de cabo 2ª y destinado en un barco de la escuadra, y después de haber estado en El Galatea, la vida es muy diferente, tienes que seguir aguantando insolencias pero son más llevaderas.
Yo en el Sarmiento de Gamboa tenía 30 hombres a mi cargo. Pero cada uno es cada uno, y cada uno es su propia realidad, Yo, al igual que Miguel, solicité plaza en la mercante, y la obtuve en la Trans Mediterránea, pero el hombre propone y Dios dispone. Resulta que me enamoré de la que hoy es mi mujer, y ni Marina de guerra, ni Marina mercante.

¡Arminio, estoy contando los dias que faltan para la publicación del libro! Me tienes como soldado, contando los días que faltan para licenciarse. ¡A ver para cuando esa alegría!Bueno compañeros, mañana más. Paz y salud para todos.
04 noviembre 2012

Castrillon dijo...
!!!!!!! Hola Ureñaaaaaa¡¡¡¡¡¡, te contesto a lo del Condestable don Manuel Fontanilla, yo, si recuerdo perfectamente aquella entrada al puerto de Nueva York, entramos, un atardecer, después de pasar un muy mal temporal que llegamos tarde, o sea con un poco de retraso, que tuvo que salir un Zepelin a dar una vuelta por las afuera en la mar, para ver si nos divisaba, una vez que nos localizo dió una pasada se marchó.
Por la tarde enfilamos la bahía y pasamos cerca de la Estatua de la Libertad, todos estábamos atónitos viendo aquella mole que tenía una antorcha en su mano alzada, enfilamos al puerto de broklin, muelle 44, el bauprés entró por el tinglado deteriorándolo pues que era de madera, había mucho frio, 20º centigrados bajo cero, bueno, eran Navidades, año 1.953.

Después de estar en ese puerto salimos a la mar,y a los pocos días nos mandan un cablegrama indicándonos que nos alejaramos lo antes posible de la costa, que se acercaba un gran ciclón procedente del Canadá, buqeno, ya sabes se preparan todos los aparejos y demás maniobra para recibir ese gran temporal, ( paso por alto todos los detalles ya que esta relatados).
Cuando recibimos ese temporal fué tremendo,todos estábamos bajo el castillo, y bajo el alcázar, estaban dadas las barloas de proa a popa, eran tan fuertes los golpes de mar contra el costado de babor, que nos alarmó demasiado, pero, !!!!! nooo¡¡¡¡ ningún contramaestre, ni suboficial dio en ningún momento señales de terror, ya que nosotros, que éramos nuevos a bordo, no hacíamos más que mirar para la cara de ellos con el fin de adivinar algun signo de preocupacion.

Pero noooo lo hemos visto, y eso nosotros nos tranquilizaba bastante, y eso que sonaron alguna voces de que, en algunas planchas del costado, a la altura de la máquinas, se resentían los remaches, enseguida mandaron a revisar esas planchas, siendo negativo tal comentario, por lo que respiramos mejor, sólamente nos teníamos que preocupar por el estado de la mar al intentar cruzar la cubierta de proa a popa o a la inversa.
Pero como te digo, !!!!!! jamássss oí ese comentario ¡¡¡ y eso que estábamos todos muy atentos a las voces de los mandos para ver lo que nos decían, y el resto era silencio, esperando ver en que terminaban estos acontecimiento, que duraron tres largos e interminables días, sólamente se perdió la perra pastor alemán propiedad del segundo comandante Manuel Romero Manso.

Ahí es donde hemos visto la entereza de todos los suboficiales, y la naturalidad con que estaban, claro a parte de los arduos trabajos con las maniobras, que eran naturales a efectuar, ahí también los hemos admirado a todos, por su entereza, y fueron nuestro descanso psiquico y mental.
Eso que te contaron de Fontanilla, no es cierto, es una leyenda de muelle, ya sabes, nosotros estuvimos en medio de ellos y no nos separábamos de ellos, por lo tanto sabemos muy bien su comportamiento.
Bueno, espero que hayas comprendido perfectamente todo, también te digo que ese buen condestable no era santo de mi devoción, pero tampoco tengo que decir algo en su contra que no sea cierto.
Sin más por ahora recibe un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.
04 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
ILUSION
Era una linda princesa
tan bonita...como tú...
su cabello, era de oro
y su vestido...de tul...

Era un jardín de cipreses
y de rosas... de coral...
era un estanque, de plata
y una fuente... de cristal...

La princesa que era alegre
como un lindo...cascabel...
se volvió pálida y triste
y no quería...comer...

Y no quería jugar
y no quería...reír...
la princesita lloraba
a solas...en su jardín...

Era una noche de Mayo
el jardín...lleno de flor...
la pricesita sonríe
asomada...a su balcón...

Y la sorisa que escapa
a sus labios...de rubí...
al cielo llega, en sus alas
a un lucero...que hay allí...

Se va acercando el lucero
hasta llegar...al balcón...
es un pricipe, muy bello
el lucero...encantador...

A la princesita linda
le ha declarado...su amor...
y besándola en los labios
al cielo...se la llevó...

Era una linda...princesa...
tan bella...como una flor...
era un principe...un lucero...
un jardín...y...una ilusión...
Mi tío Luis.
06 noviembre 2012

Castrillon dijo...
Hola Ureña, no sigas contando anécdotas del Galatea, porque se va perfeccionando toda mi vivencia a bordo de aquella Galera, y se van recordando los nombres de aquellos que nos enseñaban a ser piratas como ellos. Aquellos ebcargados de nuestro endurecimiento, tanto físico como mental, que pretendían eliminar nuestros sentimiento, y hacer de nosotros unos hombres de mar solamente.
¿Cómo no voy a conocer a don Vicente Costas ?
éste, en una guardia de media que teníamos con él, nos estaba dando clases de señales de SCOT,y hablábamos entre nosotros por medio de Morse, con las chicharras, y fue cuando me dio a mi por hablar del conde Fan, enseguida y como un rayo me preguntó que a quien me referia, y claro yo, tonto de mi, le dije verbalmente que me referia a don Manuel Fontanilla, entonces muy serio me dijo "levántate y dile a él como le has llamado".

Yo, ni corto ni poerezoso, creyendo que era una expresión sin ningún mal sentido y que se echaría a reir, pero tuve mala suerte suerte, pues cuando le encontré sobre la cubierta, le dije: Don Manuel vengo a decirle como le llamé en la clase de señales y él me dijo, di como me has llamado, a lo que conteste,"Conde Fan".
Mira, no me dió tiempo a nada, ni a ver su descongestionado rostro, me dió tal bofetón que me tiró al suelo.
Me fui a la clase de señales, al terminar la guardia me castigó a subir a los juanetes, eran las cuatro de la mañana saliente de guardia. O sea que me gané un buen bofetón, y pasar hasta el las siete de mañana en los juanetes, sin dormir.
De ahí, viene nuestros invisibles enfrentamientos con el Conde Fan. Gracias a don Vicente Costa, claro, para mi era una mala persona, ya que en sus guardias, nos daba alas para entablar conversaciones a nuestro aire de lo que quisiéramos, y cuando hablábamos algo que no le gustaba ahí era donde nos daba el machetazo.
Sí Ureña, van saliendo todas nuestras vivencias a bordo de ese buque,y claro, visto desde este lejano horizonte lleno de nieblas, lo tomamos con algo de añoranza.

Bueno amigos todos, no os digo más porque tengo que seguir caminando un poco.
Recibir todos los comapañeros de la mar un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazooooooo.
06 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Nuevamente se presenta el ordenanza de segunda a esta tertulia, ante todo me gustaría que este día sea propicio para todos así como todos los que quedan por venir, seguro que así será.
He leído con detenimiento los últimos comentarios de Gerardo Ureña y Castrillon, he llegado a pensar de que puede de que yo no navegara en el mismo buque, según lo ponen ellos parecía poco menos que el arca de Noé, la tiranía de los mandos intermedios, así como las comidas, creo que se quejan de vicio o mucho cambiaron las cosas, pues yo tengo que decir, y digo, que durante mi estancia en aquel viejo velero, es cierto que pasamos muchas calamidades, pero de eso a como lo ponen ellos hay cierta distancia.

Para empezar, de animales a bordo yo nunca vi ninguno, excepto algunas ratas, en cuanto a los insectos sólo en el viaje de Guinea vi algunas cucarachas en la repostería, era debido a la máquina de café de los oficiales y reposteros, parásitos jamás tuve, eso no quiere decir de que alguno los tuviera, pues las revistas de higiene eran muy seguidas, lo que si teníamos era mucha falta de aseo con agua dulce, era tal que cuando llegábamos a puerto y nos dejaban ducharnos después casi no nos conocíamos.
En cuanto al trato de los contramaestres, creo que muchas veces se pasaban, casi llegaban a herir verbalmente, nunca me golpearon ni me pusieron el pito entre las costillas ni se lo vi hacer a nadie, los castigos que también los habían, los más abundantes eran un par de horas en la caña o algún baldeo, también es cierto que no todos eran iguales ni tenían la misma vara de medir, según la procedencia así era la tolerancia, solo puedo decir que los gallegos eran los preferidos por un par de contramaestres que también eran del mismo lugar, cuyos nombres prefiero omitirlos.

Si hablamos de las comidas está claro que no era una carta de restaurante, pero todas ellas eran bastante aceptables, una vez por semana o sea todos los viernes el menú eran callos con garbanzos y un botijo de vino por rancho, el postre casi siempre era lo mismo manzanas pude que fuese porque es un fruta más duradera, lo que no nos daban era la sopa de ajo a media noche, que si tuvieron las anteriores dotaciones.
Con mis mejores deseos, disfruten de una buena calidad de vida, saludos para todos. Paz y Bien.
06 noviembre 2012

Castrillon dijo...
Hola, estimados lectores y escritores, bueno, bueno, buenoooo, lo que nos faltaba por oir ahora a estas alturas, a gente que estuvo tres más tarde que nosotros en aquella nave a vela, y que cuando nosotros desembarcamos de ella, ese buque tuvo que entrar en una reparación casi total, hasta le quitaron los palos para repararlos.
¿Cómo es posible que alguien que, no estuvo embarcado tres años antes, ponga en duda los comentarios que hacemos varios de los que si estuvimos? bueno esto es una buena tomadura de pelo.
Bueno, ya no repito más esas andanzas por aquella cubierta y palos del Galatea, pues ponen en duda mis palabras, las palabras de Ureña, las palabras de Pablo, de Criado y otros compñeros más que hemos pasado esos años, anteriores a los del 57.
¿Tan mentirosos somos todos?,!!!!!! nooooooooo!!!! y noooo, lo que pasa es que tienen ganas de meterse con nosotros, pero lo tienen claro, y muy claro. Bueno espero ver esa rectificación, de los contrario nos veremos en el campo de los cuervos para un duelo al amanecer, espada o pistola, a elegir.
06 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Bueno, ya he comentado que yo estuve en el Galatea el cuarto trimestre de 1962, en lo que llamaban Periodo de Ambientación, trás la instrucción en el CIM de San Fernando, en aquellas fechas el buque ya no navegaba, permanecía atracado en un muelle del Arsena , frente al cuartel de instrucción de El Ferrol.
Ahora entro de vez en cuando en un Blog titulado EL PETATE DEL MARINERO, pero salvo excepciones son personas más jóvenes, tal es así que me extraña el título, pues ya nosotros hablabamos de SACO y no PETATE. También dicen PELONES a los nuevos marineros de servicio militar obligatorio y en mis tiempos decían PELUDOS. Acaso los términos variaron con el paso del tiempo. ¿Que opinan ustedes?
Al fin y al cabo solo me resulta curioso, pero me da igual. Sigo sintiendo un gran cariño por los marinos sean de tiempo que sean y eso que yo retorné a la vida civil a los tres años y medio. Estuve como especialista de artillería en Cartagena, a bordo de la fragatas Furor y Rayo.
Un abrazo a todos.
07 noviembre 2012

Arminio dijo...
Bienvenido de nuevo Manuel, llevas razón los tiempos cambian y las denominaciones también, aunque yo en el año 1974-75, cuando estuve por primera vez en el Galatea, se llamaban a los sacos, sacos y a los nuevos pelones. Creo que las nuevas denominaciones se han mezclado con las de otros cuerpos y ahora casi en todos los lugares se llaman de una forma similar.
Aunque como verás, en este blog se denominan las cosas como hace muchos años se llamaban y las experiencias son las auténticas, aunque nos falta la experiencia de personas que ya no están entre nosotros y que baldeaban la cubierta del Galatea de rodillas, con ladrillos a modo de bruses y escobas cortas de brezo para ayudar a eliminar los restos de arena y sosa de la superfice de la madera.

Cuando baldeábamos, que casi siempre se hacía por un reducido número de personal de guardia y el resto por castigados o arrestados, algunos mandos veteranos nos decían, cuando nos quejábamos de los pies descalzos hinchados y el dolor de espalada del brus, que no era para tanto que antes se hacía con pantalón corto, aún en invierno, de rodillas y cogiendo entre las dos manos un ladrillo macizo y a ritmo de baldeo restregarlo a uno u otro lado igual que se hacía con el brus, emtonces nosotros pensando en esas calamidades nos conformábamos con las nuestras.

Bueno Manuel y demás navegantes, visitar de vez en cuando los otros dos blog, "Comentarios del Buque Escuela Galatea" y "Relatos del Buque Escuela Galatea", los enlaces están en esta página, a la derecha del blog. Un saludo a todos
07 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Sí, ya visito también esos otros blogs.
Por cierto en el blog de Jaume Matamala, quién ha perdido el contacto conmigo, se enumeran los distintos comandantes del buque desde 1922. En 1962, cuando estuve, era el Capitán de Navio D. Gabriel Pita da Veiga Sanz, pero al menos en ese caso lo era también del cuartel de instrucción, o sea, que yo nunca lo vi pisar la cubierta del Galatea. Luego, ya de Almirante, fue Ministro de Marina en el primer gobierno de Suarez. Lo reconocí al salir el televisión.
A quién antes he nombrado, Jaume Matamala, estaba vinculado con el fallido viaje a Glasgow.
Estoy de acuerdo, a ver si entre todos los que conservamos cariño por la Armada, conseguimos dinamizar estos blogs. Abrazos.

07 noviembre 2012

Arminio dijo...

Si es cierto, que Gabriel Pita Da Veiga fue comandante del Galatea, pero por algún motivo, no figura en las relaciones de los comandantes del Buque, cosa que he tratado de investigar en numerosas ocasiones. Esa lista está en un libro sobre el Galatea editado hace algunos años por Cudernos de Ferrol.
En cuanto a lo demás no te cuento nada pues no acabaría de ensalzar la figura de esa persona.

En cuanto a Miguel y Castrillon quiero decir que nadie es culpable del estado del Galatea cuando entró en dique, los que eran responsable del velero eran sus comandantes y la Armada que seguro se gastaba más dinero en Elcano que en el Galatea en sus reparaciones y mantenimiento.
Vosotros bastante hacíais con poner toda la carne en el asador para que saliese victorioso de los temporales y de los malos tragos que pasó en la mar. si no llega a ser por los maniobras que hubiese sido del Galatea.

Los castigos y la disciplina no siempre es igual, por lo que no debéis comparar, depende del comandante, de los oficiales y de los suboficiales embarcados. La comida igual y el trato con la gente dependa sin lugar a dudas de la educación de los que mandan.
Os digo una cosa, no es lo mismo mandar que saber mandar, saber mandar pocos lo hacen bien.
El poder se impone, la autoridad se reconoce y a colación os digo que comocí en el TA-21 Castilla a un cabo segundo de maniobra que tenía más autoridad que casi todos los oficiales y suboficiales juntos, se le reconocía la autoridad sobre las maniobas era un experto y buenísimo en su campo, hasta el comandate le pedía opinión, en cambio el suboficial de la maniobra donde estaba destinado, mandaba más que el cabo pero no tenía nada de autoridad, era un cero a la izquierda.

Está bien la polémica, pero la constructiva, que cada uno se exprese como desee y desde el punto de vista que lo vea, y me despido con una máxima: En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, es todo según el color del cristal con que se mira.
07 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Bueno, pues así será. Desconozco esas relaciones de comandantes, solo me he basado en la lista del blog: Jaime Matamala, donde figura D. Gabriel Pita como comandante desde el 30-9-60 hasta el 8-1-63. Lo importante es que sigan las entradas al blog. Saludos.
07 noviembre 2012

Arminio dijo...
Muchas gracias Manuel, llevas razón me he ido a otra cosa, llevas razón, Pita da Veiga si figura como comandante del Galatea, en las fechas que dices. Perdona el lapsus, pero al terminar de hacer el comentario, creo que era otro comandante el que no figuraba, aunque los que escriben aquí siempre dijeron que lo conocieron o al menos que tuvieron la certeza de que fue comandante del Galatea.Un saludo.
07 noviembre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, lleva razón Don Arminio Sanchez Mora, el cambio de palabras también llegó a la Armada, antes a los nuevos que ingresaban en la Armada, se les llamaba "peludos" y al petate "Saco" esos son los verdaderos nombres, pero claro, se va cambiando poco a poco el vocavulario y, nuevos nombres a todo hasta para escribir.
¿ donde se encuentra UREÑÑÑAAAAAA? parece que está descansando algo, bien merecido lo tiene.
A mi me suena mucho don Gabriel Pita da Veiga, en unn principio, decia que estuvo con nosotros de comandante, pero, no, lo confundí con Don Ramón Liaño de Vierna, éste comandante para nosotros fué el mejor,muy humano y llegado a nosotros, estuvimos muy bien con él.

Bueno, ya veo que mis adversarios escritores, no dan señales de vida, así que, yo iré a mi aire, navegaré, yo solo, haré como el "Holandés Errante, largo todo el aparejo y amarro bien todos los cabos y brazas y a navegar sin rumbo fijo, a donde me lleven los vientos, y entre las nieblas, navegaré en solitario para no ser localizado.
Bueno amigos y compañeros de la mar, de todos los buque de la Armada recibir un muy cordial saludo.
07 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Se presenta el grumete de tercera categoría, Gerardo Ureña.
Después de desearos lo mejor, trataré de aclarar algunas cosas, que me han dejado intranquilo.

He leído el último escrito en el blog, de Miguel, lo he vuelto a leer, una, dos, tres y cuatro veces. Como persona creyente que soy, Juro ante La Biblia, que en mis relatos, nunca, repito, nunca he mentido, siendo una estupidez y un absurdo, que a estas alturas de la vida tuviera que disfrazar la verdad. ¿Por que tendría que hacerlo?. No entiendo.
Lo que voy a decir a continuación, y lo que he dicho en anteriores fechas, va a Misa Mayor, aunque yo no vaya.

Mis queridos y respetados compañeros, soy de los que piensa que la verdad absoluta no existe, cada uno de nosotros, vamos por la vida pensando que nuestra verdad es la mejor. Esto, no siempre es así, tenemos que respetar la verdad de nuestro prójimo. Yo respeto tu verdad Miguel, pero debo defender la mía.
Antes de empezar a escribir en el blog, tuve mis miedos, vosotros fuisteis para mí, la fuerza que me ayudó a conseguirlo, después me fuisteis animando, hasta que caí en la inmodestia de creérmelo.
Pobre de mí, que entúpido he sido. No soy de las personas que se ponen a escribir y lo hacen de forma inmediata; yo necesito plasmarlo en unas hojas de papel, leerlo, releerlo, y volver a leer, rectificar lo que no me parezca bien, y de esta manera, auto aprobarme lo escrito y lanzarlo a la máquina.

Miguel, de los aproximadamente 29/30 meses que yo pertenecí a la dotación del Galatea, solamente coincidimos ambos, en la reparación de la arboladura, y el viaje a Santa Isabel, así pues lo que sucedió año y medio antes, tú no podías saberlo, como yo no puedo saber lo que pasó en el invierno del 57 y el año 58.

Los dos tuvimos dos comandantes (creo),Liaño de Vierna y Pita da Veiga.
Si mi memoria no me es infiel, a mí en el Galatea, solamente me dieron vino una sola vez, y fue en mi primer viaje, el de Pernambuco. Habíamos realizado una buena maniobra general y, el comandante estaba contento, éste desde el puente y por los altavoces dijo, que como premio se nos daría una ración de vino. La respuesta de la dotación fue un festín de ¡¡¡VIVAS!!!.

Quiero suponer, por que así me lo contaron, que en Navidad y el día de la Patrona, daban vino, pero yo en esas fechas siempre tuve la suerte disfrutar de mis correspondientes permisos, Navidad y Verano. A mí nunca me dieron un botijo de vino en el Galatea.

Omitir los nombres de nuestros mandos, ¿por qué tendría que omitirlos?. Entiendo que lo correcto es nombrarlos, aunque pienso que debemos respetar la decisión de cada uno.
En este blog, yo personalmente he hablado de D. Pablo San Emeterio, contramaestre del palo mesana y su cabo Jubia, y nunca dije que fuera mala persona. D. Jesús Freire, contramaestre de cargo del Galatea, D. Saturnino Serantes. D. Pedro Giménez, el maestro velero, que tenía la graduación de mayor, para mi modesta opinión, fueron personas muy dignas, sin que esto quiera decir, que en ningún momento hicieran dejación de sus obligaciones acordes con su rango.

Los que a juicio del que suscribe, no fueron tan dignos, yo no tengo ningún tipo de rubor en decirlo. Esto como es natural, debe ser con carácter potestativo. Tú mismo lo dices en tu escrito, no todos eran iguales, y los gallegos se ayudaban. ¿Entones cual es la cuestión?. No entiendo. No todos tenemos la misma visión de los hechos. Ambos hicimos el viaje de Guinea, tu brigada y otra más tuvisteis visita a las plantaciones, y según vuestras propias versiones, os agasajaron como a príncipes, bebísteis y comísteis, sin tasas ni reglas.

Yo estaba en el mismo barco, ¿no?, mi brigada no tuvo esa suerte, por lo que se deduce que ambos tendremos una versión diferente. Sigue...
10 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Continúa… Como dijo Voltaire: No depende de nosotros el ser pobres; pero sí depende de nosotros el hacer respetar nuestra pobreza.

Sigo con el viaje de Guinea: Esto que voy a relatar hoy, ya lo hice en un pasado no muy lejano.
En ese viaje se descubrieron seis homosexuales a bordo, los seis eran peludos recién embarcados. El diccionario que yo manejo dice: hombre afeminado. Yo de gay solo conozco una afamada tienda que había en Valencia que vendía 3 en un duro. Bueno, continúo. Los descubrió un muchacho de mi promoción al que llamábamos "Melilla".
Este hecho provocó una auténtica revolución, todo eran comentarios y chismes, radio "bolina" estaba en su mejor momento y funcionaba las 24 horas del día. De repente entramos en Dakar, la capital del África occidental francesa. Nada más llegar, desembarcamos a los seis angelitos y una vez hechas las gestiones oportunas nos hicimos a la mar y seguimos viaje.
Lo primero que pensé yo, fue, para llevarme a mí a Tenerife para no perder el curso, La Marina no tenía dinero, para dejar en Dakar 6 homosexuales La Marina no encontró reparos. No le dí más importancia, Dios sabrá porque lo hizo.

Parásitos: Miguel, en el sollado de popa, en la banda de babor, al final estaban las batayolas, y justo en un rincón había un ojo de buey o luz de policía; pues justo en ese punto y con un espejito y unas pinzas, el que suscribe se despojaba de unos animalitos que se agarraban a mis carnes con gran fuerza.
Esto, llámalo como quieras, porque debo decirte, que era yo el que se las quitaba, no era ningún compañero, ni se trataba de una milonga que me habían contado, no señor, era yo en primera persona del singular.

Un día noté unos picores por la zona de los calzoncillos, me dirijo a los jardines y compruebo que entre las costuras del calzoncillo había una invasión de piojos (estos sí que los conocía bien, pues en la postguerra los tuve que sufrir) me quuité los calzoncillos, los tiré al mar por la borda de babor, lavé la faena gris y me cambié totalmente, después de una ducha de agua salada, y un frasquito de cruz verde que solía vender el cabo cartero, aplicabas el producto en tus partes íntimas y esos bichitos desaparecían rápidamente.
¿Quién producía estas insalubres situaciones? Éramos muchos en el barco, estábamos hacinados, la gran mayoría dormía a plan, ganchos para todos no había, y la higiene que tú dices era muy irregular, eso que tú cuentas sería después de desembarcar yo.

Curianas o insectos: Carlos Enrique Jiménez de Cisneros y Ponce de León, más conocido a bordo por "Güili" y un servidor, fuimos grandes amigos. A medio día después de comer, si no teníamos guardia, nos sentábamos a plan sobre el linolium y les poníamos nombre a las curianas, solíamos pasar unos ratos cojonudos, montándonos nuestro propio espectáculo.
Esto tampoco me lo ha contado nadie, esto lo he vivido yo, las había por todas partes, especialmente en zonas calientes, el sollado de popa era una zona caliente, pues la bajada a máquinas estaba allí. Y lo de la barra de pan, una verdad como el sol que nos alumbra. Sigue...
10 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
¿Tampoco te crees que apagábamos los cigarrillos con la planta del pie?, pues créetelo, que es cierto. No sabia yo, que el Arca de Noe tenía tiranos.
Mira, esto que te voy a contar, tú ponle el nombre que quieras, yo le llamo algo más que tiranía.
El alférez de fragata D. Jose María Lagostena, fue el oficial que me asignaron en la brigada y en el destino(yo tenía costado y botes) era malo a rabiar, yo supe guardarme bien de el y a pesar de mi corta esperiencia, nunca me pudo enganchar, pero...no te pierdas lo que viene a continuación.
Tú sabes que habían un banco de suboficiales en cada banda, pues bien, un buen día navegando rumbo a Brasil, D. Jesús Freire, estaba sentado en la banda de babor, y Lagostena venía de proa, yo estaba barriendo la cubierta frente mismo a D. Jesús, pasa Lagostena camino de popa y al llegar a la altura de D. Jesús, se para y le dice" no sabe usted levantarse cuando pasa un oficial; D. Jesús se levanta rápidamente, se cuadra y saluda. D. Jesús peinaba canas, el otro podía ser su hijo. Ignoro que calificativo le darás a esto, yo no me voy a pronunciar, por que no quiero manchar el blog, esto tampoco me lo contaron, esto lo presencie yo. Repito, Navegando!!!!!.

Otro Castigo:
Teniente de Navío D. Gabriel Estrella (esto también lo conté en el blog).Un chaval de León, bueno y sano, al que todos llamábamos "Gabi". Un día a las 8 de la tarde, el oficial mencionado, le castiga y le envía a los cuernos, y le dice, "permanece allí hasta que yo te lo diga. Se hicieron tertulias entre nosotros, nos preguntábamos el por qué del arresto. Hacía una noche de "perros", era invierno, yo me acosté, esa noche tenía guardia de alba.
Al entrar de guardia me toca de ordenanza del oficial en el puente, el saliente me hace entrega de un capote, hacia mucho frío, me use el capote y me arrimé al mambrú (nombre vulgar de la chimenea del fogón de los buques) pues me sentía muy bien y estaba más caliente.

De repente aparece Gabi pidiéndome permiso para hablar con el oficial de guardia, ¿que quieres?, le pregunté yo "pedirle permiso para orinar" "pero hombre Gabi, que cachondo eres" "Valencia que este oficial me castigó a los cuernos hasta que él me avisara, y esta es la hora que no me ha dicho nada". Me quedé sin palabras, no me podía imaginar que este muchacho siguiera en los cuernos. Resumo, al enterarse D. Gabriel se asustó, no se acordaba, se le había olvidado. El oficial habló con el contramaestre y le dio orden de que le dejaran dormir todo el día. ¿Cómo podríamos llamar a esto?....

Castrillon, tú estabas a bordo en esa época y en ese viaje. De la sopa de ajo, creo que ya se ha hablado demasiado, yo si la tomé y estaba muy rica.
Arminio yo no recuerdo ninguna aventura con el tema tangón, siento no poder decirte nada, pero nada sé de este tema.
De la música y las quinielas, de esto sí, y como bien dice Miguel, te sentías tan bien que parecía tocar el cielo con los dedos.
La Gloria Lasso, y aquellas canciones italianas que estuvieron de moda en aquellos tiempos,  fueron muy pegadizas.
10 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue…
Los pasodobles, las islas Canarias, y tantos y tantos que en aquella época alimentaban nuestro empobrecido espíritu.
José María, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Lo de D. Manuel Fontanilla, lo dejamos en su sitio y le damos el lugar que le corresponde, es decir, valiente artillero. Sin duda sería una noticia más de "RADIO BOLINA".

He meditado profundamente estos días, he dejado que se enfriaran los ánimos, no he querido tomar ninguna decisión en caliente, y he pensado lo siguiente. Quiero seguir conservando vuestra amistad por encima de todo, no quisiera que se rompiera nada, mi aprecio a vuestras personas está por encima de cualquier circunstancia. He decidido dejar de escribir en el blog; con vosotros, si me lo permitís, seguiré escribiendo a través del correo electrónico.

Deseo seguir siendo vuestro grumete de tercera. No tengo nada personal contra ninguno de vosotros, todo lo contrarío, os aprecio en gran manera. Es por este motivo que decido dejar de escribir, no me resultaría fácil soportar la más mínima diferencia con mis camaradas, creo sinceramente, que es lo mejor.
Como decía mi buen padre: hay que acariciar lo fácil y odiar lo difícil.
Mi capacidad de comprensión no me la ha calculado nadie, creo ser muy comprensivo. Estoy convencido que esto será lo mejor para todos. No deseo tener un desliz involuntario y hacer un inapropiado comentario fuera de lugar.
Os pido por favor comprensión; esto no es nada personal con ninguno. Vosotros estáis acostumbrados a escribir en el blog, yo no.
Me hago cargo Miguel, que no podíamos comer a la carta, pero convendrás conmigo que había de todo, días pasables, regulares y no tan pasables.
Unos días antes de salir a mi nuevo destino en Cartagena, llegaron a Ferrol los nuevos Lepanto y Ferrandiz, venian de San Diego. Las dotaciones estuvieron un año en Estados Unidos. Yo tuve la oportunidad de verlos cuando llegaron, nada que ver con lo nuestro. Entre otras cosas te diré que solamente había una cocina, parece ser que en "América todos comen lo mismo". Esto que relato, supongo que tú también verías y comprobarías.

Catrillón y Arminio, hace tiempo os pedí vuestra dirección postal, mi deseo es sorprenderos (espero que gratamente) estas Navidades. Solamente tengo la de Miguel.
Recibid todo el afecto y respeto que me merecéis, y que este es muy grande.
¡¡¡ Hasta siempre compañeros.!!!
Triste es la noche sin luna
Triste es la noche en la mar
Pero más triste es amar
Sin esperanza ninguna.
11 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos, que tengan un feliz día.
Me gustaría dirigirme a Castrillon y Gerardo Ureña, para decirles que lamento haber despertado esta polémica, también tengo que decir que yo nunca he dudado de la veracidad de los comentarios vertidos en este blog, ni de los de ellos ni de los demás colaboradores, que jamás he tenido como norma sembrar la discordia, que si cualquiera de mis comentarios les han ofendido verdaderamente lo siento, nada más lejano de mis intenciones, espero que a partir de este momento quede más que zanjada esta contrariedad.
Caña a la vía avante a todo trapo. Saludos. PAZ Y BIEN.
11 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Mi último comentario se debe haber cruzado con el insertado por Gerardo, no lo había leído, verdaderamente siento profundamente su decisión.
11 noviembre 2012

El Galatea dijo...
No, no es fácil encajar una noticia como la que hemos recibido. Se hace el silencio, te sientes pequeño en la inmensidad, piensas y te das cuenta de que hoy estás y mañana ya no, de que hoy podíamos estar cerca de ti aunque fuese por un estrecho hilito que se rompe en un segundo, de que pasamos por la vida como aquel que pasea un rato por el parque y cuando se quiere dar cuenta se le han pasado las horas volando, de que la vida es corta como tarde de invierno.

En días como hoy, no es fácil describir con palabras qué se siente cuando se pierde el trato continuado de uno de esos amigos que han escrito un buen número de páginas del libro de nuestra vida. ¿Qué te puedo contar? Desde hoy no hemos dejado de pensar, en todo lo que hemos compartido en estos días pasados de nuestras vidas. No podemos evitar pensar en eso.
Nos quedamos con las ganas, querido Gerardo, en darte un abrazo, aunque fuese el último. Pero nos quedamos también con la imagen de aquel muchacho que siempre sonreía y con el que en noches de verano compartimos la madera del castillo del Galatea, aunque en tiempos distintos, cuando tumbados con la mirada al cielo escudriñábamos el cielo, con la mente perdida en nuestras familias y nos contentábamos con poner nombre a las estrellas.

Hace algunos meses, de repente, vuelve a tu vida alguien que creíste perdido en el camino. Y te das cuenta de que nunca debió haberse ido, de que fue un error dejar que se fuera, pero inevitable. De repente, los sueños no se hacen realidad si no que consiguen hacer que la realidad valga la pena.
De repente, un escrito en este entrañable blog, te hace recordar que has tenido la suerte de encontrar a alguien que te sabe escuchar, que se preocupa por ti, que te aconseja, que te apoya incluso en tus planes de locura.
De repente, recuperamos a un amigo que consigue que te vayas a dormir con una sonrisa, cosa que hace demasiado tiempo que no hacíamos.
Esperamos que tu decisión sea fruto de la paz y que aunque sea en tu ausencia, sigamos juntos poniendo nombre a las estrellas.
11 noviembre 2012


Castrillon dijo...
Hola a todos, ¿quien ha sido el gran escritor de éste último relato? es maravilloso, yo sospecho en dos personas pero no las nombro por miedo a equivocarme.
Bueno como sabéis estuve haciendo de "El Holandés Errante" pero era demasiado aburrido y solitario, no, eso no es lo mío, así que sigo con mi cargo de gran jefe, así que,no os descuidéis en nada.

Bueno, ya he leido los escritos de nuestro gran amigo y compañero de navegación UREÑAAAAAAA, y efectivamente, es verdad todo lo que dice, a estas alturas no sabemos mentir, no nos conduce a nada, lo pasado es lo contado en estas páginas, lo que ocuure es que, alguien lo toma a broma y por eso dice lo contrario para reír de alguna posible discusión, pero nooo, no lo dice en plan de contradecirnos.
Amigo !!!!Ureñaaaaaaa¡¡¡¡ tu hablas muy bien, lo de Lagostena, llevas mucho razón, bueno en todos tus comentarios, solamente lo comprendemos nosotros, los que lo hemos pasado.

Como te decía, éste Lagostena estuvo de jefe de mi brigada, y era el responsable de nuestra economía y nos guardaba las libretas de ahorro, por lo que la paga que nos daban iban directamente a nuestras libretas.
En una ocasión, antes de llegar a un puerto, él estaba en la cubierta por la banda de babor, y me acerque a él para solicitarle que me diera algo de dinero para llegar a puerto, así lo hizo, y yo, le dí las gracias, pero me sorprendió con su contestación, "no tiene por que darme las gracias, yo estoy cumpliendo con mi obligación, y, ustedes con la suya, los dos estamos sirviendo a la misma causa, a la Armada", pero, no creas que me lo dijo de buenas maneras, !!!nooo¡¡ fué demasiado serio, yo quedé cortado. Bueno si nos ponemos a contar los detalles, no cesaríamos y podríamos escribir páginas.

Bueno amigo !!Ureñññaaaaaa¡¡¡¡¡ no te alejes demasiado que te vamos a buscar y te llevamos al castillo a orear el pallete de colisión, y a peinarlo.
Sin más recibo un muy fuerte abrazo y un muy cordial saludo a todosssssssssssss.
12 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Después de haber pasado algunos días de cierta marejadilla, que por cierto no deja de ser algo incomodo para todos los que estamos navegando en esta virtual travesía, me dispongo a teclear de la única forma que sé hacerlo, espero que todos volvamos a nuestros habituales destinos a bordo de este singular velero.
A ver Gerardo ¿tú conociste o recuerdas a un tal Ventura? que creo que era del curso de Padilla, el Chato, Suances y otros que ya no recuerdo sus nombres, bueno pues ese tal Ventura era paisano mío, mientras que estuvimos juntos era mi guía y solíamos ir de permiso juntos hasta nuestros pueblos, el vivía dos pueblos siguiente al mío, era una buena persona al menos para mí sí lo fue, cuando se marcho ya de cabo me quede algo huérfano, pero era la ruleta de la escuela por donde teníamos que pasar todos.

Castrillon no sé porque tienes tanto interés en seguir siendo el Comandante jefe de esta dotación, con lo divertido que es pertenecer a la vil canalla de proa, restregar la marinera por las maderas del castillo o por el linóleum de los sollados, jugar a las cartas en el suelo o hacer de gavetero, portar la comida al rancho y después lavar los platos, salir de paseo con los de tu misma categoría, todo eso bien sabes que era fascinante, ahora te lo pierdes solo por estar algo mas a popa, creo que debías reconsiderarlo.
Arminio de tu pluma salen frases que enternecen al más rudo marino, es cierto que ya nos tienes muy acostumbrados a leer cosas súper agradables, pero sigue siendo un placer seguir leyendo tus muy acertados comentarios, para mí es un honor el haber coincidido en este tu espacio, y espero que sigamos juntos mucho tiempo en este castillo de nuestro añorado Galatea, que continúen estas virtuales navegaciones por mucho tiempo.
Con mis mejores deseos, que la felicidad siga siendo vuestra fiel aliada.  Saludos para todos. Paz y Bien.
12 noviembre 2012


Arminio dijo...
Buenas tardes a todos los navegantes, pues siempre lo han sido, antes en buques ahora en la red, pero siempre buscando nuevos horizontes, esa línea que desde los barcos en los que estuvimos destinados escudriñábamos con nuestros vivaces ojos en busca de la próxima aventura, del próximo destino, de aquel puerto donde tocar tierra firme y salir del amasijo de metal y madera en el que vivíamos.

Buenas tardes a todos, a Miguel por sus reflexiones, a Castrillón por sus llamadas de atención en busca de los que poco a poco se van olvidando de nuestro Galatea, a Ureña por sus aventuras, y a todos los demás que se que nos siguen, pero no desean escribir para al menos saber que están ahí.
Bueno el Galatea sea como fuere, sigue su rumbo certero y el viernes por la noche se dará a conocer en un programa de radio, que emitirá por sus ondas la breve historia del Galatea y de sus marinos que le han dado a conocer cuando estaba olvidado.
Para el fin de semana se pondrá el audio del programa para que el que desee lo pueda escuchar. De esta y otras maneras el Galatea ya no navega de nuevo, pues navega sin cesar desde hace algunos años.
Animo para los que pasan de puntillas y nos visitan, ánimo para escribir sus impresiones, y si pasaron por el Galatea, para escribir sus anécdotas en el velero. Un saludo a todos.

12 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Leo con frecuencia e interés cuanto se publica en este familiar blog para quienes pisamos alguna vez la cubierta del Galatea, pero pienso que para dinamizar su contenido podría servir de tranpolín para tratar de contactar con compañeros que coincidieran en la misma época.

Por ejemplo yo pertenezco a la segunda convocatoria de especialistas de 1962. Después del Galatea estuve en la E.T.A.N. JANER de San Fernando y luego dos años en Cartagena embarcado en las fragatas Furor y Rayo. ¿Alguien coincidió por entonces?.
Un fuerte abrazo a todos los marinos, independientemente de sus fechas de permanencia en la Armada
.

13 noviembre 2012
Arminio dijo....
Un saludo Manuel, llevas razón y quizás habría que abrir otra página para comenzar esta nueva andadura. No lo hicimos al principio para evitar que el blog en vez de recoger la vida en el Galatea, se convirtiese en un lugar para contar de todo menos cosas del Galatea.
De esta manera hemos logrado rescatar la vida y viajes del velero, ya que tenemos más de 5000 comentarios escritos, que están celosamente guardados y que poco a poco se van metiendo en el otro blog, tiulado comentarios del Buque Escuela Galatea.

En el blog Relatos del Buque Escuela Galatea, se ha habilitado un espacio para contar la experiencias de la llegada al Galatea y la página se llama "La LLegada al Galatea".
Siempre hemos querido que este blog sea un espacio cultural y no un lugar de contactos, pues así sucede en otros blog donde se pretende contactar con compañeros y lo que se lee son simplementes saludos, fechas y destinos que se apartarían mucho de lo que nosotros hemos querido lograr.
Un saludo Manuel y haber si te animas a escribir sobre tu llegada al Galatea para incluirlo en ese espacio.
14 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Comprendo. La argumentación es totalmente razonable.
De acuerdo, en otro momento, referiré el momento de nuestra llegada al Galatea. Saludos
14 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Bueno, como lo prometido es deuda, me referiré a mi llegada al Galatea. Se que debería hacerlo en la página destinada para ello, pero no se que pasa que cuando pincho en "entradas más recientes", no me salen. De todas formas, mi relato será breve y prefiero hacerlo aquí, pues me acompleja lo extenso de los escritos en esa página y la descripción tan marinera, habida cuenta de que yo fui artillero, embarcado durante dos años.

Seré breve: La llegada tuvo lugar al terminar el periodo de instrucción en San Fernando de la segunda convocatoria de especialistas de 1962. Legamos cansadísimos después de un viaje en tren durante dos dias haciendo transbordo en Madrid, tras un descanso en el Ministerio de Marina.
El Galatea en el muelle del Arsenal. Dormir en coys, estiva en las batayolas, comidas distribuidos en ranchos, lavado de los platos con agua de mar, ver la televisión en el CIM del Ferrol (entonces del Caudillo), guardias en capitanía, alguna navegación en el destructor Sanchez Barcaiztegui. El comandante, que no pisaba la cubierta, o yo al menos no lo vi, era el capitán de navío D. Gabriel Pita da Veiga y Sanz, a su vez era comandante del cuartel y después fué Ministro de Marina.

A destacar las veces(no recuerdo cuantas)que nos hicieron sufrir el SALUDO A LA VOZ, que miedo pasaba. Y nuestro galón como gran V invertida en el brazo izquierdo, como aspirantes especialistas. Un abrazo a todos.
15 noviembre 2012

Arminio dijo...
Bueno al fín pasas al lugar de honor, de los que cuentan sus primeras impresiones al llegar y ver la silueta del Galatea, esa imagen del velero nunca se nos olvida, pues creo que quedó para siempre grabada en nuestra retina y en nuestro cerebro.

En unos minutos te paso la descripción al blog "Relatos del Buque Escuela Galatea" en la página "La llegada al Galatea". No podías comentar ahí pues solo se puede hacer desde el diseño del blog.
Un abrazo y gracias por tu inestimable aportación. No te olvides y sigue con nosotros contando tus recuerdos. Pero claro los del Galatea, pues todos hemos estado en otros destinos embarcados, pero es sería otra historia.
15 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Pues gracias Arminio. Me parece bien la perfilación de mi escrito, ya que lo hice un tanto a la ligera y resumido. Estaré atento a esa emisión de radio y si no la escucho la veré en el blog.
Yo tengo un blog, pero son simple relatos o anécdotas sobre mis experiencias en la vida, pero como no, dedicaré un capítulo a la Marina y nombraré al Galatea. La entrada tardará un tiempo, ya lo comunicaré por si alguien tiene interés en leerla.

Pensaba dedicar cuatro capítulos, que creo lo merecía, pues yo sigo teniendo alma de marinero, como Serrat dice en la canción Mediterráneo, pero luego me decidí por resumir, porque considero que abrumaría a los lectores que no tienen esas vivencias o esos sentimientos. Un abrazo.
15 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...

Pues bien Arminio, he visto y escuchado todo lo relacionado con el programa de radio de Onda Cero.
Te felicito por la precisión y oratoria, sobre nuestro velero Galatea.
Pero me surge una duda: Decías que en 1974 se destinaba para la formación de los especialistas de Maniobra. ¿Era así exclusivamente?, ya que en 1962, además de esa función se hacía allí también el Período de Ambientación para todos los de cada convocatoria y después se elegía la especialidad y sí, entonces regresaban de nuevo solo los de Maniobra.
Por favor, a ver si me puedes responder, con vistas a la prevista entrada en mi blog dedicada a la Marina. ¿Cuándo en 1928 lo sustituye el J. S. Elcano, queda para la formación de suboficiales en general, o solo para los futuros contramaestres?.
Ya escuché por la radio lo de segunda división, algo que no comparto, pués todos tenían su importancia en la Armada.

18 noviembre 2012

Arminio dijo...
Pues Manuel, primero agradecerte el comentario aunque al ser una entrevista telefónica, siempre te sorprenden con las preguntas, yo no sabía lo que me iban a preguntar y lo de segunda división fué una especie de simil, pero en cierto modo era así.
Antes, destinados al Galatea iban todos los especialistas para formarse sobre la vida marinera, incluso recién traido a España, por allí pasaban casi todos y como bien dices luego cada uno iba a su especialidad. Ahí está la presencia de Miguel Delibes a bordo.

Cuando yo estuve, al Galatea acudían, los marineros de reemplazo que eran destinados como dotación al velero, los marineros de reemplazo que estaban haciendo el curso de "faenas marineras" con una V verde en el brazo, futuros cabos verdes, los especialistas de maniobra, los cabos segundos especialistas de maniobra, y los cabos primeros de maniobra para hacer el curso de contramaestre.
También junto  con los especialistas de maniobra acudían los especialistas en hidrografía, que al hacer los primeros seis meses de curso abandonaban la escuela y continuaban los otros seis en el buque hidrográfico Tofiño. Un saludo.
18 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Sí, en cierto modo era así, ya lo viví, no era igual un alférez de fragata que un contramaestre, aunque éste tuviera más experiencia, pero ya sabemos como es la vida militar y tal vez deba ser así. Dejemos el asunto como está.
Entonces, cuando introduzca la entrada en mi blog dedicada a la Marina, pondré que al ser sustituido por el J. S. Elcano, el Galatea paso para la formación de subofiales, así, en general y no creo que me desvíe mucho de la realidad.
Queda claro que ya en 1974 había desaparecido el Periodo de Ambientación para todos los especialistas en general.
No sabía, hasta que te escuché por la radio que el para mi Gran Miguel Delibes, estuvo en el Galatea, pero si sabía que embarcó en el crucero Canarias, buque que visité en ocasiones. Muy agradecido. Un saludo.

18 noviembre 2012

Arminio dijo...
Mira, la formación de especialistas, cabos y contramaestres, duró hasta el año 1981, cuando se dejó el buque con una dotación escasísima, solo el personal indispensable para la vigilancia y las guardias, todo el personal ya estaba en las dependencias militares que estaban a escasos metros del muelle. Poco más tarde se desarboló el Galatea y yo lo visité en esa época, viendo los palos paralelos al buque en el muelle y el velero sin ellos, solo estaba el casco.
Pero en 1974 cuando yo y Alberto Vera Meizoso embarcamos, la vida se hacía en el Galatea, y su dotación vivía a bordo en coys, nosotros estábamos todo el día en el velero excepto para dormir que lo hacíamos en las dependencias militares, desde donde por la ventana de los sollados veíamos el Galatea. Hay una foto mía que está el Galatea al fondo y la hice desde la ventana. Saludos.
18 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos, en primer lugar me gustaría que este día de hoy, así como todos los venideros, estén repletos de felicidad para todas esas personas que de cualquier forma se asoman al portillo de este nuestro virtual Galatea.

Arminio, he escuchado detenidamente tu intervención en Onda Cero, te felicito por tu oratoria, por tu mucho saber de nuestro emblemático velero, de haber tenido más tiempo hasta hubieses hablado de los peces voladores, lo único que creo que no estaba del todo correcta era la conexión, ya que a veces se oye algo entrecortada, pero repito eso para próximas intervenciones estará más que subsanada, podía decirte muchas más cosas agradables pero solo te digo ADELANTE compañero.
En mi época no había periodo de ambientación, al que se refiere el compañero Manuel Carrasco, allí te ambientabas si ó sí, no había otra alternativa, tampoco había tiempo para reflexionar ya estaba todo concretado, claro que me estoy refiriendo a algunos años anteriores a las fechas que vosotros estáis manejando, de todas formas el ambiente se lo tenía que montar cada uno el suyo.
Por cierto Manuel Carrasco me alegra que te hayas quedado con nosotros, me es muy grata tu presencia espero que sea duradera y sobre todo que te encuentres cómodo en estas tertulias.
Por aquellas fechas a mediados de los años cincuenta, en el Galatea sólo embarcaban los que habían elegido la especialidad de maniobra, primero se hacían los nueve meses de embarque necesarios para entrar en la escuela, a continuación, y siempre previo exámen, ascendías a ayudante que se distinguía por la V invertida roja, posteriormente se llegaba a especialista habiendo pasado el mismo proceso, esta categoría tenía como distinción un pequeño galón horizontal bajo el distintivo, también rojo.

Siguientemente pasados los seis meses de cada curso y habiendo aprobado el exámen de todos ellos, ya llegabas a cabo segunda y eras destinado a los buques de guerra, es decir una vez pasados los dos años de tu incorporación en la Armada si habías superado todos los exámenes eras ascendido a cabo, si por lo contrario suspendes algún exámen este proceso se tenía que repetir durante seis meses.
Sólo permitían hasta dos oportunidades en cada curso, si se suspendía en los exámenes para el ascenso a cabo las dos veces permitidas, te hacían cabo de mar que se distinguían por el distintivo, que en vez de tener dos anclas cruzadas rojas tenía una sola ancla también roja. Con mis mejores deseos, Saludos. Paz y Bien.
18 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Gracias Miguel Gómez por la bienvenida. Sí, ya me siento cómodo en este blog marinero sobre el Galatea, pues aunque mi vida luego de la Marina siguió otros derroteros, nunca perdí mi sentimiento de afecto por la Armada.

Por lo que cuentas, ya veo que la Marina siempre fue exigente en la formación de sus profesionales, parece que en los años 50 incluso más.
Cuando yo entré en julio de 1962 la variante era: Tres meses de periodo de instrucción, todos en el CIM de San Fernando con una V roja en su posición normal en el brazo izquierdo, parece ser que indicaba "voluntario", después tres meses TODOS en el Galatea, como periodo de ambientación marinera, con la V grande invertida en el mismo brazo. Nos llamaban Aspirante Especialista.
Se elegían las especialidades, los de Maniobra volvían al Galatea, pero TODOS , cada una en su escuela, seis meses como Especialistas, con el correspondiente distintivo rojo y rectangular. Yo dos cañones cruzados y debajo el pequeño galón rojo horizontal que indicas.
Seguía otros seis meses como cabo segundo alumno y luego, normalmente embarque, o sea, al año y medio de la entrada en la Armada.Luego dos años de prácticas y ascendias a cabo primero, que es cuando me salí.

Aunque sea salirme un poco de contexto, comento que hablando con un amigo que fue cabo primero en Tierra durante su servicio militar obligatorio, no creía cuando le decía que eso en la Marina no era posible, pues a lo más que podían ascender era a cabo segundo (Cabo verde) y eso que en mis tiempos el servicio era de dos años, seis meses más que en las otras Armas. Saludos a todos.

18 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Querido José María, querido Miguel y querido Arminio; os menciono por orden cronológico, ya que los tres ocupáis un lugar preferente, en lo que a mi persona se refiere.
Ignoro si me creeréis, pero, no sé como empezar, son tantas las que desearía deciros, que no tengo suficiente pluma. Bueno, esto es lo que hay, y donde hay poco, no puede salir mucho.
Dejé pasar unas fechas, para no pronunciarme en caliente. He vuelto a equivocarme. ¿Cuantas veces he errado?, demasiadas.
Como dice FACUNDO CABRAL, en una bella reflexión: "De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones. Posiblemente yo aprendo poco, me equivoco demasiadas veces.

Después de tomar la decisión de abandonar la escritura en el blog, después de leer a Miguel y después de escuchar lo que me dijo el Galatea, la inquietud se instaló en mi persona y no pude tener un minuto de sosiego.
¿Qué había hecho, por qué me invadió esa desesperante desazón? Llamé a Miguel, hablé con Miguel y le dejé claro (creo) que no había nada personal, más bien todo lo contrario.
Cuando todo esto pasó, conseguí serenarme un poco. ¿Cómo se ha arraigado en tan corto espacio de tiempo, tan fuerte y sublime amistad?. No lo sé, pero si algo tengo claro, es, que existe y es real, y no pienso renunciar a que siga existiendo.

AL GALATEA PODRÍA DARLE LAS GRACIAS, esto sería poquísimo, pero repito, mi pluma es muy modesta, no está a su altura. He decidido dejarlo en las manos del Sumo Hacedor y que éste le premie con justicia por su bien hacer.
Mis compañeros y yo, sabemos quien eres Galatea. ¿Cómo podríamos no saberlo? Entre otras cosas, dices. "Esperamos que tu decisión, sea fruto de la paz, y aunque sea en tu ausencia, sigamos juntos poniendo nombre a las estrellas". Paz es precisamente lo que no tuve, con la decisión que tomé.
Gracias GALATEA, gracias por tus palabras que me han hecho mucho bien. Este humilde grumete, pide permiso para embarcar nuevamente con mis camaradas, esperando y deseando que la sensatez y el sentido común se apodere de mi persona. Mi mayor deseo hoy, es seguir poniendo nombre a las estrellas, acompañado de vosotros.
Sigo citando a FACUNDO CABRAL: No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, por que lo que debe ser, será y llegará naturalmente.

Del primero del 55 al segundo del 62, solo hay escasamente siete años. Fíjate Manuel como cambiaron los acontecimientos, vosotros teníais televisión, nosotros nada de eso pudimos disfrutar.
A juzgar por algunos de vuestros relatos, parece ser que recién embarcados ya os daban los galones de ayudante especialista. Nada que ver con nosotros. En nuestro primer viaje nos ponían un circulo blanco en la faena gris, y otro rectangular en el segundo viaje. Durante el primer año abordo, solamente formábamos parte de la dotación del Galatea. Era en el tercer viaje y después de un previo exámen, cuanto te ascendían a ayudante especialista.
Consecuentemente el primer año la cinta del Lepanto solamente ponía Galatea. Era a partir del segundo año cuando te la cambiaban por otra que decía Escuela de Maniobras.
A Pita da Veiga solamente lo sufrí en el viaje de Guinea, nada que ver con Liaño de Vierna. Es mi opinión personal. Continúa...
19 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue... Manuel Carrasco, del primero del 55 al segundo del 62, solo hay escasamente siete años. Guardias en Capitanía me tocaron dos, ya me perecen demasiadas.
Recuerdo que en una de ellas me tocó el jardín de noche, guardia de cuatro horas. Se hacen interminables. Había un reloj que daba las medias y las horas y te puedo decir que era desesperadamente largísimo.

A juzgar por alguno de vuestros relatos, parece ser que recién embarcados, ya os daban los galones de Ayudante Especialista. Nada que ver con nosotros. En nuestro primer viaje nos ponían un circulo blanco en la faena gris, y otro rectangular en el segundo viaje. Durante el primer año a bordo, solamente formábamos parte de la dotación del Galatea. era en el tercer viaje y después de un previo examen, cuando te ascendían a Ayudante Especialista.
Consecuentemente el primer año, la cinta del Lepanto, solamente ponía Galatea, era a partir del segundo año cuando te la cambiaban por otra que decía Escuela de Maniobras.
Miguel, me preguntas por Ventura. Yo posiblemente le conocería, ya sabes que allí nos conocíamos todos, siento decirte que el nombre no me recuerda nada.

A José Luis Martínez le quiero decir algo.
Entraste en este blog con mucho misterio e intriga, cuando descubrimos quien eras, prometes seguir escribiendo, alegas que aunque estás jubilado tienes mucho trabajo. Nunca más supimos de tu persona, ignoramos si estás bien. Debo decirte y te digo, que conociéndote como yo te conozco, este tipo de comportamientos siempre ha sido normal, es algo a lo que nos tuviste muy acostumbrados, siempre fuiste un "malqueda" José Luis. Bueno espero y deseo que estés bien, lo demás poco importa.
No quisiera despedirme sin darles las gracias y un especial recuerdo a todos los visitantes del blog, también a los que se suelen asomar y no tienen continuidad. A todos y aprovechando la proximidad de las Fiestas Navideñas, les deseo Paz y Felicidad.
A mis colegas les digo. "¡¡¡El Cirujano que me operó, me ha dado el alta médica!! ¡¡¡¡¡¡UN ABRAZO DE OSO PARA TODOS!!!!!!
 
19 noviembre 2012

Arminio dijo...
Gererado tú no embarcas de nuevo, tu siempre has estado a bordo, y esta es tu casa, tú velero, tus recuerdos y siempre los serán, aunque muchas veces estemos tan ocupados que nos olvidemos un poco de nuestra impronta que nos echó a la vida, y esa impronta para muchos es el Galatea.
Gracias por seguir entre nosotros, esperemos no defraudarte y hacerte sentir que tu decisión ha sido buena. Y como sabes, siempre hay maneras de ver las cosas, y existen muchas incógnitas que por mucho que se intenten despejar, nunca llegas a resolverlas y por lo tanto nunca llegas a saber el resultado de esta complicada ecuación.
Todo depende de la forma de ver la vida de cada persona, de los años que a cada uno les tocó vivir, de los comandantes y de los oficiales que estaban al cargo y de tantas cosas, que la realidad se deforma para cada uno.

Bueno también es una buena noticia lo de tu alta, por lo tanto ya estás poniéndote manos a la obra que tenemos que darle una buena mano de pintura, al Galatea, un buen recorrido de la arboladura y un baldeo que deje la cubierta como la patena. Esperemos que Castrillón deje de estar en la toldilla y entre todos comencemos esta nueva andadura. Un saludo a todos y a tí en especial Gerardo.

19 noviembre 2012
Manuel Carrasco Rubio dijo...
Encantado Gerardo Ureña.
En realidad ya decía que yo me incorporé a la Armada en la segunda convocatoria de especialistas de 1962, creo que eran cada seis meses, Esto tenía lugar en julio de ese año, que coincidía con el tercer reemplazo de servicio militar obligatorio, que era cada tres meses.
La V roja invertida si es cierto que nos la daban nada más llegar al Galatea, pero nos llamaban Aspirantes Especialistas y no AYUDANTES.


En cuanto a la televisión, si mal no recuerdo, no había en el barco, porque siempre recuerdo verla en el CIM de Ferrol, que estaba justo enfrente. Luego ya en los barcos si la teníamos, curiosamente recuerdo ver el partido España Rusia, que vencimos por 2-1 tras el famoso gol de Marcelino. Navegamamos por el Estrecho, no se si de vuelta o de ida a Canarias.
En cuando a navegar en el Galatea, estoy seguro que con aquella juventud y espiritu aventurero, me hubiera gustado mucho, a pesar que supongo que sería durísimo.
A Pita da Veiga lo conocí entonces, pero siempre en el CIM. Afectuosos saludos.

19 noviembre 2012

Castrillon dijo...

¿Qué estoy oyendo por esos rincones, detrás de las adujas de la estacha y brazas? ¿qué estáis tramandoooooooo?. Ya os tomáis unas libertades desconocidas hasta ahora por mi, que soy el gran Jefe, y mi sitio es la toldilla¡¡¡¡¡, si Arminio, no pongas esos ojos como sartenes, que os estoy vijilando contínuamente, y !!!aquí quien da las órdenes de embarque soyyyy yooooooooo¡¡¡¡¡¡ ¿enterados todos?.

Bien, me alegra mucho de oir a nuestro muy buen amigo y compañero de aquellos tiempos de navegaciónes GERARDO UREÑA, que quedaron en el túnel del tiempo, y que son testigos fieles, el viento, la mar, las nubes y todos aquellos elementos naturales que nos asediaban y complacían con sus rayos solares, y de noche las estrellas y la luna.

Ahí quedó todo grabado hasta el final de los tiempos, también las correspondientes dotaciones, todo queda en el tiempo, como fantasmas deambulando por todos los mares esperando volver a ver aquel viejo velero perdido en la soledad de los océanos y refugiarse en sus cubiertas, y oir las llamadas a la maniobras generales, escuchar las voces, las risas e ilusiones de ver cumplidos los deseos de los ascensos, de aquellas lejanas e imberbes dotaciones.Bueno todo pasó y todo queda en el aire.
¿Alguien recuerda su primer viaje al cuartel de Instruccion de Marinería? ¿ Que equipaje llevábamos?.

Yo por mi parte llevaba una maleta de madera, con una cerradura con llave, cuando llegué al cuartel, no se donde la metieron que no la he visto más, a partir de ahí mi compañero de equipaje fué el famoso saco de lona, blanco, al que solíamos pìntar un buque de guerra y nuestro nombre y compañia.
Bueno Ureña, ya seguiré refrescándote la memoria con temas de las dotaciones y personal.
Sin más recibir un muy cordial saludo todosssss y un muyyyy fuerteeee abrazoooooooo.
19 noviembre 2012

Anónimo dijo...
Ha sido un estupendo momento ver todas estas fotografías del Galatea, cuando yo estuve en el años 71/72, solo tenían cámaras de fotos muy pocos, no había la aficción ni la posibilidad de hacer fotos como ahora, por eso nos perdimos muchas cosas de las vivencias de alli, ahora lo primero que haré será comprar este libro y todo lo que encuentre de El Galatea.
Mi siguiente asignatura pendiente será ir a Inglaterra a verle, os felicito a los que habéis tenido esta idea, mis saludos. e.m.q.n.v.s.ferrar...j.h.g.
22 noviembre 2012

Arminio dijo...
Bienvenido a bordo del que un día fue tu Buque Escuela Galatea. Veo que te ha sorprendido el blog y las fotos, pero creo que debes visitarlo un poco más a fondo, no te quedes solo en la cubierta. Puedes ver vídeos, documentos, la canción del Galatea, los toques de silbato de contramaestre, sólo tienes que picar en las páginas de la derecha del blog.
Te he repetido tu comentario en este apartado pues es el que lee la gente más frecuentemente. Un saludo.
23 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos, he estado leyendo los últimos comentarios de este blog, y veo que tanto Gerardo como Manuel Carrasco, hacen referencia a Pita da Veiga, quería aclarar que no se están refiriendo a la misma persona. Según me consta el que estuvo de Comandante en el Galatea cuando éste navegaba, era Felipe Pita da Veiga, y el que también fue comandante del mismo, cuando este buque estaba de pontón se trata de Gabriel Pita da Veiga. Desconozco el parentesco entre ambos, puede que fuesen hermanos o al menos eso lo parece pero no lo sé, así como también tengo mis dudas del que más tarde fue Ministro de Marina.

Gerardo, tú dices que tuviste dos Comandantes en el Galatea, pues yo en los dos años que estuve embarcado en dicho buque, creo que tuve tres: D. Ramón Liaño de Vierna, D. Felipe Pita da Veiga y D. Luis Arévalo Pelluz este fue el último Comandante de nuestro mítico velero mientras que estuvo apto para la navegación.
En cuanto a esos distintivos que vosotros comentáis cuando aún no habíais entrado en la escuela, pues eso tampoco se hacía en nuestras promociones. Hasta no aprobar los exámenes para ayudantes no había nada para distinguirse, es decir, en los primeros nueve meses todos eran marineros de segunda, excepto los flechas navales que sólo hacían tres meses de embarque para entrar en la escuela, por lo que llevaban seis meses de ventaja con el resto de su promoción.

Castrillon me has recordado la maleta, la verdad que no se para que la llevábamos, si no tenía ninguna utilidad, yo llevaba una pequeña de lona, que cuando nos dieron la ropa y nos cambiamos, puse dentro mis antiguas pertenencias y la dejé en un almacén en el CIM de Ferrol. Cuando aprendimos a saludar que ya nos dejaban salir a la calle de paseo, la facturé para mi casa, otros allí la dejaron, de todas formas la perdida no tenía mucho valor.
Con mis mejores deseos, que la felicidad sea insaciable para con todos. Saludos, Paz y Bien.
23 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Hombre, me alegro ver nuevamente a este blog batiéndose con las olas. Llevaba varios días sin movimiento y me preguntaba si habían cambiado el lugar de los comentarios, pero no lo localizaba.
Pues bien, cuando yo llegué al CIM de San Fernando en julio de 1962 nos dieron una pequeña V roja y de una tela de mala calidad, para que nos la cosiéramos en la parte superior de la manga izquierda. Precisamente yo estaba haciendo esa labor solo en el sollado porque prácticamente acababa de presentarme, pues me incorporé unos días tarde por problemas de correo y no sabía que estaban haciendo los demás, cuando se presentó allí un h... de suboficial y sin atenerse a ninguna explicación me echó siete días de arresto.

Después de las comidas llamaban a los arrestados a formar en el cabrestante que había en el centro del patio para ir a la cocina a fregar. Ese desalmado estuvo a punto de que renunciase a seguir en la Marina, menos mal que no lo hice. Lo que me hubiera perdido.
En cuanto la V roja invertida, roja y de tela como la de los galones de cabo, nos la dieron nada mas llegar al Galatea.
Por lo que se refiere a Pita da Veiga, desconocía que existiera otro llamado Felipe, pero en 1962 D. Gabriel Pita da Veiga Sanz era capitán de navío, comandante del Galatea y del CIM de Ferrol, donde lo vi con frecuencia. No hay duda que ese, es el que de almirante, fue Ministro de Marina, lo reconocí perfectamente las veces que lo vi por televisión. Dimitió de forma fulminante cuando la Semana Santa de 1977 Suárez legalizó al Partido Comunista de España, no es mi intención entrar en política pero si reseñar un reciente hecho histórico.
Esto se puede constatar simplemente consultando en GOOGLE por esa persona. Saludos. Hasta la próxima.
23 noviembre 2012

Arminio dijo...
Buenas tardes a todos, espero que estéis todos perfectamente. Yo ando liado con los comentarios del Galatea y desde el nuevo blog ya podéis ver los comentarios desde el año 2011.
Intenté hacerlos de nuevo con letra más grande pero me ha sido imposible. Al llenar una página con un mes de comentarios ya no me deja meter más. LLevo varios días con ello, para nada.
Al hacer más ancho el blog del Galatea, los comentarios se ven mejor y he puesto un enlace que picando aparecen. En cambio desde el 1 de septiembre de este año si están con la nueva letra. Al menos están recopilados y los más antiguos del 2011, están guardados.

En cuando a la tradición de la familia Pita da Veiga viene desde antiguo y en cuanto al Galatea y al Cuartel de Intruccion de Ferrol, creo que son estos dos almirantes los que estuvieron en esos destinos, os dejo un poco de ellos.
Felipe Pita da Veiga y Sanz, nació en Ferrol en 1910 ingresó en la Escuela Naval Militar, estuvo embarcado en los cruceros Almirante Cervera y Libertad y en los cañoneros Canalejas y Cánovas del Castillo.

Fue comandante del cañonero Dato y del Buque Escuela Galatea y profesor del Buque Juan Sebastián de Elcano, así como director de la escuela de trasmisiones y electricidad A.E.T.E.A. y Capitán General de la zona Marítima del Estrecho.
Gabriel Pita da Veiga ingresó en la Escuela Naval Militar en 1924 y obtuvo el empleo de alférez de navío en 1929, con el que en marzo de 1930, fue destinado al crucero Victoria Eugenia. Una vez finalizada la Guerra Civil, en la que combatió en el bando sublevado, tuvo el mando de varios buques de guerra y en 1967 fue nombrado contralmirante, y con esa graduación fue jefe de la División Orgánica del Estado Mayor de la Armada y segundo jefe de dicho Estado Mayor (1969).
Vicealmirante en 1970, tomó el mando de la Comandancia General de la Flota al año siguiente. Es nombrado almirante en junio de 1972 y, el 8 de julio de ese mismo año, Jefe de Estado Mayor de la Armada, lo que suponía la culminación de su carrera profesional. Sin embargo, en junio de 1973, el presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, le propuso al general Francisco Franco como ministro de Marina, cargo que asumió inmediatamente.
Un saludo a todos.
25 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Cuando yo me licencié de la Marina española, era un 30 de Diciembre de l958. Ese día para mí y para otros, tocaron la tan ansiada Diana Floreada. El que suscribe desembarcó de la Fragata Sarmiento de Gamboa, con pasaporte a Valencia. Ya comenté en este blog, y en otra anterior ocasión, que mi intención era embarcar en la mercante; me ennovié con la que hoy es mi mujer y este proyecto quedo aparcado.

Encontré un empleo de cocinero en el restaurante Tres Cepas. No tenía ni idea de cocina. Esta aventura duró dos años. Me ofrecieron un trabajo que me permitía tener fiesta los Domingos, y dedicarlo a poder estar con mi novia. Entré de dependiente en un tostadero de café, del que tampoco tenía nociones. Aprendí rápido. La Empresa crecía y aquel local se quedó pequeño. Nos trasladamos a otro bajo mucho más grande, y los jefes decidieron que yo me quedara en este, no quisieron cerrar lo que ya tenía una buena clientela. Pasé a tener la responsabilidad del negocio, me dejaron dos jovencitas mujeres y me hicieron entrega de las llaves.

Un día, para mi feliz, aparece por la tienda un Marinero español con su saco acuestas, dispuesto a comprar un paquete de café. Este Marinero esperaba el tren que le llevaría a su Murcia querida (mi tienda estaba próxima a la estación) para disfrutar sus días de permiso. Cuando le vi, no podía creerlo, no daba crédito a lo que estaba viendo, era el Cabo de Mar Conesa con sus galones rojos y su única ancla. ¡¡Si señores!! delante de mis narices, estaba el buenazo de Conesa. A Conesa le tuve de compañero en el Galatea y en el Gamboa.
Nos dimos un fraternal abrazo, estuvimos hablando durante todo el tiempo que le permitía la espera de su tren. Parece que le estuviera viendo. Conesa siempre fué un excelente muchacho. No tuvo mucha suerte, no aprobó de cabo especialista. Hacia cuatro años que yo me licencié. Conesa era más antiguo que yo y aún seguía de cabo segunda. Posiblemente Castrillón lo recuerde. Nunca más le volví a ver, supongo que con el tiempo llegaría a Celador de puerto y con un poco de suerte, unos años en un buen destino, y una digna jubilación. Desde aquí, estés donde estés, te sigo recordando con un gran afecto.
26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Hace muchos años (el ejemplar que yo poseo data de l981) me regalaron un libro cuyo titulo dice así, "Viajes de un Marino", escrito por el entonces Capitán de Corbeta Luis de la Sierra.
En el capítulo primero, dice el autor, rumbo a las Madera a bordo de una bricbarca. He creído conveniente citar algunas cortas narraciones del mencionado libro, pensando que algunos y algunas, de los que escriben en este blog, les pueda gustar, asi como esa legión de anónimos que a buen seguro nos leen a diario.

En la pagina 10 de la Sierra dice lo siguiente. “Siendo alférez de navío, es decir, figurando ya en mi hoja de servicios cientos de singladuras de todos los carices, cosechados en tiempos de paz y de guerra, en los años 1944 y 1946 vivi en la mar la inolvidable experiencia de los dos mayores temporales de mi carrera.
Por ello lo que voy a relatarles puedo hacerlo con la perspectiva que arrojan treinta y cinco ininterrumpidos años de servicios, siempre en la "Escala de Mar".

En el verano de 1944 (sigue diciendo de la Sierra) embarqué en el buque-escuela de marinería Galatea: un barco de hierro, de 2757 toneladas de desplazamiento, que arbolaba tres mástiles, con aparejo de bricbarca, y del que uno de mis compañeros decía que en cierta ocasión fue hallado al garete en mitad del Mediterráneo, abandonado después de un motín y con la sangre de las víctimas saliendo aún por sus falucheras. Nunca pude averiguar lo que había de cierto o de fantástico en tan dramática historia, si bien es verdad que otras similares se dieron harto frecuentemente en los épicos y azarosos días de navegación a vela. El caso es que el veterano Galatea había tenido ya una larga y agitada vida, efectuando la carrera de trigo en Australia y navegando bajo varias banderas.

Estábamos en plena Segunda Guerra Mundial, y yo llegaba procedente del destructor Almirante Antequera, es decir, de un buque que en nada se parecía, no remotamente, al gran velero. Pero el criterio de entonces era que los nuevos oficiales deberíamos adquirir cuanto antes la mayor experiencia en todos los tipos disponibles de buques.

Tres días después de hacer entrega de mi orden de embarco zarpábamos de El Ferrol rumbo a las portuguesas islas de Madeira, llevando a un grupo de aprendices y de cabos de marinería que efectuaban sus correspondientes cursos en la Escuela de Maniobra de la Armada y que ahora harían sus prácticas de mar.
Navegamos dando amplísimas bordadas, aunque siempre buscando las derrotas veleras, pues no se trataba de llegar cuanto antes a Funchal, sino de acopiar singladuras; así que empleamos diecisiete días en el viaje de ida y veinte en el de vuelta, navegando siempre a vela. Tuvimos buen tiempo y hasta calma chicha.

Entonces cuando el aire quedaba inmóvil, el velero permanecía aboyado sobre una mar llana, como de vidrio, brillante e intensamente azul, con todas sus velas perezosamente caídas a telón, mientras los ruidos de abordo cobraban una resonancia especial, un tanto solemne. Nos hallábamos, por supuesto, a una distancia enorme de la, para los antiguos enteramente dependiente del viento en su propulsión, mortífera zona de las calmas ecuatoriales, a caballo sobre el cinturón del mundo. Continúa...
26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
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Pero no podíamos menos de pensar en lo que tuvo que suponer, en los tiempos de la navegación a vela, el quedar allí atrapados, como sujetos al fondo del océano por alguna monstruosa rémora maligna, es decir, como el Galatea entonces, pero sin disponer de motores a bordo, durante semanas, en que los víveres frescos se evaporaban, el terrible escorbuto se cebaba en los más débiles o desnutridos, desfallecían las esperanzas, y los cerebros comenzaban a vacilar como una llamita a punto de extinguirse.

Días de soledad infinita, interminables, enloquecedores, aprisionados por el círculo inmenso del horizonte de aquel implacable desierto líquido. Hasta que se acababa por echar los botes al agua para remolcar al velero y tratar de arrancarle de la zona maldita, abrasadora durante el día y siempre si un soplo de viento que se mantuviera algún tiempo en la misma dirección, u obstinadamente encalmada, silente, como muerta, en la que el tiempo parecía haberse detenido y no se veía vela o mástil alguno en lo que abarcaba la vista del fatigado serviola encaramado en la cofa.

¡Qué angustia la de aquellos marinos reducidos a la impotencia, al transcurso de unas singladuras de agonía, derivando a merced de impalpables y desconocidas corrientes, de efímeras y caprichosas ventolinas o de copiosos chubascos de agua que parecían jugar malévolas con sus esperanzas! ¡Cuántos veleros atenazados en aquella zona siniestra resultaron ignorados víctimas de sangrientos motines y fueron abandonados por sus enloquecidos y supersticiosos tripulantes!.

¡De cuántos ignotos dramas resultaron únicos testigos el sol abrasador o las chispeantes estrellas y aquellas aguas y aires letales, que parecían dejados de la mano de Dios!. Porque sabemos de casi todos los veleros que pudieron escapar, pero nunca conoceremos la suerte de tantos otros allí desaparecidos con su gente al completo, abandonados, pasto de incendios fortuitos o hundidos por pequeñas vías de agua que los hombres ya no tuvieron fuerzas para achicar con las bombas... porque, durante los siglos XVI, XVII y XVIII, el ¡cincuenta por ciento! de los marinos que se hacían a la mar jamás regresaban: sucumbían de alguna manera, ¡quién sabe de cúal!, precisamente en ella, en este inmenso cementerio acuático sobre el que ahora flotábamos encalmados.

Para los oficiales de la dotación, el Galatea resultó un barco agradable y romántico. Las guardias de puente y la maniobra con el formidable aparejo de vela eran apasionantes, y el resto del día, cuando no teníamos que observar con el sextante, dar alguna conferencia a los alumnos o hacer acto de presencia durante las "malditas" limpiezas, lo pasábamos leyendo, tratando de atrapar algún tiburón o enzarzados en ruidosas partidas de Bridge en la cámara.
Sin embargo, en los dos viajes que aquel semestre hicimos a las Madeira tuve la impresión de que el buque que marinábamos pedía más, que sentía la nostalgia de los tiempos idos, en que su quilla araba valientemente la redondez completa de La Tierra, las ilimitadas extensiones del océano Índico y del mar Austral, retaba a los "cincuenta bramadores" y tiraba de las terribles barbas grises de los cabos de Hornos y de Buena Esperanza.

Que los nuestros eran para él viaje de trámite, sin importancia, en que ni sus mastelerillos llegaban a percibir, siquiera sobre el horizonte, el refulgir de la argentada y espléndida Cruz del Sur, que tanto impresionase a los navegantes medievales portugueses y, veinte siglos antes, a los marinos fenicios que por vez primera circunnavegaron África.
Y es que nuestro velero, construido en Inglaterra en 1896, se consideraba aún, sin duda, muy capaz de cortar en ambos hemisferios todos los meridianos del Globo... Continúa...
26 noviembre 2012
 

Gerardo Ureña Massa dijo...
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En su página 16 de la Sierra cuenta con muchísima precisión los baldeos diarios de las guardias del alba.
Las guardias del alba (dice de la Sierra) presentaban otras "distracciones", pues durante ellas se efectuaba el baldeo de toda la cubierta. Se comenzaba por remojar bien las tablas, luego se las rociaba con arena y polvos de gas y, después, catorce o dieciocho hombres, equipados con escobillas de brezo, frotaban al unísono, infatigables, de proa a popa, por una y otra banda, arriba y abajo.

Tras varias concienzudas pasadas por todo el barco, se limpiaba la cubierta arrojando, con rara y nada fácil destreza, el contenido de infinidad de baldes llenos de agua de mar. La faena duraba más de una hora y media y, aunque las tablas quedaban tan limpias que realmente se podría comer sobre ellas sin necesidad de mantel, suponía un gran esfuerzo físico, sobre todo para quienes, con la espalda totalmente arqueada debido a la cortedad de los manojos de brezo, tenían que frotar como condenados.

Decidí hacer algunas pesquisas. En el pañol del contramaestre encontré varias docenas de magníficos bruses de mango bien largo, ¡sin estrenar !, pero tímidas sugerencias al segundo de abordo cayeran en el vacío y aquel absurdo sistema de baldeo continuó igual que hacía quinientos o tal vez mil años.
Una madrugada, la inevitable faena se inició como de costumbre. Puesto que estábamos encalmados y el tiempo no presagiaba sorpresas, excepcionalmente bajé a cubierta, detuve el baldeo y ordené al contramaestre arrojar por la borda todas las escobillas de brezo.

El hombre me miró un instante con pasmo, fijamente, y en sus ojos pude leer la sombra de una sospecha: ¡quizá pensó que me había vuelto loco ! Pero su duda no duró más de una fracción de segundo y, marino disciplinado, reaccionó inmediatamente. ¡Todas las escobillas fueron largadas por la borda! Luego, las que quedaban en el pañol siguieron idéntico destino, y después le subieron los cepillos de mango largo y se prosiguió la faena, un poco más humanizada ya, me pareció a mí.

Al amanecer, por nuestra popa aún flotaban, con aspecto derrotado pero demasiado próximas y acusadoras, docenas de escobillas de brezo. Porque yo había roto una inveterada costumbre, pero sabía que aquel destronamiento vegetal podía tener desagradables consecuencias para mí. Sin embargo, o el comandante del buque - escuela no se enteró ( tal vez el segundo de abordo no quiso romper su habitual mutismo por nimiedad semejante), o, quizás en el fondo conforme conmigo, prefirió ignorar el cambio.

No quiero poner en duda la veracidad del entonces alférez de navio de la Sierra, pero, conociendo la enorme disciplina a la que nos tenían sometidos en los años 1955/56/57, tengo mis recelos de que no pasara nada, teniendo presente que esto sucedió en 1944.
Nosotros seguíamos baldeando con agua de mar, arena, polvos de gas, y las escobas de brezo seguían siendo las inseparables compañeras. Los bruses solamente se utilizaban en puerto extranjero. Su finalidad era hacer ver a las gentes que desde el muelle miraban como baldeábamos, la buena y magnífica maquinaria de que se nos dotaba para baldear.

En resumen y realidad, pura y dura hipocresía. La diferencia de nosotros a los años 1944 era que ya no utilizábamos los baldes, teníamos mangueras que con una bomba sacaba el agua.
En la página 17 de la Sierra narra un hecho que los veteranos del Galatea solían contarnos a los recién embarcados.
Nuestra alegría de vivir de jóvenes oficiales solo se empañó una vez, debido a un luctuoso y terrible accidente. Después de pasar algunos días en El Ferrol, en dique seco, limpiando fondos, fuimos a Marín para dar realce con el barco, fondeado en la espléndida ría de Pontevedra, a una entrega de despachos, en la Escuela Naval, a los oficiales de la Milicia Universitaria.
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26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
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Dos días después salimos para El Ferrol, donde tuvimos que entrar cuatro singladuras más tardes, es decir, una antes de lo previsto. El triste suceso se desarrolló así. Por la mañana, estando de guardia en el puente, recibí orden del comandante de dar el aparejo. Apenas había viento y la mar estaba tranquila; de modo que la cosa no parecía presentar el menor problema.
De todos modos, el oficial de derrota subió al puente para supervisar la maniobra. A través de un megáfono dí las órdenes de ritual:

¡Listos a largar el aparejo! ¡Gavieros y juaneteros al pie de la jarcia!
Inmediatamente se escucharon las pitadas de señales de los contramaestres de palo, y la gente corrió por cubierta.
¡Gavieros y juaneteros arriba! ¡Gente al pie de la jarcia!.
Aquellos comenzaron a trepar por los flechastes del trinquete y del palo mayor con la soltura y agilidad, propios de los avezados. Al estar todos en las cruces de sus respectivas vergas, ordené: ¡Fuera! ¡gente arriba! Instantes después escuchamos un grito de muerte, escalofriante, que llegaba de las alturas. Miramos hacia allí. Uno de los juaneteros del palo mayor se había desprendido de su percha y caía dando vueltas, rígido con los brazos pegados a lo largo del cuerpo y las piernas estiradas, en una actitud que supuse instintivamente defensiva.

Aquel trágico voltear desde una altura de casi cuarenta metros duró muy pocos segundos, pero quedaría grabado para siempre en la retina de quienes, horrorizados, claramente comprendimos que el hombre no caería al mar, sino en la cubierta. Tras dos o tres volteretas completas en el sentido longitudinal, la dramática visión desapareció por babor tras las casetas del combés, pero inmediatamente oímos un golpe terrible y vimos esparcirse en todas direcciones los blanquecinos pedazos del reventado cerebro de aquel infortunado marino de dieciocho años.
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26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
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Quedamos sobrecogidos. ¿Cómo habría podido caerse? Porque no se trataba de ningún novato, sino de un profesional con experiencia, pero, ¡ay! son precisamente éstos quienes se caen de los mástiles, por paradójico que pueda parecer.
Sí, fué el exceso de confianza, en una faena habitual y sin problemas dada la bonanza del tiempo, lo que sin duda originó la caída del marinero del Galatea.

El comandante del buque-escuela telegrafió inmediatamente al capitán general de El Ferrol, y adelantamos la entrada a puerto. Los padres del infortunado muchacho llegaron desde Madrid, de donde eran naturales, para asistir al entierro, y quedamos impresionados por la fortaleza de ánimo y resignación cristiana con que aquella afligida pareja aceptó el inesperado y cruel golpe que le deparaba el destino.

Por mi parte, nunca olvidaré la trágica pirueta de aquel ilusionado joven que, habiendo escuchado la llamada de las olas, quiso cambiar "los mares de ondulantes mieses" de su tierra natal por el azul infinito y coronado de espumas del inmenso océano.
En las páginas 19, 20, 21, 22, 23 y parte de la 24, de la Sierra narra un temporal que les sorprendió de Funchal a Ferrol. Impresionante, los que tengan interés, les recomiendo su lectura, y si me siento animado prometo contarlo otro día. La caída del marinero juanetero, como digo más arriba, era algo que los veteranos solían contarnos a los "peludos" y nosotros cogíamos el testigo y lo pasábamos a la siguiente promoción, es como si nadie quisiera perder la memoria.

Dicho de otra forma, parece como si los mamparos, palos, cubierta y todo el barco en sí, se hubieran conjurado para no olvidarlo jamás. Los veteranos también nos dijeron que esa verga fué arrestada largo tiempo. Como me lo contaron, lo cuento.
El libro consta de 222 páginas, en ellas de la Sierra cuenta su paso a bordo de el Juan Sebastián de Elcano así como otros buques de la Armada Española. Libro recomendable para gentes de mar y admiradores. Los que tuvimos la suerte de navegar en el Galatea, debemos sentirnos afortunados. Es complicado poder entender el destino en un velero que no navega.
Si a la escuela de maniobras le quitas sus viajes de mar, ¿qué le queda? ¿cómo se puede entender el destino en un velero que no navega? Tan irracional es esto, como el abandono a que fué sometido.

Quise escalar la cumbre inaccesible,
descender al abismo por mi pie,
conocer lo remoto y lo asequible,
descifrar el enigma del ¿por qué?

Wilhelm Raabe
26 noviembre 201

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Después de leer el largo e interesante relato de Gerardo Ureña, paso a hacer una pregunta a ver si alguien me responde.
Tengo la duda después de tantos años de mi salida de la Armada, si Contramaestre se llamaba solo al grado de Sargento de maniobra y si ascendía a brigada ya se llamaba brigada de maniobra y así sucesivamente. También vale esto para Condestable en el caso de Artillería. Añado que en mis tiempos, 1962 a 1965, se instituyó el grado de sargento primero.
26 noviembre 2012

Arminio dijo...
Bueno Gerardo, ya te respondí por correo, pero aprovecho para decírselo a todos. Este blog, hace ya algunos años se hizo con la intención de que sea de todos y todos se sientan bien en él. Creo que a todos les pertenece y para eso está, para escribir y para que lean los marinos que no desean participar, aunque leyendo ya participan de los escritos.
Tu relato, como siempre excepcional, me refiero al tuyo al de la tienda de café, el resto también pero ya está en un libro y viene bien que la gente lo conzca. La historia del cabo de mar Conesa pasa a ingresar "Relatos del Buque Escuela Galatea". Gracias otra vez Ureña, por estar junto a nosotros. También aprovecho para dárselas a todos los que sin sus escritos esto no sería nada. Espero que estén de acuerdo castrillón y Miguel que son los fundadores de este blog.

Yo, poco puedo aportar a Manuel sobre el tema de los cargos, pero creo que la especialidad no se pierde hasta el grado de mayor de la escala de suboficiales, o alférez de navío. Creo por lo tanto, que siempre son Contramaestres o Condestables o Amanuenses o Mecánicos o cualquier otra especialidad hasta que por algún curso de transformación o por ingresar en la Escuela Naval se pasaría a oficial con otros estudios y especialidades, y se perdería la condición de contramaestre, aunque sería reconocida para su formación como Oficiales, y Jefes. A mi entender se alcanza el grado de contramaestre con el ascenso a sargento. Me cabe una duda, que condición tendrían aquellos cabos primeros chaquetilla, hasta que ascendían a sargentos.
De todas formas el señor Castrillón tiene la palabra que tiene toda la experiencia del mundo. Un saludo a todos.
26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Arminio, eres genial y extraordinariamente único. Darte las gracias por el correo del cabo Conesa, repito, darte las gracias, se me queda muy pobre. Me dejas sin palabras, no tengo la suficiente riqueza en mi pluma para hacerte justicia. Gracias compañero, eres una persona especial. Que Dios te Bendiga Arminio.

Manuel: Como veo que pasan los días y Castrillón no te contesta (cosa rara) lo voy a hacer yo. Lógicamente te cuento lo que era normal en mis tiempos.
En la Armada y en el manual que nos entregaron en el Cuartel de Instrucción de Marinería en El Ferrol, no existían los sargentos, ni los brigadas, eso quedaba solamente para los de tierra, y la Infanteria de Marina.

De tal modo que, el sargento en la Marina, era suboficial segundo y el brigada suboficial primero.
EJEMPLOS: El contramaestre del palo mesana del Galatea era D. Pablo San Emeterio, es decir contramaestre segundo. El contramaestre de cargo del Galatea era D. Jeús Freire, es decir, contramaestre primero. Si supuestamente estuviéramos en El Ejército de Tierra, al presentarnos a cualquiera de estos mandos diríamos, a la orden de Vd. mi sargento, o mi brigada. Por contra en la Marina diríamos, a la orden de Vd. D. Pablo, o D, Jesús.

Después, las cosas fueron cambiando mucho, tanto que me cuesta creerlo, pero todo avanza y nuestra Marina no es una excepción. Si en mis tiempos, alguien me hubiera dicho que habrían mujeres en nuestra Marina, yo me hubiera partido de risa.¡¡PUES YA VES!!
Espero haberte complacido Manuel, y ayudarte en en la pregunta. Saludos cordiales.

José Mª, ME TIENES PREOCUPADO. ¿Te pasa algo,? ¿estás malo,? Llevas muchos días sin escribir en el blog, y eso no es normal en tí. Deseo que todo esté bien, que no te
pase nada. Por favor dinos algo. Un fuerte abrazo.
30 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Muy bien Gerardo, por tu exposición acerca de los suboficiales de nuestra época, muy bien, comotodo lo que haces, pero en el ejemplo me gustaría que hicieses memoria, yo recuerdo a D. Jesús Freire de Mayor Contramaestre, también puede que en aquel trayecto en el tiempo, fuese ascendido, que todo podría ser.

También recuerdo a casi todos los contramaestres que eran segundos, excepto D. Saturnino, D. Pedro, no sé si había algún otro que no recuerde, ya sabes que con tanta distancia en el tiempo a veces la memoria no está todo lo clara que debía estar, para mí ya es una proeza recordar todo eso.
A Castrillon no creo que le suceda nada, lo que si ocurre es que está pasando unos días entre Madrid y Guadalajara, disfrutando de sus hijos y nietos, que tienen su residencia por esos lares, desconozco si tiene acceso a internet, o carece del tiempo necesario para intervenir en la tertulia, de todas formas según me dijo solo serían unos días, por lo que pronto estará en su Asturias. Como es el jefe, cuando lo considere oportuno ya entrará en este espacio, para deleite de todos los que seguimos estos comentarios.

Era un día de navegación por la tarde, ya habíamos dejado muchos de ellos atrás, yo estaba de guardia de cuartelero en el sollado de popa. Como es sabido las tardes eran ociosas si no estábamos de guardia y no había maniobras generales.
Se me presenta un ordenanza y me dice que el segundo Comandante quería que me presentara a él en cubierta, hizo lo mismo con el que estaba de guardia en el sollado de proa, yo subo por la escotilla como un flan, él estaba en la banda de babor, nos presentamos a él y nos dice que iba a pasar por los sollados, pero que no diéramos la voz de atención, que él quería pasar revista pero sin molestar a nadie. Así se hizo, unos dormían en el suelo, otros jugaban a las cartas, otros estudiaban, en fin lo normal de todas las tardes, los que le veían sí que se ponían en pie, él les decía que continuaran, era una buena persona creo que se llamaba D. Emilio Nieto.
Como de costumbre, deseando lo mejor para todos y para cada uno de los que pasan por este lugar, mis más afectuosos saludos.Paz y Bien.
30 noviembre 2012

Arminio dijo...
Buenas tardes a todos. Gracias Ureña, pero te has pasado, he hecho lo que se debe hacer, ni más ni menos, no ha sido nada extraordinario solamente poner tus excelentes comentarios donde deben de estar, nada más. Pues entre todos nos vamos familiarizando con la escritura y cada vez lo hacemos mejor, esto lo digo por Miguel que siempore piensa que no lo hace bien, pero se equivoca, es excelente y Castrillon también. Todos trasmitís algo que te llega muy adentro.

También he dedicado en nombre del todos los marinos que han coincidido con él en el Galatea, unas palabras a Luis de la Sierra, espero que hayan sido acertadas. También un saludo en nombre del Blog "Buque Escuela de Maniobra Galatea". He hecho esto pues en un blog le están haciendo un homenaje. Esta dedicatoria está en el blog "Relatos del Buque Esccuela Galatea" en el apartado Anécdotas del Galatea y su Dotación".
Poco más tengo que decir, aunque le puedo comentar a Miguel que no se preocupe que a veces es necesaria una pequeña calma en la navegación. También le digo a Manuel, que yo si hice muchas guardias en Capitanía General y la primera que hice me tocó junto a un ancla que había en la entrada del cuerpo de guardia, que daba a los jardines. En el libro aleta de tiburón se describe perfectamente las guardias en ese lugar y como nos llevaban en los camiones desde La Graña.
Castrillon donde andasssssss, que el Franco de Ría se está alargando demasiado. Un saludo a todos.
30 noviembre 2012