Este blog ha sido el que siempre ha almacenado los comentarios del Galatea y contiene todos los realizados en la página web "Buque Escuela de Maniobra Galatea". En él se encuentran los publicados desde 2010 hasta finales de 2014.
A partir de diciembre del año 2014, los nuevos comentarios se van almacenando en el nuevo blog titulado: El Galatea y sus Comentarios. Gracias a todos por visitar esta página.


Comentarios del Galatea 2013 III

Arminio dijo…
Parece ser que la ropa de paisano, era un punto de polémica muy controvertido, había que traerla o dejarla en casa, ahí surgía la primera duda. Eso si, la primera vez que llegué al Galatea, fue de militar, la ropa de paisano, ni olerla, pero poco a poco me fui dando cuenta que muchos veteranos tenían una pensión donde había varias habitaciones llenas de taquillas y por un módico precio se alquilaban y te daba derecho a entrar, cambiarte y utilizar el servicio. Otra opción era dejar las bolsas en los bares donde solíamos cenar el famoso “completo” consistente en patatas fritas, dos huevos fritos y un bistec, y cambiarte en ese establecimiento en el que ya te conocían.

Bueno pues en el siguiente permiso había que traer la ropa de paisano, y en el tren antes de llegar a Ferrol, te cambiabas, o si era posible y tenías tiempo, te arriesgabas a desembarcar de paisano y en la pensión que tenías contratada lo hacías. Pero cuantas veces la policía militar te estaba esperando en la estación y te hacían abrir el saco con objeto de hallar la ropa. Si te pescaban te llevaban al Cuartel de Instrucción y desde allí llamaban al Galatea, o a la escuela de máquinas, dependiendo de tu especialidad y te iban a buscar gratis, eso si te costaba la broma un mes de arresto.

La ropa te podía proporcionar como bien decís, un franco de Ría en Mugardos, en Coruña o en Puentedeume, todo dependía del dinero que tuvieses, pero por lo demás lo único que podía darte eran problemas. Incluso en las cotidianas revisiones de taquillas, si te encontraban una sola prenda de paisano te arrestaban. Llegaba el caso, que después de desayunar y subir por la escala del sollado de proa, nos formaban en estribor y nos hacían pasar por la enfermería para la rutinaria revisión de pito, claro pero no era el de maniobra, para ese ya había otros que nos preguntaban los toques. Como sigo diciendo, a mi en una ocasión, al bajarme los pantalones delante del brigada sanitario, me revisó y me anotó en una lista para reforzar la guardia de noche, seguro que aprendí no llevar nunca más calzoncillos que no fueran los reglamentarios.

Luego claro está cuando salías por Ferrol , siempre ibas escondiéndote antes de doblar las esquinas, por si algún mando te veía, mirando siempre a la puerta de entrada del establecimiento donde estabas, por si aparecía algún conocido, o distraído y ojo avizor por la misma preocupación, en vez de paseando con tranquilad. Por esos motivos al final la ropa se quedó guardada en la taquilla y devuelta a casa en el siguiente permiso. Eso sí de militar eras un cero a la izquierda, estabas casi señalado con el dedo y el trato dejaba mucho que desear, por lo que era casi mejor quedarse a bordo del Galatea. Un saludo a todos.
06 julio 2013

Castrillon dijo…
Hola Ureñaaa, nos dejas caos, con tus redacciones, son amenas e interesantes, tienes madera de redactor, muyyyy bieeennnnnnn.
Bueno, voy a contar algo de lo expuesto, pero seré muy breve, ya que todo el tiempo que permanecí en el Galatea, que fueron tres años, ya lo sabéis todo y todos.
Bien, continúo con mis peripecias en estos dos meses de cuartel de instrucción de marinería en Ferrol.
Como os conté de un chico de mi brigada, Planas, natural de Madrid, que se tomo un puñado de pestillas para poder dormir bien y, ya no volvió a despertar, esto ya lo sabéis, pero también otro, de mi promoción del cuartel, tampoco pudo soportar aquel radical y duro cambio de vida, lo tomó tan a pecho que no pudo aguantar más y desde la ventana de sollado que daba al patio, se lanzó, estrellándose contra el suelo, que era de adoquines, se mató.
A nosotros nos reunieron en el sollado, dándonos una charla sobre los acontecimientos, en intentando averiguar el motivo de todo lo sucedido, pero nosotros, estábamos tan asustados por todo lo que nos rodeaba y de ese brutal cambio de vida que tampoco acertábamos a decir nada.

Pero como dije anteriormente, el día de la jura fué un día especial, nosotros lo notábamos, todos eran más afables con nosotros y hasta nos dieron muy bien de comer, pero nada mas comer nos forman y empezaron a darnos los destinos.
Como ya sabéis el mío fue en el Galatea, si malo era uno, peor era el otro, navegando, mucho nos acordábamos del Cuartel, bueno pero alli, en ese buque estuve tres años seguidos, fueron muy duros, demasiado duros, pero !hemos aprendido mucho de la mar ¡de maniobras y de todo lo que concierne a salir de apuros en los buques.
Cuando al fin llegamos a Ferrol en el mes de Julio del año 56, !!amigo eso ya era otra cosa muy diferente¡¡ era Cabo Segundo Maniobra, fueron los galones que con mayor alegría cogimos nosotros, no hubo otra alegría mayor para nosotros en la Armada como salir Cabos Segundos de Maniobra, !!si señor, "Cabos s¡, Segundos"¡¡ era un orgullo demasiado grande, y, ahora nos íbamos destinados a los buques de guerra.

Cuando embarcamos en el destructor Velasco, nadie sabe, ni se puede imaginar, la sorpresa que nos dió, salimos a la mar de maniobras, los veteranos en el buque se asustaban de los trabajos en la navegaciones, que eran de seis días, y en zafarrancho de combate, !!pero para nosotros era una delicia navegar, no se trabaja nada, cada uno a su pieza de artillería, a los torpedos, a las ametralladoras antiaéreas etc. y el buque a toda velocidad, sin que nosotros tuviéramos que hacer ningún esfuerzo, las máquinas lo hacían todo.

Nosotros navegábamos a toda velocidad tranquilamente mirando para la mar y para otros buques, era literalmente turismo para nosotros, como si fuera un yate, atrás quedaron los palos, las jarcias, las velas, las gavias y juanetes, ya no quería saber más de ellos.
Eso era otra marina, si señor otra manera de vivir, la tripulación era más amable y se comía mejor, asi fueron pasando los años, en varios buque de guerra, fui ascendiendo, cabo primero, sargento, sargento primero, subteniente y Alférez de Navío.
¿Que si mereció la pena pasar por todo eso y aguantar tanto?. !!Siiiii¡¡ si, si, estoy muy orgulloso de haber pertenecido a la Armada toda mi vida hasta mi retiro.

¿Que si me sirvió de algo de todo el tiempo que pasé en aquella galera?. !!Sii ¡¡ si y si, fue muy dura la vida, pero he aprendido de todo, pasar por todas los eventos contrarios a mi normal vida civil y luchar contra ellos y salir adelante, a ser unos muy buenos contramaestres, estoy muy orgulloso de ello, y doy por muy bueno haber pasado por aquello que parecía que iba acabar con mi vida.
Fue muy dura esa etapa, pero mereció la pena, ya lo creo que mereció la pena y, no estoy nada arrepentido de haber continuado en la Armada, todo lo contrario, estoy muy orgulloso.
Bueno Amigos y compañeros todos, recibir un muy fuerte abrazo, y Miguel que vaya preparando los barriletes para todos y brindaremos para el día del Carmen.
Un abrazo a todosssssssssss.

06 julio 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Ya he comentado antes que en Cartagena (y me estoy remontando a los años 1964-65), se hacía bastante la "vista gorda" con vestir de paisano. De hecho yo acudía a una academia a recibir clases y sin el uniforme. Después de estar en los tres Departamentos, puedo asegurar que el de Cartagena era el menos riguroso para esas cosas y donde primero entregaron los modernos trajes de faena.
Quizá esto se debiera al Almirante Don Faustino Ruiz Gonzalez, que habéis nombrado en alguno de los comentarios: Tenía fama de benevolente y por lo que yo observé era cierto.
En cambio, cuando viajaba por motivos de trabajo a finales de los ochenta y principio de los 90, veía salir del CIM de San Fernando a los marineros de paisano y si hacía el caso con una "litrona". Como decía aquel: "Cosas veredes buen Cid, que farán fablar la tierra"
06 julio 2013

Miguel Gómez dijo…
Vaya para todos mi saludo inicial.
Nuestras dudas son traidoras porque hacen perder aquello que pudimos ganar por miedo a intentarlo.
Esto lo aplico a todos los que un día dejamos la Armada, después de haber iniciado un proceso profesional en ella y haber pasado lo peor, como me decían varios de mis superiores cuando decidí saltar nuevamente a la vida civil, y a modo de consejo, es cierto que nunca sabré el camino que hubiese sido mejor.

Lo cierto que fue ese momento en que ante ti se presenta una bifurcación en la que las dudas son acuciantes pero que tienes que decidir el camino a seguir. En mi caso cogí el de la vida civil, que me lo pintaba fascinantemente fuera de lo común, lo cierto es que en mi caso no me fue nada mal, creo haber gozado de libertad si así se le puede llamar, no he tenido carencias agobiantes y he vivido holgadamente dentro de unos márgenes prudenciales, pero no es menos cierto que siempre he tenido esa espinita clavada o sombra de la duda en mi mente, ¿qué hubiese sido de mi si hubiera elegido el otro camino?.

Son muchos los compañeros que han hecho buena carrera en la Armada, con algunos aún estoy en contacto, desde Capitán de Navío pasando por todas las escalas inferiores hasta subtenientes; a veces sueño ¿a qué escala hubiese llegado? Aquí lo dejo con una sana envidia, porque a mí la Marina siempre me ha atraído y siempre la he tenido presente, sobre todo a nuestro viejo velero donde se iniciaron los primeros pasos navales, benditos recuerdos.
Bueno, agradezco una vez más los halagos que me hace Gerardo, pero otra vez contesto que no soy merecedor de ellos ni mucho menos, me dice que soy más que un genio y digo para mí que debo ser genio y cuarto aproximadamente. Pues sí Gerardo, el recordar algunas cosas no creo que sea una genialidad, ni que tenga ningún valor añadido, todos recordamos algo que el otro no la recuerda sin más, de todas formas creo que debe ser positivo ejercer la mente y mas a nuestras edades, donde todo tipo de ejercicios deberían ser lo más cotidiano para el mejor funcionamiento de nuestros ya cascados cuerpos, o acaso no es así.

Otra vez está Castrillon con su insistente reclamación de los barriletes de cerveza, ¡¡qué buena estaría esa cerveza rubia espumosa y muy fría, servida en jarras de barro rebosando sus bordes, acompañada de una tapita de queso Cabrales, de su tierra!! Ahora en el centro de estos tórridos días de veraniegos, el paladar no nos falta lo que nos falta es la cerveza y la tapita.

También yo soy insistente en que se la envié, puede que al no estar él en su domicilio habitual, no se la hayan podido entregar y se hayan perdido, pero yo no tengo la culpa de que él siempre esté de vacaciones. Por cierto mañana día ocho hace su arribada al puerto de Avilés el Juan Sebastián de Elcano, ya sabes Castrillon la visita de rigor y algunas fotos que espero que me las reenvíes ¡¡¡¡entendido!!!!.

Sigamos con el vestir de paisano en la Armada, esto fue una cosa que a mí personalmente no me ocasionó ningún tipo de problema, en el Galatea y en Ferrol no teníamos mucho tiempo para vestir de paisano ni de militar, muchos meses de mar u otros puertos, al regreso a rendir viaje las vacaciones y preparación para el nuevo crucero, nunca me vestir de paisano ni tenía ropa para hacerlo, eso no quiere decir que hubiera quien si lo hacía, lo hacían de la forma que aquí se ha comentado, tenían la ropa en la lavandera, allí se cambiaban después de la salida y al regreso, habían lavanderas que también hacían otras cosas, que por ser horario infantil me las retengo, incluso la mía estaba ciegamente enamorada de un compañero de Málaga, lo tenía siempre limpio de todo y con dinero, en otra ocasión comentaré algo mas al respecto, de todo esto y mi estancia en Mallorca.
Con mis mejores deseos, saludando a los de proa, popa, babor, estribor hasta los que se encuentren en el muelle, que sean felices hasta luego.
07 julio 2013

Castrillon dijo… 
Ya tenemos aquí al Juan Sebastian Elcano, bueno ¿qué queréis que os diga? muy poco que tenga importancia, es un velero precioso, con todos los medios de navegacion muy modernos. Cuando lo estaba mirando, estaba yo viendo como nosotros navegábamos en aquel viejo velero, lo más moderno que teníamos para navegar el el sextante y la giro, el resto todo era manual,
!!Si estuve comparando como nos arreglábamos nosotros para cruzar el Atlántico, ida y vuelta varias veces, con nuestro instrumental de navegación, aunque eran nuestros brazos, nuestras piernas, y nuestros elementos náuticos artesanales, ¿cuando andábamos por la cubierta calzados, o con cinturones de seguridad para andar por los palos, eso era inconcebible, no se conocía, era una ofensa a los componentes de la dotación.
Cuando confeccionábamos las defensas de costado, con cabos de esparto, o de pita, o abacá, nos quedaban las manos super lijadas, cuando al terminar teníamos que subir por las jarcias el dolor que sentíamos era insoportable, pero era motivado el dolor, de lijadas que las teníamos de tanto trabajar con aquellos ásperos cabos de esparto.

Este buque es muy moderno, no, no envidio en nada esta modernidad, no quiero decir que este mal para estos tiempos tan modernos, pero han pasado sesenta años, atrás quedaron todos los trabajos artesanos y a mano, y también quedaron aquellos jovenes marineros muy lejos fusionados con la estela de la velocidad del paso de los tiempos, de ellos sólamente queda el nombre y el número de identificación personal.
Si, este buque a vela que entró hoy en nuestra villa es muy moderno, hasta tienes platos y vasos para beber, y tenedores, en fin me alegro por ellos, pero no son de los nuestros, ellos son muy modernos.
Bueno sin mas por ahora, me alegro mucho de ese buque sea muy visitado por la población, y que la tripulación lo pase lo mejor posible en este puerto.Un muy fuerte abrazo a todossssssss. 

09 julio 2013

 Anónimo dijo… 
Buenos días amigos. 
09 julio 2013  

Miguel Gómez dijo… 
Hola Sr. Anónimo.
Celebro que haya encontrado este blog, y en nombre de todos los que lo componemos, le damos la más sincera bienvenida, haciendo hincapié que si fuese de su agrado, como así lo parece, puede entrar cada vez que lo desee y hacer uso de él cómo le plazca, tratando de el tema para lo que fue creado, y dentro de una normas de respeto mutuo.
Esperamos que este lugar lo haga como sitio habitual, para sus comentarios o vivencias, aquí siempre nos encontrara dispuestos para hacer de su estancia lo más agradable posible.
Cuente con nosotros como verdaderos amigos.Abrazos. 

09 julio 2013 

Gerardo Ureña Massa dijo…

Estaba yo ayer, leyendo la crónica de nuestro reportero en esas benditas tierras asturianas, y no pude por menos que enviarle mis más sinceras felicitaciones mentales, a nuestro redactor jefe.
Qué gran acierto, designar a nuestro destacado hombre, en aquellas latitudes.
¡Sí señor.! Nuestro reporter Castrillón, fue el hombre al que se le asignó tan delicada misión, no pudiendo ser mejor el personaje elegido para tan singular trabajo.
¡Excelente, excelente, y excelente.!
Un impagable trabajo, realizado bajo la magistral pluma de nuestro enviado especial.
Nadie, léase bien, nadie, podría haberlo relatado con más y mejor realismo.


Has contado perfectamente, con una realidad digna de ti, la Marina mamada por nosotros, y la Marina de la que hoy gozan y disfrutan nuestros herederos.
Aquellos descalzos marinos, con los pies endurecidos como suela de zapato. Aquellos descalzos marinos, tenían que subir a los palos, pisando los duros y despiadados flechastes, haciendo caso omiso al prolongado dolor, que inevitablemente producían en nuestras más que martirizadas carnes.
Aquellos descalzos marinos, subían y bajaban de las vergas, y no tenían red de protección.
Nuestra única red, era el frio y temible vacío. Esa era nuestra red, la red que si cometías un fallo, te apretaría entre sus brazos y te conduciría al sueño eterno.


Y yo, no puedo dejar de preguntarme.
-¿"Estos marinos de hoy han sido paridos por mejores madres que las nuestras.?
¡No! Al contrario, nuestras madres parían en casa, y ni siquiera gozaban del beneficio de una simple comadrona; como mucho eran asistidas por una aventajada vecina que siempre acudía solícita a traer un nuevo ser al mundo.
Hoy, en esto también hemos mejorado.
Las madres de nuestros hijos, suelen parir en buenas clínicas.
-¿"Entonces que pasa".? Nada ,no te calientes la cabeza, es el progreso.
Vamos a dejarlo ahí.
Gracias José Mª por tu grande y limpia crónica. Lo has hecho de Matrícula de Honor.
Sencilla pero llena de realidad.
Un fraternal abrazo.
"El Timonel del Galatea". 

09 julio 2013

Arminio dijo… 

Bueno señor Castrillon, has sido una suerte el contar con tu apoyo para contarnos la llegada de Elcano, me gustaría haberla visto. Me uno a Gerardo y aprovecho para decirte que claro, los tiempos cambian, y cambian tanto que parece mentira que sea un buque español, seguro que a nuestros ojos es casi un buque americano, tal y como los veíamos en nuestra época, todo era más moderno y el trato con la gente totalmente diferente. 
Seguro que nos llama la atención las zapatillas de deporte para subir a la jarcia, los arneses y mosquetones de seguridad, los trajes de faena más ligeros y vistosos, los cabos de fibra y las velas de poliéster que pesan menos que una pluma y seguro que la dotación baja al muelle de paisano, eso es suerte. 
Nada que ver con vuestra estancia en el Galatea, lo que no se es la preparación ante las adversidades de la mar que tiene la dotación, imagino que a pesar de todo sea buena. 
Aprovecho para animar al anónimo, aunque ya lo ha hecho con todo detalle nuestro querido Miguel. Bueno un saludo a todos
09 julio 2013


Anónimo dijo… 

Amigo Gerardo Ureña: En primero darte las gracias por tu franqueza, referente a los elogios que me haces de mi libro; en segundo , mis disculpas a Miguel referente al muelle 44, lo cual es cierto, pues está en el libro "Armada española 1922 a 1982" libro que yo poseo de 2003, dos años antes de publicar mi libro, pero el muelle 44 yo lo poseía de nuestra instancia en Nueva York. 

Gran parte de este libro, proviene de los documentos que posee Guillermo Escrigas, Capitán de Corbeta en la reserva, hijo de Guillermo Escrigas, fallecido hace un par de años. Este señor desembarco el mismo día que yo embarqué en el Galatea, pero su hermano Fausto hizo dos cruceros conmigo y aquí acabo la historia de los Escrigas y os puedo decir que lo que pone en el libro, referente al crucero de Nueva York, el nombre de los oficiales y el contramaestre de cargo no tiene nada que ver con los que hicieron este crucero, como tampoco entramos en Punta Delgada y es de este libro el el vosotros os habéis inspirado.

Bueno como veo te has agarrado a cosas que crees que miento. De los Flechas Navales nadie sabía en la escuela que existieran otras, y si entre ellas se comunicaban no nos tenían al corriente; te puedo decir que a bordo éramos tres flechas de Sanlúcar y ninguno lo sabía. Referente al caracolillo; primero te puedo decir, que al estar cerca de Portugal, el solo café que se conocía era el "Camello" que entraba de contrabando. Para nosotros era un lujo que no nos podíamos permitir; cuando podíamos comprar tomábamos "achicoria" pero lo más corriente era cebada tostada; es por esta razón que no conocíamos otro café mejor. Te puedo decir que en Extremadura se sigue tomando el camello. Referente a los 50k como debes saber éramos nosotros que transportábamos los francos al atracadero y como no estaba prohibido se entraba en pequeñas cantidades; lo difícil era sacarlo; eso ya lo explico en el libro.

Hablando de los mandos; conocí dos oficiales que eran dos malas personas y dos contramaestres, que eran unos pelotas y falsos; en cuanto a los demás supe quienes eran, cuando hice parte de la dotación, os puedo decir en todos los aspectos que me siento muy orgulloso de haberlos conocido. Si fueron duros con nosotros, por que esa era la manera de formar los futuros contramaestres. ¿ El Galatea no era una escuela de sastres? es por esa razón que en mi poesía pongo: ¡Lo que me enseñasteis, eso nunca olvidaré!. Referente a Fontanilla no quiero decir lo que pienso. 


Me das a entender que me tiro flores; si has leído el libro, has podido ver, que más bien se las tiro a los que se las merecían; juro sobre la Biblia que todo lo que esta escrito en mi libro se basa de la realidad; cosa que no es vuestro caso, lo que no se puede hacer es inventar historias de un hecho que ha existido y que todavía estamos presentes algunos que hemos navegado en el Galatea y que tenemos mucho más conocimiento que todos vosotros, de lo que era la vida a bordo; ni contar cosas que le dan mala reputación a un barco que representaba a España en el extranjero. No se que pueden pensar los lectores referente a Arminio, si nunca navegó en el Galatea. Yo pienso que todos vosotros sois muy buenas personas, apasionadas, soñadora, que tenéis una pluma ligera y sabéis escribir muy bien, y tiempo para hacerlo, cosa que no es mi caso
Queridos compañeros, sin rencor, recibir un abrazo de mi parte.

Sacado de mi libro de poesías:

Lo que escribí, escrito esta
Lo que dije, esta olvidado
Lo que pienso, es para mi
Lo que sufrí, lo he guardado.

El mal que hice a los otros
En mi alma esta grabado
El bien que hice a los otros
El viento se lo ha llevado.

No pido ser alabado
Ni tampoco perdonado
Ni tampoco perdonado
Quiero que me comprendan
Que a veces por confusión
Sin conocer la razón
Puedes estar condenado.
¿No estimes nunca a un cualquiera, sin haberlo conocido?
Ni te estimes superior, sin hacerte conocer
Hay quien parece ser tonto,
y te pueda sorprender
¿Si te crees un puritano, y lo das a conocer?
Escarba un poco en tu vida, y te pesará después?. 

09 julio 2013
 

Miguel Gómez dijo… 
Hola, Pablo. Celebro tener la oportunidad de entrar en contacto contigo. Gracias por ponerte en contacto con nosotros y aclarar así los temas que nos distancian.
Sinceramente, no quiero entrar más en polémicas que nos desgastan y de las que ya no podremos salir, hay que pensar que son más las cosas que nos unen que las que nos separan. Estamos tratando con la memoria individual y particular.
Es casi inevitable que se produzcan estas diferencias o tensiones entre relatos que recordamos unos y otros y creo que lo mejor es exponerlas como tú lo has hecho. Que estas diferencias sirvan para unirnos, haciendo revivir nuestras experiencias y enriquecer nuestro recuerdo común.
Como puedes observar soy de los que prefieren el buen rollo (como suelen decir ahora nuestras jóvenes).Saludos. 

10 julio 2013  

Castrillon dijo… 
Hola a todos, hoy mismo, sobre las doce de la mañana, desatracó del muelle el buque escuela Juan Sebastian de Elcano, su silueta en medio de la Ría parecía un buque fantasma, ya que se dibujaba una difusa silueta debido a la niebla que cubría todo toda la mar, Ría y ciudad.
La gente de la ciudad se agolpaba a lo largo del paseo de la Ria para verlo navegar, pero era casi imposible distinguir con claridad a la tripulación.
En estos dos días que estuvo en nuestro puerto, fue un gran ajetreo, por toda la Ria y por el puerto, y muchas las actividades protocolarias que tuvo que atender, entre una de ellas fue la jura de la bandera de varias personas, muchas, mayores y jóvenes, mujeres y hombres, los veteranos, y otras asociaciones, a las tuvieron que asistir ellos, y otras actividades protocolarias a nivel local y regional. En fin que, yo para mi entender, no tuvieron tiempo para andar desahogadamente por la ciudad y, recrearse por ella, poco tiempo tuvieron para descansar y estar a sus ocupaciones personales. El buque tuvo un engalanado general.


Estos dos días fueron de un inusitado movimiento de personas que, a toda prisa iban y venían del puerto.
Los comentarios entre los ciudadanos era el mismo, halagando y ponderando a ese buque y sus tripulantes.
Bueno, he decir también que, en cierta ocasión entró aquí en puerto un buque escuela de navegación ruso, llevaba cinco palos cruzados, era de gran porte, aquello si que era una verdadera maravilla, además no tenia tantas comodidades,!era marinero cien por cien¡ sus tripulantes lo mismo, no eran tan refinados, eran eso, marineros de cubierta, descalzos, como tiene que ser, y, cuando salio a la mar, largo todo el aparejo, y ahí sí que se lució bien, era un verdadero espectáculo verlo navegar con todas las velas largadas yo, por mi parte, me recreé muy bien, viéndole desaparecer en el horizonte rumbo al este.


Amigos y compañeros, ¿ no os damos cuenta de que nosotros pertenecemos a los tiempos de navegaciones sin medios electrónicos y otros utensilios de ayuda a navegar, que no fuera por nosotros mismos, y también pertenecemos a esta nueva era de la modernidad? somos los mejores, conocemos lo antiguo y lo moderno, vivimos los dos tiempos.Bueno, os dejo ahí. 

" "UREÑÑÑAAAAAA" "¿como estássssss.
Recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.
PD. Miguel hace mucho calor, esperamos refrescar el gaznate con barriletes de cerveza. 

10 julio 2013   

Anónimo dijo… 
Hola Anónimo (¿Pablo Delgado?)
Desde que se creó este Bloc, soy asiduo a entrar y leer las vivencias de una serie de personas, ex Galateanos, que poco a poco han ido vertiendo en él, una serie de comentarios con los que a veces he reído y otras me he entristecido cuando he visto el distanciamiento de otros, por motivos sin importancia (o así lo creo yo).
Voy a dar mi parecer a la última entrada de 9-7-2013
1º Me pregunto, si ya había un libro publicado en el 2003 donde se habla del muelle 44 ¿Por qué se le dijo a Miguel Gómez que lo había copiado de su libro publicado con posterioridad (he leído que reconoce que no fue copiado) .
¿Por qué dice que se han inspirado en un libro, cuando lo que se hace es verter la vivencias de todo el que escribe en el Bloc.
2º Se jura sobre la Biblia que lo que escribió en su libro es cierto, y yo me pregunto, si yo soy atea ¿me lo tengo que creer? O también puedo pensar que son ensoñaciones del autor.
 

Bueno voy a terminar diciendo lo siguiente, en lugar de tanto criticarse los unos a los otros haber quien tiene la razón, la razón supongo la tienen todos pero las vivencias son diferentes porque estas vividas en diferencias épocas, pero no por esos son menos “verdaderas”.
Dar las gracias a Arminio, que si bien no estuvo navegando se ha empapado de las “batallitas” de sus compañeros que tan felices se las han contado, y gracias a él que creo este Bloc, que tan buenos momentos nos ha hecho pasar a los que no hemos sido “lobos de mar” ya que sin este bloc yo no estaría escribiendo.

Señor Pablo, yo admiro ha todos los que escriben en este bloc, y jamás se me ha pasado por la imaginación pensar que me están explicando cosas imaginadas ni copiadas , creo que eso seria humillarles y particularmente no veo motivo para dudar de todos ellos ya que como he dicho anteriormente, son “sus vivencias”, y cada uno las cuenta como las vivió, por lo tanto creo en todo lo que escriben sin dudarlo un momento.  Me encantaría entrar en el club de la Pluma ligera. 
10 julio 2013
 

Arminio dijo…
Buenos días a todos si excepción, ya veo que la gente está ojo avizor y ya apenas me queda nada que decir, ya lo han dicho todo y muy bien expresado, solo unos pequeños apuntes. Este blog se creó para que todos tuvieran cabida en él, no existe y creo que no existirá nunca impedimento alguno para rellenar sus comentarios, siempre que se haga con cortesía y sin insultar a nadie, si se contemplase alguna palabra mal sonante, se cambiaría por otra, pues ya tenemos experiencia y en una ocasión, hace ya algunos años, cuando se nos echó encima una asociación por escribir un insulto en el que se veían reflejados. Esto no quiere decir que haya censura, como ya han dicho en alguna ocasión. 


Bueno siempre es agradable tener comentaristas nuevos y personalmente lo agradezco, pues en la vida se construye con críticas y con halagos, los dos pareceres son innatos a la creación de cualquier obra en la vida. 
En cuanto a lo comentado, el libro famoso, se hizo con parte de mi experiencia personal cuando el Galatea no navegaba, y la otra gran aventura con los comentarios vertidos por los incondicionales de este blog, por lo tanto se recogieron la experiencias vividas por cada uno de ellos, y claro está cada persona vive su vida de forma diferente a como la vivió otro en las mismas condiciones. Una persona puede ser buena para uno y mala para otro, creo que no hacen falta más explicaciones pues todos, creo que lo sabemos.

Nunca se ha recurrido a copiar nada sobre la vida en el Galatea, solo algunas experiencias de Luis de la Sierra, con su autorización y nombrando la fuente de donde se bebe. 

También comentar que en ningún momento nos mueve interés pecuniario alguno. Pues se ha renunciado previamente a los beneficios que pudiera aportar el libro, solo nos ha dado trabajo, correcciones, cambios, buscar editorial, entrevista con los editores etc. Y en mi caso tengo poco tiempo libre, pues aún estoy en activo, y tengo familia e hijos. 

Bueno agradecer a Castrillon su crónica del J.S. Elcano y su descripción del velero ruso. Igualmente al otro anónimo que también comenta y que aprovecho para decirle lo del principio, "este blog es para todos" y por lo tanto está invitado a utilizar su escritura para que el Galatea navegue de nuevo. 
En cuanto a Pablo, que sepa que en ningún momento nuestro rumbo ha querido interceptar otros derroteros, por lo que por mi parte tiene el blog para lo que desee y aprovecho para decirle que a pesar de no comprar su libro, lo he leído con sumo interés y he alabado sus descripciones y su trabajo y dedicación. 

Aprovecho para decir que después del verano, se publicará un nuevo título del Galatea, en el que va incluido un relato de más de ciento ochenta páginas, en forma de novela y de antemano digo que con excepción de la documentación sobre el buque, el resto es la vida contada por sus tripulantes y por los que estuvieron de alguna manera a bordo. El libro cuenta como colaborador, con el escritor y novelista Miguel Aceytuno Comás y constará de más de cuatrocientas páginas.  Un saludo a todos. 
11 julio 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…
Era el verano del año 1957, pronto hará años, estaba apurando mis últimos días en el Galatea, y poco apoco nos llegaban los destinos nuevos a los que deberíamos incorporarnos los recientes ascendidos a cabos.
Esperaba y deseaba ir a Cartagena. Este departamento tenía para mí muchos motivos de preferencia. Estaba mucho más cerca de casa, y en Pozo Estrecho, en una linda casa llamada Villa Carmina vivía mi tía Segunda, hermana mayor de mi padre. Lo que no deseaba era ser destinado a la Carraca-Cádiz.


Llega por fin mi destino, y con cierta satisfacción veo que mis deseos se han cumplido.
Me habían asignado el minador Eolo, y este tenía la base en Cartagena, la patria chica de mi progenitor.
Allí me encuentro con Orozco, un muchacho de mi curso que llevaba seis meses ejerciendo el empleo de cabo, él no había perdido ningún curso. Andaban escasos de cabos maniobra, y Orozco me presentó a un cabo segundo artillero que hacía de patrón de botes con una envidiable soltura, soltura que ya hubiese yo deseado tener en ese momento. Mi relación con este artillero resultó corta pero muy agradable. Y... ahora que pienso, mi relación con todos los cabos artilleros que conocí en la Marina, siempre fue excelente.

Han pasado un montón de años y nunca había reparado en este detalle. Con los radio, los mecánicos y los electricistas, yo me he llevado siempre bien, pero con los artilleros, los amanuenses y los de Infantería de Marina existía una especial comunión, y lo mejor de todo, es que ésta se producía de una linda forma natural, no era necesario forzarla, ella sola se solía instalar entre nosotros. Este al menos fue mi caso.
Creo que fuimos gente con bastante peso de nobleza, y a pesar de los momentos difíciles que nos tocó vivir, sacamos una raza de seres humanos con valores que ya se perdieron. Y lo más triste y penoso, es que nunca se recuperarán.


Volvamos al Eolo. Allí sí daban vino en las comidas todos los días.
El comandante habló conmigo, era un capitán de corbeta, y él mismo me dijo que en breve tiempo saldríamos con rumbo a La Carraca, lugar donde permaneceríamos largo tiempo reponiendo artillería.
¿Para esto había deseado yo que me destinaran a Cartagena? ¡¡Vaya pasada que me había jugado el destino!! No estaba dispuesto a aceptarla.
Alguien me dijo que en la fragata Sarmiento de Gamboa, había un cabo segundo de maniobra que era natural de Cádiz. Me puse en contacto con él, y pronto llegamos a un acuerdo. El quería ir a su tierra y yo quedarme en Cartagena.
Todo terminó felizmente con el desembarco y embarco de ambos.
Allí en el Gamboa, el día 30 de diciembre del siguiente año 1958, pude escuchar la diana floreada, pero esta vez, era para mí, y para más gente, pero yo formaba parte de ese lote. Otro día os contaré cuales eran nuestras misiones en el Gamboa.Un fraternal abrazo a todos.
"El Timonel del Galatea" 

11 julio 2013

Arminio dijo… 
El día anterior, en un tono desenfadado y casi amigable, los contramaestres pidieron   voluntarios para comenzar a colocar el engalanado general. Casi todos  nos ofrecimos a realizar los trabajos, pues de  esa  manera podíamos  subir por la jarcia a nuestro antojo,  sin estar continuamente vigilados o tener que hacer algún cometido concreto.  El día transcurrió apenas sin horarios estrictos y al caer la tarde mientras algunos baldeaban la cubierta, y limpiaban los bronces con esmero,  el resto terminábamos de cubrir los palos del Galatea de las  banderitas y gallardetes internacionales. Todo parecía preparado como si fuese a comenzar una fiesta. 


A la mañana siguiente, y una hora más tarde del horario habitual, nos despertó el murmullo de una  banda de cornetas y tambores que tocaron Diana Floreada. Sin prisa y echando en falta el rebenque  habitual del suboficial de guardia, que nos hacía apearnos de la litera sin darnos tiempo ni siquiera a  abrir los ojos, nos fuimos levantando y después de pasar  por las duchas y enfundarnos el uniforme blanco con peto de gala, nos fuimos acercando al sollado de proa.

Al bajar la escala y sentarnos en el rancho, se nos sirvió chocolate, churros, bollería y una copa de aguardiente. Era todo un lujo que sería seguido de una solemne misa y una comida acompañada de vino, tarta, licor y para completarlo un puro para cada uno.

Algunas familias acudieron al Galatea para festejar el “Día del Carmen” y los que  fueron visitados por sus familiares, tuvieron la suerte de irse con ellos a seguir celebrando el festejo. Los que éramos de otras localidades no tan cercanas nos conformamos con saborear la copa de anís El Mono, ponche Soto  o cogñac  Espléndido  Garbey , y fumarnos el puro después de una señorial comida.  Un saludo para todos.
11 julio 2013

Miguel Gómez dijo...
Hola amigos tertulianos, que la felicidad sea generosa, gracias por estar de nuevo ahí, lo cierto es que no encuentro el calificativo adecuado para agradecer tanta perseverancia (al menos yo no lo encuentro, pero claro que en mi es lo más normal que no lo localice) como saben ando mal de sinónimos, que se acerquen a esta realidad para corresponder lo que acaece en estos vertidos de unos comentarios que a trancas y barrancas logro desencadenar, solo se me ocurre decir gracias.
Los amigos alimentan la vida, te alimentan con su presencia, no importa si están lejos o cerca, un amigo es un precioso regalo y un tesoro que todo el oro del mundo no lo puede comprar.
Gracias amigos todos por haberme dado ese precioso regalo, el de vuestra amistad.

Me congratulo por lo sucedido en estos días anteriores, con respecto al compañero Pablo Delgado, me gustaría sumamente su unión a este pequeño grupo de soñadores, que arrastramos de la mejor forma que sabemos hacerlo la historia de nuestro viejo velero Galatea, si es que así lo desea, lo considero un verdadero galateano y me gustaría tenerle junto a mi o yo junto a él, sabe positivamente que mi aprecio hacia su persona es ilimitado, y si tiene a bien dirigirse a mi públicamente dispone de este medio, si lo prefiere hacer de forma privada, tiene todos los medios y sabe sobradamente que siempre me encontrara, cuando quiera, donde quiera y a la hora que quiera, yo siempre estaré para atenderle de la mejor forma posible, Pablo como vulgarmente se suele decir por mi parte pelitos a la mar, y no hay nada más que decir, lo que no me gusta lo gravo en el polvo para que el viento se lo lleve lo antes posible, lo que me gusta lo gravo en mi corazón para que jamás pueda ser borrado. 


No olvido el anónimo que se tomo la molestia de mediar en lo posible en el conflicto, que no era tal conflicto, pero de todas formas mi gratitud para él, y gracias por su también perseverancia de tantos años de tras de estos comentarios, por nuestro Galatea y por esas personas que nos siguen, estamos cada día al pie del cañón, buscando en nuestras ya mermadas mentes algo para insertar en este blog, y totalmente ajustado a la más pura realidad, sin ánimo de lucro material sólo si estos comentarios dan paso a escribir un libro que hable de nuestro añorado Galatea la satisfacción para nosotros es más que alentadora de ver que esas vivencias quedaran escritas por mucho tiempo, y no se perderán como perdimos a nuestro viejo velero.

Por eso y por mucho más amigo Pablo, levantemos nuestras copas y brindemos por la amistad, como un día no muy lejano lo hicimos, en la estación del Norte de Barcelona teniendo como testigo al también Galateano Jaume Matamala, no perdamos lo que ya habíamos conseguido.
Para todos los demás como de costumbre mis afectuosos saludos, que reine la paz entre nosotros y en todo el mundo. Paz Y Bien.

12 julio 2013

Arminio dijo… 
La lealtad es un valor humano, basado en la fraternidad muchas veces, otras en la confianza, y muchas facetas del desenvolvimiento humando, y se manifiesta por las situaciones de solidaridad, de reciprocidad, mutuo hacer  ante situaciones en las cuales las personas que se deben lealtad, están unidas, juntas, acompañadas,  sufren, gozan, o padecen una situación.

La deslealtad es una situación racional, es decir, se puede controlar si quieres, porque casi siempre en el fondo hay un interés personal, material, económico, o sentimental. Podríamos decir que el espionaje es una deslealtad contra el país que nos sirvió de cuna, o que la guerra sucia se hace buscando una mejora para uno, ya que al acabar con el “enemigo”, salgo adelante: el plan que se sigue para lograr conquistar la novia del amigo, abrir un negocio aprovechando los conocimientos y materiales que adquirí en el empleo, utilizar la tarea de alguien para surgir, aprovechar el trabajo de otro para presentarlo como personal, utilizar los conocimientos de otros para hacerlos aparecer como propios; en fin esto es además de deslealtad una traición que se hace al amigo, al patrono, al compañero, o al amigo

Apliquemos el principio de no hacer con los demás lo que no queremos que se haga con nosotros, y si tenemos en cuenta esta situación, quizás no suframos desilusiones por nuestro comportamiento, y viviremos una vida con los que nos rodean dentro de la comprensión y la tolerancia.
Y hablando de esta palabra, me voy a referir a una situación concreta. Tenía un compañero en el Galatea que precisamente era de Madrid como yo, el cual enseguida destacó por su mal proceder, con sus compañeros, en clase, con los superiores y en casi todas sus relaciones personales.  

Tenía la costumbre, a  modo de pandillero, de exigir las cosas bajo amenaza de darte una paliza, en vez de pedirlas, de no dar las gracias por nada y de ser más altivo que nadie. Por dentro se  llenaba de rabia ante los logros de sus  propios compañeros, y la gente le evitaba o simplemente accedía a sus peticiones, quizás por temor a verse en una fuerte discusión y ser arrestado.

Tan harto me tenía que no me quedó más remedio que en una ocasión encararme con él,  y decirle no me da la gana, ya no podía seguir aceptando sus exigencias y nos peleamos. Parece ser que no era tan duro como aparentaba, y gracias a eso me dejó en paz,  al vernos nos evitábamos.

Su destino fue quedarse de marinero raso en la Graña, hasta terminar el tiempo que firmó,  pues suspendió todas las asignaturas y le dieron la opción de repetir curso, opción que rechazó. El no quería amistad, solo se preocupaba de sí mismo, solo haría amistades con personas de su catadura.

Sin embargo tenía otro compañero que era de Cartagena y que en una ocasión tuvimos una fuerte discusión en la sala de máquinas del Galatea, llegando a las manos. Al  momento me arrepentí, y salimos de allí juntos aunque ya un poco distanciados en nuestra amistad, que fue retomándose y llegando incluso a pernoctar en algún viaje en casa de mis padres en Madrid. Este compañero, no quería aprovecharse de nadie, ni sobresalir, ni alegrarse del fracaso de nadie, tan solo pedía ayuda cuando lo necesitaba.  Era un buen y leal compañero.

Como ya no me quiero me enrollar más, voy al grano. Me parece muy bien el talante de Miguel, se parece un poco al mío, casi siempre perdona y hace prevalecer la amistad a pesa de sus desengaños, da su brazo a torcer en beneficio de la lealtad, pero algunas veces no se puede dar siempre el brazo a torcer pues te lo parten.  Y no me refiero a sus conclusiones para con Pablo, que sabemos que al menos ha tenido la humildad de  tratar de comunicarse, quizás por que no entiende bien que ha podido suceder, seguro que le queda la duda de por que está la situación de esta manera.

Quizás me, recuerde  a mi compañero de Cartagena.  Sin embargo otros galateanos entre comillas, al menos para mi, que siguen altivos y creo que jamás la humildad y la lealtad va con ellos. Personalmente no quiero saber nada de ellos.

12 julio 2013

Miguel Gómez dijo...

Mis calurosos saludos para todos, nunca mejor dicho, hasta podría decir tórridos al menos por estas latitudes, y no digamos nada de lo que me espera dentro de unos días por tierras de la comunidad murciana, donde tengo previsto pasar un largo mes de verano, quería decir de veraneo pero las circunstancias mandan y en vez de veraneo se tratara de cuidar de los nietos, sin duda que estoy esperando ese día para poder disfrutar de toda mi familia, ya que me considero un hombre familiar.

Tenía previsto empezar este comentario tertuliano con una anécdota del Galatea, pero la pospondré, considero que este escrito es preferente y lo hago como contestación al que Arminio acaba de insertar.
Ante todo gracias Arminio por salir al paso, con tu tan agradable y certera exposición, está claro que no se escribir pero si se leer y escuchar, es cierto que me gustaría parecerme a ese tu amigo de Cartagena, puede que tengamos algo en común no en vano somos paisanos. Tampoco soy de los que imploran clemencia ante una persona por poderosa que sea, solo pido clemencia al Todo Poderoso.

Miguel es como es, con muchos más defectos que virtudes, pero quiero seguir siendo así, tal cual sin dobleces, mis amigos son mis amigos y los galateanos son mis súper amigos, siempre que ellos así lo deseen y no hay nada más que comentar al respecto, y al que no le guste lo siento por él, pero así ha sido así es y así lo continuara siendo.

Ahora vayamos a la anécdota:
Siguiendo con otros comentario de atrás de fecha del siete del mes en curso, dejé pendientes algunos aspectos de la vestimenta de paisano, decía que mi lavandera estaba ciegamente enamorada o eso parecía, de un compañero de Málaga que precisamente era de mi rancho, pues era todo lo más compresivo al tratarse de una mujer, pues este compañero que se cambiaba en su casa,estaba muy bien superdotado, y no me estoy refiriendo a lo intelectual, que también, me estoy refiriendo a sus atributos masculinos, a modo de apodo y cariñosamente le llamábamos el tres patas.


Como ya es bien sabido, la duchas en el Galatea y cuando las habían eran comunitarias, es decir todos juntos y apelotonados, pues alrededor de él se hacia un cerco por lo que él se duchaba ricamente.

Por aquellos años usábamos las pastillas de jabón marca Lux o Palmolive, aún no había llegado a España el gel ni el champú, las pastillas era resbaladizas y había que tener mucho cuidado con que no cayera al suelo, en ese caso había que darla por perdida ¡¡cualquiera se agachaba para cogerla!!. Cuando por las tardes estábamos tumbados en el castillo panza arriba su tienda de campaña era la campeona, con diferencia, Este era malagueño no recuerdo su nombre pero si su fisonomía, era súper simpático, cuando salimos cabos segundos creo que se quedo destinado en Ferrol, era un destino que no quería, porque quería hacer su vida normal y no estar sujeto a una mujer que era mucho mayor que él.

Es uno de esos amigos que siempre he querido encontrar y saber de él pero que nunca lo he conseguido, entre otros motivos por haber olvidado su nombre.
No sé si esto cuadra aquí pero como se trata de una anécdota del Galatea me he tomado la libertad de insertarla, en el caso que no sea lo más adecuado Arminio tiene total confianza y libertad para hacer lo que crea más conveniente, sin previo aviso.Saludos y hasta otra

13 julio 2013

Miguel Gómez dijo…
Somos capaces de realizar muchas más cosas de las que creemos, lo único que nos falta es decisión. Esto me lo ha hace saber un antiguo compañero por supuesto ex-galateo, que al no dominar estas tecnologías no puede entrar a nuestras tertulias, se hace servir de su nieto para poder leer nuestros comentarios. Me sigue diciendo que nuestras historias son muy enriquecedoras, que podemos estar muy orgullosos de ellas y que el Galatea da para mucho más, que “avante a todo trapo”. Son palabras de aliento, para que la memoria de nuestro viejo velero siga surcando aquellos mares, donde muchos de nosotros fuimos formados como hombres de mar, el me ha comentado como hombres de honor en el mar y en tierra firme.

Haber Castrillon, Gerardo y todos los que navegaron en el Galatea antes de ser desarbolado, para volver a ser nuevamente arbolado, con todos sus mástiles nuevos, así como la totalidad de la jarcia tanto la firme como la volante.

La pregunta es: ¿vosotros recordáis una cinta negra en el juanete bajo del mayor? Lo comento porque he estado leyendo un artículo que ya lo pasaré, en el cual dice que esa cinta estaba allí en memoria de un tal Mario Martínez Pérez que cayó mortalmente herido en mayo del 1943, quiero entender que se trata del accidente que narra Luis de la Sierra en su libro “Viajes de un Marino”, aunque las fechas no son coincidentes pero si muy cercanas, Luis de la Sierra lo coloca en el 1944, el caso es que yo no lo puedo asegurar puesto que cuando yo embarqué el buque ya estaba desarbolado, y sus palos en los astilleros Astano, para hacer los nuevos exactamente iguales, en medidas, cáncamos y todo lo que conllevaban para fijar las velas, motones y todo el laboreo necesario para hacer que el velero volara sobre las olas.

Todos los años,  tal día como hoy y en la época activa de nuestro viejo velero, y mientras que yo estuve navegando en él,  pues era el día de regreso a la base de Ferrol para rendir viaje, ésto se hacia los días quince de Julio y Diciembre. En el caso de Julio, al ser al otro día el de la Patrona, ya se empezaban los preparativos para las celebraciones, pero eso es otro capítulo aparte, que ya se narrará en su momento por orden de nuestro Almirante y  Comandante jefe, pues todos deben de estar con la pluma preparada para escribir una buena narrativa a partir de que toque diana floreada.


Me gustaría animar en lo posible al compañero Manuel Carrasco, pues me está dando la sensación que al carecer de muchas vivencias a bordo del Galatea, y con nuestro aluvión de comentarios de últimamente lo debemos estar ahogando, pues ¡¡¡Nó!!! compañero no te cortes lo mas mínimo, exprésate de la forma que mejor lo veas, pero sigue ahí junto a nosotros, que sin duda tu presencia nos es muy gratificante y nos fortalece a todos. “Viva er  Betis man que pierda".Con mis mejores deseos de felicidad y bienestar, Caña a la vía. 

15 julio 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Estoy atento y admirado por todo los escrito sobre vuestras navegaciones aventureras a bordo del Galatea. Pero llevas razón Miguel, como no participé en ellas y solo estuve a bordo cuando ya estaba amarrado, no creo oportuno en participar en esos comentarios pero, eso sí, lo leo todo.

En cuanto a ese vava er Betis, pues nada tengo en contra, solo que yo: ¡sevilliste seré hasta la muerte!, que forma parte de Himno compuesto por El Arrebato y que habrá que reconocer que es precioso y enardecedor, al margen de los respetados colores de cada uno.
Afectuosos saludos.
15 julio 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…

Hoy es un día especial para todos los hombres de mar, y de la mar.
Hoy es el día de nuestra gran Patrona La Virgen Del Carmen.
En nuestra Marina era tan especial, que casi se nos permitía ir un poco más lejos y romper las líneas maestras de la disciplina de obligado cumplimiento.
¡¡La Virgen Del Carmen!!
¡¡ Nuestra Virgen Patronal!!
¿Os acordais compañeros de aquella estampa que con tanto orgullo y devoción, llevábamos dentro de nuestro Lepanto.?
Era mis queridos amigos, nuestra Patrona.
Nadie, que yo recuerde, nos obligaba a llevarla, pero todos nosotros de forma natural y gallarda, la llevaba en nuestro Lepanto.
¡Que curioso! ¿Verdad? ¿Alguna vez os habéis parado a pensar en ello?

Bueno pues hoy, como todos los años, puntual a su cita, regresa la que nunca se ausentara, la que todos los días de nuestra vida ha estado presente sin faltar ni a una sola revista.

¡¡Nuestra Patrona!! ¡¡Nuestra Virgen Del Carmen!!
Hoy, quiero y deseo dedicar este pequeño escrito en nuestro más que querido blog, a todos vosotros mis amigos "Galateanos". También deseo tener un muy especial recuerdo a todas las Cármenes de mi más que querida España, y como Cármenes hay en todo el mundo, pues...también a ellas. ¡Faltaría más.!

Pero...hay una persona muy especial, a la que no puedo dejar de felicitar en este día.

Muchos de nosotros, por múltiples y variadas razones, decidimos un día abandonar la Armada y retornar a la vida civil.
Otras se quedaron, e hicieron de ello su vida, a la que se dedicaron por entero.
Las únicas Instituciones sanas, que gozan de buena salud, según mi criterio, son los Ejércitos y la Guardia Civil.

De el resto no voy a decir nada, no por miedo, a mi edad no se le tiene miedo a nada, si no por que este es un blog de viejos "Galateanos" y no de política.

Quiero rendir homenaje al Alférez de Navío D. JOSÉ MARIA CASTRILLÓN MESA, y henchido de satisfacción decirle alto y claro:
-"Mi oficial, es para mí un orgullo haber formado parte de esas dotaciones, que con usted cruzamos los mares, y sufrimos las inclemencias, climáticas y humanas.
-"Si el orgullo es un pecado, yo, mi oficial, me quiero morir en pecado mortal.
-"No quiero que nadie me arrebate el título de orgulloso, de haber navegado con usted".
-"Nadie, digo bien mi oficial, nadie podrá arrebatarme jamás el honor de ser compañero en sus navegaciones."
-"Esto es algo, que al igual que el honor, tendrán que enterrarme con él, y nadie me podrá nunca arrebatar."
-"Es por esto, que a modo de un "hasta luego", me cuadro ante usted y con el mayor de los respetos, le digo.
-¡"Siempre a sus ordenes mi oficial"!
-"No le digo, que Dios le Bendiga, por estar seguro, que hace ya mucho tiempo, que esta misión fue cumplida por Dios a su persona."
-"Mas no quisiera despedir este sencillo, pero sincero escrito, sin decirle."
¡"Hasta siempre mi oficial"!

-"Tampoco quisiera olvidarme de tantísimos compañeros, de antes y después, muchos de ellos ya no están entre nosotros.

Creo que bien merecen una Oración.  Siempre vuestro. "El Timonel Del Galatea"
16 julio 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…

El día 13 a las 17.20 P. M. recibo una inesperada llamada telefónica de nuestro Almirante Castrillón.
Me dice que a través de Miguel, sabe de mis dolencias que vengo padeciendo y arrastrando demasiado tiempo, y me pregunta, como me encuentro. Le digo que el pasado jueves, me cambiaron la medicación, y que ayer ya note bastante mejoría.
Después de conversar un tiempo, sobre las temperaturas de las dos regiones, y la visita de Elcano, le comento que recién terminé un pequeño escrito, para publicar el día de nuestra Patrona.

Siempre que tengo la gran suerte de hablar con uno de vosotros, no puedo por menos que sentir una enorme emoción, que se me hace imposible relatar fielmente como yo la percibo.

Con Miguel, fiel a su costumbre, hablo todos los Domingos, lo espero, y se que me va a llamar; pues no hay manera, siempre me emociono.
Con Arminio me pasa lo mismo y con José Mª, es la "repera".
Una vez concluida la conversación, siempre me quedo un tiempo pensando y relamiéndome del agradable sabor que esto me ha producido, dejándome un profundo placer que me encharca el espíritu de luz y paz. Es como si una nube milagrosa, me permitiera subir en su blanco algodón, y me llevara tan lejos que me permitiera tocar el cielo con los dedos.

Y luego se me queda una inmensa sensación de impotencia, pues nacen en mi unas necesidades enormes de demostraros mi agradecimiento, y no encuentro como hacerlo.

Es como si quedara en deuda con vuestras personas, y no pudiera pagaros nunca lo mucho que os debo amigos.
A Manuel no lo nombro, pues nunca hablé con el por teléfono, pero presumo que me pasaría lo mismo. Desde estas simples, pero sinceras letras os digo con el corazón en la mano.
¡"Gracias amigos"!
Genial Arminio, como siempre y como no podría ser de otra forma.
Miguel y tú, lo dejáis perfectamente claro. Postura señorial y sencilla. Por mi parte, nada que oponer, solamente daros mis felicitaciones.

El refranero español, es rico y casi siempre sabio.

Enemigos que huyen, puente de plata. Y a los que son de otra "pasta" les diré.
-"Si te acostumbras, siquiera una vez por semana, a buscar la unión con los amigos, veras cómo tienes más presencia de Dios. O como dijo Voltaíre. -"No depende de nosotros el ser pobres; pero si depende siempre de nosotros el hacer respetar nuestra pobreza."
Por cierto Manuel, desde el día 7 de Julio, San Fermín, no nos has enviado, ni un cañamón. Bueno hoy uno pequeñito.
-"Cosas veredes buen Cid, que farán fablar la tierra."
No tienes idea cuanto te lo agradezco; llevo unos cuantos años tratando de recordarlo y no lo conseguía, no era capaz de pasar de "Cosas veredes". Tampoco fui capaz de recordar que se trataba del Cid. A veces Manuel, "pegan las ranas a los peces"
Reitero, gracias, muy oportuno tú.
16 julio 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…

Miguel, estás increíblemente imparable.
Eres una máquina de estampación de metales.
¡Que bárbaro! De dónde sacas tantas energías "macho"?
Tienes una mente privilegiada, una inagotable fuente creadora, y una riqueza natural que cautiva.
Felicitaciones amigo, y aquí no hay coba, esto nace de los más puros y nobles sentidos que yo veo en tu persona.
Contestando a tu pregunta te diré lo siguiente, Cuando yo embarqué en el Galatea, los veteranos demostraron un especial interés, por hacernos saber el mortal accidente del veterano juanetero.

Ellos nos decían que ese juanete, estuvo arrestado algunos años. Yo siempre lo recuerdo en activo, lo que deduzco que cuando yo embarqué, ya le habían levantado el arresto, pues yo tenía el palo mayor, y no recuerdo, siempre que las circunstancias lo aconsejaban, esa verga funcionaba con normalidad.

Ya hace muchos años que tengo el libro de Luis De La Sierra, Viajes de un Marino, y pienso lo mismo que tú.

Cuando yo lo leí, en el libro de, De La Sierra, lo primero que pensé es que ese fue el accidente mortal del que nos hablaban nuestros veteranos.

Tu hablas de dos fechas diferentes, yo no le daría mayor importancia. Seguramente hay un baile de números. Pienso que esto es normal, hace muchos años Miguel; pero yo me atrevería a decirte que la buena fecha es la que cita De La Sierra.
De la cinta negra, no te puedo informar, no tengo memoria de ello. Tal vez existiera, no lo se Miguel, no lo recuerdo.
Cuando se rindió viaje de Puerto Rico, como tú dices muy bien, se armó de nuevo el Galatea.

En esa fecha desembarcaba, entre otros, nuestro flamante jefe Castrillón, ascendido a la nueva promoción de cabos maniobra.

Podría ser que Castrillón nos diera más luz en este tema, no lo se Miguel, el nos dirá algo, seguro.
Yo nunca escuché más comentarios de caídas desgraciadas, salvo la que tú comentaste del marinero que desembarcó en Dakar.
Hace muy pocas fechas, escribí , haciendo una reflexión y recordando al que siempre nos protegía, nuestro Ángel de la Guarda. Por que...convendrás con migo Miguel, que motivos para más accidentes teníamos continuamente.

Yo relaté en este blog, la aventura "atarzanada" de "Tagüima", que fue recordada por Castrillón teniendo que hacer un esfuerzo mental. Este hecho provoco un enorme cabreo a nuestro comandante D. Ramón Liaño de Vierna. Y hasta aquí puedo leer Miguel, la calabaza Ruperta del un..dos..tres, no me deja seguir.

Es cuanto puedo decirte.
Nosotros a su vez, solíamos pasar el testigo del juanetero tan tristemente desaparecido a los sucesivos reemplazos venideros.
¡¡¡Feliz día de la Virgen del Carmen!!!
16 julio 2013

Arminio dijo…

El día 16 de julio, la Armada celebra la festividad de Nuestra Señora del Carmen con diversos actos en todas sus bases y unidades. Desde el Cuartel General de Madrid y los Arsenales, pasando por las Comandancias Navales distribuidas por toda la geografía española, hasta los buques en la mar celebran esta festividad de gran tradición en la Armada.
La advocación mariana de la Virgen del Carmen está vinculada oficialmente con la Armada desde el 19 de abril de 1901, fecha en la que la Reina Regente, Doña María Cristina de Habsburgo y el Ministro de Marina Don Cristóbal Colón de la Cerda, Duque de Veragua, refrendaban con sus firmas la Real Orden por la cual se proclamaba, de manera definitiva, a la Santísima Virgen del Carmen Patrona de la Marina de guerra.

Aunque el texto de la Real Orden recogía que la Virgen del Carmen era de hecho Patrona de todos los navegantes, es bien sabido que con anterioridad las gentes de la mar, navegantes, pescadores y marinos, no veneraban una única advocación patronal sino que se multiplicaban en pluralidad de títulos y con preferencias escogían para abogada de sus travesías la imagen de más veneración de su lugar de origen.

Una de las advocaciones más popularmente arraigadas era la de Nuestra Señora del Rosario. De ellas, las más vinculadas con la Armada serían la imagen que, donada por los venecianos, llevó D. Juan de Austria en su galera real en la batalla de Lepanto y “la Galeona” que a bordo de la nao Capitana hacía la Carrera de Indias.

De la misma época existen importantes testimonios que ratifican la antigüedad de la devoción de los navegantes a la Virgen del Carmelo. Podemos afirmar que el patronazgo de la Virgen del Carmen sobre la Marina de guerra tiene su origen en la Isla de León, en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando se dio estado casi oficial a esta devoción, que ya era la más popular en la ciudad.


Por ser una celebración de carácter religioso, los actos en honor de la Virgen del Carmen comenzarán con la ceremonia eucarística en honor a la Virgen en las diferentes parroquias castrenses y en el Panteón de Marinos Ilustres de la Armada, situado en la ciudad de San Fernando, dentro del recinto de la Escuela de Suboficiales. Los actos continuarán con la ofrenda floral en memoria de los que dieron su vida por España; aunque siempre presentes, en este día se les recuerda de manera especial, al rendirles los merecidos honores, como es la tradición. También se rinde un particular reconocimiento a los marinos que han pasado recientemente a la situación de reserva al cumplir los tiempos de servicio y otros requisitos establecidos legalmente.


Uno de los eventos más relevantes del 16 de julio será la jura de bandera y entrega de despachos a los nuevos oficiales de la Armada en la Escuela Naval Militar. No obstante, la presencia de la Armada celebrando la patrona de los hombres de la mar será por toda España y en diferentes ámbitos, aportando barcos a las diferentes procesiones marítimas con la talla de la Virgen de El Carmen a bordo. En algunos lugares, los ciudadanos podrán disfrutar de arriados solemnes.

En los barcos que están en la mar estos actos se celebran de manera muy significativa, ya que la devoción de la Virgen del Carmen va sólidamente unida a la condición de marino. Numerosas unidades de la Armada celebrarán este día navegando, en misiones en el extranjero o desplegadas fuera de su base.

Historia y tradición arraigan en todos los marinos la devoción a la Virgen del Carmen. Pescadores, marinos mercantes, marinos de la Armada, deportivos y gentes de mar en general celebran al unísono este día.

Diana Foreada y felicidades a la Armada por ser la que nos unió para siempre, a todos sus buques y a sus tripulaciones, aunque algunos ya nos estén entre nosotros, pero si lo están en nuestros corazones, y en especial al Galatea y a todos sus tripulantes, y como no a los colaboradores de este blog, a los que nos leen y a todos sus visitantes. Un abrazo.
16 julio 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo...

Antes de ponerme a leer lo último publicado, feliz día a todos los hombres y mujeres que sentimos la mar. Un abrazo a todos.
16 julio 2013

Miguel Gómez dijo…

¡¡¡Que virguería de blog!!!, actualizado en las efemérides y al momento, mis gratitudes a los escasos participantes y a nuestros seguidores, también le doy las gracias a la vida por haberme dado este tipo de amistades que con toda seguridad no sea merecedor de ella, a todos feliz dia de nuestra patrona.

Antiguamente, como bien lo narra Arminio, se trataba de Nuestra Señora del Rosario, la Galeona de la batalla de Lepanto junto al Cristo de Lepanto que se venera en la Catedral de Barcelona. en Cádiz aún siguen con su veneración, no se si es por la Galeona de aquella triunfal batalla o por ser, la patrona de la cuidad, lo cierto es que creo que las sacan en procesión por la mar.

16 julio 2013

Miguel Gómez dijo…

Hola a todos los que se acercan a este especie del “Portillo al Mundo”, que así se llamaba el semanario que se editaba a bordo del Galatea, en sus largas travesías. Esto fué mientras que yo estuve a bordo del mismo, en otros tiempos hubo otros con distintos nombres, ahora me viene a la memoria uno que se llamaba “Nauta” que se editaba en el viaje de Nueva York, allá por el año 1953, aunque este yo no lo viví, porque aún no había embarcado y por supuesto esos viajes fueron anteriores a los que yo realicé, puede que Castrillon también lo recuerde por haber hecho ese viaje al igual que Pablo Delgado, el del famoso temporal.

Ahora con el permiso de la concurrencia y por ser el día de nuestra patrona Nuestra Señora Del Carmen, voy a trascribir una poesía de Antonio Machado, que a mí personalmente me encanta, y más si la canta Juan Manuel Serrat.


Caminante, son tus huellas

El camino nada más;
Caminante, no hay camino,
Se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
Sino estelas en la mar… A. Machado.

Hoy para empezar el día, nos amenizan el despertar con una sonora diana floreada, se trata de un día extraordinario, el desayuno en vez del aguachirri del café con leche de diario nos agasajan con un muy fluido chocolate, acompañado de un pequeño chusquito o panecillo alargado. Como de costumbre, arranchado de batayolas y algo de limpieza, y el Contramaestre de guardia nombraba a uno para subir a la galleta del palo mayor para izar el gallardete, no sé los metros que tendría pero la punta casi llegaba al mar, hasta la hora de la Santa Misa a bordo.

Acto seguido empiezan los festejos típicos a bordo, el de tirar de la cuerda o cabo por brigadas, hasta llegar a la brigada más fuerte que sería la campeona, esto es largo para describirlo ya lo haré en otra ocasión, concurso de feos o míster más feo, concurso del chocolate con los ojos vendados, Concurso de ajedrez, natación, lo tomas o lo dejas, etc. etc.

El día anterior había sido la entrada en puerto, supongo que la compra de los víveres la harían vía radio teléfono, porque a primera hora de la mañana estaba allí el isocarro con los víveres frescos. Ese día la comida era extraordinaria, atrás quedaron aquellos guisotes inventados por el maestro de cocina, o las proteínas de los tiburones que pescábamos en nuestras singladuras, esto ya parecía otra cosa y muy distinta: empanada de sardinas, zamburiñas con salsa de tomate, paella y otro tipo de comidas que ahora no recuerdo. Todo esto con la consabida ilusión que al día siguiente el cincuenta por ciento de la dotación se marchaba de vacaciones por un mes, y a su regreso marcharía el otro cincuenta, y a los pocos días otro viaje más, así sucesivamente.


Oh Galatea no solo fuiste el barco mejor, sino que convertirte entre tus cuadernas, a los mejores hombres, los cuales hoy, muchos aún deambulan por esos mundos de Dios, en tu seno se hicieron los mejores hombres de ¡¡¡HONOR!!! Se llevaron a nuestro viejo velero, pero se olvidaron de llevarse lo que tenemos muy dentro de nuestro corazón.

No quería terminar este torpe escrito sin citar a todos los componentes de este espacio, los que estamos hoy y los que han pasado por él. Unos pasaron como las estrellas fugaces, otros fueron más constantes y generosos, pero todos dejaron una fuerte huella imborrable, que bien saben que la puerta la tiene abierta como la dejaron, por si algún día deciden volver a pasar por aquí, me gustaría citarlos a cada uno de ellos por su nombre, pero no lo voy a hacer, no porque no recuerde sus nombres que si que los recuerdo , sino por miedo a poder omitir alguno que para mí sería imperdonable.
Deseando lo mejor para todos, feliz día de nuestra patrona.
16 julio 2013

Miguel Gómez dijo…

Sigue...
PD. He estado esperando para insertar este comentario, porque por escalafón jerárquico aún no me corresponde hacerlo, no olvidemos de que soy el ordenanza de segunda o sea el último de la escala de gato. En este día mientras que todos disfrutan de los festejos, yo tengo que armar mesas y bancos, todo muy firme en los respectivos tinteros, hacer de gavetero, fregar los utensilios usados por la comida, subir el carbón de la carbonera hasta las cocinas, y por la tarde cuando todos se vayan de paseo a mi me tocara como siempre meterme bajo el castillo a pelar patatas, porque se supone que ese día se le levanta el arresto a los que tenían esta pena, en fin (la vida del ordenanza de segunda), y no pienso pedir piedad.
Harto de esperar, voy a omitir las reales ordenanzas aun a sabiendas de que me puede acarrear algún castigo y sea lo que Dios quiera, lo siento Comandante jefe Castrillon.
16 julio 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…

Bueno, pues ya he leído todo. Repito: feliz dia de la patrona a todos los hombres y mujeres de la mar, creyentes o no, de la Armada o de la marina mercante. (Siento Arminio abusar de las mayúsculas, pero aquí no se emplear la letra negrita).
Por cierto Gerardo no sabía de tus dolencias. Mis deseos de pronta incorporación a bordo.

Miguel, no se te olvide que no soy der Beti. sevillista seré hasta la muerte. Hobre... Caminante no hay camino y cantada por Joan Manuel Serrat... . Entre los poetas míos tiene Machado un altar, como el decía de Jorge Manrique.

Un abrazo a todos y una mención especial al oficial Castrillón que no he mencionado.
16 julio 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…

Añadiré a modo de Pos Data como aclaración a Gerardo, que tuve un error en una frase hecha anterior. No es que "Farán la tierra", sino la tierra, por lo quedaría así:
Cosas veredes buen Cid, que farán fablar las piedras. Yo la empleo mucho cuando veo a otros o a mi mismo hacer o decir cosas con la edad, que ni hubieran o hubieramos dicho o hecho años atras.
Hay varias teorías del origen de esta frase, que si de las charlas de Don Quijote con Sancho, que si de Cantar del Mio Cid, pero en realidad no hay nada cierto, parece ser una mera derivación popular.
16 julio 2013

Castrillon dijo…
Hola a todos, mis compañeros de mar y ante todo mis amigos, que sois todos.
Todo quedó atrás para nosotros, todas nuestras ansias y largas esperas de que llegara este gran día de la fiestas de la mar y sus navegantes. Dias antes ya se estaban haciendo los preparativos, todos estábamos tan entusiasmados y alegres los unos con los otros, incluidos los contramaestres y oficiales, todo era alegría, los trabajos se hacia con más ansia y con mucho más ánimo, esperábamos este señalado día las tripulaciones de todos los buques y dependencia militares de marina, era el mejor día del año.

El día anterior a esta fecha, todo lo teníamos listo, los arrestados también disfrutaban de este día, sabíamos que en la Orden de ese día se ponía, " quedan levantados todos los arrestos" ! si, era un día muy especial para todas las tripulaciones¡. Rebosábamos de alegría infinita, cuando llegaba la noche apenas dormíamos, todos hablando los unos con los otros de temas muy alegres del nuevo amanecer, del día del Carmen.

A última hora nos quedábamos dormidos un poco de tiempo, por la mañana, la gran fiesta anunciada por un toque de diana especial, "Diana Floreada" era el comienzo del día, nuestro alegre despertar. Saltábamos todos del coy, lo aferrábamos y, rápidamente nos vestíamos y a desayunar, ya veíamos como todo el engalanado general adornaba todo el buque, y los uniformes y condecoraciones luciendo los cuerpos de aquellos navegantes que rebosaban de alegría.

Todo era ajetreo a bordo, nada parecía mal a nadie, todo era buen humor, todos los semblantes sonrientes, un gran día para nosotros, el mejor de todo el año.
Amigos, ahora lo vemos desde fuera, y nos invade una gran nostalgia de aquellos tiempos, pero !! jamás los olvidamos¡¡¡¡ estos tiempos van impresos en lo más profundo de nuestro ser, y al llegar este día recordamos como, lo pasábamos, y recordamos en particular a nuestros compañeros que formaban parte de nuestras dotaciones y de nuestras vidas.
!Si¡ Ureña tu eras uno de ellos, también tengo por aquí, por Asturias algunos de ellos, que también se acuerdan a aquellos lejanos días y en particular este día de la GRAN FIESTAS DE LA MAR.

Muchas felicidades a todos los que fuimos, los que son y los que partieron para más allá de las estrellas, a todos los de la mar, muchas felicidades, espero que todos los que dejamos atrás los tiempos, recordemos este gran día, y los que están en activo lo pasen y disfruten como nosotros lo hacíamos.
!!!!! Feliz día a todos¡¡¡¡¡¡¡¡.Arminio, no creas que nos olvidamos de tiiiiii, que lo celebres con los tuyos y tomes un barrilete de cerveza de los que me debe Miguel...... 


Castrillon dijo…
Hola a todos, mis compañeros de mar y ante todo mis amigos, que sois todos.
Todo quedó atrás para nosotros, todas nuestras ansias y largas esperas de que llegara este gran día de la fiestas de la mar y sus navegantes. Dias antes ya se estaban haciendo los preparativos, todos estábamos tan entusiasmados y alegres los unos con los otros, incluidos los contramaestres y oficiales, todo era alegría, los trabajos se hacia con más ansia y con mucho más ánimo, esperábamos este señalado día las tripulaciones de todos los buques y dependencia militares de marina, era el mejor día del año.

El día anterior a esta fecha, todo lo teníamos listo, los arrestados también disfrutaban de este día, sabíamos que en la Orden de ese día se ponía, " quedan levantados todos los arrestos" ! si, era un día muy especial para todas las tripulaciones¡. Rebosábamos de alegría infinita, cuando llegaba la noche apenas dormíamos, todos hablando los unos con los otros de temas muy alegres del nuevo amanecer, del día del Carmen.

A última hora nos quedábamos dormidos un poco de tiempo, por la mañana, la gran fiesta anunciada por un toque de diana especial, "Diana Floreada" era el comienzo del día, nuestro alegre despertar. Saltábamos todos del coy, lo aferrábamos y, rápidamente nos vestíamos y a desayunar, ya veíamos como todo el engalanado general adornaba todo el buque, y los uniformes y condecoraciones luciendo los cuerpos de aquellos navegantes que rebosaban de alegría.

Todo era ajetreo a bordo, nada parecía mal a nadie, todo era buen humor, todos los semblantes sonrientes, un gran día para nosotros, el mejor de todo el año.
Amigos, ahora lo vemos desde fuera, y nos invade una gran nostalgia de aquellos tiempos, pero !! jamás los olvidamos¡¡¡¡ estos tiempos van impresos en lo más profundo de nuestro ser, y al llegar este día recordamos como, lo pasábamos, y recordamos en particular a nuestros compañeros que formaban parte de nuestras dotaciones y de nuestras vidas.
!Si¡ Ureña tu eras uno de ellos, también tengo por aquí, por Asturias algunos de ellos, que también se acuerdan a aquellos lejanos días y en particular este día de la GRAN FIESTAS DE LA MAR.

Muchas felicidades a todos los que fuimos, los que son y los que partieron para más allá de las estrellas, a todos los de la mar, muchas felicidades, espero que todos los que dejamos atrás los tiempos, recordemos este gran día, y los que están en activo lo pasen y disfruten como nosotros lo hacíamos.
!!!!! Feliz día a todos¡¡¡¡¡¡¡¡.Arminio, no creas que nos olvidamos de tiiiiii, que lo celebres con los tuyos y tomes un barrilete de cerveza de los que me debe Miguel......


Gerardo Ureña Massa dijo…
Con el debido respeto pido licencia para dedicarle en este blog unas líneas a mi sobrino Daniel Ureña La Roda.
Ayer fue un día muy especial, ayer fue la celebración de La Virgen Del Carmen.
Recibí muchas noticias de alegría, mis viejos pero frescos "Galateanos", me llenaron de orgullo y satisfacciones. Pero hay un hecho que no esperaba, y me dejó felizmente tocado de un gran derroche de generosidad.

Mi sobrino Daniel Ureña La Roda, hijo de mi hermano José Luis y de mi cuñada Antonia, me sorprendía gratamente enviándome un correo electrónico con La Salve Marinera, dedicado a su tío Gerardo. Nada me pudo hacer más feliz.

Me sentí desbordado, sí, felizmente desbordado. Difícil es el tema de explicar, mas para el que suscribe encierra los más hermosos tesoros que son naturales, y emanan de los más nobles sentimientos humanos.
Mi sobrino Daniel, ya de niño, siempre fue un muchacho con ángel. Yo al menos, así lo percibía. Le gustaban los animales, y los amaba, también amaba y respetaba la naturaleza; hoy lo demuestra sobradamente, pues esta naturaleza a la que ama, forma parte de su vida diaria, dedicándose a ella por entero, y habiendo hecho posible su manera de ganarse el sustento diario.

Tiene cuatro hermanos, y todos son buenos chicos. Cada uno, como es normal, tiene sus valores. Yo les quiero a todos, ellos saben que tienen un hueco en mi corazón. Pero Daniel es especial, es el que más se parece a mi buen padre, es más Ureña que La Roda.

Espero que a mi cuñada no le sepa mal el que yo lo vea de esta manera.
Por que sí Daniel, por que eres portador de los genes de tu abuelo paterno, por que sin duda y con gran satisfacción para mí, eres el que más se parece a mi padre, tu abuelo.

Darte las gracias me parece poco, desearía y sería obrar con más justicia, ser largamente generoso, pero mi modesta pluma no sabe hacerlo mejor, es por esto que apelo a tu generosidad, y ruego sepas perdonar mis limitaciones.

Dices que sigues nuestro blog, esto es más de lo que me podría esperar, pero es que me dices que te entusiasma. ¡¡Qué feliz me haces!!

Mis amigos "Galateanos" se van a poner muy contentos.

A mis amigos les pido perdón por insertar este escrito en nuestro blog, solo pido, si así lo estimáis, que lo dejéis un par de días.
A ti mi buen Dani, te deseo lo mejor, y siempre acompañado de todo el cariño de tu tío Gerardo ¡¡¡Gracias generoso!!!
18 julio 2013

Castrillon dijo…

Hola, venga todos a sus puestos y a trabajar, " pasó el día, pasó la romería " ya forma parte de la estela que va dejando el paso del tiempo, esta larguísima estela terminará en el fin del tiempo y, con ella todos nosotros.
Bueno, primero voy a contestar a Ureña, Mira desde que yo embarqué en este buque, Septiembre del 53, y hasta el desembarco Agosto del 56, jamás sé de ningún accidente en los palos, ni tuve conocimiento de ello anteriormente.

Sólamente hubo un conato de accidente, en una verga aferrando, y fue que un compañero, ( no recuerdo su nombre) estaba al lado de Victor Moreno Maqueda, éste, era muy corpulento y de una fuerza descomunal, estaban aferrando y, al tener el cuerpo recostado, como solíamos hacer, sobre las vergas, y con los pies en el aire, al querer ponerlos sobre el cable llamado marchapiés, no hizo pie en este cable, y quedo colgado de un tomador, al verlo Maqueda, le cogió con una mano y de un tirón lo puso sobre la verga y pudo ponerse sobre el marcha pies, de esto nadie se enteró solamente, el encargado de la verga que se encontraba en la cruceta dirigiendo la maniobra para dar la novedad a los contramaestres, de ahí no paso nada. Pero jamás oí nada sobre el tema de lo que contáis.


Otra cosa diferente, en Facebook, he leído que los de maniobra que hacían el curso en tierra, manejaban mejor las señales que los que hicimos el curso navegando, buenoooooo, me explico.

Mira, en aquellos dias, (Año 53) sabemos que, las comunicaciones no eran como ahora, que puedes comunicarte de cualquier forma, y al momento, pero de aquella, teníamos la radio, las banderas de mano, las banderas del C.I. y las bandera del código de escuadra, también había comunicaciones por correo que tardaban muchísimos días en llegar.

Nosotros, los cabos de maniobra éramos muy solicitados cuando embarcábamos en los buque de la flota, íbamos en el puente, no todos, pero cualquiera de nosotros estábamos súper preparado para comunicarse con los demás barcos, por medio de estas señales, banderitas de mano, las manejábamos que no se veían nuestros brazos. Pero el receptor de otro buque enseguida sabía lo que le estábamos comunicando, el Scott, otro medio de comunicación, éramos unos artistas con esa comunicación, y lo mismos digo con las banderas del código de escuadra, y el C.I.


En las maniobras generales de primavera y otoño, salíamos a la mar, un bando salía unos días antes y otro bando le seguía mas tarde, ( bando rojo uno y bando azul otro,) como dije solíamos tener la radio en silencio pero a la escucha, para no alertar a los del otro bando, las comunicaciones entre nosotros eran por medio de señales en todo momento, o bien de banderitas de mano, Scott, o código de escuadra. Teníamos que estar muy seguros de nuestras comunicaciones fueran bien recibidas por los demás.


Cuando el fin de semana, descansábamos en alguna bahía, por la noche, los del puente solíamos comunicarnos por Scott con los compañeros en conversaciones particulares, y por la manera de manejar el manipulador y ver la señal ya conocíamos quien estaba transmitiendo, de esta forma manteníamos nuestro estado de adiestramiento perfectamente.

Sí eran de suma importancia estas comunicacioones, y claro que las manejábamos de maravilla, ¿ alguien lo duda ? pues ese su problema no el nuestro, pero eso sí fue así, yo estuve en varios buques destinado en el puente, y en el crucero Almirante Cervera estuve destinado en el puente y ese buque era jefe de flota, y cuando salíamos a la mar, era yo, el que por medio de las señales se comunicaba con la flota para salir a la mar de maniobra.

Quiero decir que, eso de que salían mejor preparados los más modernos, les digo, que ellos no eran malos, pero nosotros éramos muy eficaces y jamás tuvimos fallos.

Sin más por ahora, espero Ureña darte la contestación que me requerías en la primera parte.
18 julio 2013

Miguel Gómez dijo…

Ya ha pasado la resaca del día de la patrona, Ntra. Sra. Del Carmen, como bien comenta Castrillon todo a que dado atrás, fundiéndose con la blancas espumas que el Galatea va dejando en su surcar diario, otro año llegara y esperemos estas en óptimas condiciones para volverle a celebrar, que los años a estas alturas de la vida pasan muy deprisa, pero confiemos en la providencia divina para estar juntos mucho más tiempo y en buenas condiciones, esto creo que son los deseos de todo ser viviente.

Castrillon he estado buscando en Facebook, lo que has leído en cuanto a los timoneles señaleros, no lo he encontrado, pero da igual, no tienen ni punto de comparación la preparación nuestra en señales con las que ahora puedan tener, supongo que estarán basadas en la nuevas tecnologías.

Todo debe ser a base de códigos secretos, que el único misterio debe estar en saber manejar un ordenador u otro artilugio de los muchos que abundan, no quisiera ser mal interpretado, no es mi intención desmerecer su adiestramiento, y celebro que les sea mucho más fácil, y seguro que mucho más eficaz, solo faltaría que con las avanzadas tecnologías las cosa no fuesen mucho mejor, hasta ahí podíamos llegar.

Nosotros con nuestros métodos rudimentarios, hicimos las delicias de las comunicaciones marineras, nuestro Scott, código internacional, código de escuadra y nuestro alfabeto de banderitas manual, éramos los reyes del mambo. Anterior a mi incorporación en la Armada existió la especialidad de los timoneles señaleros, cuyo distintivo si no me equivoco era el de una rueda de timón y dos banderitas blancas cruzadas. “es así o tengo algún ligero lapsus”, ya después todos los maniobras eran timoneles señaleros, que por cierto salíamos de la escuela muy bien preparados para tal fin.


Gerardo me agrada que tengas un sobrino que si no te sigue aguas cerca le anda, yo tengo un montón de sobrinos y ninguno, le ha dado por seguir nada de lo que yo un día hice, con su pan se lo coman.

Pides que ese comentario tuyo refiriéndote a tu sobrino Daniel que al menos se mantenga un par de días, pues no sé lo que opinará Arminio, pero yo creo que no molesta en absoluto y puede estar doscientos años, hasta él podía escribir para dar su opinión con respecto al blog, porque supongo que carecerá de vivencias marineras, pues hace falta sabia nueva y con nuevas opiniones, ese es mi parecer, a veces mi hija y mi esposa han escrito solo por lo que han leído en este espacio.
18 julio 2013

Miguel Gómez dijo…

Sigue…
Hay un cosa que no quiero tocar porque es algo delicada, se trata de los barriletes, esto ya parece una enfermedad contagiosa, ahora y según Castrillon a todo quisqui les debo cervezas, él va invitando a todo el que se presenta por delante, diciéndoles que se tomen una cerveza de las que según el yo le debo, yo me pregunto pero hasta donde vamos allegar “Castrillon”

Ya estoy preparando el viaje vacacional, bueno lo que se dice de vacaciones vamos dejarlo mejor es reunión familiar, que tampoco está mal, me toca llevar cada día mis nietas a la piscina, pero me encanta hacerlo, y me lo paso súper bien. Como mi destino es la comunidad murciana he decidido hace escala en Torret (Valencia) con el único objetivo de reencontrarme con el compañero y amigo Gerardo.


Allí esperamos hacer una pausa tomar algún refresco y continuar viaje a las tórridas tierras murcianas, cuando se lo comuniqué quedo descolocado le embargó la alegría, también se lo comuniqué a Castrillón me dijo que nos hiciéramos una foto, cosa que no faltará, pero que pongamos una silla más aunque este vacía, que esa es la que él ocupa aunque sea desde la distancia, pero que mentalmente estará con nosotros, gracias amigo del alma también nosotros estaremos contigo.

Hago saber que el próximo día veinte de este mismo mes me voy a dar de baja de ADSL temporalmente mientras este de vacaciones, para no pagar sin usarlo, me llevo el portátil y un pincho USB de poca capacidad, quiero desintoxicarme algo de Internet, también tengo el móvil con alerta activada, de todas formas estaremos comunicados, aunque mi frecuencia sea algo mas espaciada.


Con mis mejores deseos de felicidad para todos, que sean buenos y hasta otra. Ya hemos superado las 58000 visitas que no decaiga está en nuestras manos. Caña a la vía.
18 julio 2013

Arminio dijo…
Buenas tardes a todos, ya veo que el Galatea va viento en popa por la aleta de babor y a todo trapo, en cambio yo ando este mes algo rezagado, pues tengo guardia recargada cada dos por tres, y encima, nocturna, estoy al revés, dos sin dormir, y una duermiendo, espero que pase pronto y me pueda poner manos a la obra, pues desde antes de las vacaciones no paro de estar demasiado atareado.

Bueno señor Ueña, faltaría más y como dice Miguel, el comentario queda peremne. Lo que se dijo cuando comenzamos con el blog, es que no se usara para comentar cosas particulares, ni para dejar recados, ni para otros menesteres que no tuviesen que ver con el Galatea, o para "peticiones viciosas" (como se decía en el Galatea y si pedías algo inapropiado, te recargaban guardia o te arrestaban por petición viciosa). Ya de paso animo a tu sobrino a que escriba, sería genial saber sus opiniones.


En cuanto a las señales, como bien dice Castrillon y Miguel, éramos buenos, pues se hacía mucho incapié en esta asignatura, casi como en la de maniobra. Nos obligaban a trasmitir y recibir, por señales de banderas, por Scott, e incluso por sonido, aunque para recibir con cascos por sonido había otro método, y nos decían que eso estaba reservado solo para los timoneles señaleros.


En cuanto a los destinos, como siempre, el puente, lugar donde siempre estuve destinado y lugar donde en las navegaciones siempre echaban mano de nosotros para trasmitir y recibir incluso algunas veces para tomar alguna demora cuando navegábamos cerca de la costa.

Y que decir de las lanchas, yo era el patrón de la Lima 1, que era la del comandante, además de tener designado en los zafarranchos un LCM o una Mike dependiendo del caso.
En el Galatea nos enseñaron a llevar el Lepato y una Zodiac, en cambio no hicieron demasiado incapié en los botes de vela, no se el motivo, pero creo que estaba más reservado para los cabos primeros que estaban haciendo el curso de contramaestre.

Un saludo a todos y a partir de finales de este mes acabaré con el turno nocturno y volveré a la normalidad.

18 julio 2013

Castrillon dijo...

¡¡¡¡ Hola Arminiooooooo !!!! menos mal que se te ve un poco por estos lugares, ya sabemos que te encuentras muy ocupado en el cumplimiento de tu servicio y con tu familia, bueno ya estarás un poco más relajado, y entonces te incorporarás en tu puesto que falta hace.

Ureña, no se si te recordarás la segunda vez que entramos en Puerto Rico, estuvimos allí varios días en espera de reparación del mastelero del palo trinquete, que se había abierto una brecha de unos doce centímetros, y estuvimos a la espera de resolver ese problema, fueron varios días, pero cuando salimos y navegando de vuelta a Ferrol, no recuerdo si fue por las Azores que también se rompió una pasteca de la maniobra de un juanete del mismo palo trinquete, en fin que esos palos ya estaban muy trabajados de los fuertes vientos y temporales y por lo tanto poco a poco fueron resintiéndose de su duro trabajo, esa fue la causa que, cuando llegamos a Ferrol, tuvieron que desmontar los palos, sanearlos y volver a darles su función de navegar con sus velas.


Estaba entonces de comandante Liaño de Vierna, que nada más llegar a Ferrol cogió la pasteca de hierro rota y salió para Capitanía.
Tú Ureña creo que estuviste en ese viaje,¿o habías desembarcado anteriormente? .
Llevas razón Arminio, las asignaturas de señales eran muy importantes, yo todavía tengo en mi libreta de anotaciones de la formulas de resistencia de los cabos, de los ganchos y de toda clase de cuadernales y aparejos de levantar pesos, eran las asignaturas de las principales.

Todas estas formulas las tengo anotadas en este libreta, así como las formulas de navegación de la rosa, rumbo verdadero, de aguja y magnético, todas estas asignaturas eran de vital importancia, sin menospreciar todas las demás.


! Claro que salimos muy buenos maniobras, muchos de ellos abandonaron la Armada después de pasar lo peor, y otros como yo nos dedicamos a continuar en ella hasta nuestra edad de retiro. !! Menuda diferencia de pensar, que tenía cuando entré en la Marina, hasta llegar a llevarla dentro de todo mi ser, y todavía estoy muy super orgulloso de ello. Han conseguido cambiar todos mis pensamientos y formas de comportamiento y hacer de nosotros unos muy buenos militares. Cando me retiré ya tenia cinco medallas.

Las cosas no son como empiezan, sino como terminan. Nunca puedo hablar mal de esta institución armada, todo lo contrario.

Bueno amigos todos, y muy en particular a Gerardo Ureña Massa.
19 julio 2013

Miguel Gómez dijo…

Buen día para todos, esperemos que este sea un lindo día, para disfrute de todo lo que Dios pone a nuestro alcance.

Lo importante no es tener muchas ideas,

Sino la idea oportuna para cada caso,
No importa errar muchas veces leves
Pero acertar la más importante.

Una de mi posible marcha de la Armada fue que tenía sumo interés por hacerme de hidrografía, pero eso solo lo conseguían los primeros números de la promoción de cabos segundos, y desgraciadamente yo no estaba entre ellos, hasta ahí era conforme con mi destino, eran pocos los que iban destinado para el Tofiño a realizar esa especialización, pero sí que eran mis grandes amigos, como ya he comentado eso no tuve más remedio que asumirlo.


Cuando ya llevaba algún tiempo destinado en el Crucero Méndez Núñez, sucedió como con el Galatea, que desembarcaron gran parte de la dotación para dejarlo como de pontón en Porto Pi, (Palma de Mallorca) como base y escuela de los dragaminas que habían traído de América. Se habilitaron algunos de sus sollados para impartir clases, sobre todo a los Alférez de Fragata que venían de Marín de la escuela Naval Militar.


En este caso como había que aligerar el buque del mayor número posible de personal embarcado en él, cada día en el tablón de anuncios había infinidad de peticiones de voluntarios para otros destinos, que en el caso de que no fuese cubierto el cupo por voluntarios lo completaban con forzosos.


En un anuncio de ellos pedían voluntarios para hacer ese curso de hidrografía que yo tanto anhelaba, pedían seis cabos segundos de maniobra yo fui uno de los primeros en apuntarme, pero a la hora de la verdad me lo denegaron, fueron los otros cinco y cogieron a otro de un remolcador de altura destinado en la base de Poto Pi, por cierto muy amigo mío y que aún tengo contacto bastante asiduo con él, que también se licenció y reside en Sevilla aunque él es natural de Villa Martín (Cádiz).


Llegó la hora de licenciarme, tanto el contramaestre de cargo así como el tercer Comandante y otros oficiales me insistían en que no me marchara, que lo más duro ya lo había pasado, el que más insistía era el contramaestre de cargo, tenía cierto aprecio a mi persona, y le confesé mi desacuerdo de haberme denegado la oportunidad de marchar a buscar algo que verdaderamente me apetecía, él también se confesó culpable, diciéndome que lo había hecho él, porque según decía en aquel momento hacia más falta en el Méndez que en otro lugar. Me pareció algo de coba, por lo que no cedí y continué con mi decisión. Por lo que creo que era un pajarito que deseaba volar pero al cortarme las alas me marché de la jaula, de no haberme cortado las alas puede que otro gallo hubiera cantado, tampoco lo puedo asegurar.


Creo que este comentario ya fue insertado anteriormente en este blog casi al principio, pero ya debe hacer mucho tiempo, puede que fuese bastante más resumido, de todas formas no está mal ya que debe haber personas que hoy están con nosotros que antes no estaban.

Bueno con estas cuatro letras voy a dar por finalizada la etapa pre vacacional, espero que todo marche igual o mejor que ahora, no puedo ceder mi mando a nadie puesto que ya de menos categoría no hay nadie, al no ser que se lo pase a una rata de sentina.

Seguiremos en contacto de distinta forma, que se lo pasen mejor y que descansen un poco de mis impertinencias.

Hasta otra “corto y cierro”
20 julio 2013

Arminio dijo…
Abro el buzón y un impresionante sobre asoma tras la pequeña portezuela, la letra inmaculada con el remite de Gerardo Ureña. Nada más abrirlo, varias cuartillas encabezadas por El Buque Escuela Galatea, la foto del remitente vestido de azul con peto de gala, enmarcada a ambos lados con dos escudos de de armas de los apellidos Ureña y Massa.
La letra como he dicho apaisada a la derecha, perfecta y en tinta negra y al final de cada texto al pie de página, la estrofa de Hartzembuch que comienza : “La espiga, rica en fruto…
Bueno pues es una misiva de nuestro querido compañero Gerardo, deleitándonos con el día de La Virgen del Carmen. Gracias de corazón, esa carta nos recuerda los tiempos de ese día ya hace muchos años atrás.

Parece que Miguel tuvo en su momento los mismos pensamientos que yo en cuanto a la especialidad, pues yo también elegí Hidrografía como primera opción con ansias de embarcar en el Tofiño. Los especialistas de Hidrografía y los de Maniobra hacíamos conjuntamente los primeros seis meses en el Galatea, para pasado este tiempo los futuros hidrógrafos marchar seis meses, creo que a Cádiz para terminar su curso.

Parece ser que había dos hidrógrafos que en un permiso de franco de ría, se marcharon al País Vasco. Eran hermanos y creo que gemelos, los cuales no regresaron el lunes como estaba previsto. Se armó un gran revuelo y esa semana se presentaron los padres con uno de sus hijos, parecía que había tenido un problema no se de que índole, pero lo habían encontrado en el monte y al otro hermano aún no había dado con él. Se trató con sumo cuidado esa cuestión pues creo que había sido un problema mayor que una simple huída, más bien había sido un tema político. Creo que lo encontraron inconsciente, por lo que tras recuperarse, los padres lo trajeron al Galatea y en vista que el otro hermano no aparecía, se volvieron con su hijo.

A las pocas semanas apareció el otro hermano y al fin los padres trajeron a ambos hijos a bordo del buque. Los dos muchachos estuvieron en el Galatea como hipnotizados, no comían ni bebían, y por las noches permanecían sentados en sus literas como si estuvieran abducidos, sin hablar y sin seguir la vida normal de clases y comidas. Su vida peligraba y tras algunos días en esta situación volvieron los padres y se los llevaron, ya n o volvimos a saber nada de ellos.

Como quiera que quedaban desiertas dos plazas de hidrografía, empecé a pensar en hablar con el teniente de navío de mi brigada y lo demoré un par de días, pues estuve mucho tiempo pensando en como dirigirme para solicitarlas, ya que mi primera opción había sido esa especialidad. Pasado ese tiempo y animado por ser el número uno, en cuanto a calificaciones de exámenes, en los primeros meses a bordo del Galatea, me decidí y cual fue mi sorpresa cuando el teniente de navío me comunicó que lamentablemente no podía ser, ya que días antes ya lo habían solicitado dos compañeros de promoción, siéndoles concedida la petición.

Salí de su despacho apenado y repitiéndome mil veces el desatino que había tenido al no haberlo solicitado cuando lo pensé. Por unos días se me habían adelantado. En esos momentos me decepcioné tanto que empecé a estudiar solamente para aprobar, no merecía la pena seguir estudiando con el ánimo de ser el primero. Esta es mi pequeña historia. Un saludo a todos.

Gerardo Ureña Massa dijo…
De todos nosotros es sabido por activo y por pasivo, que al ser destinado a un barco de guerra de nuestra Marina, la vida te cambia de forma radical y considerable. Pasabas a tener una "paguita" mensual que no era la panacea, pero ya te permitía un pasar bastante sostenible.
Tenías un número determinado de hombres a tu cargo, y recibías un trato que no tenías en el Galatea.
Personalmente a mí nunca me importaron demasiado los tratamientos, de hecho, con los marineros a los que yo les otorgaba esta,... vamos a llamarle camaradería, me gustaba apear el tratamiento. Esto, cuando ejercías oficialmente no era posible, el rango y el reglamento no lo permitían. Pero teníamos muchos momentos no oficiales, en los que te podías permitir un acercamiento más humano que militar.

En ocasiones te puede pasar factura, pues no todo el mundo está preparado para saber cual es, y cual no es el momento adecuado que marca las diferencias. Yo viví en mis carnes una de estas situaciones con un muchacho de Valencia con el que tenía buena relación. Hace unos pocos años hablé con él por teléfono, y ahora que le estoy recordando me viene a la mente que debo llamarle e interesarme por él.

No voy a contarlo todo, creo que no merece la pena, pero si yo hubiese cumplido con mi deber, le habría hecho mucho daño. No lo hice, y aunque esto nos distanció seriamente, una vez ambos licenciados llegamos a retomar aquella amistad con más fuerza que antaño.
En La Fragata Sarmiento De Gamboa, además de llevar al Almirante del Departamento de Cartagena, teníamos la misión de vigilar y atrapar todas las lanchas de contrabando que se cruzaban en nuestro camino. Esto que para mí era emocionante tenía sus riesgos.

Cuando desde la lejanía avistábamos alguna, rápidamente nos poníamos a perseguirla hasta darle alcance. Repito, para mí era excitante.
El Gamboa no era como el Galatea, no era tipo bañera como dice Miguel, en el Gamboa tenías que parapetarte, pues cuando por fin apresabas la embarcación y desde el puente se le daban instrucciones para mantenerse a cincuenta metros de nosotros, siempre fuimos temerosos de poder recibir un disparo por parte de los contrabandistas.

Recuerdo un día que salimos tras una, y esta llegó a ser una persecución muy laboriosa.
Nos costó trabajo, fue muy tenaz. Finalmente nos hacemos con la dichosa lancha. Yo pude contar entre cuatro o cinco hombres en cubierta.
El comandante desde el puente se dirige a ellos y les pregunta.
-¿"A dónde van"?
-"A Gibraltar"
-¿"De dónde vienen"?
-"De Malta"
-¿"Que cargamento llevan"?
-"Tabaco rubio y café"
-"Manténganse a cincuenta metros del puente de navegación".

El resto puro trámite. ¿ Qué pasa con el cargamento.? Según nos decían se entregaba a Hacienda, y una vez concluidos los trámites, una parte de los beneficios retornaban al Gamboa para su reparto entre los que formábamos parte activa de aquellas dotaciones. Y... ¡¡Albricias!! Aquí se hacían realidad las Ordenanzas de Carlos lll; esas que rezaban de más menos la siguiente forma y manera.
Sigue...
21 julio 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…
Continúa..
Tomen nota aquellos que lo ignoren si así lo desean y a bien lo tienen.
"Al apresar un barco el botín se repartirá entre los jefes y oficiales, y si después de este reparto sobrara algo más, éste se hará extensible a los suboficiales, y si una vez consumado este reparto sobrara algo más, cosa que se procurará que no sobre, entonces se repartirán entre la vil canalla de proa. Es decir, nosotros, los desheredados de la vida, los que solo teníamos una misión.
Como le dijo el romano a Juda Be-hur. -"Te mantenemos vivo y te damos de comer para que sigas remando".
Bueno amigos, pues a mí siempre me brotaba un puntito de ironía, pues por difícil que parezca, esto se convertía en una realidad.
Realidad que en honor a la verdad era más llevadera, supongo, que las de Carlos lll.

Se hacía el reparto y se nos daba la parte correspondiente que a cada uno le tocaba, y fue este un dinerito que siempre venía como llovido del cielo.
Hacienda, que nunca se ha caracterizado por ser rápida y diligente, en este caso no solía ser demasiado remisa, haciendo posible con ello que el dinerito no se enfriase demasiado.
A nosotros cuando nos llegaba una "tajada" de esta guisa nos ponía muy contentos, siendo siempre motivo de satisfacción, y por supuesto celebración.

En alguna ocasión, encontrándome de permiso por las circunstancias a que hubiese lugar, y en ese periodo se apresara algún otro alijo, tu parte no te la quitaba nadie.
Me parece recordar, que estando ya licenciado, a mi casa llegaron uno o dos giros de algún apresamiento pendiente de ser cobrado.
No tengo idea de lo que puede valer una de aquellas embarcaciones cargadas de tan lujosos y caros productos, pero debía de ser muy valiosos sus cargamentos.

Castrillón, buen mozo tuvo que ser Victor Moreno Maqueda. Me imagino que sería tan corpulento como el cabo Xeijo.
-¿"Te acuerdas del cabo Xeijo José Mª"?
En la memoria tengo fresco y lozano un buen día que el para mí, bonachón Xeijo, en el sollado de popa, haciendo una rabiza, bajo la lumbrera le escuché cantar lo siguiente.

-¡¡"Por la mañanita, cuando me levanto, cojo la cestita, cojo la cestita y me voy "pa" el trabajo"!!
El cabo Xeijo, de grato recuerdo. En el viaje de Puerto Rico estaba de curso para contramaestre. Tú José Mª desembarcaste en el verano del 56 y él salió suboficial en el invierno de ese año. Desde aquí un emotivo recuerdo a su persona.

Quedo enterado y complacido por los datos que nos aportas sobre accidentes, y estoy plenamente con tu versión.
Facebook, puede decir misa mayor en gregoriano, y bien, ¿Qué pasa?, pues que decir tonterías no cuesta nada. Como bien decís todos, Arminio también , los maniobras eran unos fenómenos señaleros. Todo lo demás son "paparruchas" baratas.

La visita que Miguel me tiene anunciada es increíble, no podréis imaginar que tensión más linda me cautiva. Yo no soy capaz de describirla.
Gracias Don Arminio, y cuídate, no trabajes tanto, ni te pongas tantas guardias.
Por supuesto que le diré a mi sobrino que se anime a escribir, si quiere lo hará, esta es una decisión que debe tomar él.
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21 julio 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…
Continúa...
Sí , José María, había desembarcado anteriormente, pero por causas de fuerza mayor. Esto ya fue narrado por mí en un escrito anterior, pero no hay mayor problema en volverlo a relatar.
Una semana antes de salir a navegar, fui atacado por una conjuntivitis aguda. El médico del Galatea ordeno mi hospitalización, allí permanecí 17 días. Cuando me dieron el alta médica, el barco ya había zarpado, y yo me quedé en tierra. Pasé a depender de El Arsenal de Ferrol, en aquella ocasión yo era ayudante especialista.

En el Arsenal fui tratado con algodones por parte de oficiales y suboficiales, no era muy común tener a un voluntario, y esto al parecer les llenaba de orgullo y lo manifestaban sin rubor.
Hablé con el segundo de el Arsenal para ver que posibilidades había de que me pudieran enviar a Tenerife y embarcar con el fin de no perder el curso. Este hombre me dijo que no dependía de él, debía dirigirme al segundo de Capitanía.

Le pido permiso para hablar con él y me lo concede de inmediato.
El segundo de Capitanía, del que guardo un gran recuerdo, me dijo que nuestra Marina no estaba preparada para enviar a un marinero a Tenerife, y menos por avión.
Me dio un mes de permiso, y me dijo.
-"Cuando regreses vienes a verme otra vez, y te daré otro mes, así lo haremos hasta que regrese el Galatea.
Ahora presta atención a lo que te voy a decir.

El día 15 de Julio de 1956, cuando atraca el Galatea en Ferrol, hay un solo marinero vestido de blanco esperando con su saco que finalice la maniobra, y embarcar de nuevo. Yo apelo a tu memoria, pues ese marinero era Gerardo Ureña Massa, que una vez presentado al oficial de guardia, y saludar a los más cercanos compañeros, pasó al detall donde le extendieron el pasaporte y unos días de permiso.
Tú mi querido y respetado oficial, desembarcabas ese año, y cuando yo regresé de permiso ya todos los nuevos cabos salieron a sus destinos.

Pero, yo no hice ese viaje, pero no me faltaron detalles de todos los pormenores y por mayores. Fueron tan realmente contados por mis compañeros, que los sentía como si los estuviera viviendo.
Miguel, no tenía noticias de tus apetencias hidrográficas, mas no sabría decirte el por qué, pero me alegro.
Una pregunta.
Si no mal recuerdo en aquella época estaba el Tofiño y el Malaspina. ¿"Cierto"? Aclarármelo si lo sabéis. Gracias. Saludos mil.
21 julio 2013


Castrillon dijo…
Hola Ureña, claro que me recuerdo muy bien de todos aquellos y últimos acontecimientos que pasé a la llegada a Ferrol, después de aquel viaje. Me haces rememorar aquel último viaje, y nuestra llegada al deseado Ferrol con nuestros flamantes galones de Cabo segundo de maniobra.
Lo primero que hicimos fue salir a tierra y hacernos unas fotografías vestidos de blanco con los flamantes galones, todavía conservo esas fotografías, ! éramos verdaderamente felices y muy orgullosos de llevar aquellos primeros galones. Sí Ureña, fueron los galones que con más ansia hemos cogido, atrás quedaban todas angustias, que por una equivocación, o por un error, ingresé en la Armada, jamás creí ser tan feliz en ella, y llevarla en mi interior, formando parte de mi vida literalmente, luego como ya sabes fui ascendiendo.

Mira Ureña, quien se esta dirigiendo a ti en este escrito, es un compañero y amigo tuyo que estuvo junto a ti a bordo de aquella galera, con sus aventuras y desaventuras, para lo bueno y lo malo, y después de sesentas años sin vernos ni hablarnos, por motivos de los ajetreos de la vida, hemos coincidido y hemos hablado en estas páginas, y telefónicamente. No te habla el oficial, sino aquel compañero, quiero que así lo entiendas, y estoy también muy orgulloso de mis amigos y compañeros de navegaciones, a los cuales llevo en mi mente.

Ya sabes que Miguel se encuentra de vacaciones en su tierra, Murcia, le llamé por teléfono y no conseguí hablar con él, mañana por la mañana lo volveré a llamar.
Bueno, amigo Ureña, espero que lo estés pasando bien, y sobre todo en tu salud.
Recibe un muy cordial Saludo y un muy fuerte abrazoooooooooo.
21 julio 2013

Castrillon dijo…
Hola de Nuevo Ureña, me preguntas por el cabo Seijo ¿Qué si me recuerdo de él? ! ya lo creo¡ además hemos coincidido destinados en algún buque de Guerra, creo que fue en Crucero Almirante Cervera, ya sabes que estuve destinado en el destructor Velasco y en la flotilla de dragaminas en Baleares, y en otros buques más.
Bueno Amigo Ureña, de momento te dejo, pero volveré sin tardar.
21 julio 2013


Gerardo Ureña Massa dijo… 
Crónica de un día increíblemente feliz en el tiempo.
Dedicada a mis amigos galateanos y especialmente a José Mª Castrillón Mesa.
Hola José María, he leído tu escrito y como siempre ocurre con todo lo que hacen o dicen mis amigos, me siento invadido plenamente por unas maravillosas sensaciones indescriptibles.

Tengo claro y me consta que nuestra amistad está por encima de lo puramente castrense. Esto no puede evitar que yo te tenga admiración, y lo manifieste de una u otra manera.

Ya sé que aquellos muchachitos que un día navegaron juntos, aunque nadie sepa entender, siguen siendo los mismos, solo hay una pequeña diferencia; tienen unos pocos más de años.

El resto José María, forma parte de mi homenaje a tu persona, homenaje más que merecido. De este bendito grupo de amigos, tú eres el único que tuvo continuidad, de ello formaste tu vida y a ello te dedicaste en cuerpo y alma.

Lo sé, me consta, y lo más importante, yo así lo percibo y con esto me basta.
De esta guisa me siento feliz rindiendo plácemes al gran amigo que supo seguir y conseguir los galones de oficial con el superior formando coca.
Y como no podría ser de otra forma, me siento muy dichoso de hacerlo.

Hoy tengo unos especiales nervios, estoy esperando la llegada de nuestro Miguel. ¿"Te imaginas qué estado de excitación me tiene aprisionado"? ¡Es un hecho increíble!. Voy a hacer una pausa y cuando llegue Miguel te sigo contando.
Bueno, pues, Miguel llegó, acompañado de su grata María Ángeles, su mujer. Fueron unas horas increíbles, nunca seré capaz de dar tantas gracias a Dios.

¿Alguien se puede imaginar como se pueden compaginar tantos verbos en el tiempo y, ser capaz de sentir que lo que esta pasando por nuestras vidas no es un sueño y si una realidad?

Os puedo asegurar que no es fácil. Ahora mismo puedo jurar que él, o los espíritus del Galatea existen, están ahí, yo los he visto. Todo esto no ha podido pasar por que sí, esto tiene otro sentido.

Os lo digo yo mis queridos compañeros, os lo digo yo porque lo termino de vivir en primera persona con la presencia gratísima de la mujer de Miguel, la mía y mi hijo José Luis.

Son muchos años, demasiados en el tiempo, los que han hecho posible esta conjunción de los cuerpos en este planeta llamado tierra.
No, me niego a creer que todo obedece a una mera coincidencia, esto tiene más mensaje, pero no sé cual es. Vosotros me diréis compañeros, si esto tiene una lógica explicación.
Repito, la sensación interior era tan placentera, que en ese momento yo pensaba en ser un elegido que no moraba en la tierra.
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23 julio 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…

Continúa...
Solo tengo un pero, la desagradable sensación de no poder ser más claro.
Quizás las buenas hadas y hados no lo quieren más colorido, reservando las explicaciones, solo y exclusivamente en el interior de nuestros cuerpos y mentes.
Miguel es una persona increíble, por Miguel no puedes apostar, es Miguel el que apuesta por nosotros. El nos tiene tanta estima que no necesita que le ayudemos a tirar del carro, le falta carro. Con seres tan humanos y entregados se puede llegar a entender el éxito de este pequeño, pero enorme grupo.

Aquí no tienen cabida las envidias, las rencillas, el tú más; aquí regalamos paz, respeto, gratitud, y sabemos estar, al menos lo intentamos, atentos siempre a cualquier contingente que pueda afectarnos. Nos une un fuerte vínculo común, el Galatea, y este nos mantiene juntos y sin fisuras, y no nos cuesta trabajo, más bien al contrario, nos resulta placentero, muy placentero.


Comimos juntos y durante la comida nuestro Miguel habló de un plan que tiene preparado para este otoño.

Quiere que aprovechando que Castrillón pasa largas temporadas en la Meseta Central. Que Arminio esta en Salamanca. Miguel reside en Barcelona. Yo en Valencia. Viajemos vía ave, y un fin de semana nos reunamos. Y no nos olvidamos de Manuel, al cual desde aquí y con tiempo suficiente ya le ponemos al corriente de los próximos movimientos para que se prepare y se ponga a remojo, pues con él también contamos.

¡Faltaría más! Contamos contigo Manuel y tú cuentas entre nosotros. Naturalmente.

Estoy convencido de que cada uno de nosotros hará su lectura de este escrito, y posiblemente todos diferentes, pero también estoy convencido de que en una sí coincidiremos. ¡¡El Galatea!!
Hoy ha sido un lindo y especial día, un día increíble en el tiempo y en los viejos amigos Galateanos. Los auténticos y reales amigos, que también existen.
Demostrado queda.
23 julio 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Muy honrado Gerardo por contar conmigo. Esperemos que entonces la ocasión sea propicia porque, por ejemplo ahora, no me sería posible por problemas ajenos a mi voluntad, algo que lamento, pues desde hace varios años, todos los meses de julio hemos viajado varios familiares recorriendo España (¡Cuanto tiene que ver!). En el 2010 pasamos por Valencia, pero eso solo de paso, aunque ya he estado varias veces. En esa ocasión estuvimos nada menos que en Albarracín, Calpe, Elche, Santa Pola, la isla de Tabarca, Cartagena (Que cambiada la vi) y al final en Jérez del Marquesado al pie de Sierra Nevada. Pero este año no se que pasará, no obstante, repito, es un honor vuestra invitación.
23 julio 2013

Miguel Gómez dijo…
Ante todo mis más expresivos deseos de felicidad, en su forma progresiva para tod@s las personas que el nombre de nuestro aquel viejo velero, llamado Galatea le de algún tipo de vibración, aunque suenen muy lejanos.
Para empezar este comentario posiblemente a destiempo, la verdad es que no sé por dónde empezar, primero he tenido, creo que ya lo he resuelto, un sinfín de problemas de conexión a internet, pero me he peleado con la tecnología y creo haberle ganada la batalla, que no la guerra, pero con el tiempo y una caña hasta las verdes caen, esto era un comentario que se hacía por los cultivos de frutales, sobre todo las higueras en la época de la brevas, cuando aún éramos unos chavalitos por la vega murciana, y la frutas más maduras no estaban al alcance de la mano en los árboles, por lo que había que húsar esas cañas a las que hago mención.

Quiero hacer referencia dentro de lo posible, al emotivo encuentro que tuvimos en Torret (Valencia) dos estrellas de este blog, la una con una vivaz luminosidad, estrella con luz propia, la otra un ligero intento de querer iluminar, lo más parecido a una luciérnaga, sin ningún lugar a dudas se trata, la primera de nuestro compañero Gerardo, y la segunda a un servidor de todos ustedes, que a pesar de esforzarme todo lo posible, jamás me podría acercar ni a mucha distancia de su órbita natural.


Pues si compañeros así lo es y así lo asumo, y no pasa absolutamente nada, podría extenderme mucho y gratamente de este reencuentro, lo cierto que fue muy corto en el tiempo, pero súper intenso y emotivo, seguro que otro día lo haré de forma más explícita, en estos días ando un tanto escaso de tiempo, nos hicieron algunas fotos que por cierto aun no las he podido pasar al ordenador, tan pronto como tenga más tiempo libre lo haré, y también las haré llegar por este medio.

Bueno como ya todos sabéis me encuentro en la tierra, que me vio nacer veo las montañas que veía cuando apenas andaba, la casa donde nací y me crie, esta casa no tengo ni idea de los años que debe tener, que yo recuerde ya era de mis abuelos, después de mis padres y ahora la conservo yo, y ya venía de mucho más atrás, sin duda que el coste de mantenerla no es nada económico, pero lo tengo más que asumido que mientras yo esté en este valle de lágrimas esta casa seguirá erguida y mirando al cielo, no continuo por estos caminos porque me entristezco mucho y los ojos se me humedecen con mucha facilidad.


Por lo que veo es casi imprescindible la presencia de un ordenanza de segunda a bordo, del buque para que la navegación sea más o menos estable, y ahora yo me pregunto ¿para qué sirven los galones? Si son los tristes ordenanzas de segunda los que hacen navegar al viejo velero.

De momento no tengo tiempo para extenderme más, pero prometo seguir haciéndolo tan pronto como se me sea posible.
Un abrazo muy fuerte para todos los cooperantes activos, y mis más afectivos saludos para los que de alguna manera emplean su precioso tiempo en seguirnos, Hasta otra.
PD. Mucho pero muuuuucho calor, a esto si se le puede llamar calurosos saludos.
26 julio 2013

Arminio dijo…

Muy buenos días a todos, debéis perdonar que haya estado estos días como un vampiro, despierto e intentando dormir algo por el día, pero el servicio es así y al menos ya puedo decir que vuelvo al mundo de los vivos.
Espero que toda la dotación del Galatea se encuentre en perfecto estado, como creo que así será, y animo a todos los lectores y visitantes que se animen a hablar del Galatea, pueden preguntar, dar su opinión y lo que deseen, pues a pesar de ser cinco los que escribimos, siempre se pensó en todos los marinos, hombres de tierra adentro y curiosos que le apeteciese hacerlo. Un saludo.
27 julio 2013

Miguel Gómez dijo… 
Hola compañeros y amigos, de este espacio de fuertes lazos que nos abrazan con sabor a mar, por lo visto son unos días, un tanto pausados, no en vano el sol nos está azotando con toda su crudeza estival, elevando las temperaturas de forma considerable, mermando la actividad de igual forma, al menos es eso lo que yo percibo.
Para empezar quiero pasar una nota del Comandante Castrillon, que me ha dado la orden de que la coloque en el tablón de anuncios; Dice que por causas inmobiliarias lleva ya varios días sin concesión a Internet, que aún no tiene conocimiento de lo que tardaran en restablecer el servicio, por lo que debemos tener un poco de paciencia, pero que espera que pronto este problema lo tenga resuelto, esperemos que así sea.

Estos calurosos días me traen muchos, lejanos recuerdos por aguas ecuatoriales, los que navegamos por aquellas latitudes nos debe de sumir en los mismos recuerdos, calores insoportables, escasez de agua dulce para beber, más que agua parecía caldo bien caliente, el abrasador sol en las guardias de cubierta sobre todo las de caña, el no poder conciliar el sueño por las noches, casi ni en el castillo donde estábamos amontonados por falta de espacio. 
Los toldos de ambas bandas desplegados, los hongos de ventilación sustituidos por la mangas también de ventilación hechas por el maestro velero, eran un tubo de lona de dos metros y medio más o menos de altura, encajados y amarrados a los tubos, en su parte superior tenía un cabo para elevarle a la máxima altura, una abertura con dos grades aletas cuyo objetivo era acaparar el máximo de viento para transportarle a los interiores, pero hasta eso era inútil el viento no estaba por la labor, su ausencia era total a veces varios días, el Galatea con todo su velamen dado pero caído a plomo, tampoco las velas más altas se cargaban lo mas mínimo.
la  mar no se movía parecía que estaba enamorada del casco a malas penas sonaba a besos, menos mal que en algunas horas ponían en marcha la Belarmina (un tubo metálico con agujeros en forma de ducha) conectado a una bomba de agua de mar, allí nos refrescábamos de forma colectiva. Esperando ansiadamente alguna tormenta tropical para poder ducharnos con agua dulce, así transcurrían los días por aquellas latitudes.
 
Eran un tanto penosos, pero ahora ya en la mucha lejanía del tiempo lo recordamos con cierta nostalgia, y porque no decir que también fueron tiempos felices de juventud, los que lo vivimos y aún estamos en pie nos parece que estos relatos reales, como la vida misma, se tratan de cualquier día pasado pero mucho más cercano, no queremos ser conscientes del tiempo transcurrido, pero amigos míos eso está así y así lo hemos de asumir, desgraciadamente para otros compañeros ese tiempo fue más corto, me entristece la alusión a ellos, mis apenados recuerdos para aquellos compañeros que ya iniciaron su último viaje, sin necesidad de equipaje.

A veces repaso el cuadro de algunos seguidores, me detengo en el que tiene como nombre de guerra el (Caimán del Turia), desde hace mucho tiempo tengo la sensación de que en alguna ocasión hemos estado juntos en algún lugar, en definitiva que hemos tenido algún contacto, claro eso es solo una sensación, para poder salir de esta duda solo depende de él, y por supuesto que yo respeto su anonimato y le agradezco su dedicación en el seguimiento, al igual que a todo el resto.
Con mis más explícitos deseos de felicidad para todos, cordiales saludos, espero que hasta pronto. Paz y Bien.   

30 julio 2013 

Miguel Gómez dijo… 
Hoy imaginariamente pasé por el puerto, por donde el Galatea debería estar atracado, si nuestros ineptos políticos de turno, hubiesen tenido la mínima idea y hubieran respetado lo que aquella joya de velero representaba, para muchos españoles que se formaron en él, para aquellos hombres que hicieron de nuestra Armada su forma de vida, para la historia naval reciente de nuestra querida patria, en fin como ya hemos comentado en otras muchas ocasiones, y en varios apartados, una España con mar pero muy lejos de ser marinera.
Lo cierto es que el puerto estaba desolado, le seguía y sigue faltando aquella esbelta figura que emergía entre los de más buques, aquellos mástiles que se erigían al cielo, en las que en muchas ocasiones tocaron la gloria, era una bonita estampa del puerto Ferrolano, que dejaron perder para siempre y con él una parte estética importantísima del ya mencionado puerto de Ferrol.

Cuando en el Galatea salíamos de puerto, nos seguían nubes de gaviotas, posteriormente se unían un ejército de delfines, parecían competir entre ellos por ambas bandas para juguetear con el tajamar de nuestro velero, mar adentro nos abandonaban las gaviotas siendo reemplazadas por los albatros, también se retiraban los delfines y acudían los tiburones, aun mas adentro, la escolta aérea de los albatros también nos iban dejando solos, era reemplazada por los peces voladores y los capullos a la vela, (se trata de una curiosa especie de anémonas que de esta forma le llamábamos). 


Era el capricho de la naturaleza, ningún pez quería perderse la belleza de aquél nuestro majestuoso viejo velero. Al llegar a otro continente, todo este proceso era invertido, después de muchos días de navegación nos alegraba mucho el volver a ver los albatros que eran los primeros que aparecían, y sucesivamente todo lo expuesto anteriormente, hasta la llegada a puerto. Puede que algo se me escape o este en algún error, en cualquiera de los casos rogaría ser rectificado, por algún compañero que lo tenga más presente.

Tengo que agradecer y así lo hago, a un buen amigo y compañero galateano el que yo eligiera a Barcelona como mi ciudad residencial, este gran amigo es, José A. Sánchez Gómez, con el que nos sigue uniendo una gran amistad, él no maneja estas tecnologías, por ese motivo no está en este blog, después encontré casualmente a otros compañeros que andaban por esta ciudad, es curioso que por aquellos años principio de los sesenta, fuéramos tantos los que abandonamos la Armada y eligiéramos Cataluña para buscarse la vida.  p


Por entonces había en el casco antiguo de Barcelona un Bar muy frecuentado cuyo nombre era “El amigo perdido” allí nos encontramos bastantes, e hicimos un buen grupo, hoy en día desgraciadamente quedamos muy pocos, fueron muy dolorosas muchas despedidas, en su recuerdo voy a insertar algunos nombres por si algún lector los recuerda, ya que eran populares en el Galatea; Juan Ferreti Morata, (el Huelva), Pedro García Esteban,(Pepe Blanco), José Fernández Román, (El flecha), Oscar Guerra Sánchez, (El Canario), y otros que marcharon a su tierra de procedencia y perdimos el contacto, todos ellos son de mi curso fuimos compañeros hasta el final, siento el contenido de este párrafo, en otra ocasión intentare buscar otra escena menos necrológica.

Afectuosos saludos para todos, no olviden de ser felices. Armonioso verano. Seguimos con la caña a la vía. 

01 agosto 2013


Arminio dijo…
Buenas tardes a todos, esperando que estos días sean al menos de descanso y vacaciones, para mi que ya he empezado a recuperar la normalidad, espero que también lo sean.
Bueno, pues indagando en Internet he conseguido unos documentos de los años sesenta donde la O.J.E., realizó unos cursillos. Los he publicado en imágenes del Galatea IV y en Facebook.
Aprovecho para animar a escribir a todos y un abrazo a los asiduos de siempre.
 

01 agosto 2013

Miguel Gómez  dijo… 
Hola amigos, hombres de mar y de más seguidores, me gustaría que todos estéis pasando un estupendo verano, y el que se encuentre en su proceso vacacional, que disfrute a tope de cada momento, la vida es como el arco iris llena de colores, cada cual debe elegir voluntariamente el que más le guste, y pasarlo lo mejor posible con el elegido.

Voy a intentar describir lo que es un coy, como siempre con mi nefasta narrativa, y posibles faltas ortográficas, sigo rogando compresión.
Se trata de un trozo de lona rectangular, de dos metros de largo por uno de ancho, aproximadamente, no tengo en mente sus medidas exactas, ese rectángulo de lona llevaba en todo su contorno un cabo de poca mena (cordel delgado), cosido y forrado con la misma lona, a esto se le llama relinga, en los dos extremos tenía unos ocho orificios protegidos metálicamente llamados ollaos.

Estos orificios tenían como objetivo el sujetar la bolinas, ¿Qué eran las bolinas? También pasare a describirlas de igual forma, ¡¡esto era tecnología puntera!! Yo creo que desde que el hombre se atrevió a pernoctar en el mar ya debía estar inventado.

Se trata de unas argollas metálicas, en las que se tejen unos cabos resistentes pero delgados y muy flexibles, dejando los ocho extremos de los mismos libres para ser amarrados de forma gradual a los ya mencionados hoyados, las argollas metálicas se colgaban en unos ganchos ya existentes en el techo de los sollados para tal fin, quedando lo más parecido a una hamaca, se usaban dos palos para que dicho coy quedase algo abierto, la lona que componía el llamado coy también tenía cosido un trozo ovalado de lona donde llevaba impreso un número.


Esto junto a una colchoneta, que jamás se había lavado y una manta eran las camas de la marinería, en dicho coy siempre había que dormir boca arriba, ya que el espacio no permitía moverse en su interior, lo que es la lona y la funda de la colchoneta las lavábamos periódicamente, esto se hacía en cubierta y muy a la ligera, casi siempre con agua de mar, yo más bien diría que la mojábamos porque nos obligaban a ello. 


Pero en el Galatea se daban otras circunstancias, y era que había mucha dotación y los ganchos para colgar los coys eran muy insuficientes, por lo que había que dormir en el suelo bajo los que estaban colgados, con las consecuencias de las noches de mala mar, donde las escoras eran muy pronunciadas y violentas, los que dormían en el suelo eran arrastrados constantemente de babor a estribor, eso teniendo suerte de que en algún golpe de mar no entrase agua al sollado, lo pasábamos bastante mal, pero con los pocos años de vida que llevábamos consumidos nos lo tomábamos como un juego.
 

A la hora de la diana que era a las siete de la mañana, estos coys había que aférralos, esto se hacía embutiendo los laterales hacia adentro con la colchoneta y la manta dentro, con un cabo llamado rebenque se iba amarrando como si de una morcilla se tratara, también había que depositarle en una especie de jardinera llamada batayola, para que el rancho que tuviese el turno del arranchado de la misma lo organizara de forma correcta.

Aquí acabo la descripción de lo que eran las camas de la marinería en el Galatea y en todos los buques de guerra de aquella época, seguro que me he olvidado de un montón de cosas, pero el que dice lo que recuerda poco más se le puede pedir, por lo que sigo pidiendo ser rectificado en lo posible, siempre que alguien lo tenga más en mente.
Agradeciendo la atención, emito mis más sinceros saludos y deseos de felicidad para todos, hasta otra prometo seguir con mis impertinencias.
Señor  timonel estamos cayendo ligeramente a babor.

04 agosto 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo… 
Te felicito Miguel: Creo que no se puede superar la descripción de lo que era un coy y todo su ritual para prepararlo para dormir y su posterior amarre para estivarlo en las batayolas.
Menos experto en las terminologías de Maniobra, no sabía eso de un "cabo de poca mena", para referirse aun cabo de poco grosor, supongo que sería como una "driza", pues a nosotros nos ¡obligaron! a saber que en la Marina no existían más cuerdas que las del reloj y la de la campana, una que colgaba del badajo y que servía para tañer en caso de alarmas, especialmente en zafarrancho de combate antiaéreo. Supongo que ya ni existirá y mucho menos la del reloj.

Yo utilicé el coy soy en mi corta estancia en el Galatea, pues en el CIM de San Fernando ya usábamos literas. También en las escuelas de especialidad. Curiosamente, en las fragatas que navegué durante dos años, Furor y Rayo, a pesar de estar ya modernizadas, aún mantenían un "sollao" con coys, pero la gran mayoría dormíamos en litera.
Comprobé en esas fragatas por los que dormían en coys que tenían una sola ventaja: Navegando siempre guardaban la verticalidad a pesar de los bandazos del buque pero, en general, eran mucho más cómodas las citadas literas.
Saludos a todos. 

04 agosto 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…
Una vez más he de darte mi más sincera felicitación Miguel. Una vez más y todas las que haga falta.
Magistral lección de marinera la que has dado con el coy, sin duda eres un maestro, un gran maestro. Estoy seguro, que de haber continuado en la Armada, tu carrera en ella hubiera sido brillantísima y meteórica.
Creo que sabes que aquí no hay coba, no tiene por qué haberla, lo único que impera es el reconocimiento sincero de un compañero tuyo que hace muchos años compartió, sufrió y vivió aquella dura vida en aquel disciplinado barco, y que en él nada era fácil y nadie te regalaba nada.

Aclarado esto, paso a decirte que la lección del coy a mí ya se me olvidó hace mucho tiempo.
En mi memoria quedan las bolinas, los palos para abrirlas, las colchonetas y la manta. El resto lo he vuelto a recordar gracias a tu genial clase. Hay que ver qué sencillo y fácil lo haces.

Regreso al blog para tomar nota del cabo de poca mena llamado relinga y me encuentro con la agradable sorpresa de un escrito de Manuel. Esto ya demuestra que yo tengo razón cuando ensalzo tus valores. Dices bien cuando comentas lo sucias que estaban las colchonetas, a decir verdad mejor queda la mierda que tenían, pues ciertamente nunca se lavaban.
¿"Cuantos marineros se acostarían en una de ellas"? Yo creo que ni Dios puede saberlo.

En mi curso era de obligado cumplimiento hacer un coy, puntuaba como asignatura. Nos daban un pedazo de cera virgen, hilo para coser que deberías pasar previamente por la cera, aguja y un repujo.
Personalmente se me daba bastante bien. Tanto es así que más tarde en la vida civil hice unos cuantos para goce y disfrute de amigos y mío.
La colchoneta nunca se lavó, cierto, ¿y las mantas, alguna vez se lavaron las mantas? Yo no lo recuerdo.

Y hablando de la batallola, os acordáis de Armando Coy Batayola, amigo intimo de Juan Pólvora Cartucho y de José Sise Novengo, primo del segundo comandante de la Comandancia de Marina de Valencia, cuyo nombre era José Caballos de Carreras, esto último no es coña, es cierto.
El rebenque, el rebenque era lo más importante, es lo que les gustaba a las chicas de Pernambuco, el rebenque. Habían tomado lecciones de aferrado de coy, y habían flipado en estéreo con el rebenque.
"¿ A esto como le podríamos llamar Miguel, de poca mena. o de mena mayor"?

Manuel, eres más rápido que Macklaus, siempre con las pistolas preparadas y prestas para la acción , sí señor, eres un fenómeno.
Te falta una cuerda Manuel, bien las dos que citas, pero te falta una, y a ti, esa no se te debiera pasar. La cuerda de la guitarra campeón.
¿Cómo se te ha pasado a ti que eres del Sevilla la guitarra? Dos baldeos y tres horas en las gavias.
Puente Rumbo Rectificado.
¡¡A Rumbo y Caña a la Vía!! 
 

05 agosto 2013
Arminio dijo… 
Parece ser que el coy era un fundamental en El  Galatea, pues sin él, no había sueño reparador que preparase para la dura jornada. Cuando yo estuve en el Galatea, la  dotación del velero, tenía asignada sus coys, y como quiera que en esa época la dotación era muy mermada, siempre sobraban algunos, claro los peores.
En el año 1974 en el buque, había una pequeña dotación compuesta por marineros de reemplazo , a los que se sumaban futuros cabos verdes, que estaban haciendo el curso de faenas marineras. Nosotros los especialistas dormíamos el edificio situado a no más de cincuenta metros, de la popa del velero. En ese edificio, dormíamos, nos aseábamos y teníamos las clases, a excepción de las de maniobra práctica. El resto de la vida la hacíamos a bordo: las tres comidas, el bocata de media mañana,  y el descanso en el castillo después de comer, hasta empezar las clases de maniobra práctica que solían empezar por la tarde.  Después del arriado de la bandera y de la Oración, nos dirigíamos al edificio a dormir.
Claro había una excepción  y eran las guardias, pues cuando teníamos guardia , o bien por que teníamos alguna recargada, al romper filas  tenías que ir al edificio a buscar la manta y a las nueve de la noche te incorporabas a la guardia del Galatea y tenías que dormir a bordo.  Por la mañana y con la manta sobre el hombro abandonabas el buque y te dirigías al cuartel para comenzar el día con el resto de compañeros.
Pues todo esto viene a colación del  los coys, pues  quiero decir que después de la Oración  te ibas a buscar  tu manta y regresabas al sollado de proa, que era el que estaba habilitado como comedor y dormitorio. Al bajar, la dotación ya tenía instalados sus respectivos coys, con sus palos para estirarlos,  y su almohada. Nosotros en cambio, no disponíamos de almohada, pues solo te dejaban bajar la manta, y tenías que rebuscar alguno de los pocos coys que quedaban, claro siempre en mal estado, y te tenías que apañar para amarrarlo, pues le faltaban los ganchos y no te permitían dormir en el suelo. Tampoco disponías de palos y tenías que dormir enrollado como un gusano de seda.  De tal manera que muchos se caían al suelo por la noche ya que se daban la vuelta con facilidad.
Por la mañana tenías que aferrarlo perfectamente con “vueltas de coy”  o “cotes” que es lo mismo y dejarlo perfectamente arranchado en su batayola.  Había dos posibilidades de volver a dormir a bordo la noche siguiente,  una era si no aferrabas y arranchabas perfectamente el coy, y otra era si no dejabas perfectamente hecha la litera cuando sacabas la manta por la noche para dormir en el Galatea. Pues  el sargento o el oficial de guardia cuando tocaban diana en el edificio, era lo primero que miraban y luego a bordo lo mismo. 
Además de eso siempre había muchas posibilidades de que repitieras coy, como un botón desabrochado, una pregunta en clase sin respuesta o con respuesta errónea, no ponerte la gorra y quitártela, siempre que salías o entrabas de los sollados,  resbalarte en cubierta, las manos en los bolsillos, un cordón de la bota desabrochado o éstas sucias, y un largo etcétera que haría tedioso el seguir describiendo.
Bueno señores tripulantes, me quito el sombrero ante vosotros cuando narro estas cosas, pues lo mío fue una insignificancia comparado con lo vuestro, por eso apenas cuento cosas del Galatea pues vuestras narraciones son verdaderas historias, auténticas y las mas comparadas con ellas son sucedáneos.
Un abrazo a todos y animo desde aquí a algún visitante que nos cuente al menos su parecer, o nos pregunte algo sobre el buque. 
05 agosto 2013 

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Gerardo: Yo soy de Artillería, luego especializado en Dirección de Tiro, por tanto he de estar siempre atento.
Aclaro que soy sevillano en muchos aspectos, por sentimientos y porque llevo aquí ¡51 años!, pero sin renunciar a mi origen extremeño. De todas formas, sobre todo la parte sur de Extremadura, donde nací es muy afín a esta parte de Andalucía. También, durante mi adolescencia estuve unos años entre Aranjuez y Torrelaguna (Madrid), más 11 en Bilbao y tres y medio en los departamentos marítimos. Hay variedad.
De todas formas es imperdonable lo de la cuerda de la guitarra, pero la verdad, nunca escuché esa excepción, o se me ha olvidado.
En cuanto a la driza para designar un cabo fino me gustaría que me aclaraseis si empleabais ese término. En los años 60 era seguro, porque yo la usaba en el disparo del "cañoncito" que usaba para el petroleo en la mar.

Con respecto a lo que cuenta Arminio, como cambió todo en poco más de diez años, con respecto a la vida en el Galatea. Primero que ya no iban allí los de todas las especialidades, para hacer el cursillo de Ambientación Marinera. Creo que fue un error como me ocurrió a mi a fines de 1962 y continuó algún año más. Además nosotros si que dormíamos en coys dentro del buque durante los tres meses de estancia y teníamos que amarrarlos y arrancharlos. Como el Galatea estaba frente al CIM íbamos allí con frecuencia.
En cuanto a las guardias en el Galatea creo que las hacían los marineros de dotación, al menos yo no recuerdo haber hecho ninguna. En cambio si nos llevaron varias veces de guardia a Capitanía General. Saludos.
 
05 agosto 2013 

Castrillon dijo… 
Hola a todos, ¿que os creíais que, estaba fuera de servicio, ! pues no ¡Os estuve vigilando sigilosamente, a ver quien de vosotros osaba arrebatarme mi digno y merecido mando, así de sencillo, muy buen comportamiento, parece que los tambores de sublevación han cesado de sonar, ya que, que el revoltoso de Meizoso tomó su independencia, y su seguidor Arminio depuso su aptitud sediciosa, ¡ muy buena y noble dotación si señor ! os daré un día de permiso.
Muy bien Miguel por la exposición de lo que era el coy, aunque te falto nombrar los palos para poner a la cabecera y a los pies cuando era colgado con el fin de que estuviera abierto bien, el coy era muy cómodo.
Pero lo que no comenta Miguel era si, ellos confeccionaban ese coy, nosotros sí los confeccionábamos, nos daban un rectángulo de lona con las medidas ya mencionadas, con un cabo fino para relingar todo el borde de esa lona, cogíamos, nuestra aguja de coser lona y nuestro reempujo y a coser todo sus borde para asegurar la relinga y luego hacíamos los ollados, hacíamos las bolinas, y las poníamos en sus hollados, y listos a colgar para ajustar las bolinas, poníamos la colchoneta en el mismo y así terminábamos.
Sí era muy cómodo dormir colgados, por que con los balanceos de babor a estribor en las largas navegaciones, nos mecíamos en un profundo sueño, aunque fuera muy corto debido a, los trajines de los cambios de guardia por las noches, pero eso formaba parte de nuestro comportamiento cotidiano, y no hacia mucho efecto en nosotros.
Cuando en los grandes balanceos de una banda a otro debido al mal tiempo, por las noches  se producía una musiquilla acompasada del roce de las argollas contra los ganchos donde colgaban, ese chirrido metálico era armonioso, y nos producía un sopor que hacia que nos hacia dormir mejor.
Las, mantas, yo, en mis tres años a bordo de ese buque, jamásss las lavamos, solamente las sacábamos a orear los viernes y las colgábamos con las colchonetas en las jarcia durante todo el día hasta que la hora de prepararse para la Oración.

Bueno amigos y compañeros,!!!! Ureñaaaaaaa ¡¡¡¡ no creas que me olvido de ti, que cuando estaba escribiendo esto, me recordaba de todos los compañeros componentes de aquellas lejanas navegaciones y quedaron difusas en el tiempo pero vivas en nuestras mentes.
Miguel que embarcó cuando yo desembarqué, ya eran un poco más modernos, hasta usaban gafas de sol partas andar por la cubierta, aunque estuviera nublado, jajajaaaaaa, jajajajajaaa.
Un muy efusivo saludo a todos y un muy fuerte abrazo a todossssssssssssss, Arminio también estas tú metido en este grupo. 
06 agosto 2013

Castrillon dijo... 
Hola a todos, aprovecho para escribir un poco ya que no puedo salir de casa, ya sabéis que aquí en Asturias llevamos unos días con la temperatura ambiente un poco baja, y tenemos que poner ropa que nos abrigue un poco y, claro con el inseparable paraguas, aunque  a decir verdad el mes de julio fue estupendo.

Voy al asunto Carrasco, efectivamente, se empleaba la palabra driza, al cabo fino que servía para poner en los astas de las banderas, o de los palos para izar banderas fueran nacionales o de señales o para otros menesteres.
Lo del cañoncito era un lanza cabos a tierra para a continuación amarrar una estacha y atracar al muelle, o para lanzar a algún buque en la mar y mandarle un andarivel a cierta distancia para traslado de algún material o personas.
Estas maniobras las hemos hecho muchísimas veces. No se si me enrollaré algo, pero puedo aclararlo si así lo deseáis.
Arminio estamos esperando que nos deleites con una de tus poesías que tiempo atrás solías hacerlo.

Mañana nos vamos para la meseta castellana y no se si podre usar el Internet.
" Timonel Ureñaaaaaaaaaaaa" una cuarta a estriborrrrrr" esa era la palabra que se empleaba para los que llevábamos la caña, y nos daba la orden el cabo primera, para meter caña a una banda u otras se empleaban las cuartas.
Bueno escribiría más pero tengo que hacer otras cosas y por lo tanto os dejo un poco pero volveré.

Recibir un muy fuerte abrazo todossssssssss.
Se me olvidó deciros que estuvo en este puerto de Avilés unos días, el buque escuela a vela portugués que armaba aparejo de dos palos cruzados Mayor y trinquete con cinco vergas cruzadas cada uno, por lo tanto tenia velas cuadradas y el mesana con velas de cuchillo tiene los mismos aparejos, pintaba el casco de blanco, era igual a nuestro buque escuela Galatea, (galera).

De todos los buques que entraron en este puerto estos días fue el que más me gustó, más que el J.S. Elcano, y se llama el Sagres, tambien entró otro más con los palos de velas de cuchillo y el trinquete de velas de cruz, algo parecido a Elcano. También entro el Saltillo, el que usaba en Portugal el hijo de Alfonso trece don Juan de Borbón padre del Rey. Me gustó muchoooo.
07 agosto 2013

Miguel Gómez dijo…
Parece que el comentario del coy ha tocado diana, me alegra infinitamente, ya que andábamos un tanto adormilados, no cabe duda de que estas pequeñas corrientes ayudan a mantener el nivel de nuestro océano, por el cual navega airoso nuestro velero.

Tenemos mucha suerte de tener abordo un profesional de alta graduación, que resuelve con agilidad nuestras dudas, como no podía ser de otra forma me estoy refiriendo a Castrillon, que con cuatro letras hace un alarde de sabiduría marinera, y otras, por algo a veces comento que él es mi Norte, y hasta me atrevería a decir que es un astro imprescindible en este blog, lo que le debe suceder es que su humildad no le deja destacar por encima de los demás, de ahí la grandeza de las personas humildes, siempre bajo mi modesto criterio.

Estando en el puerto de Ferrol siendo especialistas, solíamos hacer clases de lanzado de guías a tierra, para el amarre de las estachas en los noráis, era una clase que se me daba bastante bien, lanzaba la piña con fuerza y abarcaba más que suficiente, modestia aparte era uno de los punteros en la clase, pero de poco me sirvió, ya que mi único destino posterior en la Armada fue el Crucero Méndez Núñez, y este buque disponía de esos cañoncitos lanza guías, que por cierto eran muy útiles, lanzaban un delgado cordón, donde se amarraba la guía y a esta la gaza de la estacha, quiero recordar que el encargado de disparar dicho cañoncito era un cabo primera de maniobra, los artilleros no intervenían en las faenas de atraque, al menos en aquel buque, y en aquella época.

Volviendo otra vez al coy, tengo que decir que yo creo que no tuve la ocasión de confeccionar ninguno, o no lo recuerdo, nos enseñaron a coser con el rempujo, pero eran fundas para botes, clases que me fueron muy bien en mi nuevo destino, ya que ahí sí que cosíamos las fundas para las garitas de la guardia militar en tierra, y para los botes, que le llamaban balleneras, y un sinfín de cosas, entre ellas bolsas de deportes, que las usábamos para ir a la playa.

El calor está azotando de forma despiadada esta zona de la comunidad murciana, donde me encuentro, supongo que como en toda la zona sur de la península, los agraciados por el clima en estas fechas están en la vertiente cantábrica, donde disfrutan de unas envidiables temperaturas.

De momento lo voy a dejar aquí ya que continúo diciendo que el calor es agobiante, y hasta debe atrofiar la mente.
Agradezco los elogios recibidos de mi anterior comentario, ya sabéis que no son necesarios y por supuesto que inmerecidos.
Deseando lo mejor para todos y para cada una de las personas que se acercan a este blog, afectuosos saludos. 
07 agosto 2013

Arminio dijo…
Ahí va Castrillón, espero no ser demasiado pedante:

Hay un sueño que se ensueña en los sueños,
del ensueño de mi sueño,
y lo hace con poderío
cual una melodía hermosa
alegre
primorosa…
Cada día, bajo los cielos
me colma de ilusión y desvelos
cual la armonía magna, de una inmensa
sinfonía…
que brilla más que el sol
en mis anhelos…


Navega en mí, el sentir de aquel velero genial,
majestuoso, blanco y destellante
en el que navegué en mi ayer.
Galatea, un tres palos, es. ¡Señorial!
que cual el viento, surca la mar
ligero, ¡ Ideal!
Inflándome cual vela de sueños,
ensoñado en el ensueño
del trinquete, de mi siempre sueño de sueños…
con gran despliegue de contentos
que jamás tuvo, tiene, ni tendrá amo
ni dueños…
y, navega reforzado de temporales y suspiros…


Su melodía hermosa, late alegre cada día
en mi recuerdo¡ Primorosa!
Su ritmo y factura es deliciosa,
posee la magia y el hechizo magno
de la más grandiosa, sinfonía…
… es a la vez, en mí
nube de armonía… deseo, ingravidez
y lejanía…


Hay en mi…
como recuerdo
un mar, una cubierta, y unas cuadernas de secretos
y, no falta la estrella madre que guía su timón
cual un delicioso halago
a modo de canción, intentándome llevar la vida
de buen grado
al socaire de un puerto
marinero, traducido en un blog.


Donde el corazón
halla, no sólo la paz
y amor que busca y reclama,
sino, una apremiante razón
la complacencia y el acierto,
los ritmos, melodiosos y marinos
de Miguel, Ureña, Manuel y Castrillón

Qué hermoso el sueño que sueña ser el sueño
de mi sueño,
de su melodía marinera dulce y graciosa
la que brota primorosa, del velero de mi alma,
ese que, de nuevo, navega ligero
colmándome de ilusión y ensueños
y va huyendo de la armonía magna
y del caos de la estruendosa
monotonía perenne…
de la vida. 

07 agosto 2013

Castrillon dijo…
Muyyyyyyyyyyy biennnnnnn Arminio, ya hacia tiempo que no veíamos tus dotes de poeta, ! si señor muy bien¡¡¡¡.
Bueno todo el mundo habla del aquel caños de lanzacabos, pero nadie se acuerda del fusil lanza cabos, era mucho más práctico y se dirigía la guía con exactitud al lugar deseado, también lo use yo varias veces y la utilidad era la misma, amarrar la guía a la gaza de la estacha y del lugar donde iba dirigido se cobraba de ella hasta la recogida del cabo ó estacha según lo que se quisiera dar.
Echamos muchooo de menos a nuestro muy buen amigo y compañero Ureña, esperamos que se encuentre bien y con buen ánimo.
Por lo demás como muy dice Miguel, aquí tenemos unas temperaturas ambientales muy agradables, aunque por las mañanas muy temprano sobre las cuatro de la mañana nos despiertan las gaviotas con sus infernales graznidos.
Mañana si Dios quiere nos iremos para Madrid y Guadalajara, seguramente estere sin Internet, pero intentare solucionarlo, como buenamente pueda.
Bueno amigos y compañeros recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

07 agosto 2013


Manuel Carrasco Rubio dijo… 
Gracias Arminio por ese lirismo marinero.
Gracias también a Castrillón que me ha aclarado varias cosas con respecto al "cañoncito" y me ha enseñado lo del fusil-lanzacabos que, efectivamente, yo no lo conocí, al menos no lo ví.
Añadiría: Cuando estuve en las fragatas los años 1964/65, teníamos una especie de cartilla con la misión de cada uno en las diferentes incidencias. En caso, como especialista en Artillería y Dirección de Tiro, tenía asignado el "cañoncito" incluso si hubiera hecho falta en caso de maniobra, aunque yo no fuese de esa especialidad, también para tender un andarivel (palabra que no recordaba) entre un barco y otro para pasar alguna persona o cosa, por ejemplo un médico o medicinas.

Nunca se me dieron esas ocasiones pero, en cambio,  para muchos petroleros en la mar,  a veces era doble, el buque nodriza en medio y por babor y estribor otros buques para repostar. Entonces yo debía ir al pañol de municiones, coger varios cartuchos de fogueo de los usados en los fusiles CETME para salvas, recoger el "cañoncito" de donde estaba estivado, cargarlo con ese cartucho y disparaba un tapón de madera atado a una “driza” y ésta a un cabo con dirección al nodriza, de allí cobraban hasta que les llegaba el cabo que amarraban a la manguera y se cobraba en sentido contrario. 
Yo recogía el tapón y la driza lo colocaba en el cañoncito y lo estivaba, a continuación llevaba algún cartucho sobrante al pañol de municiones y ahí terminaba mi misión, el resto de la faena corría a cargo de un contramaestre y algunos marineros.
En otra ocasión nos podemos referir a la función de Cabo-Sonda, algo que hice en muchas ocasiones y que supongo también se daría en el Galatea. Saludos. 

08 agosto 2013 

Gerardo Ureña Massa dijo…    
A vueltas con el coy. 
Como todos sabéis y sabemos, este es un blog de antiguos alumnos que en días y años muy lejanos embarcaron en aquel viejo velero, y con la colaboración de los vientos unas veces, otras con la estimable ayuda de sus motores auxiliares y, con su fina proa en forma de cuña poder hender fácilmente la mar. Dejando a su vez esos filetes líquidos que llenaban el vacío producido por el barco en su movimiento de traslación por la popa del velero. Y surcando los océanos, este nos transportaba a lejanos y maravillosos puertos antes desconocidos.

Por activa y por pasiva, aquí se ha comentado lo que representó para sus dotaciones la gran dureza de aquella vida.
Que cierto es lo que dice...
-"Que Dios no nos deje pasar todo lo que nuestros cuerpos son capaces de soportar."
Algunos no consiguieron adaptarse y fueron incapaces de compaginarlo.
Tuve un compañero de Málaga, vivía en el barrio del Perchel, al menos es lo que él me contaba. Llegamos a ser buenos camaradas, y conmigo solía ser muy franco demostrándome su gran confianza contándome cosas que nadie sabia.
Este muchacho vivió siempre "amargado", no consiguió superarlo.
Un día me contó como  se valía para sobrellevar aquella triste y vapuleada vida.
Cuando tenia permiso, de su Málaga natal solía traerse un kilo de hierbas que celosamente guardaba en su taquilla, y en horas bajas se fumaba un cigarro y se ponía contento.


Un cierto día me lo contó, yo nunca he tenido ni siquiera curiosidad por estas porquerías. Me invitó a dar unas "caladas", me enseñó como se hacia, y lo intenté, pero seguramente lo hice con tan poca fe que no noté lo más mínimo. De forma y manera que le dije, que eso no era para mí, y así terminó este episodio. El seguía ayudándose con sus hierbas y yo siempre me mantuve al margen de esas raras "cosas". Bueno, a lo que vamos.!

Somos un pequeño grupo que yo tuve la suerte de encontrarme cerca de dos años. En él me siento muy feliz y disfrutando de la noble compañía de mis viejos camaradas.
Todos tienen un papel clave en este blog y en este grupo, y cada uno es él sus circunstancias y sus características.
Al igual que un feto permanece unido a su madre por el cordón umbilical, nosotros nos mantenemos unidos por esa poderosa fuerza, que a Sansón le daba sus melenas, y a nosotros el Galatea.

-¿"Por qué esa incontrolable fuerza nos hace sentir de forma tan tenaz la linda y maravillosa unión entre nosotros.? ¿Misterio? Podría ser. ¿Por qué no?
Hemos tenido unos días que nuestro blog estaba de vacaciones. Las actividades en Internet parecían el largo sueño de la bella durmiente.
¿Todos dormidos? ¡no!.  Miguel coge la rabiza de la campana y hace sonar el badajo, parece que nos quería decir.
-¡"Arriba perezosos, aferrar vuestros coys e incorporaros a las labores del barco, recordar que navegamos por los trópicos, pero navegamos!
Y nos habla del coy, y nos da una lección. Ha sido tan puntual y certera, que las reacciones no se hicieron esperar. Y contesta Arminio, y contesta Manuel, contesta Castrillón, y contesto yo. Y hemos tenido hasta lindas y brillantes poesías de nuestro incomparable trovador y poeta.
Pero todo el blog que estaba dormido, responde como un solo hombre, haciendo creíble el "todos para uno y uno para todos".
Una vez más Miguel con gran acierto, lanza un SOS y nos dice desde la cofa.
-"Amigos míos, que os estáis durmiendo!
 

Voy a comentar el escrito de Arminio, pues me ha dado mucho que pensar, y no me gustaría pasar por alto.
Cuando lo estaba leyendo, no pude dejar de pensar en el gran circo que montaron nuestros sesudos mandos de Marina, y el Gobierno de turno, que en aquellos tiempos era Franquista.
Lo primero que se me ocurre, es pensar como fueron capaces de convertir una escuela de maniobra en un barco que no navegaba. -¿"Qué clase de preparación práctica podían tener aquellos alumnos"?
Continúa...  

08 agosto 2013
Gerardo Ureña Massa dijo…
Sigue…
¿Cómo podían forjarse buenos maniobras prácticos sin navegar y sentir el viento en sus cuerpos y la aventura en su espíritu? ¿En qué cabeza de ladrillo pudo caber semejante absurdo?
Cuenta Arminio que dormía fuera del barco, menos cuando estaba de guardia. Dormían en coys y en literas, lo que se dice un auténtico "carajal". ¿Podría ser esto la Marina de Pancho Villa? Sin duda, podría ser. ¿No hubiese sido más certero, lógico y razonable, dado que los subalternos no podían alternar con los del cuerpo general, que debido al estado de vejez natural del Galatea, hubieran previsto antes y con tiempo suficiente (que lo tuvieron) la construcción de un nuevo velero para sustituir al viejo Galatea?. En aquellos tiempos se estaban construyendo y se construyeron muchos barcos de guerra. ¿Por qué no se hizo un nuevo velero? Pregunta sin respuesta.

Ni puertos, ni navegaciones, ni temporales, ni largar velas al viento, ni correderas, ni guardias de mar, ni nada que tenga que ver con la vida de un marino.
El, o los paridores de esta genialidad, altísima genialidad, puede que hasta fueran condecorados, seguramente así sería.
Como suele decir Miguel, somos un pueblo que vive de espaldas al mar. Y no deja de ser triste que así sea.
Pudieron hacer una cosa digna, pudieron hacer hasta encaje de bolillos; hicieron una grandísima chapuza.
Porque si hijos de gata gatitos, e hijos de perros perritos, de chapuceros, chapuzas. ¡Un velero escuela de maniobra que no navega, esto no se le ocurre ni al que asó la manteca!
Sustituir un nuevo barco por el viejo, es lo que se debió hacer y no se hizo.

Darle un retiro digno al viejo, rindiéndole todos los honores, que no solo se le escatimaron, sino que lo convirtieron en un montón de chatarra oxidada, es algo que no supieron hacer, y que nunca estuvo en sus objetivos realizar.
A los que dimos lo mejor de nuestras vidas por él, nos habéis hecho mucho daño, y este jamás podréis reparar.
Tenéis un nivel académico de altura, ciertamente así es, pero sois carentes de otros valores de los que desgraciadamente no abundan.
Siempre seréis huérfanos de esos valores que para triste desgracia nuestra no conocéis.
Manuel, quiero que sepas lo atento que procuro estar a todos vuestros escritos. Tu condición de extremeño no la ignoro. Yo soy un gran enamorado de Valencia, pero mi patria chica siempre será Ferrol, y mi equipo de fútbol el Valencia y el Levante.
Del Valencia fui socio muchos años, del Levante no, pero casi. Yo a diferencia de muchos aficionados del Valencia y del Levante, amo a los dos equipos de la capital Valenciana, y cuando se enfrentan ambos, deseo que gane el mejor. Creo que debe ser así, al menos a mí me lo parece.
¿Para qué esas rivalidades? Esas hay que dejarlas para ir contra los poderosos de los grandes fichajes. Por desgracia hoy se están cargando el fútbol, pues ya me dirás cómo y de qué forma se puede competir con los que tú y yo sabemos.

He mirado el blog para contestarte a la pregunta de la driza, y veo con alegría que ya lo hizo Castrillón.  José María, gracias por tu lección de caña. Te deseo una más que feliz estancia en la meseta central. Hoy aquí tenemos 34º y todos los días pasa de los 30º. Mucho calor, los que no podemos tener aire acondicionado por motivos que no voy a decir, lo pasamos mal.
Un fraternal abrazo a todos.

08 agosto 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Gerardo: En Valencia se podrá ser de ese equipo y del Levante, aquí los sentimientos enconados no lo permiten, aunque no soy el único que podría presenciar un partido en directo entre el Sevilla y el Betis de forma pacífica, pero son excepciones. No voy a entrar en más detalles por razones obvias
Llevas toda la razón en tu comentario: Somos una nación con muchos kilómetros de costa, pero hemos vivido largos años de espaldas al mar, así nos fue y así nos va en estos momentos.
Cuando hablaba Castrillón de que incluso el buque escuela portugués que vió en Avilés, le gustó más que el J.S. Elcano algo quiere decir sobre lo que antes apuntaba.
Por supuesto, los marinos deberían tener una formación real surcando los mares y no en un barco anclado. Creo además que incluso los de otras especialidades también deberían tener una formación, aunque básica de la Maniobra, porque como suele decirse y nunca en mejor ocasión: "todos vamos en el mismo barco". Claro luego cada uno a lo suyo. Yo elegí Artillería y Dirección de Tiro. Especialidad con la que disfruté, aunque para nada me sirvió en la vida civil. Entiendo que es otra especialidad básica, sino no estaríamos hablando de la Armada. Cierto que a veces me hace sentir un intruso aquí, pero si continúo es porque pienso que nos une un sentimiento común: El amor por la Marina.
Comentaba antes sobre la función de Cabo-sonda y Arminio apuntó algo sobre sondaleza, término que no recuerdo. Parece que ha desaparecido ese comentario. En todo caso escribiré sobre ello en otra ocasión, porque desempeñé muchas veces esa labor y creo que también se daría en el Galatea. Saludos. 
09 agosto 2013

Miguel Gómez dijo… 
Con el permiso de todos me quisiera incorporar, pero no sé si lo lograré, ya que estoy teniendo muchos problemas de cobertura, y me es muy difícil acceder a Internet, hasta ahora todos los comentarios los estoy siguiendo por el móvil, mi método de escritura me perite enviarlo en pocos segundos, a ver si tengo algo de suerte y lo consigo.

Gerardo, aquel compañero de Málaga al que tú te has referido, también yo le conocí, creo que renunció a la escuela y lo licenciaron a los dos años, junto a otro malagueño de mi curso que su nombre era Macario Juan Sánchez, este tal Macario le volví a ver en Cádiz, ya estaba licenciado y trabajaba como chofer de la esposa del segundo comandante del Méndez Núñez, por cierto nos alegramos el volver a vernos, solo fue en una ocasión.

En cuanto a lo que comentas de cómo se formaban los alumnos en la escuela estática de maniobra, estoy totalmente de acuerdo contigo, no sé cómo se podían hacer las clases prácticas de la especialidad marinera en un buque atracado a un muelle, mi respeto para todos estos compañeros, ya que ellos no eligieron el método de estudios, seguro que todos fueron y serán unos magníficos profesionales, competentes en su cometido en nuestra Armada.

De momento ya sabemos que el cabo de la sonda se llama sondaleza, refiriéndome a la pregunta de Manuel Carrasco, ese mini comentario creo que lo hizo Castrillon, solo que lo firmaba como “YO”, pues seguimos esperando esa respuesta, algo más aclaratoria, yo por mucho que me esfuerzo no consigo la suficiente información como para tratar el tema fehacientemente, recuerdo la sonda con unos nudos pero poco más, en estos casos no nos queda más remedio que recurrir al Comandante Jefe Castrillon, que seguro que nos deleitara con una magistral explicación, que nos dejara boquiabiertos, como el acostumbra a hacerlo de forma esporádica, pero con explicaciones certeras y fáciles de entender, hasta los más neófitos en la materia.

En este apartado, me quiero referir a las personas afines a este blog o al Galatea que nos siguen implacablemente,  para expresarles nuestra gratitud por dedicarle parte de su tiempo a leer estos comentarios, que sin duda nos animan a seguir a delante con los viejas vivencias entre las cuadernas de aquel viejo velero, hace ya un montón de años.

Celebramos gratamente el haber rebasado los sesenta mil comentarios en un muy corto periodo de tiempo, gracias a tod@s por vuestra constancia a pesar de la relajación estival. Nosotros y hablo en nombre de todos los que participamos activamente, intentaremos estar ahí todo el tiempo que nos sea posible, por nostalgia al Galatea y por el interés que despierta entre muchos lectores. Esperemos animarnos todos para que esta virtual navegación no decaiga, como sucedió en la realidad con aquel emblemático velero de nuestra Armada, “adelante”.
Espero y deseo lo mejor para todos, mis afectuosos saludos, no olviden de ser felices, hasta otra ocasión.
14 agosto 2013

Miguel Gómez dijo…
Mi saludo inicial para todas esas personas que buscan este espacio en la gran selva de Internet, mi gratitud para ellas y para los que de alguna forma participan en resistirse, que la memoria de una joya de velero llamado Galatea sea absorbida por las tinieblas de los tiempos.


Si hablamos de velas cuadradas o redondas que portan los grandes veleros, entre ellos se encontraba nuestro Galatea, digamos que se componen, en su parte superior de gratil o envergue, los laterales caídas y la parte inferior luchadero o pujamen esto ya quedó más o menos explicado en otro comentario anterior, siguiendo con los recuerdos de las clases de la navegación a vela, aún sigue en mi mente algunas de ellas, si observamos estas velas, sobre todo las altas vemos que en su parte inferior no son rectas, tienen una curva considerable,  sobre todo en la parte media, a esa curva se le llama alunamiento, su utilidad es para no rozar en los estáis, y al mismo tiempo hacer de ventana para dar paso al viento a las otras velas posteriores para que sean cargadas y cumplan con su cometido correctamente, por otra parte a los remiendos de una vela se le llama rumbo, ¡¡verdad que es curioso!!.
También hace ya tiempo hice un comentario, con respecto a las clases que recibíamos los días abrasadores navegando por los trópicos, lo voy a intentar recomponer para los que se hayan incorporado posteriormente. Estas clases se hacían en cubierta, normalmente bajo el Alcázar para protegernos del implacable sol y del sofocante calor tropical, era tanto el calor que el calafateado de cubierta se fundía, y como ya se ha comentado en varias ocasiones nuestras vestimentas solo era el pantalón de deporte, estas clase se hacían con el profesor, que era un oficial de la dotación sentado en una silla de tijera tipo director de cine. 
Los alumnos sentados en cubierta, con la fatalidad de que los pelos de las piernas se pegaban en el alquitrán del calafateado, que al levantarnos quedábamos depilados en parte, con el consabido molestar que lleva consigo el desprenderse del pelo de las piernas a la fuerza bruta, por lo que si aún quedara parte de aquella cubierta, posiblemente hubiera algún pelo mío y de otros muchos compañeros.
 El resto de la cubierta tenía que estar constantemente mojada durante el día, y no digamos nada de los dos bidones que el Galatea llevaba en popa llenos de gasolina, instalados en unos resortes para ser lanzados al mar en caso de incendio.  
Esperamos que los cooperantes despierten del letargo estival, para que esta singular singladura continúe con normalidad. Un abrazo para todos ellos, afectuosos saludos para todas las personas que de cualquier modo participe o tenga algo en común con este objetivo, que es seguir la memoria de aquel legendario velero.  
16 agosto 2013 

Gerardo Ureña Massa dijo…
Hola amigos:
Personalmente, yo, me rindo ante la evidencia, y cada día que pasa, Miguel me sorprende infinitamente más.
Tanto es así, que hasta me cuesta creer, que no te quedaras en la Armada y hacer en ella tu carrera, de la que sin duda hubieses culminado con larga y meritoria brillantez.
¡Que gran contramaestre se perdió la Marina.!
No tengo ninguna duda. Tus clases, siempre oportunas y certeras.
Hace muchos años que las tengo olvidadas; en cambio tú, las mantienes frescas y lozanas como el primer día. Tienes una prodigiosa memoria, memoria de la que haces gala para deleite y disfrute de los que compartimos este blog. Tus conocimientos del velero son tan sabios, que en ocasiones tengo la sensación de que este barco lo pariste tú.

Magistral lección la que nos has ofrecido, grandilocuente tu clase de velas cuadras.
En este mi sincero y justo reconocimiento, de ninguna manera te doro la "píldora", esto es algo que nunca he sabido hacer, y de lo que me siento muy feliz conmigo mismo. Es más sencillo y honesto reconocer tus innegables méritos.
Además de lo ya dicho, atesoras otras virtudes a los ojos del que suscribe.

Estás de vacaciones en tu querida Murcia natal, o como tú sueles decir, de cuidador de nietos y conductor piscinero. Tienes serios problemas con las modernas comunicaciones, pero tú puedes con todo, vences a la gran técnica y mantienes vivo el blog para alegría y gloria de tu grupo. Sencillamente Miguel, eres genial, y con esto no quiero decir que seas el mejor, pues todos tienen sus grandes valores, pero sí, ciertamente eres genial.
Mi más cordial enhorabuena amigo.

En mis treinta largos meses de permanencia en el Galatea, pude conocer a un importante ramillete de contramaestres.
Como ya quedó sobradamente plasmado en este blog, tuve que lidiar, como todos mis compañeros, con lo que me tocó.
Hubo malo, menos malo, regular y muy poquito bueno, pero debo ser sincero, lo poquito bueno resultó superior.
Había un mallorquín, Don Vicente Costa, o Cuesta, no lo recuerdo muy bien, tal vez Castrillón me refresque la memoria.

Este personaje era más peligroso que una bomba de relojería. Las precauciones con él, siempre resultaban insuficientes. Yo me había impuesto el deber y la obligación de esquivarle lo máximo posible, pero esto no era tan fácil.
Él siempre te buscaba el fallo, y si no lo encontraba se lo inventaba. Los arrestos y los baldeos eran su código, la persecución por placer, su bandera. En más de una ocasión pude probar sus amargas y traidoras recetas.
Continúa...
17 agosto 2013

Gerado Ureña Massa dijo…
Sigue...
Ignoro que pasó, solo diré que de repente ha desaparecido hasta lo publicado. Como yo soy muy cortito, mi primera reacción es coger un impresionante cabreo, dejar el ordenador y levantarme a beber agua, tratando de serenarme. No entendía nada. Bueno veremos si hay suerte, trataré de seguir.
La otra cara de la moneda también la pude disfrutar, aún hoy me pregunto ¿Cómo fue posible?

D. Pedro Jiménez embarcó en el viaje a Bremen, era un hombre (al menos a mi me lo parecía) muy observador, y siempre noté en él un especial trato para con mi persona. Puedo decir, sin faltar a la verdad, que D. Pedro y yo siempre mantuvimos una feliz complicidad, complicidad de la que disfruté y me vanaglorié.
En mi último viaje, que fue el de Guinea, estuve con él en el palo mayor, y para mí fue un disfrute y una gran suerte tenerle como mi superior más directo.

Gozaba de su confianza y protección, pero esta protección se alargaba considerablemente, pues Don Pedro les hacía saber a sus compañeros que yo era intocable. Este hecho, no solía contrariar a ninguno de los contramaestres, entre otras razones yo ya era un auténtico veterano. Pero había uno que solía arrugar el morro un poco, Don Robustiano, a este no le gustaba mucho, pero...yo no se que tenía Don Pedro, ni que fuerza ejercía, que lo bien cierto es que de grado, o no, este tenía que tragar lo que Don Pedro decía.

Para mí fue una bendición del cielo mantener esa natural relación, que yo siempre supe valorar, respetar y no sobrepasar nunca los límites permitidos.
Pasados unos cuantos años, en una de mis vacaciones de verano, le pude ver en la Comandancia de El Grove. Era teniente de navío, me dio mucha alegría verle, saludarle fue un inmenso placer, ambos nos alegramos, yo aún lo recuerdo con nostalgia. No me resulta fácil describir las sensaciones que se suelen agolpar en momentos como este.

Sin duda fue un regalo divino, que aún hoy me relamo cuando pienso en aquel momento vivido por mi persona.
Si alguien puede ser capaz de entenderme, pienso que solo vosotros amigos galateanos estáis en posesión de sentir.
Un fraternal abrazo para todos.
El Timonel del Galatea.
18 agosto 2013

Arminio dijo…
Buenos días a todos, hoy domingo la diana se retrasaba una hora, al menos cuando el Galatea estaba ya atracado en La Graña. A pesar de eso sigo manteniendo mis horarios de siempre y espero aprovecharlo en este día para poder comentar algo, pues las vacaciones generan mas pereza para estar ojo avizor como hacen todos los demás. Desde aquí un abrazo a todos.

El comentario sobre la sondaleza lo eliminé yo pues pensé que era de algún anónimo, ya que ponía "yo" y era solo una línea. Dicho texto hablaba de la sondaleza que como todos sabemos es el cabo que sujeta el escandallo y que se encuentra provisto de marcas, ya sean de tela o de otros materiales resistentes al agua, y de colores vivos, para poder medir la profundidad por donde se navega. 
El escandallo en su base es cóncavo, para ser rellenado de grasa, sebo u otro material que permita que se pegue alguna muestra del material del fondo del mar, para saber su composición.

Bueno en cuando al lazador de cabos o lanzacabos, en buques de mucha dotación solía lanzarlo un artillero, pero en otros un cabo de maniobra lo solía hacer en las maniobras de atraque. También en las maniobras de andarivel, dependía el destino del especialista para esa maniobra. Podía ser un artillero o un maniobra. Creo que Manuel Carrasco habrá lanzado muchas veces la guía.
Lo que no cabe duda es que la navegación, era cosa nuestra, el timón, la nomenclatura del buque, los cabos, las velas y todo lo demás, corredera, escandallo, limpieza, botes, y un largo etcétera. Por ello Miguel sabe contarnos de una manera magistral todo lo relativo a ello, claro y no hablemos de Castrillon que ha sido su profesión. Nosotros al menos nos acordamos de algunas cosas, parece muchas veces que fue ayer y muchas las recordamos perfectamente.

En cuanto a Gerardo, no se a que se refiere con que ha desaparecido lo publicado, creo que se referirá a los comentarios. Bueno Gerardo no te preocupes que está todo guardado. Lo que ocurre es que el blog solo recoge 200 comentarios, cuando se rebasa ese número, pasan a otro lugar, sitio que muchas veces la gente no sabe encontrar y su último comentario va a ese sitio y se piensa no se publica cuando se pica en "publicar".
Por eso de vez en cuando elimino los comentarios más antiguos y se publican en el blog "Comentarios del Buque escuela Galatea" en la página "comentarios más recientes". Solo basta picar unas líneas mas arriba de donde se pica para hacer comentarios y se ven los más recientes y ya en el blog, se pueden consultar todos los comentarios desde el año 2011 hasta la fecha.

Ah! y para Gerardo, en un comentario hablando del Semíramis, creo que se refirió a un portaviones y creo que era un mercante que trajo a los componentes de la División Azul. Gerardo necesitamos esa aclaración para el libro, pues se está terminando de corregir.
Un saludo a todos y buena navegación.
18 agosto 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo… 
He disfrutado con estas lecciones de Náutica, pero espero que Miguel me aclare para que eran esos bidones de gasolina que llevaba el Galatea.
Si Arminio, utilicé muchas veces ese "cañoncito" para lanzar la guía, pero siempre en la maniobra de "petroleo en la mar", no fue necesario en el amarre en puerto,  ni se nos dió el caso de tender un andarivel.
Ahora leo en los medios "repostar", posiblemente ya empleen esa palabra, pero en mis tiempos era petrolear.
La palabra "sondaleza" no la escuché nunca. Yo hacía lo que llamábamos de Cabo-sonda. Esa sonda se metía en unos registros en el fondo de los pañoles que daban a la sentina y de esa forma detectar una posible vía de agua.
 
18 agosto 2013 

Gerardo Ureña Massa dijo… 
He recibo unos generosos correos (yo les llamo "emilios") de nuestro buen amigo y camarada Manuel Carrasco. Como suele ser costumbre en él, estos suelen venir con el enlace de su siempre edificante blog El Hijo del Herrero, y como también es costumbre en mí, suelo darle una ojeada.
Hasta aquí, todo normal y satisfactorio, pero, hace mención de unas herraduras.
Leo el contenido y no puedo por menos que esbozar una leve, y a la vez amarga sonrisa.
Amarga, por que, aún a pesar de que entre Manuel y yo, hay unos cuantos años de edad, no pude por menos de pensar en las muchas penalidades que sufrimos aquellos desahuciados niños de la España más negra y profunda que nos tocó en suerte.

Un buen día, Manuel me manda un "piropo" dándome a entender que yo escribía bien, y si él lo pudiera hacer igual, escribiría un libro.
No seas modesto Manuel, el libro lo puedes escribir cuando quieras; de hecho lo estás haciendo en tu blog.
¿Sabes lo que pasa Manuel.? Que para entender la lectura de las herraduras, tienes que haber vivido en aquella España y haber pasado hambre y miseria, tener una madre que lloraba cada vez que sus muchos hijos (mi madre tuvo ocho) le pedían pan y no podía darles. Ver a tus hermanos con unas sandalias de verano, en el más crudo invierno, con los pies y las manos reventadas de sabañones.

Solamente por el relato que haces de las canicas, te deberían dar un premio. No las querías de barro. ¿Quién crees tú que puede entender esto.? ¿Cómo se le puede decir a un niño de hoy, que a pesar de la crisis tiene televisión, consola, aire acondicionado, luz eléctrica y en su vida se ha tenido que hacer un juguete porque todo se lo han puesto a "güevos" y se lo siguen poniendo.
Con qué poco nos sentíamos felices, con un pirulí y unas canicas, a ser posible de china o arenilla. Pero esto no era gratis, había que ganárselo de una manera y forma, que hoy ningún niño sería capaz.

Vuestra aventura con los pies desnudos en plena canícula, a las cuatro de la tarde, con un sol de justicia, es merecedor de un monumento, y para mayor abundamiento, sacarle las herraduras a esa mula pestilente, que con ese insoportable calor no entiendo como no os acarreó una virulenta enfermedad.
Y es que estábamos vacunados, éramos creadores de anticuerpos, inmunes a todo lo que se ponía por delante.
Cuentas como se segaba el trigo, con la hoz. Duro, ¿verdad?. ¡Carajo! cuanto esfuerzo era necesario para arrancarle a la tierra las mieses. 


Hoy las gentes viven de espaldas a esas realidades, esperando y deseando que los pocos que quedamos de aquella época, desaparezcamos del mapa de la vida y dejemos de darles la paliza con nuestras personales batallitas.
Lo que no saben ellos es lo que les espera, se lo van a tener que comer, pero sin patatas fritas. Las gentes y el mundo andan cada día más perdidos, esto no tendrá solución porque los que mueven los hilos así lo quieren.

Fíjate lo que está pasando con el fútbol. Te lo refiero porque sé que eres un buen aficionado. Ya empezó la liga, y de ante mano sabemos quien se la llevará. Solamente hay dos candidatos, los demás no cuentan, son meras comparsas. Mientras estos dos hacen fichajes millonarios, los demás se ven obligados a vender jugadores. Las desigualdades siempre han sido un referente en la vida, y sigue siéndolo.Continúa...  
18 agosto 2013 

Gerardo Ureña Massa dijo… 
Sigue...
Mi intención hoy es felicitarte por las herraduras, y así lo hago. Me ha gustado mucho y me ha acercado a mi niñez e infancia, he podido reverdecer viejos y tristes recuerdos, y desde este rincón de lo que todavía llamamos España, te animo a que escribas ese libro que al parecer deseas tanto. ¡Ánimo Manuel que tú vales! Un fraternal abrazo. El Timonel del Galatea.


P.D.
Arminio, el Coral Sea fue un portaviones Norte Americano perteneciente a la VI Flota que por aquel entonces solía navegar por el Mediterráneo. Desde el 7 de Julio-20 Diciembre de 1954, y durante esta gira fue visitado por el Generalísimo Francisco Franco mientras estaba fuera de Valencia, España. Yo pude visitarlo por esas fechas.
Te puedo dar más información, y si lo prefieres la tienes en Internet. Busca Google escribe Coral Sea y tienes una amplísima y detallada historia de la vida y milagros de este portaviones. Que te voy a decir yo que tú no sepas.


El "Semíramis" repatrió a 286 personas. 248 eran prisioneros de guerra(División Azul, Legión, Waffen SS...)
Los otros 38 se dividían así.
a) 4 "niños de la guerra"
b)34 internados. De ellos 19 marinos, la mayoría tripulantes de la motonave "Cabo San Agustín", barco que transportaba a Odesa cargamentos de oro del Banco...
Otros 12 habían sido alumnos de la Escuela de Aviación a Kirovavad.
Por último,3, eran obreros apresados en Alemania al finalizar la II Guerra Mundial.
Semíramis es el nombre del barco de la Cruz Roja francesa, que el viernes 2 de Abril de l954, transportó hasta Barcelona desde el puerto de Odesa a 2l9 hombres de la División Azul, 7 de la Legión Azul, 21 de la SS y un aviador que permanecía como prisionero de guerra en la Unión Soviética. 


En ese buque también se repatriaron las dotaciones de la marina mercante al servicio de la Segunda Republica durante la Guerra Civil que fueron confinados por las autoridades soviéticas en 1939.
El buque atraca a las 5´35 horas de la tarde.
Dan la bienvenida a los repatriados el ministro de la Secretaría General del Movimiento Raimundo Fernández Cuesta y el del Ejercito Agustín Muñoz Grandes, a quienes acompaña el Delegado Nacional de Sanidad Agustín Aznar. En la basílica de La Merced se celebra una ceremonia de acción de gracias. El arzobispo-obispo de Barcelona, Modrego, está presente en la ceremonia.
Si necesitas más información no tienes más que decirlo, y serás complacido con sumo placer.
Un fraternal abrazo.
 
18 agosto 2013 

Manuel Carrasco Rubio dijo… 
Gerardo: Tus comentarios me han resultado emotivos en extremo.
Como dices, soy unos años más joven, no tantos, pero te puedo asegurar, que no por ello quede exento de recibir mi abundante ración de penurias de la posguerra.
Estoy de acuerdo, solo es posible hacerse idea de aquellos tiempos ¡habiéndolos vivido!.

Creo que tu comentario merece estar en un sitio de honor y que mejor que en las respuestas al blog, a disposición de los lectores. Si me das tu permiso allí lo traslado con la "magia" esa del "copia y pega". Allí te responderé más adecuadamente. Las primeras entradas etiquetadas como “INFANCIA” , son similares.
Bueno espero me aclaréis algunas cosas pendientes de nuestros temas marineros.
 
19 agosto 2013 

Manuel Carrasco Rubio dijo… 
Por cierto Gerardo, se me olvidaba: Como hablas con todo detalle, como aclaración a Arminio, del buque Semíramis que llegó a Barcelona en 1954 con repatriados españoles de la URSS, quisiera que me aclarases si en 1956 o1957 llegó también otro bar con más repatriados a Valencia. Yo era un niño, pero algo creo recordar y además que el barco se llamaba Crimea. Claro que es posible que esté confundido.
Un saludo a todos. 
19 agosto 2013 

Gerardo Ureña Massa dijo… 
Hoy día 19 de Agosto del 2013 puedo leer en La Gaceta la siguiente columna de opinión de Pepa Antón.
Ferrol pudo ser Gibraltar.
Lord Chatmam había propuesto al Gobierno inglés, en varios planes, conquistar la codiciada ciudad.
En Agosto de 1800 el imperio británico pretendió conquistar Ferrol, la cuna y base principal de la Armada española, tanto por construcciones y armamento como por la situación excepcionalmente estratégica de su magnifico puerto... Una ciudad a la que el primer ministro inglés William Pitt dedicó las siguientes palabras: "Si la Inglaterra tuviese en sus costas un puerto como éste, su Gobierno lo cubriría con una robusta muralla de plata.
"No tenían suficiente los ingleses con destruir en los mares a las escuadras españolas sino que sus intentos se dirigieron a devastar su origen, Ferrol, una de las más valiosas joyas de la Corona de España.
Y es que, desde hacía años, el Lord Chatmam había propuesto al Gobierno inglés, en varios planes, que se hicieran todo tipo de esfuerzos para conquistar la codiciada ciudad.
Aquella tarde veraniega todas las autoridades y corporaciones civiles y militares se hallaban en el palacio del Capitán General celebrando el santo de S.M. la Reina.

Era el general del departamento el jefe de la escuadra don Francisco Melgarejo y el mando interino de la plaza había sido encomendado al mariscal de campo, conde de Donadío. La defensa del puerto se encontraba tan mal preparada que la plaza y los fuertes de la ría carecían de tropas, ni un solo cañón estaba montado, los repuestos y acopios brillaban por su ausencia, el deposito de armas de chispa carecía de lo preciso para su manejo y tres horas después de la invasión se hubo de comprar a crédito, en las tiendas de la ciudad, papel para cartuchos y piedras para fusiles.
Ese era el lastimoso estado del mejor establecimiento naval de España al ser atacado por la poderosa Inglaterra.


La gran expedición Inglesa, mandada por el almirante Warren, se componía de diez navíos de guerra, seis fragatas, cinco bergantines, dos balandros, una goleta y ochenta y siete buques de transporte que conducían tropas de desembarco al mando del teniente general Pultney. Ascendía este ejercito, según documentación británica, a mas de 14000 hombres.
El almirante Warren ante la imposibilidad de efectuar la invasión a través de la inexpugnable ría de Ferrol, decidió fondear en la playa de Doniños y efectuar el asalto por tierra, a través de los montes de Brión. Sabían muy bien los ingleses el abandono en el que se encontraba la ciudad y calcularon que en pocas horas reducirían a cenizas los arsenales y la escuadra atracada en el puerto

Pero lo que nunca supusieron es que iban a ser víctimas de un inteligente engaño estratégico efectuado por los escasos 500 militares de las defensas y secundado por la valentía de los hombres, mujeres y niños del lugar quienes, no superando los dos mil, durante dos días y tres noches, a golpe de sangre y fuegos, les hicieron creer con hábiles escaramuzas y heroica resistencia que era mucho mayor el numero de fuerzas que protegían la plaza, haciéndoles desistir de su objetivo y logrando la retirada apresurada de sus desconcertadas tropas. Y es que...¡Aquí, en Ferrol, se batió al inglés!.

Que se lo pregunten a los del portaviones.
Solamente haré dos apuntes. Ingleses. ¡Puagff!. Segundo apunte. Pepa Antón no estuvo en esa defensa, pero ha podido escribir de ello
Quien quiera entender que entienda.
Manuel, no necesitas mi permiso, puedes hacer lo que estimes. Del segundo barco no tengo memoria, pudiera ser que fuera cierto, pero lo ignoro. Un abrazo. 

El Timonel del Galatea. 
19 agosto 2013

Miguel Gómez dijo…
Hola a todas las personas afines a este blog.
Por motivos varios y todos ajenos a mi voluntad, me veo en la imperiosa necesidad de hacer una pausa como comentarista, en este espacio, hasta el próximo mes de Septiembre, que llegue a mi domicilio habitual de Barcelona, y me hagan un examen oftalmológico, de momento me ha aconsejado un facultativo no permanecer más de diez minutos diarios frente al ordenador, como ya saben algunos compañeros me encuentro a medio proceso de intervención quirúrgica ocular, debido a las cataratas.
Sé que me queda algo pendiente por contestar, sobre todo los de los bidones de gasolina en la popa del Galatea, que Manuel Carrasco tiene cierta curiosidad por este tema, en el caso de no hacerlo algún compañero tan pronto como me reincorpore tratare este tema, siempre dentro de mis limitados conocimientos.
Esperando que esto no sea motivo para que nuestro viejo velero siga su navegar cotidiano, mucho animo a todos, os seguiré como buenamente pueda a través del móvil, acabando estas líneas me dispondré a cerrar y embalar el portátil, espero que sea por un corto periodo de días.Abrazos.   
19 agosto 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo… 
Miguel: Mis deseos de una pronta recuperación y que estés pronto a bordo del Galatea y de la Armada en general, ya que yo a vuestro lado de navegantes a vela, no soy más que un mero observador.    
19 agosto 2013

Castrillon dijo… 
Hola a todos, yo, como sabéis muy bien me encuentro en Madrid, y aunque no tengo ordenador, tengo que emplear mi teléfono, ya que tiene de todo por ser de la última generación, pero lo manejo muy bien. Mañana si Dios quiere, ya estamos en Asturias. No creáis que estoy al margen del blog.
De momento recibir un fuerte abrazo todos. 

20 agosto 2013 

Gerardo Ureña Massa dijo…
Compañeros, amigos y lectores que tenéis a bien leernos y soportarnos con vuestra bondad, además de generosa paciencia.
Ayer día 22 de Agosto a las 12 horas de la mañana, tengo la necesidad de hacer una consulta en el ordenador; me agacho para encenderlo, y al levantarme noto un fuerte impacto en mi cabeza, más un insoportable dolor en la misma.
Me había dado con el canto vivo de una estantería de madera que uso para materiales del ya citado aparato. Si amargo fue el golpe, amargo también el sangrado. Como quiera que me encontraba solo en casa, lo primero que hice fue meterme en la ducha y derramar abundante agua sobre mi cabeza y cuerpo.
Me acerqué a correos para certificar una carta, y al regreso ya estaba mi mujer en el hogar, le cuento lo que me había pasado y me practica una cura con agua oxigenada y un poco de tintura. Como no dejaba de sangrar mi hijo José Luis me recomendó que visitara al médico.

Sobre las 17.30 horas me decido a visitar los servicios del galeno de turno, y mi mujer se ofrece a acompañarme. Me curan, me ponen lo que me tienen que poner y me dan unas elementales instrucciones. Concluida la visita nos ponemos de nuevo en marcha, y nos regresamos a nuestra casa. Entramos en el patio, pasamos al ascensor y cuando apretamos el piso correspondiente, este cierra sus puertas pero se queda bloqueado y no sube.
A partir de aquí, sufrimos una tremenda angustia que no le deseo a nadie.
Mi mujer aprieta el botón de alarma, y a los pocos segundos suena esa siempre desagradable voz metálica que por espacio de segundos se repite constantemente y que en este caso decía, "En unos momentos le atenderán," así hasta 10-12 veces. La voz, cada vez se hacía más odiosa, y yo me intranquilizaba más y cada minuto que pasaba me parecían horas. Como quiera que estamos en el mes de Agosto, la finca se encuentra casi vacía, es por este motivo que la concurrencia vecinal fue prácticamente nula.

Por fin suena una voz femenina con la que podemos hablar; nos dice que procuremos mantenernos tranquilos y pronto vendrá un mecánico a rescatarnos.
-¿Pronto cuando es? le pregunto, y me sigue diciendo, pronto.
El tiempo sigue su curso, los segundos me parecen horas y los minutos una eternidad. Encerrados en ese pequeño cajón la angustia nos empieza a dominar. Sudábamos como en una sauna, cada vez, la sensación de la falta de aire para respirar era mayor. Como quiera que en una situación como ésta, las reacciones son imprevisibles, lo que puede pasar por la mente humana es sencillamente terrorífico. Yo en mi desesperación, intento separar las dos hojas que cierran el pequeño habitáculo, mi mujer se opone, argumentando que el citado elevador podría caer al vacío, vacío que seria muy corto, puesto que estábamos en el patio. Yo seguía pensando que lo mejor era abrir la puerta, mi mujer que no.
En un momento determinado, él solito se mueve, así como medio metro y se vuelve a parar. Aprieto la alarma, esta vez con largas pulsaciones, esperando llamar la atención de algún vecino; no aparecía nadie, daba la sensación de encontrarnos en un desierto.
Vuelve a salir nuevamente la voz metálica y al igual que la vez primera, machacona y dándonos la impresión de burlona.
Aparece otra voz, esta vez masculina, y nos dice lo mismo que la anterior. Yo quería respuestas más concretas, eso de "pronto les sacarán" no me convencía, me llevaba a una situación más desesperante. Mis nervios saltan por los aires y llego a rozar la falta de educación, tanto es así, que le digo.
-"Mira, somos dos personas mayores, los dos tenemos problemas con nuestros corazones, la situación comienza a ponerse muy tensa y esto puede terminar muy mal."
-"Tranquilícese, nos decía, que no va a pasarles nada."
-"¿Pero cuando nos van a sacar, pronto cuando es"?
-"No lo sé, depende del tráfico y donde se encuentre el mecánico." Vagas respuestas. Esto me puso más nervioso y empecé a gritarle perdiendo la sagrada forma de la educación.
Continúa...

23 agosto 2013

Gerardo Ureña Massa dijo…  
Sigue... 
Mi mujer sudando a mares, yo también; nadie aparecía por allí.
-¿Pero cómo es que nadie se acercaba ni siquiera a tomar el ascensor? ¿Estábamos en medio de la nada abandonados a nuestra suerte?
Yo golpeaba las puertas tratando de hacer ruido y llamar la atención. Nada, no había respuesta, era desolador y desesperante, llegué a tener la sensación de que me faltaba el aire para respirar.
¡¡¡Por fin!!! A través de un pequeño cristal opaco, pude ver que encendían la luz del patio y pudimos escuchar unos leves ruidos que venían de fuera.
Ante nuestras miradas teníamos al mecánico salvador, que sin duda hizo posible con su presencia la dilatación de las pupilas de nuestros ojos. Nos tendió sus manos para ayudarnos a corregir ese salto de medio metro de desnivel, y una vez en el patio acudieron dos vecinas.
Mis rodillas temblaban, sin duda motivado por la tensión acumulada. El mecánico nos dijo que saliéramos a la calle, tomáramos aire y mientras él arreglaba la avería pudiendo subir nuevamente en el ascensor. Como tenemos una heladería en la misma puerta, nos sentamos en la terraza a tomar un refresco.
Al pronto aparece nuestro salvador y nos dice que ya está solucionado de momento, pero que detrás viene su compañero con la pieza que hay que cambiar. En ese intervalo llega nuestro hijo José Luis al que pusimos al corriente de nuestra desafortunada aventura 

Reflexión:
Durante los 77 años que próximamente cumpliré si Dios quiere, no recuerdo un acto de cobardía mío, posiblemente lo tuve, lo ignoro; lo que sí he tenido son momentos de muchas preocupaciones, pero de cobardía no tengo memoria. He sido una victima de las grandes superficies, como muchos, a las cuales siempre les combatí en el campo de batalla. Con 60 años desmonté mi pequeño negocio de vinos y licores desplazándome a la provincia de Alicante. Denia, y empezar de nuevo. Sabiendo que si me equivocaba, no tendría vuelta atrás. No me tembló el pulso, y lo pensé y lo puse en práctica. Cierto es que antes de Denia estuve mirando en Torre Vieja, en Santa Pola, en Alicante, en Ibiza (San Antonio) y en Formentera, San Fernando. Para finalmente decantarme por la ciudad dienense.
He navegado por los procelosos mares de la vida, y de mejor o peor manera siempre les planté cara a los problemas que fueron llegando paulatinamente.
En mi vida he hecho casi de todo.
Cuatro años en la Armada Española.
Dos años de cocinero.
Diez años de dependiente, tostador de cafés y charcutero.
Dieciocho años entre promotor y compras en unos grandes almacenes de alimentación, que pertenecían a la misma empresa del café.
Monté y construí unas cavas de champagne en la localidad de Estivella. Marqués de Estivella se llamaba el cava. Seis galerías preciosas con capacidad para dos millones de botellas. La primera embotellada se hicieron medio millón de botellas. Decir y contar por qué se cerraron, me llevaría lo que cuesta escribir un libro.
Anterior a las cavas, tuve seis supermercados del que comían y aun hoy comen muchos "currantes" como yo. Esto sería otro libro. Luego monté una modesta bodega, y al poco la convertí en la ilusión de mi vida, y tiré el hierro por madera. Fue la envidia para muchos, a mí me llenó de orgullo.
Nunca tuve miedo, o al menos eso creía, entonces ¿por qué perdí los papeles y la calma en el ascensor?.Un abrazo a todos
El Timonel del Galatea.
   

24 agosto 2013

Arminio dijo… 
La persona que sufre un episodio de pánico se siente súbitamente aterrorizada ante una situación que no puede controlar. Durante el ataque de pánico se producen síntomas físicos muy intensos: taquicardia, dificultad para respirar, hiperventilación pulmonar, ansiedad, temblores o mareos.
Generalmente acompaña a la crisis una extrañeza del yo junto a una percepción de irrealidad y de no reconocimiento del entorno.
El ataque de pánico no dura mucho pero es tan intenso que la persona afectada los percibe como muy prolongado. A menudo el individuo siente que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de un lugar o de una situación temida. El hecho de no poder escapar físicamente de la situación de miedo extremo en que se encuentra el afectado acentúa los síntomas de pánico. Experimentar un ataque de pánico es una terrible experiencia.


Ureña, se que  a pesar de ser una persona que afrontas todos los peligros,  esa situación del ascensor te sobrevino por no pensar adecuadamente los peligros que entrañaba. Todo esto quizás debido a los hechos anteriores, golpe en la cabeza, sangre, posterior visita a un cetro médico y encima al llegar a casa para restablecerse de la situación ocurre este episodio. Ureña, esto nos puede pasar a cualquiera. 

Si en se momento hubiésemos pensado con lógica, podríamos haber analizado que, en el ascensor se puede respirar, no es estanco. La distancia al suelo era pequeña, pues estaba en el bajo y al no analizar esos pormenores sobrevino la situación de impotencia. No te preocupes, nos podría pasar a cualquiera a pesar de haber vivido situación en nuestra vida, de un peligro inminente.  Te imagino a bordo del Galatea, con un temporal de carallo, y subido a los palos sin protección ninguna, esa si es era una situación de peligro, pero estabas activo y no pensabas en ella.
 

Espero tu pronta recuperación y no temas al ascensor. Eso si un teléfono móvil viene muy bien llevarlo encima, aunque los que no están acostumbrados a llevarlo encima es un incordio. Imagina si ese botón de alarma no hubiese estado conectado a la empresa, sólo hubiese sido un timbre, como ocurre en muchos ascensores.
Un abrazo Gerardo y animo a comentar a todos.

24 agosto 2013
 
Manuel Carrasco Rubio dijo…
Gerardo: Me alegra sobre manera que todo quedara en un ataque de ansiedad o angustia, o como se llame.
La situación me recuerda la vivida hace pocos años por un sobrino-nieto, que con unos ocho añitos se quedó atrapado en un ascensor de su vivienda en compañía de un amiguito de la misma edad. Los rescataron los bomberos y cuando rompió en llanto y los padres le preguntaron que sintieron, mi sobrino dice que preguntó a su amigo: David, ¿tu crees en Dios?, por lo visto, para ellos era el único SER que podría salvarlos.

En cuanto a la sensación de pánico a que se refiere Arminio: Yo viví en Sevilla en la madrugada del 28 de febrero de 1969, el llamado terremoto, o maremoto del Cabo de San Vicente, que aquí tuvo una intensidad de 7,3 en la escala de Richter. Me despertó el ronco ruido del fondo de la tierra y me generó muy mal sabor de boca. Me dijeron después que a eso es lo que llaman el "sabor del miedo". Por lo visto las bilis fluyen por efecto del pánico.
Afortunadamente ya pasó y ahora a surcar los mares aunque sea de forma imaginativa. Con aquella juventud no pensábamos en los peligros que nos rodeaban. Un fuerte abrazo.
24 agosto 2013 

Castrillon dijo…
Hola !!! Ureñaaaaa ¡¡¡,  cuanto me alegro de poder participar de vuestras tertulia ya que estoy en Avilés, frente a mi ordenador de sobremesa.

Bien, ya estoy al día y como siempre, ahí esta Ureña, haciendo que mi mente haga un largo y prolongado repaso por aquellos tiempos a bordo de aquel austero buque a vela, que sin nuestros brazos era incapaz de navegar.
Recuerdos y más recuerdos, todos salen atronadores en mi mente de aquellos tiempos,  con los compañeros y nuestros mandos.  No soy capaz de ponerlos por orden, todos quieren salir a flote a la vez, tengo que hacer un gran alarde de destreza para poder ordenarlos, no se si lo conseguiré, están como una manada de ñús dispuestos para una estampida.

Mira Ureña, hablas de don Vicente Costa, este era su nombre y apellido, estoy de acuerdo contigo, éste contramaestre cuando nos tocaba la guardia de mar por la las noches, y si no había maniobra con los aparejos, nos daba clase de señales de Scot, pero nos daba pie a que habláramos con él con confianza, y  nosotros los incautos creíamos que estaba de nuestra parte y que nos entendería bien, pobres ilusos éramos, cuando le contábamos algo fuera de lo normal, o simplemente que le parecía que no estaba bien, aprovechaba la ocasión para darnos un muy fuerte correctivo, estaba esperando que cometiéramos algún error para lanzarse sobre nosotros.

Este fue, en una de las guardia de mar estábamos por la noche sentados debajo del alcázar dando señales de Scot, y nos dio pie a que le contáramos cosas, y yo, iluso de mi, no recuerdo que le conté de don Manuel fontanilla, pero no usé el nombre propio, sino que dije el "conde Fan" enseguida me pregunto quien era ese. Claro, muy alegremente le dije que era don Manuel Fontanilla, ( condestable) no me dio tiempo a terminar de decir el nombre y muy seriamente me dice, " vete junto a él y dile lo que le has llamado.  También estaba de guardia el condestable, era la media. 

Me levanto pues  estaba sentado sobre la cubierta y me aparto del grupo, me presento a don Manuel y le dije, "" Le llamé Conde Fan"" parece que ya me estaba esperando, porque sin llegar casi a terminar la palabra me soltó un fuerte bofetón que casi me tira a cubierta.  Yo quedé que no sabia que hacer, me fui otra vez al grupo y me senté con los demás compañeros, bueno no quiero reproducir lo que me dijo aquel don Vicente Costa, como muy bien dices esperaba verte cometer algún involuntario error para echarse encima de uno y castigarlo como fuera. Al terminar la guardia me mandó castigado a las gavias del palo mayor.

¿Que más quieres que te cuente de él,? no merece la pena, era a la inversa de don Pedro Jimenez. Este, cuando yo salí cabo segundo, me regaló un silbato de plata con una rabiza muy nueva, no era de filásticas, no, era de hilo blanco, muy bonita, ese silbato lo lleve toda mi vida a bordo de los buque de guerra, también a mi me apreciaba mucho.

¿Y de los demás, Don Robustiano, era paisano mío tenía mucha confianza con él, Don pablo San Emeterio, Don Jacobo, demasiado serio y no dudaba un segundo en utilizar el rebenque para medirnos las espaldas con él. Don  Saturnino, muy buen contramaestre era noble; Don Jesús Freire uno de los mejores contramaestres, el que más sabía; bueno ahora mismo que tengo los pensamientos de aquellos tiempos galopando por mi cabeza sin rumbo, ya se que me quedan bastantes, pero  para más adelante.
Me alegro mucho de que salieras bien de ese incidente en el ascensor y, el golpe en la cabeza que fuera con sangre, porque si no sangraras habría un poco más de preocupación, así que animateeeeee Ureññaaaa.
Recibe un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo. 
24 agosto 2013

Castrillon dijo… 
Hola de nuevo Ureña. Mira, el nombre completo de Vicente Costa, era Vicente Costa Varela, ahora me acordé de su verdadero nombre y apellidos, lo que pasa es que ayer, como dije tenia un tropel de pensamientos que vinieron a mi mente a todo trapo, pero hoy he conseguido seleccionar uno, de este señor contramaestre, él nos decía que se quería ir para Sevilla.  No se que tendría allí, lo que tampoco se es, si lo consiguió, aunque creo que sí, bueno vamos a dejarlo tranquilo aunque formó parte de nuestras dotaciones y de nuestras convivencias en aquellas largas navegaciones y  formaba parte de ellas, aunque no precisamente de los de mejor talante.

Lo que  no recuerdo era como se llamaba aquél, suboficial sanitario, te lo digo porque cuando descansábamos los domingos, nos dedicábamos a dormir por los sollados en el suelo si hacia frío, y si hacia calor sobre la cubierta al pie de los palos y en el castillo, éste  siempre estaba comprobando si dormíamos o no, jamás conseguimos saber que interés tenia en que durmiéramos, aunque a nosotros sí nos convenía dormir además lo necesitábamos.

!!! Cuan lejos quedan aquellos tiempos ¡¡¡ ha pasado medio siglo pero todavía están vivos en nuestras lúcidas mentes, como si fuera hoy día, ¿te acuerdas de los alimentos cuando teníamos que sacarlos de la despensa y ponerlos a orear en el castillo por el estado en que estaban ? muchas veces la carne se tenia que tirar al agua y, los garbanzos, judías, y otros había que orearlos muy bien por que se ponían en un estado que era imposible comerlos.

Oye, nunca te tocó aguantar por el carrete de la corredera de barquilla cuando se lanzaba para saber la velocidad en que navegábamos y que el tiempo se media por medio de una probeta que contenía arena, y al darle vuelta y terminar de caer toda la arena el oficial daba la orden de "top".  En ese momento se agarraba el cabo de la corredera y se aguantaba para detener la salida del cabo del carrete y, se empezaba a recoger a mano e ir contando los nudos y, sabíamos a la velocidad que navegábamos. Bueno también teníamos corredera de patente que se instalaba a popa.

Bueno, Ureña, de momento te dejo porque son las cinco de la mañana y tengo sueño.
Nuestro buen amigo Miguel, esta un poco aislado, y no tiene cobertura de la red, para ponerse a escribir, además tiene un pequeño problema con los ojos, que será subsanado cuando llegue a su domicilio en Barcelona.
Sin mas por ahora un muyyyy cordial saludo a todos.  Arminio no creas que te olvidamos así que de vez en cuando esperamos ver una de tus muy buenas poesías en este recuadro de la pantalla, que aunque parezca mentira también estamos ilustrados.
Hasta dentro de poco, recibir todos un muy fuerte abrazooooo todossssssssssssssssssss. 
25 agosto 2013
  
Castrillon dijo… 
Hola de nuevo amigo y compañero Ureña; Mira, estuve ojeando una página que tiene este blog donde se encuentran "anécdotas del Galatea" que gracias al buen hacer de Arminio, sabe distribuir estos escritos y conversaciones por temas.
Estuve leyendo detenidamente éstos escritos y, tan enfrascado estaba en ellos que no me di cuenta del tiempo. me había transportado a la época de esos relatos, me detuve muy especialmente en los que tu hablas con verdadera pasión y cuando llego a las palabras que mencionas, de cuando se abandonaron del Galatea, y dices, """" mi barcooo" "nuestro barco", con esta febril pasión, me quedo pensando en estas palabras, como sabes yo soy un acérrimo demoledor de mi estancia en esta Galera pero, me quedo pensando bastante tiempo
sobre esto que mencionas.

Es verdad que fue muy duro, claro que muy extremadamente muy duro para nosotros salir de la comodidad y de la libertad de nuestra jovencísima vida civil en la que estábamos que, solamente pensábamos en las fiestas y demás cosas de unos adolescentes y, de repente vernos envueltos en una férrea disciplina militar, que mas bien parecíamos presos y, a continuación entrar en una escuela flotante siendo su energía el viento y, con unos "tiranos contramaestres" que no tenían la mas mínima humanidad para con nosotros.

Sí demasiado duro fue para todos pero, como compensación a todo esto, nos formaron para enfrentarnos con la vida que empezábamos a caminar.  Sí fue muy duro, no me canso de repetirlo, tres años metidos en aquél buque, pero gracias a eso estuvimos preparados para todas adversidades, ! no ¡ no me arrepiento de ese tiempo y, de lo mal que lo hemos pasado porque después fue mucho más fácil en todo el recorrido de nuestro destino, el mío en la Armada, que la llevo dentro de mi ser con mucho orgullo.
Por eso comprendo tus palabras ""mi barco" "nuestro barco" yo jamás he dicho estas palabras, todo lo contrario hablaba de él en tono despectivo, reconozco tus antedichas palabras gracias a esa Galera, y a todos aquellos viejos contramaestres que carecían de sentimientos hacia nosotros en todas sus enseñanzas, no se andaban con paños calientes ! no ¡ iban a lo positivo enseñar con dureza. De esa manera  la vida en los buque de guerra me fue muy fácil, ese fue miiiii buque escuela maniobra Galateaaaaa y  estoy muy orgulloso de haber pertenecido a su dotación, nuestras dotacionessss, y nuestroooo buqueeee. Tarde comprendo que fue mii buqeee, pero siempre agradecí sus enseñanzas.

Ureña, no dejo de acordarme cuando entramos en tú tierra,  Valencia, allí fue donde vi por primera vez buques fruteros, viendo como cargaban las frutas de esa tierra y salían a la mar con un rumbo que yo desconocía.
Bueno compañero y amigo, nuestro deseo es que sigas recuperándote de ese susto que llevaste en el ascensor, ya te llamare por teléfono, mis respetos para tu señora esposa y, saludos a tu hijo. Recibe un muy fuerte abrazo.
 

25 agosto 2013
Castrillon dijo…  
Hola de nuevo a todos, como veis estoy muy activo, tengo que descontar el reposo que tuve estos días y anteriores en los que me encontraba por tierras castellanas y extremeñas, que para mi, eran la asignatura pendiente, ya que no conocía casi nada del interior de la península, lo único que conocía a la perfección era las costas, y quedo admirado de su belleza.
Bien, como sabéis yo pertenezco a la Real Orden de veteranos de las fuerzas Armadas y Guardia Civil, de la que es presidente Nacional el General del Aire Excmo. Sr. Don Eduardo Gonzalez-Gallarza Morales, y cada dos meses recibimos una Revista muy buena que se titula " TIERRA MAR Y AIRE " En esta última revista recibida encuentro un dato interesante, así como otros muchos, pero éste me atañe a mi me explico.


En la segunda página en Cartas al Director escrita por el General de Brigada de Infantería Excmo. Sr. Francisco Martínez-Esparza, en un apartado hablando de la jura de la bandera dice lo siguiente.
""" ...En la Armada no hubo Olvido Administrativo, solo se cumplió con la Normativa vigente, (esto es contestando a un Subteniente Radiotelegrafista de la Armada, que escribió sobre que él no había jurado bandera cuando ingresó de voluntario en el año 1.948 y que la juró en el año 1.956 en la escuela de suboficiales.


Sigo con lo expuesto antes del paréntesis,
" Es el doce de Febrero del año 1953, cuando en la Armada se declaró obligatorio el juramento de la Bandera para toda la Marinería tanto voluntarios como reclutamiento forzoso. En la Armada hasta esa fecha solo juraban Bandera los Alumnos de la Escuela Naval y los componentes del cuerpo de Infantería de Marina...""".
¿Que quiero decir con esto ? que yo fui casi de los primeros en jurar bandera, en Agosto del mismo año 53 o sea que soy el más veterano de vosotros, "peludos" así que a pagar unos barriletes.
Sin más preámbulo me debéis respeto y obediencia absoluta, sin rechistar, ¿ enterado Miguel ?
Recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

25 marzo 2013

Castrillon dijo…  
¿Qué pasa aquí que nadie sabe escribir ? bueno, ya está bien de haceros los mancos, así que coger el teclado y a dar fuerte a las teclas.
""""" Ureñaaaaaaa donde estasssssss""" y tú Arminio, no esconderos que os estoy viendo a todos, bajar del castillo a la cubierta y, poneros a trabajar ya sabéis que no hay compasión para los vagos.
Arminio, intenté mandarte dos correos y me vinieron de vuelta, no fueron admitidos, a ver si te los manda Miguel que se los mande a él.
Aquí en Avilés estamos de fiestas, mañana es el día grande, os invito a dar una vuelta por esta hermosa villa.
Bueno amigos siento que os haya despertado, pero es que estáis demasiado cómodos en el castillo y Arminio en el chinchorro mirando de reojo a su bella dama.
 

27 agosto 2013


Castrillon dijo… 
¿Qué pasa aquí que nadie sabe escribir ? bueno, ya está bien de haceros los mancos, así que coger el teclado y a dar fuerte a las teclas.
""""" Ureñaaaaaaa donde estasssssss""" y tú Arminio, no esconderos que os estoy viendo a todos, bajar del castillo a la cubierta y, poneros a trabajar ya sabéis que no hay compasión para los vagos.
Arminio, intenté mandarte dos correos y me vinieron de vuelta, no fueron admitidos, a ver si te los manda Miguel que se los mande a él.
Aquí en Avilés estamos de fiestas, mañana es el día grande, os invito a dar una vuelta por esta hermosa villa.
Bueno amigos siento que os haya despertado, pero es que estáis demasiado cómodos en el castillo y Arminio en el chinchorro mirando de reojo a su bella dama.
 

27 agosto 2013
Gerardo Ureña Massa dijo…
Contestando a mis buenos camaradas y mejores amigos.  

A Arminio.
Una vez más me quito el sombrero y te doy mis más sinceras gracias por tu más que magistral lección.
Citas el móvil. Siempre lo llevo encima, y ese día también me acompañaba, pero te diré algo que no dije anteriormente.
Cuando salí del ascensor lo primero que sonó fue el móvil. Era mi hermana Marisa, y entonces me dije. -¡"Coño el móvil"! ¿Cómo no se me ocurrió antes.?
Amnesia total Arminio, ni recordar que esos aparatos están en el mercado y hoy son el pan nuestro de cada día. ¿Cómo se puede entender esto.?
 


Gracias Manuel.
No tengo memoria de ese terremoto, o maremoto del Cabo de San Vicente, pero 7.3 en la escala Richter es una valoración muy grave y peligrosa. Sin duda nada comparable con la mía en el ascensor. Pero pienso que estos valores que nos ofrecen las avanzadas técnicas, no tienen nada que ver con los que nos marcan nuestras cabezas.
Como muy bien dice Arminio y tú también citas, en el Galatea vivimos peligros al filo de lo imposible y no teníamos red.

 
Castrillón.
Leerte y escucharte, al igual que todos los compañeros, es un inmenso placer, describirlo fielmente, eso, pertenece al mundo de los imposibles.
¡Cómo disfruto con ello.! Sin duda es un premio Divino, que solo Dios sabe por qué me lo concede. Celebro que coincidamos plenamente con el contramaestre Costa. Donde quiera que esté, que la paz le acompañe.


Conociendo como conocía a D. Manuel Fontanilla, me lo puedo imaginar sin temor a equivocarme, como se pondría cuando te dio el bofetón, se pondría rojo como un pavo y se ensañaría contigo. Era muy clásico en sus actuaciones con la marinería, pelota y adulador con los oficiales. Parece que lo estoy viendo, yo en las gavias haciendo el saludo a la voz y contemplar al condestable de cargo ordenando fuego en proa con los cañones de salvas. Parecía talmente un Don Tancredo. Más tieso que la varilla de un cohete, marcando bien los tiempos como D. Nicanor tocando el tambor.


José María. ¿Recuerdas aquella pintura de clorocaucho amarilla que nos daba el conde "Fan" para pintar en algunas de las secciones del barco.?
Me alegró en gran manera el saber que D. Pedro Jiménez también se comportó contigo, y especialmente ser sabedor de ese preciado silbato con la rabiza de hilo blanco. Y esto sí que es algo que solo nosotros sabemos valorar en nuestras reales y justas medidas.

Teníamos dos suboficiales sanitarios. Uno era alto y con el pelo cortado al cepillo. Parecía un marine americano. Siempre serio y con cara de muy mala leche, en mi opinión este hombre podía ser de todo menos sanitario. Bueno, pues no soy capaz de recordar su nombre, por contra te diré que su cara la tengo muy presente, tal parece como si lo estuviera viendo en este momento. Lo que sí sé, es que era gallego y más duro que el pan de borona.


Teníamos otro suboficial sanitario, que era todo lo contrario al anterior. Bajito, buena persona, y no carente de más valores. Este último creo que se llamaba Conesa, era de Murcia; me acuerdo del nombre porque me lo dijo Miguel, nuestro Miguel, y pudiera ser que el nos recordara el nombre de ambos.
Me preguntas por los alimentos, frescos los tengo en mi memoria, por que de frescos aquellos no tenían nada. Vivos en mis recuerdos tengo yo al maestro de cocina Capilla y sus pupilos, Quitando dos dedos de costra negra a la carne, con aquellos grandes cuchillos. 


Nosotros lo teníamos que contemplar con asco a sabiendas de que aquella basura terminaría en nuestras barrigas. Aquello era de contar y no creer; garbanzos corcados, alubias corcadas, lentejas con bichos, cerrabas los ojos y no había alternativa. Recuerdo con alegría, que en uno de los viajes se estropearon algunas cámaras de frío, parece ser que no resulto fácil de reparar, entonces el comandante Liaño de Vierna dio orden que nos dieran raciones extras de huevos fritos. ¡Carajo!, nos pusimos morados de aquellos deliciosos huevos fritos para goce y disfrute de nuestras esmirriadas panzas.Continúa...  

28 agosto 2013
Gerardo Ureña Massa dijo… 
Sigue...
Sí, muchas veces participando y otras en el puesto de guardia como guindola en la banda de babor. De la corredera de barquilla yo creo que nadie se escapó. Tengo que decirte que para mí tenia su encanto. Lo recuerdo como algo entrañable.
Te diré algo que personalmente me hace feliz poder leer de tú pluma. Mi barco, nuestro barco, pero como tú dices muy bien, con un profundo sentimiento; algo que es difícil explicar y que solamente nosotros podemos entender. Fuimos y seguiremos siendo mientras tengamos vida, unos prisioneros de su embrujo, y este..., vamos a llamarle feliz envoltorio de recuerdos, es el que ha hecho posible que el Galatea navegue de nuevo gracias a vosotros.
Y, ¿Por qué  esto fue posible convertirse en realidad.? Por el encanto de su poderosa y linda borrachera. ¡¡Bendita y adorable borrachera.!!


Como tú dices muy bien José Mº, fue mi barco, nuestro barco, pues sin nuestros brazos y piernas, más todos nuestros corazones y nobles sentimientos, este velero al que sueles llamar galera, no podría navegar. Y ya podrían haber muchos Ramones Liaños de Vierna, muchos Amalios Graiños y unos cuantos Jesús Freire, que sin nosotros y el viento, no navegaría el velero.
Ellos daban las  órdenes, pero no mamaron de sus pechos como hicimos nosotros. Ellos no vivieron nuestro personal preñado, ni nuestros momentos de tristeza, ni nuestras sencillas y grandes alegrías con aquel compañero que tocaba la armónica mientras nosotros cantábamos.


¿Te acuerdas.? No José María, eso era solo nuestro, y lo fuimos guardando poco a poco con mucho celo y delicado cuidado en nuestros corazones, y hoy cuando abres el cajón de los recuerdos y los sentimientos, éstos saltan rebosantes de sanas y hermosas vivencias sufridas y gozadas por nosotros, por que son nuestras vivencias y también fue mi barco, nuestro velero.
Por todo ello, tú, compañero Castrillón, me has dado una gran alegría al decirme que también lo percibes de esta manera. Yo lo celebro y lo tomo como un lindo "piropo". Gracias amigo.
Cuanto me alegra que te acuerdes de Valencia. Fíjate José María, con la cantidad de años que tenemos y leerlo me emociona.
Para mí tiene muchos y emotivos recuerdos. Era mi primer viaje en el Galatea, mi padre estaba esperando en el muelle, le acompañaba mi hermano Jesús que e.p.d. y para mí fue un tremendo impacto de emociones. Hoy cuando los recuerdo, estos me presionan dulcemente. ¡¡¡ Qué alegría y tristeza recordar aquellos tiempos!!!
Te doy las gracias por tus deseos a mi salud, y espero tranquilizarte diciéndote que todo va mejor. Somos sabedores y lo llevamos con mucho orgullo y honor, el reconocerte como el más veterano de este bendito grupo.
Puedes dormir tranquilo, nadie te despojará de tu bien ganado trono. Sabes bien que nosotros somos los más interesados en defender tu liderazgo, liderazgo que nadie se atreverá a cuestionar. Porque en ti José María tenemos puestas todas nuestras complacencias. 

Tú para nosotros eres nuestro norte y el timón que nos lleva al mejor rumbo. Así que maestro, tranquilo. Te puedes tomar todos los barriletes que desees, estas invitado, no te prives. "Hermano bebe que la vida es breve".
Espero haber respondido a todas tus preguntas. Ya tenemos en Barcelona a nuestro Miguel. ¡¡¡¡¡¡¡Yupi!!!!!! Un fraternal abrazo a todos.
El Timonel del Galatea.
 

28 agosto 2013
Manuel Carrasco Rubio dijo… 
Pues nada a beber por tu salud Gerardo y por la de todos.
Como decía bajo la barra en azulejos de colores, en el elegante restaurante Las Camachas, en Montilla:
Vacía la copa llena,
llena la copa vacía,
nunca le dejes llena,
nunca la dejes vacía.
¡Ahí es "na"!
 

29 agosto 2013 

Arminio dijo…
Buenos días a todos, y a la orden de usted mi oficial, me pongo manos a la obra ya que la Nereida me ha expulsado del chinchorro del bauprés por pesado.
Y como Miguel está ausente por motivos justificados, vamos a intentar reemplazarle, aunque será muy difícil, pues últimamente estaba con viento a favor y navegando a todo trapo.
Espero que Gerardo se encuentre ya con un leve recuerdo de lo que le pasó, eso quiere decir que se encuentre bien.  Levantemos la copa con la invitación de Manuel.
Y a otra cosa ya que el Jefe me ha dado indicaciones y a colación del bauprés ahí va de nuevo una lírica ya publicada en otras ocasiones, pero seguro que hará pasar un buen rato a nuestros lectores, y quizá se animen a escribir algo.

Cuantos días sin recordar
al viejo y blanco velero,
de aquellos años atrás,
de noches y días de ensueño.

De abatimientos, de navegar,
de castigos por no decir viento,
mirando de frente a la mar,
en las frías noches de invierno.

Y en esto, una voz corta el silencio,
¡pero cuantos barriletes me deben!
que aquí en la toldilla espero,
con cerveza, jamón y percebes.

Cuando el Galatea navegue
para qué orzarlo al viento,
para que demonios distraerlo,
si es mejor que arribe.

Que le persigan los vientos,
formando estelas tranquilas,
que en toldilla a sotavento
yo reclamo bien las deudas.

Ropa vieja, no quisieron
en gaveta con mucha solera,
algunos que muy bien vivieron
en el buque escuela Galatea.

Castrillon con paso alegre,
desciende la pasarela
y se aleja por el muelle
dejando un deudor, centinela.

Desde la borda, Miguel,
que no tiene tanta suerte,
no puede irse con él,
tardará un día en verle.

La guardia militar le espera,
mañana será otro día,
y tomará una cerveza,
claro, pero no en toldilla.

Al momento, reclama Meizoso,
que quiere franco paseo,
y Arminio sin comerse un rosco,
castigado, tiene baldeo.

Por pretender a la dama,
allá bajo el bauprés,
que improvisando una cama,
a la mar se fue a caer.

Gracias a que Manuel,
buen nadador y escribiente,
sin dudarlo fue a por él,
rescatando al pretendiente.

Saludos a todos.

29 agosto 2013 

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Buen romance. Me recuerda a aquellos que los ciegos recitaban y vendían en hojillas. Yo tengo un remoto recuerdo de escuchar alguno siendo muy niño, aunque muchos se centraban en crímenes sonados, como el de Don Benito, por ejemplo, aunque ocurrió muchos años antes. Claro que, esa bella costumbre ha sido sustituida por los modernos medios de comunicación.Saludos a todos 
29 agosto 2013 
Castrillon dijo…
!!! Jajajaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡ muyyyy biennnn Arminiooooooo, repito muyyyyy biennnnnnn, ya hacia tiempo que, no nos deleitabas con tus satíricas y humorísticas poesías, las echábamos de menos, parece volver a tiempos pasados en los comienzos de nuestros primeros pasos abriendo sendero para dirigir nuestros pasos en este blog que, gracias a tu pertinaz insistencia en sacarlo adelante, hoy lo tenemos en primer lugar, gracias todos y muy en particular a ti, gran poeta Arminioooo ¡¡.Vaya ya te diste por rendido a la conquista de esa dama que no te hace caso, jajaaaaa ¡¡¡, ! como pasan los tiempos ¡ .

Manuel, no vas muy desencaminado con eso que te recuerdan a los "ciegos " recitando temas en poesía,!! mira tu, que casualidad ¡¡ Arminio al principio de su entrada en el Cuartel de Instrucción de Marinería, algo le tocó de eso que le quedaron los ojos como dos globos, tuvo que echar pomada para que se le curaran, yo creo que fue ahí cuando, en previsión, empezó a contar casos de la vida en tono poético. Bueno Miguel ya sabemos tu situación, así que anímate y tomate un pequeñísimo descanso que te lo mereces.


!!!! Ureññaaaaa ¡¡¡¡ no creas que nos olvidamos de ti, de eso nada, igual que a todos, los que escriben en estas páginas y todos los lectores. Un muy fuerte abrazo a todosssssss. 

29 agosto 2013

Arminio dijo…

Del libro "Un guiño al pasado".
Duras habían sido las jornadas que dejábamos atrás, con un fuerte viento que arrancaba la blanca espuma de aquella salvaje e inhóspita mar arbolada que nos había azotado durante cuatro días.
Después de varias horas de navegación a vela ya se podían distinguir la vegetación y algunas blanquecinas edificaciones del puerto de Dublín.

Tras haberse aferrado todo el aparejo y escuchado la llamada de “babor y estribor de guardia” la tripulación, sin dejar de escuchar el monótono latido del motor del buque, observaba en silencio cómo lentamente el bauprés del Galatea enfilaba la bocana del puerto adentrándose en el conglomerado de barcos, muelles, tinglados y trabajadores de la mar.

Una vez arranchada la cubierta y designada la guardia entrante, los vivos aprendices especialistas de maniobra formando en fila de a dos cerca de la plancha pasaron revista de franco de paseo para adentrarse en las concurridas calles de la capital irlandesa.
tras pisar tierra firme y haber llenado sus estómagos en una típica taberna de los alrededores del puerto, con ojos asombrados observaban con interés el devenir de la gente, el bullicio de las calles y el cimbreo al andar de las guapas muchachas de tez clara y cabellos rubios como la cerveza.

El grupo con el que el protagonista de esta historia había tomado tierra había tenido la suerte de conocer a unas preciosidades que les sirvieron de cicerones por la ciudad.
A sabiendas de que todo lo bueno dura un corto espacio de tiempo, había que aprovecharlo al máximo y no encontraban el momento de subir a bordo, pues no podían resistirse al amor a primera vista por aquellas dulces y rubias damas.

Besos, abrazos, “ te quieros”… y babor y estribor de guardia y ellos a escasos metros del Galatea, pero escondidos a la vista de la oficialidad del buque.
El Galatea tuvo que esperar algo más de una hora y, al subir a bordo, según iban pisando la gastada madera de la cubierta, les fueron formando en orden de llegada; cuando estaban todos formados, varios oficiales iban pasando revista y mirándoles de pies a cabeza.

30 agosto 2013 

Arminio dijo…
Vale Castrillon, cuento la anécdota:
Acababa de llegar a San Fernando - Cádiz- con un grupo de futuros aspirantes para el ingreso en la Armada que había acudido a la llamada de “muchacho, la Marina te llama. “Hicimos amistad al coincidir en el Ministerio de Marina en Madrid para la cita previa de entrega de la tarjeta de embarque del expreso Madrid – Cádiz, con salida a las nueve de la noche de la estación de Atocha.
Al llegar a destino buscamos una pensión para descansar del viaje con la expectativa de presentarnos al día siguiente, frescos y aseados, al Cuartel de Instrucción de Marinería; por lo que relativamente pronto nos fuimos a dormir para recuperar las horas de sueño perdidas en el largo y pesado viaje de ferrocarril.

“A eso de la media noche, después de luchar contra los mosquitos con la sábana hasta las orejas, una comezón muy fuerte me hizo levantar y mirarme en el espejo del baño. Cuál no sería mi sorpresa cuando me veo el párpado de un ojo hinchado de tal manera que no podía ni abrirlo; veía solo por una rendija y a través de un velo que eran mis pestañas.
Me acosté confiado en que por la mañana lo tendría mejor, pero temiendo a la vez lo que sucedería si se diese la casualidad de que me picasen en el otro ojo.
Bueno, pues por la mañana me levanté y al tocarme los ojos observo, bueno, observo no, porque ya casi no podía observar nada, siento que el párpado del otro ojo también había sido atacado por otro fatídico insecto.

Estos mosquitos gaditanos no eran traicioneros, ya que avisaban al comienzo de su vuelo en picado, y en la maniobra de aterrizaje, aprovechando el silencio de la noche, se proveían del sustancioso sustento.
Se me vino el mundo abajo, ni Marina ni nada, otra vez al Retiro “a montar en barca”, como se decía en los madriles. El examen médico estaba previsto como primera prueba eliminatoria y, nada más llegar, cómo podría argumentar lo sucedido, cómo me iba a presentar con los ojos como dos huevos duros.
Los compañeros me dejaron unas gafas de sol y me acompañaron a una farmacia. El boticario me recetó una pomada para que no me picase y me dejase de rascar y otra para la inflamación.
¡Me teníais que ver con las gafas de sol, el pantalón de campana y, alrededor, los compañeros que viajaron conmigo desde Madrid!; si me dan una garrota, parecía que en vez de ir a la Marina íba a cantar chirigotas.

Según pasaba el día la inflamación iba bajando y, por suerte, en el Cuartel de Instrucción de Marinería, y, nada más llegar, tan solo nos dieron la ropa y nos cortaron el pelo.¡ Si me llega a pasar con el pelo recién cortado habría parecido un pollo de gorrión con los ojos saltones!.
Bueno, por si acaso, tomando medidas preventivas y ya en la litera de la sexta brigada, me aseguré de que los mosquitos que esa noche quisiesen picarme los ojos antes quedarían embarrados en su aterrizaje con la capa de pomada que me puse en cada uno de ellos antes de dormir. Saludos a todos.
 
30 agosto 2013
Castrillon dijo…
!!!!!! jajajaaaaaaaa,jaaaaaa,¡¡¡¡ muy bien Arminio, no era mi mala intención hacerte redactar tu odisea y de aquel ataque aéreo en formación de aquella escuadrilla de mosquitos, jajajaaaaaaaa¡¡¡¡, ¿ pero como te llamaban los compañeros ? bueno eso ya es harina de otro costal, si mal no recuerdo era el "boticario" o algo así, lastima de no tener una foto tuya en aquella situación, con gafas de sol, pantalones de campana y los ojos como dos sartenes, ya me lo imagino, jajajajajajajajajaaaaa,.

Muy bien Pitagorín, eso te lo pusieron tus compañeros debido a tus altos estudios en temas de mar y otros que siempre eras el primero en la clase y con el número uno, lastima no quedaras en la Armada.
Bueno ya veo que se van terminando las vacaciones, y enseguida entraremos en régimen normal de trabajo, así que prepararemos nuestros útiles, el mío en simplemente una buena tumbona en la toldilla debajo del toldo con unos buenos refrescos, y vosotros a trabajar.
Arminio, mientras escribo esto no puedo contener la risa de tu situación con los ojos hinchados, jajajajajajajajajajajajaaaaaaa.

30 agosto 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo… Se que en San Fernando había mosquitos que hacían hasta "mandaos", pero en el caso de Arminio, con tanto abultamiento ocular, ¿no se trataría de una misomatosis pasajera?.Perdón por la broma.Saludos a todos. 
30 agosto 2013
Gerardo Ureña Massa dijo…
Nos encontramos en un día cualquiera del año de gracia de 1958, no soy capaz de recordar en que estación del año sucedieron estos hechos, mas yo apostaría que podría ser la primavera del ya citado año.

De cualquier forma, fuera cuando fuera, no tendrá mucha importancia.
Es evidente, que nos encontramos en la fragata Sarmiento de Gamboa.
Cuando embarqué, pude conocer a unos cuantos muchachos de Valencia, pero no con todos mantuve estrechas relaciones. Por contra hubieron otras que más halla de la Marina no solo se mantuvieron,  si no que se hicieron más firmes y solidarias.

Cuatro de ellas fueron muy especiales y duraderas en el tiempo. Quizás más tarde y si este escrito no se hace muy largo, las comente un poco a vuela pluma.
Vicente Roca, que e.p.d. tenía el destino en uno de los cañones de esta elegante fragata; vivía en un barrio de los poblados marítimos llamado Nazaret, su padre era pescador, tenían una linda barca que varaban en la entonces existente y bonita playa que tomaba el nombre de playa de Nazaret. Mucho tengo yo disfrutado pescando con aquella barca. 

Nuestra amistad se fortalecía día a día, y tanto fue así, que yo le presenté a una de las hermanas de mi mujer, con la que mantuvo relaciones durante un periodo de tiempo.

Bien, volvamos al Gamboa.
Un día Vicente me enseña un par de lindos peces que le habían regalado, y me dice.
-"Que te parece si nos los comemos"
-"Me parece una idea brillante, pero, ¿los comemos crudos.?
-No, tengo un amigo en la cocina, he hablado con él y nos los va a preparar".
Ya habíamos cenado, yo calculo que serían las 8 de la tarde-noche.
-"Tengo una barra de pan y una botella de vino blanco en la taquilla", me dice mi amigo.
-"Pues no se hable más, manos a la obra", le digo yo.

Nos sentamos en proa dispuestos a dar buena cuenta de la suculenta pitanza; a bordo se respiraba calma y paz, todo estaba tranquilo, no había ningún aparente motivo que pudiera indicarnos nada que pudiera romper esa cierta tranquilidad.
Dos peces, una barra de pan y una botella de vino rancio, dos amigos que se sentían paisanos, ambos vivían en los poblados marítimos de Valencia, sentados en la cubierta de proa, dispuestos a disfrutar de ese para nosotros manjar de lujo.

De pronto noto una molestia; una inoportuna espina se aloja en mi garganta, y nos destroza la tranquila y relajada fiesta. Esto que puede parecer una tontería, fue algo penoso y muy desagradable. Vicente me decía que comiera pan sin masticar demasiado, con el fin de que este arrastrase la espina y dejase de molestarme, nada, no había forma, tanto es así , que casi me comí yo solo la barra de pan, dando lugar a recordar este hecho muchos años después con no pocos ribetes de humor.

Yo lo estaba pasando francamente mal, cada vez las molestias eran mayores y más gravosas. Al siguiente día tenía la garganta fatal, visito al médico, me vio el teniente de a bordo y me dice que se había formado pus y que necesitaba penicilina, que más tarde me diría algo. Y así fue, más tarde bajaba yo a popa y allí me encontré al teniente médico departiendo con otro oficial; éste me ve y me dice.
-"Ureña acércate que tengo que hablar contigo."

Lo que voy a decir a continuación, no me lo ha contado nadie, esto me pasó a mí en primera persona del singular. Alguno puede ser que le cueste de creer, a mí también me costó lo mío, pero esto es tan cierto como el sol que nos alumbra. Me acerco al galeno con todos los respetos que exigen las ordenanzas, y este me dice. -"Necesitas penicilina para terminar con esa infección, pero el barco no te la puede pagar; yo no puedo decirle al segundo que necesitas antibióticos."
-¿"Y..., le pregunto, cuál es la solución"?
-"Que te la compres y la pagues tú".
Han pasado cincuenta y cinco años (más de medio siglo) y aun hoy cuando me acuerdo de este pasado de mi vida, me cuesta creerlo, no me puede entrar en mis, seguramente, cortas entendederas.

¡Vamos a ver! estoy sirviendo a la Patria cuatro años de esa parte de mi vida, prácticamente gratis, y me dice el médico que si quiero penicilina me la tengo que pagar yo. Pues señores no tuve otra alternativa, yo con mi paga de cabo me compré el antibiótico.
¡¡Ah!! pero que nadie se alarme, ponérmelas, eso ya lo hicieron los sanitarios de la Marina.
A pesar de todas las "judiadas" de que eres objeto a lo largo de una más-menos dilatada vida, nunca pudieron quebrar ni torcer mi espíritu de español, muy al contrario, cuantas más contrariedades, más fuerte me hacían, y así sigo, orgulloso hasta los tuétanos de ser español.Un cordial saludo a todos.
El Timonel del Galatea.
04 septiembre 2013  

Miguel Gómez dijo… 
Mis saludos iniciales para todos, con el permiso de la concurrencia voy a intentar incorporarme, a este lugar de tertulias, donde llevo varios años disfrutando a tope de él, espero que para los visitantes sea un lugar al menos agradable.
Como lo prometido dicen que es deuda, quisiera cancelar ésta que tengo pendiente, sobre todo con Manuel Carrasco; como ya se ha comentado en alguna ocasión el Galatea portaba dos bidones de considerables dimensiones en la popa, estos estaban pintados de blanco como todo el resto del buque. Su contenido era gasolina, ¡¡su utilidad!! (Creo que se utilizaba para el único bote a motor que llevaba nuestro viejo velero, “Burway” creo que se escribe así o algo parecido) ¿ lo recordáis?.  Estos ya mencionados bidones estaban atrapados por un mecanismo con un resorte para que en caso de incendio pudieran ser arrojados al mar. 


Cuando navegábamos por aguas ecuatoriales donde el sol quemaba de justicia, se creaba un puesto de guardia durante el centro del día para ir refrescándolos constantemente, al mismo tiempo también se refrescaban a los que estaban de guardia en la caña, que estaban junto a dichos bidones, cosa que se agradecía infinitamente, pues no era muy agradable con aquel sol abrasador estar estático de guardia en la caña o rueda de timón, pero como bien sabemos la vida en el Galatea estaba llena de penurias y había que soportarlas al menos con cara de agrado, aunque por dentro llevásemos la música de las cigarras.

Estos bidones que estoy tratando de describir, les dieron algún susto a las dotaciones del velero, sobre todo en la contienda de la segunda guerra Mundial, aunque el buque estaba pintado totalmente de blanco, también llevaba pintada en los costados la bandera de España, para distinguirse como buque neutral, fue atacado en algunas ocasiones por la aviación de la contienda por creer de que se trataba de cargas de profundidad.
También la aviación los observaban, porque algunos submarinos se protegían bien en superficie o sumergidos, bajo el escudo de un buque escuela neutral, de ahí que a veces recibiera alguna ráfaga de metralleta. Continúa…
 

05 septiembre 2013
Miguel Gómez 
Sigue…
Hoy por la mañana he estado hablando con Gerardo, hemos tratado de la soledad del Océano, refiriéndonos a nuestros tiempos de navegación, de esta conversación he sacado unas filásticas para enlazar con aquellos días de soledad Atlántica, que con mi mejor intención y nefasta narrativa voy a intentar describir.  

Los cruceros que se hacían en el Galatea las distintas dotaciones no eran de placer, ni comerciales, eran la otra cara de la moneda, eran cruceros de instrucción y como tal los realizábamos navegando alejados de las rutas comerciales, más solos que la una en pleno Océano, buscando constantemente el más difícil todavía, tempestades difíciles de superar o por lo contario días y días de navegaciones ecuatoriales donde los vientos brillaban por su ausencia.

En el primero de los casos ya se ha comentado en otras ocasiones lo difícil que se hacia la vida a bordo, en una mar montañosa donde las maniobras eran dificilísimas y no carentes de mucho peligro y,   las guardias reforzadas,  s decir seis horas de guardia y seis de descanso,  hablando teóricamente porque la verdad es que siempre estábamos de guardia, si no estábamos de puesto estábamos achicando agua, en los sollados, salas de maquinas o haciendo cualquier otro trabajo que se presentara como urgente.  Además de estar  dando fuertes bandazos, tanto de babor a estribor como de proa a popa, totalmente empapados de agua y temblando de frío.

El cansancio era nuestro peor enemigo, a esto hay que agregarle el hambre ya que eran días que no funcionaban las cocinas ni la panadería, por lo tanto nos daban la comida de subsistencia, consistentes en  seis u ocho galletas acompañadas de  tres o cuatro sardinas en lata, esto se repartía por el medio día y por la noche. Por la mañana no se desayunaba porque el desayuno era café con leche y un bollito, pero como esto no se podía hacer pues no había desayuno.
A todo esto hay que sumarle los simulacros de abandono de buque, “a veces creíamos que sería de verdad”, hombre al agua, incendio o colisión.  Se trataba de ejercicios, pero en ciertas condiciones eran muy penosos según el estado de la mar.

 
En el segundo de estos dos casos, era todo lo contrario,  días pesados apáticos,  con mucho calor,  y con la monotonía que  se encargaba de crear tristeza que se combatía con los compañeros, el no poder dormir debido al fuerte calor agobiante que reinaba por aquellas latitudes, poca agua dulce y muy caliente. No teníamos nada para combatir en estos casos el calor, ni   el frío en los anteriores, en fin que pasamos muchas penalidades en cualquiera de los supuestos.En otra ocasión continuaremos con otras vivencias a bordo de aquel nuestro viejo velero.
Deseando felicidad para todos, mis mas afectuosos saludos.
Paz y bien.
 

05 septiembre 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Gracias Miguel por la aclaración sobre los bidones de gasolina, pero lo principal es que ya estés incorporado a la dotación y recuperado de los problemas visuales, para estar de nuevo ¡ojo avizor!, nunca más a propósito. Me alegra tu pronta recuperación.
Impresionante relato de vuestras navegaciones.
Cordiales saludos a todos. 
05 septiembre 2013
Gerardo Ureña Massa dijo… 
Soy consciente y sé muy bien, que este es un blog para escribir y dar testimonio de nuestro paso por el Galatea, y a la sazón, nuestra vida en la Armada.
Hoy, me voy a tomar la licencia (si me lo permitís) de hablar o escribir de un tema diferente.
Ayer día 5 de septiembre, después de conversar telefónicamente con Miguel, leo en un pequeño recuadro de una revista, de las llamadas del corazón, la para el que suscribe, triste noticia. Fui a cortarme el pelo y durante la espera tomé la ya mencionada revista y leo.
Ha fallecido el periodista Manuel Martín Ferrán. Descanse en paz el viejo maestro. Lo de viejo maestro lo digo yo.

Manuel Martín Ferrán, junto con Emilio Romero, y otros que siguen en mi recuerdo, fue un gran periodista; nada que ver con la patulea de escatológicos y abundantes de estos individuos que se pasean por este país y no son dignos de llevarse a la boca el pan que se comen.

Manolo fuel el que convenció a José María García, que hiciera un programa a las doce de la noche, y que se llamó hora 25. Siendo durante muchos años  líder de audiencia indiscutible. Espacio éste, en el que García no tenia fe por el horario. Pero el tiempo le dio la razón al gran periodista, y García se convirtió en el hombre más famoso de este país.

Manuel Martín Ferrán fue el creador de Antena Tres Radio y Antena Tres Televisión.

Antena Tres Radio, triste y oscuramente desaparecida, fue una gran emisora, con unos grandes periodistas, y no menos grandes programas. Yo era fijo oyente, ignorando desde aquellas lejanas fechas a las demás cadenas.
De este puchero salieron el malogrado Antonio Herreros, Luis Herreros, José María García, Federico Jiménez Losantos y un importante numero mayor, que mi cansada memoria parece que se niega a recordar.
Manolo fue gran amigo de don Vicente Cebrián, Conde de Creixell y dueño de las bodegas Marqués de Murrieta.

Yo tuve el honor de distribuir sus vinos en una determinada época de mi vida.

Esta situación motivó que el Conde de Creixell y yo tuviésemos frecuentes contactos personales, contactos que duraron hasta que don  Vicente abandonó el mundo de los vivos. De este hombre, solo gratos recuerdos puedo y tengo.
Hace muchos años El Conde de Creixell me regaló un doble Magnum en un estuche de madera con una placa de metal, que dice lo siguiente:
Marqués  de Murrieta-YGAY. Caja Nº 0.  Reserva 1990.

Gerardo Ureña. Con mi afecto.
El Conde de Creixell.
Fecha de Embotellado: Marzo de 1994
Vino para "estudiar" y guardar.
Nuestra Recomendación: Consumir en el Siglo XXI.

En su interior había una tarjeta que decía lo siguiente: Espero que podamos disfrutar este vino el próximo siglo. Él nos dejó antes, yo no he tocado la botella, esta permanece cerrada talmente como él me la enviara.
Dos personas que se apreciaban.
Don Manuel Martin Ferrán y Don Vicente Cebrián. El Conde de Creisell.
Como persona creyente que soy, espero encontraros en los infinitos rincones del tiempo. Descansen en paz ambos.
Un fraternal abrazo. El Timonel del Galatea.
06 septiembre 2013 

Miguel Gómez dijo…  
Este trabajo de investigación no es atribuible a mí persona, había que agradecérselo a un excelente y admirado amigo, que sin ser galateano, ha dedicado mucha parte de su tiempo a esta labor, cuyo nombre me lo reservo ya que no me gustaría que fuese molestado, gracias amigo del alma por haberme proporcionado esta documentación, que Dios te bendiga. Mi trabajo ha consistido en copiar este articulo por lo que no tiene ningún merito, lo que inserto en este blog es el trabajo de otras personas enamoradas de aquel viejo velero llamado Galatea. 

El nuevo foque volante de " don Jorge" es izado en el Galatea
Continuando con nuestros anecdóticos trabajos sobre la vida a bordo de nuestro veterano buque escuela Galatea, quisiera hacer patente nuestro cariño y recuerdo a todos los que de una forma u otra hemos pasado por dicho buque en distintas etapas de nuestra vida militar y marinera al servicio de España y de su Marina de Guerra. No tratamos de criticar a nadie, sino exponer resumidamente unos hechos ya olvidados por algunos y para otros evocadores y sanos recuerdos.


El Galatea sigue manteniéndose a flote en las tranquilas aguas de la ría ferrolana, a sus ochenta y tres años de dilatada vida. Allí está acoderado a los muelles de La Graña como un monumento y recuerdo de los que en él dimos los primeros pasos de una vida que se va agotando al compás del tiempo.
Antes de dar comienzo a nuestro episodio anecdótico con el tema que encabeza esta colaboración, diremos que nuevos informes del Galatea me han sido enviados galantemente por el capitán de fragata  don Lorenzo Gaiani, del Ministerio de la Marina Mercante italiana, tras haber sido solicitados por este colaborador.


Desde su adquisición, en el año 1922, por el Estado Español y posterior acondicionamiento como buque mixto (velero bricbarca), el Galatea contaba entre otras velas de cuchillo (estáis y cangreja) con tres foques, conocidos por: contrafoque, foque y petifoque, viéndose éstos aumentados con otro más muchos años más tarde y que conoceríamos por foque volante o de “Don Jorge”.
Entre los años 48 y 49 del actual siglo, (esto fue escrito en Agosto-Septiembre del 1979) cuya fecha no puedo precisar con exactitud embarca en el buque-escuela Galatea el teniente de navío don Jorge García Parreño y Kaden como oficial de maniobra e instructor de cabos y aprendices, relevando en el cargo al oficial que lo venía ejerciendo, el alférez de navío don Ramón Díaz.


Don Jorge era un gran amigo y profesional de la especialidad marinera, además de ser un gran poliglota. Desde su embarco estudió detenidamente al buque por dentro y por fuera prestando su mayor a la maniobra del buque, que conocía detalladamente y con toda precisión, lo mismo que haría años mas tarde en otros buques que tuvo a su mando.
Desde su embarco le venía llamando la atención la lentitud con que el buque efectuaba la maniobra de la “virada por avante”, así como lo pesado que se le hacía a los gavieros el aferrado de las velas de cruz (mayores) por el antiguo sistema de recoger los puños de escota hacia el tercio de la cruz de la verga en el mismo momento de su aferrado.  Continúa…

08 septiembre 2013

Miguel Gómez dijo…
Sigue…
Por lo que respecta al foque del cual vamos a tratar, cierto día le propuso al comandante, capitán de fragata don Manuel Seijo López (gran marino y maniobrista), el hacer una reforma en la maniobra de foques según el criterio que él expuso, propuesta que fue aprobada.
Nada más llegar el buque al puerto de La Luz , Las Palmas, se comisiona al contramaestre de cargo don Antonio Caeiro para la adquisición en el comercio local de un cable extra flexible galvanizado para reemplazar al estay-nervio de mastelerillo, vistiendo así el botalón del bauprés con un sólido estay que arrancaba desde el mastelerillo por encima de las burdas de juanete y retornaba con tensor en el tercio interior del botalón.
 

Los trabajos de reemplazo e instalación del nuevo estay-nervio estuvieron encomendados a los cabos Robustiano y Bonachera , de curso,  y del cabo de la dotación que esto suscribe, así como un grupo de especialistas ayudantes de maniobra.
Otros cabos y aprendices se dedicaban al trazado del nuevo foque sobre la explanada del muelle militar de las Palmas, así como a la reforma de la vela del juanete bajo de proa, con el fin de acortarle un tanto su alunamiento para que su relinga de pujamen no rozara sobre el nervio. Todo ello bajo la suspensión de don Jorge, el de cargo y Paquillo el maestro velero.


Trazados y cortados los paños del nuevo foque y dado alquitrán vegetal al nervio, se esperó la salida a la mar para dar comienzo al cosido durante las guardias de mar nocturnas de los paños de dicho foque. Todo él cosido a mano y relingado de la misma forma con sus puños de escota, pena y amura.
Por otra parte el contramaestre del castillo, Astorga, se dedicaba a la preparación con un grupo de aprendices de instalar la driza, cargadera y escotas del nuevo foque, así como su lugar de amarre y aferrado, dándole el nombre oficial de “foque volante” y popularmente por el foque de “Don Jorge”.
Con toda expectación, es izado el nuevo foque volante o de “Don Jorge”.

Navegando hacia la isla portuguesa de Porto Santo, se nos encomendó en una guardia de alba a un grupo de cabos, el envergado del nuevo foque a fin de tenerlo listo para las diez horas en las que por costumbre se efectuaban los ejercicios de maniobra programados para la práctica de los oficiales, cabos y aprendices.
A las diez, como queda dicho, toca el corneta “maniobra general”. Dándose los juanetes altos y el nuevo foque, del que todos estábamos pendientes. Nada más izado y equilibrado el aparejo con viento de aleta, se comprobó que al tomar viento el nuevo foque y cobrar de sus escotas, el equilibrio del buque con el timón a la vía se había roto al tender a irse de arribada.
Pese a ello don Jorge no se desanimó, después de comprobar que ello era todo debido a sus grandes dimensiones y al gran bolsón que formaban los paños, defecto que es muy común cuando una vela de este tipo es cosida a mano y por varias personas a la vez. No pasa esto cuando es cosida a máquina.


Con el foque dado se continuó la maniobra programada sin notables cambios en la misma, quizá debidos como luego veremos a aquel bolsón, pues bástanos decir que el foque de “Don Jorge” se asemejaba más a un gran calzón de viejo marino, hinchado por el aire que una vela de foques.
Finalizada la “maniobra general” se mandó desenvergar el nuevo foque, que después de sacarle la relinga y hacerle una reforma a los paños, fue nuevamente envergado e izado comportándose maravillosamente al mejorar el equilibrio del buque en sus navegaciones a vela, lo mismo que las viradas por avante, pues nada más acuartelarlo al estar el viento a filo por la proa el buque aceleraba la caída de la proa hacia el nuevo sotavento, acelerando así la maniobra. El Galatea contaría a partir de ahora con cuatro foques en vez de los tres que tenia instalados desde su adquisición en 1.922 hasta el año 1.949. 

Continúa…
08 septiembre 2013


Miguel Gómez dijo… 
Sigue… 
Pero no pararon aquí las reformas, toda ellas propuestas por don Jorge y llevadas a cabo por los cabos y especialistas de Maniobra (de Escuelas) y dirigidas por el de Cargo y el veterano velero Paquillo.
A la verdad, don Jorge poco descanso nos daba durante la duras guardias de mar además de nuestro horario de trabajos y faenas marineras, dando comienzo a la reforma de la vela mayor, a la que después de desenvergarla y echada sobre cubierta se le cosieron a todo su ancho cuatro grandes fajas de refuerzo sobre las que se colocaron unas guías (vertellos de madera), simétricamente repartidas para que por ellas laborearan los brioles respectivos y así quedar la vela mayor recogida en cuatro paños colgados en telón sobre la verga y sus puños de escota en los extremos, en vez del tercio de la cruz como estaban anteriormente.

Tras las pruebas y algunas reformas efectuadas en el laboreo de los brioles de la vela mayor, quedaba demostrado que la maniobra de su aferrado con el nuevo sistema se hacía más simple y más rápido al halar de los brioles y también más fácil para su empañicado sobre la verga por parte de los gavieros.
Las reformas hechas y propuestas por don Jorge tuvieron gran aceptación.

Tras los resultados satisfactorios obtenidos por don Jorge en la reforma de la vela mayor, no pudo llevar a efecto la reforma total de todo el aparejo de cruz (redondo) que él propuso y que ya era usado con anterioridad por los grandes buques escuelas de vela alemanes, italianos y portugueses.  Sin embargo, tenemos conocimiento de que unos años más tarde, y después de haber desembarcado don Jorge de el Galatea, se llevó a efecto la reforma por él propuesta un día, bajo la dirección de otros jefes y los planos por el trazados, aprovechando el nuevo pedido de reemplazo y elaboración por el taller de jarcias del Arsenal de El Ferrol de El Caudillo de un nuevo aparejo para el buque. Siendo confeccionado el nuevo aparejo con arreglo a las técnicas y mejoras propuestas por don Jorge, aunque para ello hubo que modificar el laboreo de la jarcia volante.

Don Jorge García Parreño era un gran maniobrista y muy amigo de estudiarlo y comprobarlo todo personalmente, tanto estando el buque navegando, como a flote o en dique seco. Donde se efectuase un trabajo de reemplazo o reforma de la jarcia firme y volante, obras de carena, etc., allí aparecía don Jorge con su traje de paño azul de corte inglés o de faena gris, presenciando los trabajos y la destreza de cada uno de nosotros, de los que tomaba buena nota en su libreta de apuntes y cuyas puntuaciones nos ayudarían al final a superar nuestro número en el escalafoncillo del cuerpo de suboficiales Contramaestres) y cabos especialistas.
“Ay, mamaiña, para donde vay aquel home”, gritaba un viejo contramaestre.

En cierta ocasión nos encontrábamos preparando el buque para salir a la mar en un nuevo viaje de instrucción. El buque estaba acoderado al muelle de la Machina (hoy conocido por el de la Enfermería) en el arsenal de El Ferrol de El Caudillo, y toda la dotación y personal de escuelas estábamos envergando el aparejo, cuando de repente sentimos la voz de un viejo contramaestre que gritando en su idioma gallego castellanizado clama: ¡ay mamaiña para donde vay aquel home! Todos los que estábamos a su lado en el castillo nos quedamos perplejos al ver que por los peldaños de la vieja machina trípode del arsenal subía paso a paso y sin inmutarse hasta alcanzar la cumbre de su plataforma el teniente de navío don Jorge García Parreño y Kaden. Desde aquella plataforma o mirador en este caso, nuestro oficial seguía con toda atención los pormenores de la maniobra de envergado, que no todos los oficiales conocían en su vida activa y prácticamente. Continúa…


08 septiembre 2013

Miguel Gómez dijo…
Sigue…
El que mas y el que menos en sus trabajos no dejaban pasar un rato que no dirigiese la vista hacia lo alto de aquella, pues desde la caída mortal de un corneta que había subido a ella para tocar su ultima diana floreada antes de licenciarse (ciertamente la última vez como así sucedió) no había nadie osado subir hasta su plataforma, toda vez que fue arrestada lo mismo que se arrestaba a un fusil con el que se hubiera matado casualmente un soldado o marinero. Desde aquella caída mortal del corneta en un ataque de vértigo emocional, la machina quedó abandonada a su suerte hasta su demolición unos años después, sirviendo sus grandes perchas de flotadores para muelle flotante y lugar de amarre de los balandros del reciente creado Club Naval de Regatas de El Ferrol de El Caudillo. Don Jorge subió y bajó los doscientos cuarenta y seis peldaños de que se componía su percha deslizante sin inmutarse y sin sentir nada emocional.


De don Jorge solía decirse en el Galatea que, con sólo su presencia y su mirada fija a todo lo que le rodeaba así como su silencio, hacia mover las brazas y drizas de las vergas con toda rapidez. Sin lugar a dudas era un enamorado del Galatea, siendo sentida su marcha por todos aquellos que lo conocimos y tuvimos el honor de estar a sus órdenes y ser sus alumnos durante el tiempo que estuvo embarcado como oficial e instructor de los cabos y aprendices de la especialidad marinera, especialidad de la que era un entusiasta enamorado.
El único día que le vimos echar una sonrisa durante una de las clases fue con motivo de conocer lo que había sucedido durante la noche,  a un cabo que iba de guardia en el timón al hacer su aparición “el fuego o luz de San Telmo” en el tope de los palos.
El meteoro ígneo conocido a bordo por “fuego o luz de San Telmo”.

Todavía no se ha podido esclarecer la causa de este fenómeno atmosférico que muchos marinos conocen desde tiempos muy remotos. No es por tanto, una visión de unos videntes o favorecidos como así creen algunos. Sabemos, eso sí, que es un fenómeno que desde hace muchos siglos gozaron y gozan de presencia en ocasiones los hombres del mar.
Nos dice el Espasa que: Fuego o luz de San Telmo, es un meteoro ígneo de color de fuego y que al hallarse muy cargada la atmósfera de electricidad, suele dejarse ver en los mástiles de las embarcaciones, especialmente después de las tempestades. Dicen que su presencia favorece al buque y su dotación, por lo que guiándonos, por lo que dice Gella Iturriaga en su Antología, es una gran esperanza para el marino cuando se aparece en el tope de los palos y veletas durante los temporales o después de éstos.


Todo sucedió así: navegábamos a toda vela con el viento fresco y el mar con marejadilla. El silencio del buque al navegar era sólo roto por el mambrú del palo mesana con el clásico “pam…, pam…, pam…,” de los escapes de gases del motor auxiliar en función para dar energía eléctrica al buque.
Se encontraba de guardia en el timón, acompañado de dos aprendices el cabo primero Angel del Río que efectuaba el curso para suboficial con otro grupo de cabos embarcados para tal fin en el Galatea.


Cierta noche el buque navegaba de orza aprovechando todo lo que se podía para lograr un rumbo efectivo; para ello el cabo de timón tenía que ir mirando fijamente para la guja y las gavias para que “no tocasen”, palabra con que se nombraba cuando el viento les hacía flamear el grátil de caída de barlovento. En uno de estos momentos el cabo del Río ve luz en el tope del palo mayor, por lo que recurre a uno de los “guindolas de guardia” para que avise al timonel de que el tope del palo está encendido. El timonel comprueba el pulsador y ve que está normal, reflejando un fuerte haz de luz cada vez que lo pulsa.

Continúa…
08 septiembre 2013

Miguel Gómez dijo… 
Sigue…
El cabo del Río repite una y otra vez de que allí hay una luz que debe ser la del tope del palo y que por avería alumbra tenuemente. El oficial de guardia, escamado por las llamadas que le hacía el cabo al timonel Pastor Lorenzo, preguntó qué era lo que pasaba, optando, una vez conocida la aparición de dicha luz, por ordenar llamar a su presencia al electricista de guardia para que compruebe el alumbrado y repare la avería, si es que la hay. El cabo electricista, después de subir al palo y comprobar todo el circuito del alumbrado del tope, dice que no hay avería alguna y todo marcha a la perfección; sin embargo, la luz continuaba allí y podía ser observada por todos.

El Oficial de guardia, de reciente embarque, y algunos de los que por primera vez presenciaban aquella misteriosa luz, no sabían si era cosa de brujas o de maleficentes. La luz existía y allí en lo alto se veía en cuanto nos alejábamos de la vertical del palo.
La noticia llega a oídos del comandante nuestro viajo lobo de mar, que riéndose a la sorda y moviendo alternativamente sus dedos pulgares e índices de sus manos tras la espalda, se mete en la caseta de Derrota y por el ordenanza le comunica al oficial del puente de que tiene a San Telmo, a bordo. El oficial lo toma a broma y no sabía qué hacer ante lo que le había dicho el comandante por boca del ordenanza, hasta que el veterano contramaestre, (el Veña) sube al puente a dar la novedad de la corredera de barquilla y, a sabiendas ya de ser vista por él, la luz o fuego de San Telmo, le saca de dudas explicándole según sus conocimientos, el motivo o la causa de aquella luz.


Los comentarios y la noticia pasearon por todo el barco. Los más veteranos ya habían visto dicho meteoro en otras ocasiones, por lo que la noticia no les cogió de sorpresa. Sin embargo, sí a los que no lo conocíamos nada más que de oídas.
Al pobre cabo del Río ya le tomaban el pelo llamándole entre los demás por el cabo Telmo y así se le conoció hasta su desembarco y pase al cuerpo de suboficiales contramaestres.
Este fenómeno atmosférico tuvo muchas denominaciones en el correr de los siglos, entre ellas citaremos las que nos señala en su Antología Marinera Gella Iturriaga: Acvins, Cabiros, Dioscuros, Castor o Póllux, Helena, Sidus, Focus Sanctae, Santa Helena, San Erasmo, Santeramo, San Ermo, San Elmo, Cuerpo Santo de Fray Pedro González, Telmo, San Telmo, Fueco Sant Elmo, Lume de San Telmo, Light y Elmes Feuer, entre otros muchos.


Según el Martirologio Romano, el nombre que se le da a este meteoro se debe a la devoción que se le tenía en remotas épocas a un obispo italiano conocido por Elmo y que sufrió martirio en el año 304. Se le llamaba vulgarmente San Elmo, nombre que por corrupción se ha convertido en San Telmo, siendo elevado a los altares como santo y considerado como abogado de los marinos. Su festividad se celebra el día 2 de junio.
En los siglos pasados, concretamente en el siglo XVI, en todos los barcos de nuestra marina mercante y de guerra se rezaban diversas oraciones en las que se honraba a San Telmo pidiéndole su intercesión en los momentos de apuro o de peligro. Una cosa parecida como se venía y se viene haciendo todavía en algunos buques y dependencias de nuestra Armada al toque de Oración.


Entre estas oraciones señalamos:
Cuerpo Santo verdadero,
amigo de los navegantes,
nos quieres socorrer
y parecer
siempre de noche y delante.
Bendito seas San Telmo
cuando en lo alto te vemos,
ampáranos en la tormenta
protégenos en los vientos.
Todas estas oraciones se acompañaban de un Padrenuestro. Continúa… 
08 septiembre 2013
 

Miguel Gómez dijo… 
Sigue…
Hasta aquí la ya piadosa tradición marinera a San Telmo, cuya advocación tuvo primicia de balbucientes jaculatorias en los labios de miles y miles de marinos españoles durante muchos siglos de nuestra historia marinera, entre la que destacaremos el acendrado cariño con que se acogía la presencia de la luz o fuego de San Telmo, que se traducía en ferviente devoción de aquellos antepasados nuestros a su abogado protector, a igual que se hizo con la advocación a la Virgen del Rosario y en nuestros días a la Virgen del Carmelo.
Nos haríamos interminables al narrar estas curiosas anécdotas de la vida marinera que venimos ofreciendo con toda dedicación en nuestra R Mvista de Marina y que jalonan y robustecen aún más nuestras “historias de la mar” con algo ameno y anecdótico que a todos nos gusta conocer y evocar como recuerdos de un pasado.  A.Souto Iglesias.

08 septiembre 2013

Castrillon dijo…
Excelente comentario, Miguel, es una de las muchas etapas de ese buque que, permanecía oscura, pero gracias a tus fuentes salió a la luz.
Y, como hoy estoy muy espléndido debido a las fiestas que tenemos aquí en Asturias, te voy a obsequiar con un Barrilete menos de los miles que me debes, eso para que digas que no soy tacaño.
Bueno amigos y compañeros, de momento me despido de vosotros con un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo. 

08 septiembre 2013

Miguel Gómez dijo…  
Me apresuro a insertar este escrito por si fuese del interés de los autores de un libro que están a punto de cerrar, cuyo título creo que será “El velero Galatea”, quiero hacer constar que este articulo no es de mi cosecha propia, es de su autor abajo firmante, y ha llegado a mi poder por medio de un gran amigo, al que se lo agradezco sumamente, yo lo único que he hecho es copiarlo e insertarlo en este blog, en vez de guardarlo en el baúl de los recuerdos lo expongo públicamente, porque creo que todo lo que trata del Galatea debe salir a la luz para que los vientos se encarguen de expandirlo, y no vuelva a caer en el olvido.
Quiero hacer constar de que este articulo ha sido copiado literalmente, porque hay algún párrafo que se contradice con la historia que todos conocemos.

 
"Un octogenario velero de nuestra Armada llamado Galatea"
Con los diversos datos que he ido recogiendo en mi vida militar y que guardo en mi historial y libreta de notas, trato de recopilar, de la mejor manera posible, una serie de reportajes y anécdotas inéditas, que si Dios me da tiempo y vida espero ofrecer en las páginas de nuestra Revista General de Marina, siempre y cuando sea posible su inserción.
 

Ante todo, y por proceder del cuerpo de suboficiales, quisiera agradecer a todos aquellos jefes y oficiales que, con más conocimientos que los míos, me han dado un halo de apoyo para seguir escribiendo. No ya ahora en esta Revista, sino, con anterioridad, en otras colaboraciones en la prensa. A todos ellos, muchas gracias; pidiéndoles perdón en lo que me hubiera desmedido o equivocado, porque trato, en lo posible, de poner en mis trabajos la mejor voluntad y entrega.

No dudo que algunas de mis colaboraciones harán revivir y evocar a mis antiguos jefes y compañeros las horas de inquietud, de sacrificios, de cumplimiento del deber, del dolor y también, por qué no, las horas de alegría vividas en su compañía en diversos buques de nuestra Marina de Guerra.
Quisiera empezar a hilvanar, de la mejor forma posible y resumida, el historial de un buque-escuela en el que centenares de jóvenes aprendices aprendimos a conocer el mar, a evocar el Santo Nombre de una Madre Reina de los Cielos, las privaciones, las fatigas, las ausencias, el peligro, las inquietudes y, también, las alegrías. 


Compartiendo nuestros primeros sueños marineros con el ojo avizor entre el vaivén del buque, el estrepitoso golpe de las olas contra el casco, el sobresalto de un bandazo y las duras guardias de mar, encaramados en lo alto de las cofas y penoles de las vergas mayores del buque-escuela Galatea. Un buque, por así decirlo, en el que emulábamos muchas veces las palabras de Rodrigo de Triana. ¡Tierra por babor o estribor! ¡Un barco por la amura de baborr.! ¡Un bulto por la proa!, etc.
Continúa...  

09 septiembre 203

Miguel Gómez dijo…
 
Sigue… 
A menudo, aquellas voces se convertían en verdaderas alucinaciones de los que dábamos la voz que luego el oficial de Guardia del puente trataba de ratificar o rectificar. Asunto por tanto, nada extraño después de varios días de navegación y las guardias de “mete y saca”, como así las llamábamos, y el navegar en continua vigilancia por aguas peligrosas, donde la presencia de minas a la deriva, restos de buques hundidos y diversas mercancías flotando ofrecían un serio peligro para el buque, además de la presencia de submarinos alemanes y las escoltas de los convoyes aliados en ruta.
 

La presencia de submarinos no era desconocida para nosotros, toda vez que donde menos lo pensábamos emergían súbitamente de las aguas a reconocernos y saludarnos desde su torreta con las gorras y la tenue luz del “Scott”, volviendo de inmediato a desaparecer bajo el manto de las aguas atlánticas. Otras veces sabíamos que navegaban escudándose bajo la sombra marina de nuestro casco para no ser localizados ante la presencia de aviones y buques de escolta.

En una ocasión, nuestros operadores de radio revisaron todo el buque en busca de una posible radio clandestina que entorpecía su labor y cuyos ecos de las comunicaciones por Morse se percibían fuertemente en el interior de los sollados de marinería, máquinas y zonas bajas del buque ¿qué pasaba…? Simplemente que algún submarino aprovechaba nuestra cobertura para comunicarse con otros buques de su clase por medio de ondas que rebotaban en nuestro casco.
En fin, una verdadera odisea para el Galatea, al que la suerte le fue siempre propicia y al que la Providencia le acompañó como su ángel de la guardia en los momentos más críticos y más difíciles de la última conflagración mundial.

 

Los primeros datos conocidos de nuestro buque-escuela “Galatea”. 
 Con el nombre de Velamount, fue botado al agua en los astilleros de Glasgow (Inglaterra), a finales de mayo de 1896, el casco de acero de un velero mixto, con el fin de dedicarlo al transporte de mercancías a granel entre la metrópolis y sus colonias. Fue dirigida su construcción por el ingeniero Alexandre Rodger S., que al mismo tiempo sería su propietario-armador.
 

Según datos que he podido recoger en viejas cartas de navegación y algunos documentos arrinconados en el pañol de bitácora y que tenía a mi cargo como cabo guarda-banderas del buque-escuela Galatea, pude apreciar marcadas en tales cartas, diversas singladuras del buque, entre ellas, las de la “carrera del trigo”, como así era conocida la derrota seguida por otros buques similares, tras doblar el Cabo de Buena Esperanza y en loca competencia con los “clippers”.
 

A principios del siglo actual fue adquirido por otro armador británico, que lo bautizó con el nombre de Sailing Bark, dedicándolo al transporte de mercancías en general entre las colonias del Reino Unido y América. Con este nombre se dijo que efectuó algunos transportes de negros africanos a América, Asunto éste que no podemos asegurar por carecer de datos. Además, sobre este tema se ha escrito mucha literatura barata y levantado mucha leyenda.
Continúa…  

09 septiembre 2013 
  
Miguel Gómez dijo…  
Sigue… 
Su anterior armador lo vendió a otros hombres de negocios, dándole el, nombre de Islamount, y éstos, años más tarde, se lo vendieron a otros, que le dieron el nombre de Glenlen Steel Aux Twin (SCBR). Nombre con el que se le conocía en los medios marítimos internacionales al principio y final de la primera guerra mundial, navegando con pabellón inglés.
 

Al comenzar la guerra 1.914-18 se encontraba en un puerto turco del mar Negro, donde permaneció amarrado hasta el final de la contienda. Finalizada ésta, numerosos buques de las naciones beligerantes y neutrales de apiñaban en los muelles. Unos fueron recogidos por los respectivos países, otros vendidos y otros desguazados para chatarra. Por otra parte, la crisis económica de la postguerra y la falta de fletes obligó a muchos armadores a deshacerse de sus buques. 

Otros, sin embargo fundaron grandes sociedades de navegación, tal es el caso de la O.C. italiana di haw “Extella de Italia”, con sede en el puerto de Génova, que adquirió numerosos buques para ponerlos nuevamente en servicio. Entre ellos figuraba un buque mixto aparejado con velas redondas y arboladura en cruz, el que tenía la citada compañía con el nombre de Clarastella.
 

Sus características principales son: eslora, 245,5 pies, equivalente a 74,84 metros. Manga 37,5 pies, equivalente a 11,8 metros. Calado 20,5 pies, equivalente a 5,40 metros. Monta dos motores auxiliares diesel, con una potencia de 90 HP, que le dan una velocidad de 8,5 nudos a palo seco. Su arqueo es de 2.085 toneladas y su velamen lo forman 10 velas redondas y 12 cuchillo. Su arboladura se compone de tres palos, uno de ellos (mesana) sin cruzar.

Más de medio siglo vinculado al pueblo ferrolano y a su Ría
.

La próxima baja en la Armada del veterano buque-escuela de nuestra marina, corbeta Nautilus era motivo de inquietud entre nuestros mandos navales, ante la falta de un navío idóneo para reemplazar al Nautilus y dedicarlo como el anterior a las practicas marineras y navegación de nuestros futuros oficiales y aprendices de marinería.
 

Enterados nuestros mandos navales de la existencia de unos buques que reunían idóneas condiciones para su transformación en buque escuela, con autorización del Gobierno se nombra una comisión de Marina en el año 1923, la cual se traslada a Italia al objeto de adquirir varios buques. Tras la visita a diversos puertos y armadores italianos, firman un contrato para la adquisición de dos buques acoderados al muelle de Génova y propiedad de la S.O.C. Italiana di haw “ extella di Italia”, que los había adquirido a unos armadores ingleses.
 

Adquiridos ambos, de similares características, se les da el nombre de Galatea y Minerva, izándose en ellos el pabellón nacional español. En el puerto de Génova son recogidos ambos buques por dotaciones españolas y llevados a Cartagena. Revisados por los técnicos navales, se efectúan en ellos algunas reparaciones ligeras para proseguir viaje a El Ferrol, donde se llevaría a cabo la transformación de uno de ellos, el Galatea, pasando el Minerva como buque-pontón para depósito de carbones para nuestros buques de guerra en la ría de Pontevedra.
Continúa…  

09 septiembre 2013  

Miguel Gómez dijo…  
Sigue… 
Se da la circunstancia que el Galatea y el Minerva vinieron con carga desde Italia para desembarcar en Cartagena, por lo que el dinero ingresado por el transporte efectuado por dichos buques bastó para el pago de uno de ellos, que vino resultando gratis.
El Minerva, que era el que estaba más deteriorado, quedó afecto a la base naval de Marín (Polígono “Janer”). Al construirse la Escuela Naval Militar se vendió a una concesionaria de carbones (Suárez), tras desmontarle los motores y llevarlos a la Escuela de Mecánicos de El Ferrol, donde quedaron depositados para prácticas de los alumnos de Máquinas. Años más tarde acabó sus días en el desguace, después de servir, en ocasiones de buque-prisión.

Y volviendo a nuestro buque Galatea, diremos que se le dio el nombre que ostenta en razón de que en su mascaron de proa lleva una talla de mujer en forma de ninfa marina, que según los entendidos representa a la diosa griega Galatea, hija de Nereo y de Doris, amante de Acis y amada por Polifeno. 

¿Quién no recuerda esta talla de hebra hermosa? Tantas veces retocada con los diversos matices por los pinceles de aquel veterano soldado de Infantería de Marina, corneta en el buque-escuela durante treinta y cinco años, pintor, músico de la charanga que llevaba el buque en sus primeros años de la postguerra y protagonista, a la vez, como cornetín de órdenes en el rodaje de la película “Raza” y último de los supervivientes en abandonar el acorazado España en el momento de su hundimiento en aguas de Santander durante nuestra guerra civil, siguiendo siempre, y con arreglo a la ordenanza, a su propio comandante. Aquilino Álvarez Miniño es su nombre.
 

El viejo buque Clarastella, como así se le conocía antes de enarbolar el pabellón español, pasó a los arsenales de la S. E. de Construcción Naval en El Ferrol (hoy E.N. “Bazán”), donde fue remozado totalmente y acondicionado como buque-escuela, con arreglo a las necesidades y particularidades de su nuevo cometido.
Los trabajos de reemplazo y acondicionamiento de su arboladura y velamen estuvieron dirigidos por el contramaestre don Juan Ramos y personal del taller de jarcias y recorrida del Arsenal Militar, ayudados por los medios puestos a su disposición por la Constructora Naval. 

Fue asimismo su primer contramaestre de cargo, relevándole al poco tiempo don Juan Lavisbal, quien tras las diversas navegaciones fue corrigiendo y modificando algunas instalaciones de la jarcia firme y volante, según se iban encontrando dificultades o inconvenientes en la maniobrabilidad del buque ,hasta ponerlo en condiciones óptimas para navegar en todo tiempo.
 

Las primeras navegaciones con aprendices fueron cortas y a tipo de ensayo y adiestramiento del personal, y para estudiar las condiciones marineras del buque, al que hubo necesidad de instalarle unas doscientas toneladas más de lastre, usando para ello lingotes de cincuenta kilos de peso y adaptarlos con cemento entre las cuadernas bajas y el forro interior, dándole al buque de esta forma una mayor estabilidad y reserva para resistir las grandes inclinaciones y volver a su punto inicial de adrizamiento.
Continúa.  

09 septiembre 2013

Miguel Gómez dijo…  
Sigue… 
Durante su acondicionamiento le fueron montados cuatro cañones “Vickers” para salvas, aunque podía dispararse con ellos cartuchos de guerra que llevaba el buque para cualquier contingencia.
Ochenta y dos años que tiene actualmente el Galatea son muchos años para la vida de un buque. Cincuenta y cinco de ellos enarbolando sobre el pico fijo de su vela cangreja y asta de popa el pabellón nacional. Son muchos años para un buque del pasado siglo que ha surcado todos los mares del globo y que ahora, en su actual situación de pontón-escuela, sigue sumando años a su historial marinera sobre las tranquilas y mimadas aguas de la ría ferrolana.

 

Se hace sentir la falta de un buque-escuela para nuestros aprendices.
Tal vez la Escuela de Maniobra haya perdido algo de su arraigo en lo que concierne a los métodos de enseñanza de la profesión del mar, pero aún así es necesario preparar y ambientar el personal adecuadamente durante cortas o prolongadas ausencias en alta mar, efectuando ejercicios en mar abierto con embarcaciones menores, etcétera. Tal y como se hacía en las navegaciones el Galatea, donde el especialista de maniobra, el marinero y los futuros contramaestres aprendían a salvar las dificultades cuando faltaban los medios idóneos para ello.
 

La Escuela de Maniobra necesita un buque-escuela a vela, que reemplace el veterano bricbarca Galatea. Su construcción o adquisición no debe demorarse más, a fin de poner a disposición de los jóvenes aprendices de hoy y futuros contramaestres del mañana un buque en el que puedan conocer e instruirse en las faenas marineras y la lucha constante contra los elementos climatológicos que el mar nos ofrece de continuo.
Son muchos los hoy almirantes, comandantes, oficiales, suboficiales y demás personal auxiliar que han sentado plaza en el Galatea, así como algunas promociones de caballeros guardias marinas, además de numerosas promociones de jóvenes aprendices, aún niños, que ingresábamos como marineros voluntarios con la ilusión de hacernos una carrera a fuerza de ímprobos sacrificios, lágrimas, privaciones y muchos años de vida marinera.
 

Jóvenes andaluces, castellanos, extremeños, leoneses, asturianos y gallegos hemos formado una gran familia marinera a bordo del Galatea, que luego por los ascensos y cambios de destino hemos ido disgregándonos por todo el área marítima nacional, evocando con nostalgia los recuerdos, las vicisitudes pasadas, así como tantas y tantas anécdotas, que hoy podemos contar a nuestros hijos y nietos los que llevamos sobre nuestros hombros el peso de una vida gastada y entregada de lleno al servicio de la patria y de nuestra Marina de Guerra.

El historial del Galatea y de los hombres que nos formamos en él, o sentamos plaza como miembros de su dotación, constituye uno de los atractivos más amenos y anecdóticos de cuantos se han sucedido en el amplísimo horizonte marinero, y su recopilación ocuparía muchos cientos de folios escritos. Escritos cuyos relatos harían estremecer hoy a las nuevas generaciones, las cuales tomarían como una leyenda más de dramatismo literario, cuando en realidad todavía podemos ser testigos de ello, los que de una forma u otra fuimos protagonistas de los hechos, después de una larga vida luciendo sobre nuestro antebrazo izquierdo las dos anclas bordadas, indicativo de nuestra especialidad marinera.
Continúa.  

09 septiembre 2013  

Miguel Gómez dijo… 
Sigue… 
Pendiente de ser publicada en nuestra Revista General de Marina está el trabajo que lleva por título “Un hombre cae del juanete bajo del palo mayor a cubierta” y otros muchos trabajos que espero ir ofreciendo en cuanto cuente con tiempo libre y salud para poder hilvanarlos, como así sería mi deseo. Entre ellos puedo adelantarles los que llevarán por título La fragata inglesa 726. Los extras de los viernes. El maestro Caena. La mantequilla extraída del “Kaiser”. Ametrallados por los yanquis. Operación de urgencia. 

El ruso del Segundo. El “Veña, Veña”. Los zuecos del cabo Maximino. La jimelga de Caeiro. Medalla de oro al “Galatea”. El paseo de los cuarenta en Azores. Dos horas de caña. El foque de Parreño. Un mar de caucho. La brigada del huevo. Boxeo en alta mar. San Telmo a bordo. El flamenco de Lagares. Despliegue de una bandera. Cincuenta hombres sobre una rompiente. El gorrito de Fontán. Los gatos del cabo Otero. Reenganche para un comandante. Carta y giro. Un coy para una perra. El sastre sobre cubierta, y así otros muchos trabajos de mayor o menor extensión. Todos ellos inéditos y llenos de todo realismo y amenidad.

Palabras pronunciadas el 18 de mayo de 1.943 por el alcalde de Santa Cruz de la Palma, con motivo de la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad al Galatea:
“Queremos, pues, honrarnos, vinculándonos así en vosotros a la gloriosa marina de  guerra española, con toda la admiración y todo el devoto cariño con que La Palma, diminuta peña del Atlántico, vive gozando como suyas de vuestras grandezas y sintiendo vuestros reveses, queremos que nuestra Medalla Oro sea a bordo de vuestro buque el vocero constante que nos recuerde, llevándoos siempre nuestros mejores saludos y hablándoles a viva voz de nuestros debidos afectos”.

Muchos antiguos jefes y oficiales de el “Galatea” son hoy almirantes.
 

Quisiera como final de este trabajo, evocar la personalidad de los diversos comandantes, jefes y oficiales que mandaron o cubrían plantilla en el buque escuela Galatea. Todos ellos, sin excepción, se han hecho merecedores del respeto, cariño y subordinación de sus inferiores, haciendo en muchos casos las veces de nuestros propios padres.
Escrigas, Molins, De la Puente, Seijo, Fontán, Albarracín, Amador, Liaño, Guitián, Pita da Veiga, Márquez, Alonso y otros muchos que me haría largo enumerar; sin embargo, quisiera evocar con más atención al llorado vicealmirante Escrigas, fallecido el 30 de noviembre de 1976 a los noventa años de edad . Un hombre entusiasta, paternal y disciplinado, al que conocimos siendo niños.
 

El fue el que protagonizó una de las efemérides más sonadas en los primeros días de nuestra guerra civil, al sorprenderle el Movimiento en alta mar, navegando con 165 aprendices marineros, 40 guardias marinas y demás miembros de la dotación rumbo a las islas Canarias, recala con su buque en la isla de La Palma, saliendo de inmediato para Santa Cruz de Tenerife, donde recala el día 23 de julio de 1.936, llevando a este puerto la noticia de haberse sumado al Movimiento la citada isla, la cual, en medio de la convulsión revolucionaria, se encontraba aislada por completo. Conocida la noticia en Tenerife, se mandó a La Palma el cañonero Canalejas, sumando, con fecha 25 del propio mes, la isla al Movimiento Nacional.
Continúa. 

09 septiembre 203
 

Miguel Gómez dijo…  
Sigue… 
El comandante Escrigas conoce en aquel puerto 
(Tenerife) el plan de un mínimo número de subordinados, sobre los que él ya tenía algunos informes confidenciales antes de llegar al citado puerto y que como humano calló en espera de persuadirlos a todos ellos de lo que intentaban hacer, que no era otra cosa que sublevarse y tomar el mando del viejo velero. Sin embargo, Escrigas, con sapiente y paternal cariño, supo ganarse la simpatía de unos hombres de ideologías contrarias, salvando para España un buque de su Armada, entre los abrazos y lloros de los que él supo perdonar.
 

Encontrándose con su buque amarrado al puerto tinerfeño recibe orden de trasladarse a su punto de procedencia en El Ferrol, a donde llega felizmente tras veinte días de navegación, toda ella realizada a vela y burlando el bloqueo de que era objeto por parte de dos destructores y dos submarinos, que enterados sus mandos de la salida del Galatea de Tenerife rumbo al Ferrol, lo esperaban a la altura de las islas Sisargas para capturarlo o hundirlo. Mas el valiente y avezado marino calculó el radio de acción de los barcos enemigos y siguiendo una derrota bastante alejada de las costas portuguesas y españolas llega a las cercanías de las islas Británicas (isla Scille).

Cambiando de rumbo se dirige por otra derrota, que le lleva a recalar en la Estaca de Vares y de aquí, navegando con toda clase de precauciones, en medio de una intensa niebla que le vino como regalo de Dios, pasa inadvertido entre los buques que lo esperaban y entra en El Ferrol felizmente.
El entusiasta recibimiento a los osados marinos fue como el de jefes de Estado, faltado sólo las salvas de ordenanza. Las campanas de las iglesias ferrolanas se echaron al vuelo en señal de alegría en aquellos momentos cruciales en que los españoles estábamos empeñados en una cruenta guerra civil.
Con la desaparición del ilustre y recordado almirante quizá e hayan perdidos para la Historia unos datos y escritos que el llorado jefe nunca dio a conocer, relativos al intento de sublevación en su buque y que escondió celosamente en algún lugar de su viejo velero Galatea, perdonando así a los culpables y ganándose una vez más el aprecio y el afecto de todos sus subordinados y para sus superiores la obediencia continuada.
 

El Galatea constituía para el comandante Escrigas una parte de su vida; fue durante ocho años su segundo comandante, y cinco, comandante. Era asimismo un excelente maniobrero a vela, siendo él el primero que logro virar por avante al buque, conduciéndolo con el mismo cariño que se educa a un hijo. Arturo Souto Igesias.
09 septiembre 2013


Arminio dijo…    
Vaya cantidad de comentarios, señor Miguel, espero que te des un buen descanso pues te lo mereces.
Por lo tanto y jugándome un arresto, haré una "petición viciosa" a nuestro comandante, consistente en que se desprenda de algunos de los barriletes que atesora, los reparta y te deje sitio en toldilla, al menos hasta que te repongas. Un saludo a todos.  

09 septiembre 2013  

Manuel Carrasco Rubio dijo…   
¡¡Joé!!. Parecía estos días que el Galatea estaba con calma chicha y resulta que lo aguardaba una tempestad de datos.
Me surge una duda, siempre se ha dicho que la adquisición del buque a Italia fue en 1922 (También se dice antes)y, por otra parte, leo que el Galatea y el Minerva fueron recogidos de Génova un año después, o sea, en 1923.
¿Hay algún error de fechas?, o es que se pagaron por adelantado.
Saludos.  

09 septiembre 2013  
Castrillon dijo…    
Eheheheheeeeeee¡¡¡ ¿ que es lo que estoy oyendo por parte de Arminio? ¡¡ Pues nooo !!!! no comparto con nadieeee mi puesto en la toldilla y menos con un ordenanza, y mucho menos queriendo aprovecharse de unos de mis valiosos barriletes que lentamente voy consumiendo, bajo el toldo sentado en mi hamaca. Arminio, ya parece que vuelves a las intentonas de sublevaciones y querer arrebatarme mi merecido mando.

Muy bien Miguel, cuando di por finalizada toda esta lectura, todo esa narrativa me veía envuelto en ella y mas, cuando hace alusión a los turnos de serviolas en las cofas y dar las voces de rigor en cuanto a la división de algún objeto en el agua o alguna isla. Eso exactamente fue lo que me paso a mi, en el alba y la luz crepuscular a dos cuartas de la proa por estribor di la voz de tierra a la vista efectivamente, a los oficiales les extrañaba ya que en la carta de navegación no señalaba ninguna costa, pero ahí estaba, en el castillo se remolinaron varios oficiales y suboficiales ante esa extraña visión de tierra, hasta que pasados varios minutos que el sol aparecía por el horizonte, se pudo comprobar que se trataba de una nube muy densa y oscura que salía por el horizonte por la proa dos cuartas a estribor claro que fui felicitado a pesar de no ser tierra, ya que tampoco ellos ni nadie supo que era una nube hasta la salida del sol. 


!!! Estamos nostálgicos de aquellas lejanas maneras de navegar con toda austeridad, estamos muy orgullosos de haber pertenecido a aquellas legendarias dotaciones, a pesar de todas las penurias pasadas, también hemos tenido nuestros simples momentos de mucha alegría, digo simple por que, cualquier cosa por pequeña que fuera que sobresaliera de las costumbres diarias de las actividades a bordo durante las navegaciones, para nosotros era muy gratas y eran momentos que salíamos de las rutinas que buena falta nos hacia.
Bueno amigos todos, que nadie intente apoderarse de mi sitio en la toldilla.
 
09 septiembre 2013 

Arminio dijo…
En cuanto a la pregunta de Manuel , espero que le sirvan estos datos:
Aprovechando el crédito de la Ley Miranda, el almirante Don Federico Ibáñez y Varela, el 26 de diciembre de 1921 y acatando órdenes superiores, de adquirir algunos buques en el extranjero, para suplir las carencias de la Armada, se puso manos a la obra oteando los buques disponibles para su compra.
Pues desde esa fecha, y en menos de tres meses se adquirieron los buques italianos Claraestella y Augustella, firmando el contrato el 08 de marzo de 1922, cambiándose los nombre de los buques por los españoles Galatea y Minerva respectivamente.
En Italia se acondicionó el Galatea, pintando fondos, acondicionando los sollados, y reformando el buque en su totalidad, para lo que entró en dique seco italiano con fecha 28 de agosto de 1922.

Una vez hechas las reformas se publicó el nombre del Galatea en la lista de las fuerzas navales españolas, con fecha 14 de agosto, como Escuela de Guardiamarinas.
El capitán de fragata Don Ramón Martínez y del Moral junto con una pequeña tripulación fueron comisionados par su traslado de Italia a Ferrol. Tras una serie de avatares, averías de los motores, algún temporal que le perdió de vista del transporte almirante Lobo que le acompañaba, se vió forzado a entrar en Cartagena, en vez de continuar hasta Ferrol, haciendo la entrada en puerto el 14 de diciembre. El 22 de febrero de 1923 salió para Ferrol entrando en el puerto gallego el 09 de marzo de 1923.
En Ferrol se le realizaron infinidad de retoques y arreglos y en el año 1924, se solicitó el cambio de su nombre de motovelero Galatea, por Buque Escuela Galatea.

Bueno no me extiendo más y solo añado una cosa que pregunté estos días.   En estas reparaciones realizadas en Ferrol se le añadieron a popa dos bidones de nafta, los cuales y en muchas ocasiones fueron confundidos por cargas de profundidad.
Pues ahí va el meollo del asunto. Hasta la instalación de esos bidones, la bandera española iba en un mástil a popa, como casi todos los buques, pero a raíz de la instalación de dichos bidones, se optó por eliminar el mástil y alojar la bandera en una driza que la izaba al penol del pico de la cangreja, en el bauprés. Bueno un saludo a todos.
11 septiembre 2013

Miguel Gómez dijo...
Buenos días tertulianos y demás concurrentes, de este espacio, que el bienestar sea lo común para todos.
Manuel Carrasco espero que con el comentario de Arminio se te haya despejado las dudas del baile de fechas, pues bien sabes que al beber agua de varias fuentes al final no sabes el sabor de la mas buena o dudas entre los sabores, de todas formas aunque creo que se trata de una errata, no es atribuible a mí, pues yo lo copié literalmente, lo he vuelto a verificar y no fui yo el equivocado, así estaba y está escrito, aunque Arminio no lo haya expresado, diré que el Galatea costó 650.000 pesetas de la época, si lo vendieron creo, por 7.000.000 de pesetas (este dato no lo tengo en mente tendría que consultarlo) sin duda que se hizo un gran negocio, en el caso de que el dinero hubiera tenido el mismo valor.

Pero se da la circunstancia que este no es el caso por lo que perdimos al Galatea y parte de nuestra historia por un puñado de monedas, de todas formas también creo que fue el mejor final, porque de haberse quedado en España seguro que hace tiempo que ya no estaría a flote.

Gerardo tenemos que presionar a Castrillon, para que se desprenda de uno de esos barriletes de ron de Jamaica que lleva custodiando junto a la quilla muchos años, tenemos que celebrar la presentación del nuevo libro de Arminio y su colaborador Miguel Aceytuno, que al parecer no se debe de demorar mucho, para ello le diremos que no le usurparemos el puesto en la toldilla.
Ese ron tan añejo debe estar de muerte, una vez que estemos borrachos ya veremos lo que hacemos.
A Miguel Aceytuno como creo que es buen navegante y pescador, le encargaremos la pesca de un tiburón, para hacer una buena comilona y recordar tiempos lejanos, que por cierto tanto Arminio como Castillón saben cocinar muy bien y nos harían un manjar, ya me estoy chupando los dedos.

Verdad que os parece buena la idea, para celebrarlo por todo lo alto, es que soy genial no me beso porque no puedo.
Celebrando que todos estamos a bordo y en buenas condiciones y deseando lo mejor para todos, tanto tertulianos activos como pasivos mis más emotivos saludos, ser felices.
11 septiembre 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Gracias Arminio por tan extensa y precisa información.
Perdona Miguel, ya se que era una transcripción y un insignificante error de fechas. Tal vez mi mente esté deformada por mi pasión por la historia y los años. Hasta tal punto que una vez, paseando por Mérida, comprobé que en el rótulo de la calle dedicada a Hernán Cortés, ponía como año de su nacimiento el 1489. Yo estaba seguro que tuvo lugar en 1485. 

Escribí al Ayuntamiento, no por dármelas de "enterao", sino que no era propio que en la tierra natal de ese importante español, cometieran tal fallo. Creo recordar que no me contestaron, pero en una nueva visita, pude comprobar la corrección del rótulo.
Para el próximo comentario tengo una consulta marinera, tema que nos ocupa, que espero me resolváis los de maniobra.
12 septiembre 2013 

Manuel Carrasco Rubio dijo…  
Como parece que el Galatea está al pairo, porque no hace aire (Bofetón que me llevo. ¡Se dice viento!), voy a soplar con una pregunta a los que sois de Maniobra:
Mi empresa fabricaba todo tipo de aceros especiales, incluso en forma de alambres. Uno de esos alambres era para hacer malletas, que eran unos cabos con alma o núcleo de alambres trenzados para su refuerzo, parece ser que se usaban para la pesca de arrastre. Mi pregunta es: ¿Se usaban en la Armada?.
Lo curioso es que la palabra malleta no la encuentro en el diccionario de la Real Academia, pero si figura en Google.
Saludos.  

16 septiembre 2013

Arminio dijo…  

Parece que las malletas , efectívamente se denominan a los dos cables que tiran de la red en la pesca de arrastre, como bien dices. Pero en cuanto a los diferentes cables utilizados en la Armada, creo que tienen similitud con los de la industria en general, ya sea para uso al aire libre, en ambientes húmedos o sumergidos.  
Personalmente en el Galatea hice gazas con cable, pero era con un cable pequeño del tamaño del dedo índice, y creo que el alma era de cáñamo, aunque en el Transporte de Ataque Castilla Ta-21, debido a la cantidad de eslingas, bragas, ostas, amantillos y demás cableado de plumas y eslingas de las lanchas de desembarco, tuve que hacer muchas gazas con cable de acero . Algunos cables tenían el alma de acero, otros de cáñamo y algunos de una mezcla de los dos materiales.  

Para hacer los cables teníamos varios pasadores o punteros de acero de diversos tamaños y un mazo de madera para incrustar el pasador entre los cordones. Los cables de las ostas de la plumas, del amantillo y las eslingas de las lanchas , al ser muy gruesos, (tenían que sujetar la lancha, su dotación y la carga, ya fuera de personal con todo su equipo de desembarco, o un tanque tipo toas) , por lo que la gaza estaba prefabricada con un remache o terminación de un metal parecido al plomo.

Era imposible hacer en esos cables gazas manuales pues eran como la muñeca de un adulto de mena, pero en los demás todas las gazas eran hechas por nosotros, se huía de las que se ven por ahí con un tipo de mosquetón y dos tornillos, decían que no eran seguras y muy peligrosas. 

Y como anécdota, me encontraba una maña haciendo unas gazas de cable y me pinché en el antebrazo izquierdo con un fino alambre de uno de los cordones, y con tal puntería que fue en una arteria o vena, pues me salío un fino chorro de sangre casi de un metro de altura. Me asusté, me puse el dedo y me fui a la enfermería. Al llegar y destapar el pequeño pinchazo ya estaba taponado pero uve durante unos día un especie de abultamiento del tamaño de un guisante pequeño, que me fue desapareciendo. Eso fue todo, cosas de la mar.

Hoy después de muchos años he escrito a un compañero de promoción de Cartagena, Tomás Sánchez, espero que se anime a escribir, pues él continuó en la Armada. Un saludo a todos. 16 de septiembre 2013


Manuel Carrasco Rubio dijo... 
Gracias Arminio por la información. Para nosotros, en mi empresa, estaba claro, las malletas eran "sogas" con núcleo de cables de alambre. Así se pueden ver en Google, pero lo curioso es que esa palabra no la contempla el Diccionario de la Real Academia Española.
17 septiembre 2013

Miguel Gómez dijo... 

Buena navegación y buenos vientos, después de esta breve pausa, totalmente involuntaria, ya sabéis que el hombre propone y Dios dispone, y este ha sido mi caso, me propongo a teclear un poco, no es que tenga grandes noticias para insertar en este espacio, pues aunque las vivencias a bordo del Galatea fueron abundantes y sucedían muy de prisa, tampoco es menos cierto que ya llevamos unos cuantos años con este tema donde se han vertido ríos de tinta, esperemos que la memoria se regenere y salgan a flote alguna historia relevante, para poder insertarla en este espacio.

Mientras tanto rogamos a otros compañeros que también pasaron por las mismas vicisitudes, que nos consta que visitan este blog, que tomen la iniciativa, para así, entre algunos más sería más llevadera esta virtual navegación, creo que tienen la obligación moral de cooperar, para que la memoria de nuestro viejo velero siga adelante, ya que son muchos los que ya no pueden hacer nada por él, ya que sus historias y vivencias se las llevaron en su último viaje, de donde ya no regresaran.

Muy bien por Arminio, no es que me haya sorprendido con su exposición de las gazas y cables de acero, por algo debería ser el primero de la clase, solo que le consideraba más técnico que práctico en estos menesteres, no cabe duda de que estos trabajos eran bastante rudos y penosos, no era fácil manejar los filamentos de acero para hacer las costuras de las gazas, lo eran mucho más domables las estachas vegetales aunque fuesen de mucha más mena.

Es cierto que los únicos utensilios para trabajar dichos cables eran los pasadores para los metálicos y los buriles para los vegetales acompañados de los mazos de madera.
También yo, y creo que de igual forma Gerardo, tuvimos que ayudar y hacer muchas gazas de toda índole , pues nos tocó hacer toda la arboladura del Galatea a últimos del 1956 y principios del 1957.

Es cierto que los trabajos de mayor responsabilidad los hacían los cabos primeros aspirantes a contramaestres, pero las faenas duras y sucias las hacíamos nosotros, después de hacer las gazas y costuras teníamos que darles sebo o grasa, con las manos, nada de guantes ni nada que se le pareciera, después se tenían que forrar con unos finos cabos o de poca mena para que las puntas de los alambres de acero no pincharan, y posteriormente alquitranarlas, para protegerles de la salinidad del mar. En fin que ahí también pasamos muchas penurias aunque estuviésemos en puerto, lo único bueno que teníamos era que nos podíamos duchar con agua dulce y a veces hasta caliente en los baños de la Bazán.

Nadie me ha contestado a mi propuesta de celebrar la publicación del nuevo libro, que ya se debe estar elaborando, ¡¡¡que pasa que Castrillon no quiere desprenderse de un barrilete de ron de Jamaica!!! Si no lo utilizamos para estos eventos para cuando lo vamos a guardar, tampoco Miguel Aceytuno se atreve a pescar un tiburón, con lo rico que debe estar cocinado por Castrillon y Arminio, yo ya pongo la idea, los demás que se vayan sumando a poner algo, como ejemplo Manuel Carrasco podía poner un buen jamón de su tierra natal, y así entre todos haríamos una gran fiesta, para ausentarnos aunque solo sea unas hora del panorama político que nos está azotando cada vez más, y aquí no entro por creer que no es el lugar más apropiado para tratar de política.

Con mis mejores deseos de felicidad, para toda las personas que componemos este espíritu galateano y agradeciendo su presencia, solo me queda deciros mucho ánimo y hasta pronto, Saludos. 

20 septiembre 2013

Miguel Gómez dijo… 

No llores, ríe, No dudes, hazlo, No calles, grítalo, No desistas, vuélvelo a intentar.
Recuerdo aquel evangelio, del labrador, que estaba sembrando en el campo su cosecha, iba esparciendo sus semillas por el terreno, unas cayeron en entre la mala vegetación, no germinaron y por supuesto que no dieron su fruto, otras cayeron en el camino que fueron pisoteadas por los transeúnte, y comidas por los pájaros, tampoco dieron el fruto esperado, otras cayeron en la tierra fértil y dieron su fruto el cien por mil. 


Pues en este mi caso no debía de haber la tierra fértil, porque ninguna de las semillas ha germinado, por lo que me he quedado sin fruto alguno. Pero no importa seguiré predicando en el desierto, aunque la respuesta solo sea el silencio.
Entiendo que aún es pronto y que alguna de esas semillas puede que aun germine, esperemos que así sea.

Tampoco es mi intención crear remordimientos de conciencia, nada más lejos de mis ideales para con nuestro viejo velero, para mí tampoco son momentos eufóricos, pero como quiera que sea aquí estoy dando lo que buenamente puedo, aunque solo sea incordiar.
Volviendo a nuestro emblemático Galatea, me gustaría hacer saber que aun estando lejos de nuestra patria, entre sus viejas cuadernas reside gran parte de la nostalgia que todo buen galateano le procesamos y que somos muchos, los que pernotamos entre ellas.


Agradecemos a los hijos de la Gran Bretaña la actitud que tuvieron con su hijo prodigo, conservándole a flote a pesar de su larga y dilatada vida, yo por mi parte hubiera preferido de no ser así, que hubiese sucumbido en el fondo del Océano antes de ser pacto de los temibles sopletes del desguace.
Sin otra cosa que tratar de momento, mis más respetuosos saludos para todos los que participamos en esta operación rescate. 

21 septiembre 2013 

Miguel Gómez dijo…

Hola, amigos tertulianos tanto los activos como los silenciosos, no por eso dejan de ser menos amigos, todos somos necesarios, quisiera hacer constar de que este blog es totalmente abierto, para todo aquel que lo desee, pueda expresarse libremente, puede entrar sin pedir permiso para hacerlo, pues el hecho de que nosotros tengamos cierta amistad o afinidad, se debe a los muchos años que algunos llevamos escribiendo de estos temas. 

Es cierto que todos hemos sido compañeros de la especialidad, pero de muy distintas promociones o cursos, lo cierto es que personalmente no nos conocemos , nunca nos hemos visto, excepto Gerardo y un servidos que nos reencontramos para hacer una comida, en el pueblo donde reside, por encontrarse cerca de la ruta que yo uso para ir a mi tierra natal y lugar vacacional, por lo que animo a todo el que lo desee a incorporarse a estas tertulias que siempre tendrán algo para aportar.
Nuca tengas miedo a los cambios, asúmelos como nuevos retos para enfrentarte a cosas nuevas. Jamás digas no puedo, suspira, sonríe, y sigue adelante. Si luchas por lo que quieres, tarde o temprano llegará. La persona que no comete una tontería nunca hará nada interesante. Miguel.

Esto que voy a intentar narrar no se trata de una anécdota ni de una vivencia mía, seguro que alguien lo habrá vivido, se trata de una parte de nuestra formación, para hacer la vida en el mar durante largas estancias, claro siempre hablando de tiempos pasados, hoy día la navegación es otra cosa muy distinta se podría decir coser y cantar, y no necesariamente se tiene que ser buen cantante.

Me refiero que cuando a bordo se tenía que efectuar alguna intervención quirúrgica.
Necesariamente había que aplacar o serenar los balanceos del buque, para que el cirujano hiciese su trabajo en las mejores condiciones posibles, esto no cabe duda de que se trata de una maniobra trabajosa y compleja, es algo así como frenar el buque, para lo cual se tiene que bracear las vergas, con el objeto que cada vela reciba el viento de una forma distinta, donde el velero queda de forma casi estático durante el tiempo que sea necesario, una vez acabada dicha intervención hay que volver a la normalidad, con las consabidas maniobras.


Existía otro caso, que tampoco lo llegué a presenciar, pero creo que sí se realizó algún simulacro, en este caso era cuando algún tripulante fallecía a bordo encontrándose a varias jornadas de tierra, el sacerdote le hacía los oficios pertinentes en estos casos, el cadáver era aferrado en un coy, poniéndole un contrapeso por los pies, se ponía en la borda un madera a modo de balancín, el difunto encima cubierto por una bandera nacional, se dejaba inclinar la madera para que el fallecido fuese deslizado al mar, quedando a bordo tanto la madera como la bandera, así creo que era la suerte que corría un finado en el mar.

Con mis mejores deseos de felicidad para todos, afectuosos saludos, hasta otra. 

25 septiembre 2013
Gerardo Ureña Massa dijo…
Ultimamente ando algo preocupado por mi cada vez más debilitada memoria. Ciertamente 30 meses en el Galatea y 4 años en la Armada debieron dar suficiente material como para escribir un par de buenos libros. Tal parece, que los pozos responsables de regar y refrescar mis recuerdos, andan un tanto perezosos, o se han declarado en franca retirada. Dejándome en el más absoluto de los abandonos.

Hablo con cierta frecuencia con Miguel, con nuestro Miguel. Para el que suscribe, siempre será Gran Miguel. Y hablo mucho con Miguel, porque él se preocupa de que su familia galateana goce de buena salud.


Es generoso, es amigo de sus amigos, siempre suele estar de serviola oteando el horizonte, y con esa sabiduría natural que él posee, sabe perfectamente detectar en el tiempo, cualquier problema grande, o pequeño, que tengamos alguien o alguno de este pequeño, pero a la vez gran grupo. 

Quiero decir con esto, que en nuestras más, menos largas, o cortas conversaciones, sabiamente y con esa sublime delicadeza que Miguel sabe utilizar tan certera y delicadamente, solemos comentar estas tremendas lagunas, que nos suelen invadir en más ocasiones de las que podríamos desear.



Últimamente, me solía comentar, que se encontraba en horas bajas, yo le confesaba que me pasaba lo mismo. Andábamos en esas, y de repente, ¡zas! cuatro escritos en el blog. ¿De dónde sacas tanta sabiduría Miguel? Es evidente que es innato en tu persona. Dios, o la naturaleza te ha dotado de este don que tan merecidamente posees.

Y que nadie se equivoque, ni Miguel, que yo sepa, posee un cargo político-social, del que yo me pudiera beneficiar pasándole una buena "enjabonadita", ni yo soy persona que acaricie estas prácticas. Miguel es...Miguel, una persona especial, alguien que a lo largo de los años en el tiempo he tenido la suerte de reencontrarme en la vida civil, y sin ninguna duda, a mí me ha proporcionado grandes satisfacciones.


Ambos somos de tendencias políticas muy distantes, no pensamos lo mismo, pero entre los dos nos procesamos un profundo respeto. Y nunca ha sido cuestionada ni empañada nuestra excelente relación, por una cuestión tan simple y banal como pueda ser un estúpido ideal político.

Creo, y soy un convencido de que la sana amistad, está muy por encima de todas estas nimiedades. Él sabe tratar con gusto exquisito estos temas, y no da pie a que ningún roce estúpido pueda dar lugar a un no deseado aborto, aborto que ni él ni yo queremos. 
Así pues Miguel, quiero que sepas, tú, los demás compañeros del grupo, y aquellos que tienen a bien leernos, tanto los que nos leen con la sana y limpia mirada, como los que nos leen con el rabillo del ojo envenenado, que aquí no hay trampa ni cartón. Solamente un pequeño grupo de viejos marinos, que se sienten muy felices de haberse reencontrado en los tiempos, y disfrutan como niños de estos regalos que la vida les ha dado en la recta final de la misma. ¡Gracias Miguel!.


Hablar bien de Miguel es muy sencillo, solamente hay que decir la verdad, y todo resulta muy fácil. Lo mismo sucede con Arminio.

Arminio es un muchacho muy preparado. En una ocasión dije, que no navegó en el Galatea, cuando él embarco, el Galatea ya no navegaba, es por este motivo que me tomo la licencia de llamarle muchacho.Continúa... 

25 septiembre 2013


Gerardo Ureña Massa dijo…

Sigue...

Fue el número 1 de su promoción, con unas excelentes notas, sabe de náutica y de barcos bastante más que muchos estúpidos presumidos que no le pueden llegar a la suela de los zapatos.

Es escritor, abogado y será todo lo que quiera ser en esta vida, por que le sobra talento. Estos valores que yo cito, sé que a él no le gusta que se pronuncien, pero a mí sí me gusta, y es por este motivo que lo hago con autentico placer. Soy de los que piensa que arrimándote a los que son mejores que uno, algo bueno siempre aprenderás. Pero si te arrimas a huecas calabazas, poco o nada tendrás que rebañar.

El tremendo trabajo que, y esta es mi opinión , realiza Arminio en este grupo es impagable.



Nunca le he oído quejarse, todo lo lleva con alegría . Y, pensar, que este fenomenal "jovencete" está en activo laboral; vamos, que no es como nosotros que ya llevamos una buena parte de años jubilados.

Excelente trovador. Comparable a los poetas provenzales de la Edad Media. Entre los que se cuentan Guillaume de Postiers, Jaufré Rudel y Bernard de Ventadour, creadores de la poesía lírica de Provenza, siglos XI y XII.

Arminio es todo esto y mucho más. Resaltar tantos valores, resulta para mis cortas entendederas una tarea harto difícil . Si me lo permites, me atreveré a decirte, que ha sido una inmensa suerte el haberme dado cobijo en vuestra reconfortante y grata compañía.

Gracias Arminio, gracias por muchas cosas, pero especialmente por tus siempre oportunos alientos para lanzarme a publicar mis escritos. Gracias amigo, y que Dios te bendiga.


Como no podía ser de otra forma, para que, el Galatea navegue de nuevo, además de un ordenanza de 2ª, Miguel, un buen oficial de derrota, Arminio, un comandante, viejo lobo de mar, Castrillón, un oficial en el puente, Meizoso, un buen artillero para las salvas de ordenanza, Manuel, y como no, uno de los que más caña a la vía se ha "chupado", el timonel. Y, pensar que a Miguel sería necesario ascenderle a contramaestre de cargo, por sapienza y veteranía.
De nuestro intocable comandante. ¿Qué podríamos decir? Si los que navegamos en el Galatea somos pata negra. Castrillón será pata de palo, ojo tapado y mano de garfio. Hablando seriamente comandante. Eres posiblemente uno de los que más ha navegado en este singular y querido velero. Tú, a diferencia de nosotros, te quedaste en la Armada, es por tanto innegable que grandes son tus méritos, y también es innegable que tu fiel tripulación , así, te lo reconoce. 

Eres el mayor de todos nosotros, pero eres el más fuerte, el más resistente, el que se da grandes paseos diariamente, y se ducha todos los días del año con agua fría.

¡Enhorabuena comandante! Dispones de tu amplia y limpia toldilla, esa misma que en aquellos lejanos tiempos, no pisabas nada más que para hacer guardia de guindola, te timón, dar la vela cangreja, de ordenanza del puente, o lanzar la corredera.

Hoy es tuya, te pertenece por entero. Miguel se preocupa de que siempre la tengas en orden.
Que tus barriletes de cerveza estén frescos y espumosos, que tu ron Jamaicano se encuentre en su mejor momento de madurez añeja. Que el caviar sea Beluga, y no Sevruga, el vino Romanée-Conti, de Borgoña, de 3000 Euros la botella. Hoy me informo que ya alcanza los 12000 euros botella, (como se esta poniendo el Romanée-Conti) El champagne Louis Roederer Cristal, que es el que toma Donald Trump, el magnate americano. La Reina Federica de Holanda y Julio Yglesías, nuestro cantante más internacional. Tú no puedes rebajar tu nivel comandante. Buena música, buenos vientos, que no, buenos aires, y a vivir que son dos días.

Tus muchachos no queremos que sufras. Ya pasaste tu Cabo de Hornos. Tú, Castrillón te puedes mear a barlovento, tienes licencia para ello, categoría, veteranía y galones. Continúa... 

26 septiembre 201

Manuel Carrasco Rubio dijo…

Muy interesante todo lo leído y curioso el "enaguamiento" (¿Se podrá decir así?) de los difuntos a bordo de los buques, supongo que sería cuando se tardaba en llegar a tierra.

Ya que Gerardo habla de vinos, porque se nota que entiende, añadiré como curiosidad, que EL Atrio, un restaurante de Cáceres apareció una vez en una revista, como el que tenía en su bodega los vinos más caros (Supongo que los mejores) de España, caprichos de su dueño. Vaya usted a saber. 

26 septiembre 2013



Gerardo Ureña Massa dijo…

Sigue...

Ultimamente se te notan mucho tus ausencias. Debes tener presente, que como comandante nuestro que eres, ocupas un lugar preferente en nuestros corazones, y esto conlleva que tus largas ausencias en este blog se noten en demasía haciéndonos sentir un poco huérfanos. 

Tú sabes que es de vital importancia, que todos aportemos nuestro granito de arena en nuestro querido blog, pues a veces de un comentario sin importancia, a cualquiera de nosotros se nos enciende una chispa y nos sale material para desarrollar un nuevo comunicado.

Bien comandante, lo más importante para nosotros es velar por tu siempre feliz y placentera estancia en tu entoldada y reposada toldilla.



A Meizoso me voy a dirigir, creo, que por vez primera. Veo que en Facebook te sueles prodigar bastante; siendo como eres, uno de los responsables de que esa feliz idea del Galatea navega de nuevo, yo te rogaría , si te es posible que aportaras unas gotas de esa savia generosa y culta de la que tú eres poseedor . Al igual que le digo a Castrillón, también lo enlazo contigo, y te digo lo mismo. A veces tenemos la sensación , y sentimos el vacío de quedarnos sin ideas. 

Esto que puede parecer peregrino, tiene una vital importancia, ya que de muchos escritos se suelen abrir ventanas que nos aportan nuevas ideas; especialmente a mí, pues en demasiadas ocasiones, siento en mis carnes el frio desaliento de la ausencia de recuerdos.
Son muchos los recuerdos vertidos, especialmente por vosotros, pero estoy convencido de que todavía quedan muchos más, que permanecen dormidos en los oscuros recovecos de nuestros cerebros. Como digo más arriba, esto es igual que cuando te pones a contar chistes. Yo por ejemplo, sé positivamente que tengo muchos en mi memoria, más estos andan olvidados en uno de los muchos misterios que atesoramos los humanos en nuestras cabezas. 

En cambio, es milagroso comprobar como de una reunión de amigos contando chistes, comienzan a abrirse los recuerdos, y sorprendentemente estos salen de nuestros dormidos olvidos, como suelen enramarse las cerezas entre sí.


Es por todo esto amigo Meizoso, que todos veríamos gratamente dilatarse nuestras pupilas, al poder contar con tu más que estimable colaboración .

Que nadie piense, que dejo a Manuel el último. Te dejo para el final Manuel, porque en estas benditas tierras valencianas lo mejor de las "tracas" y las "mascletás", son el final. Y tú hoy vas a ser ese lindo y especial final.

Un hermoso día, el Sumo Hacedor te envió a este pequeño grupo, pequeño y carente de envidias, odios, pensamientos retorcidos, así como raquíticos problemas más propios de mentes calenturientas. Ciértamente tus escritos suelen ser cortos, pero son a la vez muy abundantes.

Esto que puede parecer una tontería, es de un enorme calado, calado que le da a este blog una gran e importante vitalidad. ¿Y por qué digo esto.? 
Tú siempre haces preguntas certeras e interesantes, consiguiendo de esta, que puede parecer simpleza, pero que no lo es, que el blog se mantenga vitalmente informativo. Tanto como para el que hace la pregunta, como para el, o los, que esperan la respuesta. Todo esto resulta tremendamente positivo para este querido blog. Como buen cocinero, que sé que eres, no te quepa duda, y esta es mi más sincera opinión , tú eres ese puntito de justa sal que hay que aportar a los guisos, consiguiendo que estos resulten exquisitos a nuestros paladares. 


Tú Manuel eres eso y más. Y repito lo de Miguel: Que yo sepa no tienes ningún cargo político que me incite a darte unas pasaditas de garlopa. A demás sé positivamente que de ser así, tu fuero interno no te lo permitiría. 

Bien venido por siempre amigo Manuel, bien venido y mejor hallado.

En el terreno deportivo puedes creerme de verdad, que siento mucho lo de tu Sevilla. Tampoco mi Valencia está para tirar cohetes. No te preocupes demasiado, todo esto es pasajero.

Como siempre mis mejores deseos para ti y los tuyos.Continúa... 

16 septiembre 2013



Gerardo Ureña Massa dijo…

Sigue...

Tenía esta pregunta para el principio de mi escrito, pero se quedó al final.

No tengo claro en la memoria como sucedió, pero lo que sí tengo seguro es que sucedió, y cómo lo dijo. Creo que fue en el viaje de Guinea.

Recuerdo que fue en Mallorca. Miguel puede que me ayude a recordarlo con más fidelidad. 

Si la memoria no me traiciona, regresábamos de Guinea. El Ministro de Marina era el almirante Abarzuza. Lo recibimos a bordo, yo formaba en cubierta junto con buena parte de la tripulación.

Nos dio una "arenga" de "moralina". Eran malos tiempos (¿Cuándo fueron buenos?) se nos habían hecho recortes en nuestros escasos emolumentos, y más menos nos dijo.



-"Siento que vosotros tengáis que ser los que habéis pagado el pato, (lo del pato no se me olvidará jamás) de los recortes, pero estos son necesarios, ya que estamos atravesando una delicada situación pasajera, que sin duda superaremos pronto.

También me parece recordar, que el Azor andaba por allí y supuestamente también el Caudillo.
Ahí lo dejo, como una anécdota más de las muchas que pude vivir y hoy contar. 
Soy consciente y creo saber con bastante certeza, que de todas las personas que tienen a bien leernos, muchos de ellos serán viejos y maduros galateanos.

Permitidme que me tome la licencia de dirigirme a vosotros para haceros un ruego petición, al igual que Miguel.
Quiero que seáis conscientes de la gran entrada de aire nuevo que podríais aportar a nuestras obstruidas ventanillas, y con ello seríais unos magníficos además de brillantísimos colaboradores. Con toda seguridad os digo que, os sentiríais mejor y más ilusionados.

¡Es una experiencia fascinante!, ¡galateanos de buenos y respetables sentimientos, abonaros a nuestra causa, que también es la vuestra! Si reúnes estos sencillos y básicos requisitos, te esperamos con los brazos abiertos. ¡¡Anímate Valiente!!

¡Vergüenza para robar y matar! La historia nos lo demanda.
Tenemos la santa obligación de mantener viva la imagen de nuestro Galatea.
Algo que nuestros malos políticos han ignorado, y nuestras autoridades de Marina no fueron capaces de rescatar para nuestra gloria y memoria histórica. ¡¡¡Viva el Galatea!!!
El Timonel del Galatea.
Que bien Miguel, has vuelto a escribir. Que grande eres. 
26 septiembre 2013

Arminio dijo…
Buenos días a todos, parece que el Galatea vuelve a navegar gracias a los incondicionales, que sacan de la memoria cosas nuevas para todos. Lamento no poder escribir más pero llevo unos días con mucho trabajo, pero después de la tempestad viene siempre la calma y croe que tendré más tiempo.
Aprovecho para dar las gracias a Ureña por ponernos tan alto a todos. Creo que no lo merecemos, o al menos tan incondicionales palabras, pues todos hacemos lo que sabemos y lo que podemos

Me he dado cuenta que la caja de comentarios del blog, se ha hecho más pequeña, es un asunto de bloger, espero que lo reconsideren y piensen en todos y no solo en los que tienen ojos de lince, pues la letra es minúscula. Intentaré arreglarlo de alguna manera y si no se puede me quejaré en los foros de bloger y de momento picar en el ordenado en la barra de herramientas en una lupa, que existe y se hace más grande el blog y el texto, al menos vale de momento para los comentarios.Un saludo a todos.
26 septiembre 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…

Gracias Gerardo por tu elogiosas palabras, que no merezco por eso, porque poco puedo yo extenderme en comentarios sobre el Galatea, pues aunque pisé su cubierta fue poco tiempo y cuando ya estaba como pontón.

Eso sí, leo vuestros comentarios y me surgen preguntas, que os traspaso, por mi natural curioso.
Lo que decía Miguel sobre un jamón de la tierra, pues si hubiera ocasión de comerlo, se come.Saludos a todos.

27 septiembre 2013
Castrillon dijo...

!Ureñaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ estoy rechinando los dientessssssss, ¿ como te atreves a poner por todo lo alto a miiiiii dotaciónnnnnn ? a quien hay que poner por todo lo alto y todos los honores es a miiiiiiiiiiiiiii solamenteeeeeee, soy yo el único que se merece esos elogios, y muy bien merecidos, lo único que me pareció bastante bien es el que tengo mi toldilla con muy buenos barriletes que son míos, repito solamente míos y que no pienso repartir con nadie, ya que no lo merecen.
 
Cuando en la soledad de la noche, leo atentamente esos escritos, mi mente se desliza fugazmente por el tiempo, el tiempo que me perteneció a mi y mis compañeros, y que se quedo envuelto en una espesa niebla en los lejanos años, ahora es mi tiempo mientras estoy escribiendo esto, pero el futuro todavía no es mío, ni de nadie.

Estuve viendo unas fotografías de unos buques a vela de toda clase, velas de cuchillo, velas redondas o de cruz, y con sus modernos materiales con que están confeccionados los cabos y estachas, lo mismo que el material con que están confeccionas las velas, el tipo de maniobras para su largado y recogida de aparejos. ¿ Queréis saber mi opinión ? bien os la diré.

No soy capaz a creer que yo, y mis compañeros de andanzas por el entre amasijo de cabos y estachas de pita, abacá, cáñamo y otros materiales vegetales, cables y velas de lona fuerte, cosidos a mano, con nuestras agujas y reempujos, izando las vergas, a mano y sin ningún tipo a mecánica ni motores como digo, no soy capaz de verme en estos modernos métodos de maniobras para largar y recoger los aparejos, pulsar un botón y maniobra lista.

 ! No ¡ eso no es de ser verdaderos marinos, ¿ que pasara si fallan los aparatos electrónicos,? porque pueden fallar, ¿como se las arreglan ?, están verdaderamente preparados para hacer frente a las fuertes inclemencias del tiempo en la mar ? no lo se, puede que estén pero,¿ tienen suficiente practica para afrontar las correspondientes maniobras con sus propias manos y sin la ayuda de ningún elemento que no sea humano, o personal, tampoco lo se.

 En casos de apuro en la mar no hay tiempo para hacer experimentos, hay que ir directamente a solucionar cualquier problema personalmente si ayuda de esos modernos mecanismos. Bueno, no se si me comprendéis, lo que si estoy seguro es que los compañeros de navegaciones a vela y con toda clase de velas si que me comprenden muy bien. Me da la impresión de que los marineros de esos buques son maniquís, no me interpreten mal, no quiero ofender a nadie, es mi parecer comparado con aquellos antiguos tripulantes en sus buques a vela, que no tenían ningún secreto para ellos ninguna maniobra por dura que fuera.

Bueno amigos todos y compañeros nosotros a lo nuestro, no creáis que estuve ausente, no, estuve observando desde mi puesto, en la tumbona en la toldilla.
Recibir todos un muy cordial saludo, muyyy en particular al timonel del Galatea, UREÑAAAA.  27 septiembre 2013

Gerardo Ureña Massa dijo… 
Todos los días son santos y buenos para alabar al Señor. Que nadie se alarme, hoy no me voy a poner la sotana ni pienso ejercer el santo ministerio del apostolado.

Pero si quiero que repiquen las campanas. ¡¡¡Ha escrito Castrillón!!!
Bueno, bueno, bueno; que alegría. ¿Verdad amigos?
Le decía yo el otro día, que a veces un simple escrito da pie a otro. Valga este como ejemplo.
Interesante relato el tuyo sobre la navegación a vela moderna José Mª.
Recordando nuestros lejanos y viejos tiempos, esto de hoy debe ser la repera.
No le pidas peras al olmo, Safic te las da en almíbar.

Nosotros descalzos, apagábamos nuestros cigarrillos con la planta de los pies; cuando tocaban maniobra general. ¡"Ya esta liada"! ¡"Ya esta liada"! Los pantalones de faena gris en invierno, el pantalón de deportes en verano, el gris por encima de las rodillas. Los cabos saltaban de los cabilleros como por arte de magia, palanquines, brioles, apagapenoles, amantillos y drizas. Toda la cubierta llena de cabos, los contramaestres con el pito dando órdenes sin dejarnos respirar, nosotros tirando de las drizas con el motor de sangre. 

De pronto suena potente como un trueno una cazallera voz que sale del puente de mando. ¡¡¡Juaneteros y gavieros al pie de la jarcia"!!! ¡¡¡"Juaneteros y gavieros arriba"!!! Subíamos como las ardillas, descalzos y ligeros. No te distraigas subiendo por la jarcia que te pisan la cabeza; llegas a las vergas sin ningún tipo de protección, estomago reclinado sobre la verga, pies desnudos hacia atrás, suelta tomadores, y de pronto una respetable y autoritaria voz que dice. ¡¡"larga"!!
Misión cumplida, hay que bajar a cubierta donde un número considerable de compañeros halando de los correspondientes cabos tensan las velas, y éstas se hinchan de viento consiguiendo el milagro de la hermosa navegación a vela.
En un tiempo record deberíamos arranchar el barco y dejarlo sin señales de guerra, y vive Dios que se conseguía en tiempo y forma. Una vez finalizada la misión, nos quedaba ese regusto del cansancio que casaba con la satisfacción de ver a nuestro Galatea con toda su artillería de velas desplegadas a los cuatro vientos en medio de un mar, que parecía el de nadie, pues nadie entorpecía nuestras viradas por avante. 
El océano era nuestro, el océano nos pertenecía y nosotros lo disfrutábamos, lo trabajábamos, lo sufríamos, e hinchábamos el pecho de satisfacción tanto como viento llenaban las velas, consiguiendo esa linda, extraordinaria, y única estampa de nuestro Galatea. Era un espectáculo único, genial, y lo mejor queridos amigos y simpatizantes, solo nosotros lo disfrutábamos, porque solo nosotros lo hacíamos posible
Continúa...
02 octubre 2013


Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue...No nos da vamos importancia, estábamos convencidos que era nuestra obligación y le da vamos el tratamiento de ley.
Fuimos los hijos pobres de nuestra Marina. En aquellos tiempos lejanos, El Juan Sebastián el Cano, ya marcaba diferencias con nosotros. Grandes y notables. Pero estas nos hacían más orgullosos, sintiéndonos mejores marinos que ellos.
Si Castrillón, dices bien cuando los comparas con maniquíes. ¿Cómo se puede entender navegar a vela apretando un botón? Tal vez este sea el futuro que les espera a los marinos del presente y del mañana. No lo se. Al parecer ya es una realidad.

Creo que cuando las gentes del futuro sientan la necesidad de saber como se navegaba en el pasado, tengan que consultar viejos libros de navegación. Nosotros no lo veremos, ni falta que nos hace. Por suerte tuvimos el bendito honor de pertenecer a unos tiempos en el que las golondrinas en otoño vuelan al sur.
Sufrimos mucho, cierto, pero también disfrutamos lo nuestro.
Hoy, contemplándolo desde la gran distancia en el tiempo, y con la serenidad que dan los años, yo apostaría sin temor a equivocarme, que fuimos más grandes y buenos muchachos.
Aquellas fueron unas generaciones de buena canela fina, con valiosos y sanos principios. Ciertamente hace muchos años que me quede sin abuelas.

Cuenta la historia, que Francisco Madero le dijo un día a Emiliano Zapata, que tuviera paciencia, y este le contesto.
-"Las tortas de maíz no se hacen con paciencia, se hacen con maíz". Nosotros fuimos capaces de hacer tortas sin maíz.
Saludos cordiales para todos. El Timonel del Galatea.
P.D.. Nuestro Miguel se encuentra un pelín "pachucho". Me encarga que os transmita su mejoría y que pronto estará de nuevo con todos nosotros. Yo por mi parte le deseo una rápida y feliz recuperación. 
02 octubre 2013  
Gerardo Ureña Massa dijo…  
Adiós, ríos; adiós, fontes;
adiós, regatos pequenos;
adiós, vista dos meus ollos;
no sei cándo nos veremos.

Miña terra, miña terra,
terra donde me eu criéi,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantéi,

prados, ríos, arboredas,
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña do meu contento,

muiño dos castañares,
noites craras de luar,
campaniñas trimbadoras
da igrexiña do lugar,

amoriñas das silveiras
que eu lle daba ó meu amor,
caminiños entre o millo,
¡adiós, para sempre adiós!

¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
Deixo a casa onde nacin,
deixo a aldea que conoso
por un mundo que non vint

Deixo amigos por estraños,
deixo a veiga polo mar;
deixo, en fin, canto ben quero...
¡Quén pudera no o deixar...!

Mais son provee, ¡mal pecado!
a miña terra n-é miña,
que hastra lle dan de prestado
a beira por que camiña
ó que nacéu desdichado.

Téñovos, pois, que deixar,
hortiña que tanto améi,
fogueiriña do meu lar,
arboriños que prantéi,
fontiña do cabañar.

Adiós, adiós, que me vou,
herbiñas do camposanto,
donde meu pai se enterróu,
herbiñas que biquéi tanto,
terriña que nos crióu.

Adiós, Virxe da Asunción ,
branca como serafín:
lévovos no corazón ;
pedidelle a Dios por min,
miña Virxe da Asunción .

Xa se oien lonxe, moi lonxe,
as campanas do Pomar;
para min, ¡ai, coitadiño!,
nunca máis han de tocar.

Xa se oien lonxe, máis lonxe...
Cada balada é un dolor;
voume soio, sin arrimo...
Miña terra, ¡adiós! ¡adiós!

¡Adiós tamén, queridiña...!
¡Adiós, por sempre quizáis...!
Dígoche este adiós chorando
dende a beiriña do mar.
Non me olvides, queridiña,
si morro de soidás...
Tantas légoas mar adentro...
¡Miña casiña!, ¡meu lar!

02 octubre 2013

Arminio dijo...  
Parece que los comentarios alimentan el Galatea. Buenos muy buenos van apareciendo, quizás se haga una recopilación para el libro y en la corrección de la editorial se puedan incluir.De todas formas se comunica desde este espacio que ya es realidad el nuevo libro del Galatea. El título, sencillo, nos queremos darle mayores esplendores o florituras, por lo tanto se queda con "El Velero Galatea", creo que es suficiente, lo importante está en esas más de cuatrocientas páginas. 
Interviene, Luis de la Sierra, Pérez Reverte, Miguel Delibes, Souto Iglesias etc.., y además una dotación impecable que da vida al Galatea, esa dotación que no nombro por miedo a omitir a alguno es el verdadero trapo y viento del Velero Galatea y normalmente participa asiduamente o ha dejado su impronta para el libro a través de sus relatos. Gracias a todos. 

Me encanta Rosalía de Castro, y más cuando desde hace ya muchos años escuchaba esos versos de la boca del cantante Amancio Prada. Gerardo busca en Internet al cantante y escucha los versos con los que nos deleitas. Te conmoverán.
Un saludo y viento por la banda de babor. 
02 octubre 2013 

Castrillon dijo...
Hola Ureña, no se por donde empezar, acabo de leer tu escrito, lo he leído varias veces porque, merece la pena, se perfectamente lo que quieres decir, lo mismo que lo sabes todos aquellos que fueron en nuestros tiempos el navegar en aquella galera si, que lo echamos de menos, por muy fuerte que fuera nuestro trabajo a bordo. Así nos lo enseñaron aquellos viejos contramaestres, que de tierra adentro estarían ignorantes de lo que sucedía pero de la mar, el viento, las nubes, y otros elementos marinos, eran verdaderos catedráticos.
Esta palabra suena  muy entraña en la mar, al emplearla, no encaja en este vocabulario marino, eran verdaderos lobos de mar,  que al poner   su mirada en  el horizonte y en  las nubes ya sabían perfectamente como iba a trascurrir el día.  Luego echaban un vistazo a los aparejos para cerciorarse de que estaban bien ajustados al tiempo que íbamos a tener, y cuando bajaban la mirada tranquilamente hacia la cubierta ya se quedaban muy tranquilos. 
Nosotros cuando observábamos estas escenas también nos relajábamos bastante, señal que no tendríamos que andar con las vergas ni velas en varias horas, tiempo que aprovechábamos para nuestros quehaceres personales, si no estábamos de guardia de mar.
Ureña, dices una palabra que estoy muy de acuerdo concontigo, lo mismo que todos los demás compañeros, que éramos los hijos pobres de nuestra marina, quizás fuera así, pero jamaaasss cambiaría eso por todo lo demás, fuimos muy bien enseñados, con dureza, pero también esa dureza fue una escuela para nosotros, estoy muy seguro de que como marinos nadie se nos aventajaba en nada, estoy completamente seguro de ello y lo digo muy alto, y no titubeo en ello.
Eramos, dentro de la pobreza, muy honrados, y muy compañeros unos de otros, con muy buena amistad también.
¿Sabes quien nos podía casi igualar ? los portugueses, pero no llegaban a completar nuestra altura, pues  les faltaba poco, hablo de hombres de mar.
¿ Sabes que lema tenían los portugueses cuando conseguían hablan con nosotros, "para marineros nosotros, después nuestros hermanos los ingleses y después los filos da puta de españoles" pero claro nos lo decían todo en portugués, cuando en la mar nos encontrábamos de vuelta y encontrada, nos hacían gestos bastantes provocativos, pero nosotros
también se los hacíamos, solíamos hacer como que estábamos manejando un serrucho de serrar madera, y ellos se enfadaban bastante, pero bueno, éramos todos del mismo mar, y en lo principal nos ayudábamos.
Miguel esperamos que te recuperes muy pronto, un fuerte abrazo a todos los que anduvieron, andan y andarán en la mar. Que Dios nos bendiga a todosssssssss.  

02 octubre 2013
Manuel Carrasco Rubio dijo…
Me ha encantado y admirado cuanto he leído, aunque lamentable esa histórica rivalidad marítima, con los magníficos marinos portugueses que ocasionó su alianza con Inglaterra (También admirables marinos. Lo cortés no quita lo valiente),  en vez de unir nuestros intereses y fuerzas.Saludos.
02 octubre 2013

Miguel Gómez dijo...
Ante todo y como de costumbre mis saludos iniciales, para todos los tertulianos y personas afines a seguir estos caminos por los manglares de la jungla de Internet, que ya es un tanto complicado. Una vez saludados me dispongo a teclear en este artefacto que le llaman teclado, yo nunca me las había visto más gordas en mi vida, ni nunca creí que llegaría el momento de manejar esta tecnología, la cuestión es que no sé por dónde empezar, después de las exhibiciones que acabo de leer por parte de mis compañeros, maestros literarios donde los haya.
Ahora después de tanto tiempo comprendo la categoría que me tienen asignada en este viejo velero llamado Galatea, que razón tiene nuestro comandante jefe Sr Castrillon, cuando dice que seguiré siendo ordenanza de segunda sin posibilidad alguna de ascenso, pues es cierto y así lo admito ¿Cómo se le puede pedir a un alcornoque que dé manzanas de fruto? ¿Lo más lógico es que  el fruto de  este árbol  sean las bellotas? Yo me sigo resignando y siguiendo un refrán que creo que es muy certero, y lo sigo al pie de la letra, al que buen árbol se arrima buena sombra le cobija, por lo tanto intentaré cobijarme en ellos, que de algún apuro me sacaran.

No es más rico el que amasa fortunas, sino el que conserva la verdadera amistad.
No se trata de triunfar en la vida, sino de ir triunfando.
No tengas miedo a tus dudas, te ayudaran a ser más sabio.
Jamás habrán suficientes palabras para pode describir un sentimiento.

Este libro que se debe de estar cociendo, con el sencillo titulo” EL VELERO GALATEA”, me gustaría hacer constar, y esto creo que ya lo deben de haber tenido en cuenta sus autores, (perdón por mi intromisión), que está totalmente plasmado desde lo más profundo del viejo velero Galatea, entre la sentina , las cuadernas y como no los sollados y nuestro lugar de espaciamiento el “castillo”, con las vivencias, anécdotas, penurias y alegrías de su sana marinería. La clase más baja que un buque puede llevar entre su dotación, en realidad la clase de alto rango nos llamaban la vil canalla de proa.
Eramos los que hacíamos todo a cambio de nada, los que subíamos a sus mástiles sin importar el estado de la mar , con la única seguridad de la clemencia divina, éramos los que en días terribles de tempestades, hacíamos las maniobras del más difícil todavía, éramos muy conscientes que lo mas fácil era caer de cualquier verga en caída libre, y que allá abajo a cincuenta metros aproximadamente, había un ejército de tiburones para ser devorados instantáneamente, hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos y más, para que otros señores bien vestidos de uniforme y luciendo galones de coca en sus bocamangas se llevaran todos los éxitos y honores.

Aquí no tiene cabida ningún militar de alta graduación, todo son vivencias verídicas, vividas desde los más bajos fondos, en otra ocasión y si me lo permiten intentaré comentar otras vivencias muy distintas, pero no menos ciertas, el compañero y amigo Alberto Vera Meizoso seguro que dará fe de ello, ya que  este tipo de vivencias, las debe de tener muy presente durante su estancia en el Juan Sebastián Elcano.
Tenéis que perdonarme ya que aun me encuentro un poco convaleciente, y mi estado físico se encuentra un tanto mermado aunque mucho mejor,¡¡¡ pero si puedo y quiero decir que si yo supiese escribir aun tendría muchas cosas que decir!!!. Como bien dice otro refrán que Dios le da pan al que no tiene dientes, pero de todas formas y a mi manera prometo sacar algunos comentarios que siguiendo la misma veracidad aun están algo ocultos.

Deseando lo mejor para todos, espero que la felicidad reine en vuestro entorno, un muy afectivo saludo para toda aquel que se lo quiera apropiar.
PD. Le he estado comentando a Arminio, que sigan su trabajo con el libro sin prisa pero sin pausa, pues le he comentado que el tiempo apremia, ya no somos aquellos chavales que gateaban por las jarcias del Galatea cuando apenas contaban con diecisiete años, espero que aun nos quede el tiempo suficiente para poder disfrutar de él.

03 octubre 2013

Miguel Gómez dijo…

Desde mi móvil, que sean muy felices, todos los que deambulan por el blog buque escuela de maniobra.  Saludos.- 
03 octubre 2013
Arminio dijo…     
Vaya Miguel, desde el móvil haces comentarios, no puedes parar quieto, pero claro esa inquietud te ha debido acompañar siempre y te imagino en el Galatea, atento a todo acontecimiento para captarlo con tus pupilas y asimilarlo en tu cabeza. Recuerdos que siempre te acompañarán.
En cuanto al libro ya está en manos de un editor y según lo lee más le gusta, esperemos que en breve pueda estar en las manos de todos.

Aprovecho para comentar algo de facebook, creo que comentado por Meizoso, sobre la verga cruzada del mesana. Creo que esa verga se puso y apenas se utilizó, pues solo servía para orientar el pico o palo de la cangreja y quizás de la escandalosa. En algunos buques esa verga se llama, como creo que también en el Galatea, verga seca ya que generalmente no se larga de ella ninguna vela. Creo que se quitó por no darle uso.

En el manual para la maniobra del buque escuela Galatea, que me regaló Miguel, no figura la verga cruzada del mesana, aunque si en algunos escritos de reforma del Galatea, en los que se hace mención de la verga mencionada.
Bueno un saludo a todos y si alguien sabe más del tema que lo diga que este espacio se hizo para que todo aquel que lo vea participe. 10 octubre 2013
Miguel Gómez dijo…
Creo que ha llegado el momento de dejar todo lo superfluo y coger el toro por los cuernos, ya es hora de dejar a tras el cansancio, la apatía, la pereza y todo lo relacionado con el estado físico que durante varios días me ha tenido atrapado, e inmerso en un estado un tanto depresivo, que creo que afortunadamente y lentamente voy superando. 


Pues después de este pequeño pero incomodo bache, me dispongo a volver a saludar a mis incondicionales amigos, en lo más amplio de la expresión, nuevamente ante vosotros por si en algo os pudiera ser útil aunque tengo mis dudas de que así fuese, pero de cualquier forma aquí estoy de nuevo, con la armonía suficiente como para continuar.
Me alegra un montón el saber que el libro que nos atañe ya esté en horno cociéndose, no tengo ninguna duda de que será un éxito, sobre todo tratándose de sendos autores, experimentados y para mi tan estimados. Ya hace algunos años que estamos escribiendo sobre este tema “EL GALATEA” recuerdo que empezamos nuestras andanzas en el único blog que había por aquellos tiempos abierto sobre el tema, se denominaba y así sigue siendo (B/E Galatea el mar que buen tema para hablar). Se trataba de un buen blog, pero no sé por qué motivo se fue degenerando paulatinamente, sobre todo en su parte cronológica, aunque éste referido blog estaba abierto desde el año 2007 creo, yo no lo encontré hasta a primeros del 2010, donde ya estaba José Mª. Castrillon, Alberto Vera Meizoso, Arminio Sánchez Mora y otros,.
 

Ahí fue donde el Sr. Alberto Vera Meizoso se le ocurrió crear el germen para escribir un libro, que recopilara los comentarios de nuestras vivencias, y así sucesivamente hasta nuestros días, por lo que ya llevamos navegando en esta idea una larga travesía. A todos nos encantó la magnífica idea de que nuestras vivencias a bordo de aquel viejo velero, no zozobraran en el Océano del olvido, como ya estaba en aquellos momentos nuestro ya rescatado Galatea. Esta idea se ha ido perfeccionando cada día un poco mas hasta el día de hoy.

Mis mas enternecedores recuerdos para todos los compañeros, que también tuvieron sus profundas vivencias a bordo de aquel velero, y que hoy no se encuentren reflejadas en estas historias reales, pues no llegaron a tiempo a las nuevas tecnologías, se quedaron en el camino, una pesada y fría losa los ocultó para siempre en una triste tumba en el mejor de los casos, vaya este recuerdo para todos ellos.

Una vez expuesto un pequeño trazo de nuestra historia, y un emotivo recuerdo para los que fueron nuestros compañeros, y ya no se encuentran entre nosotros, debemos dedicarnos a sacar a nuestro viejo velero del pairo, haciéndole navegar de nuevo, pero no cabe ninguna duda de que esa labor la hemos de hacer entre todos, de nada vale un solo soplo de viento que apenas hace desperezar alguna de sus velas, es la constancia la que hace que el Galatea siga surcando los mares con la majestuosidad de siempre, que su tajamar siga adentrándose mar adentro sin cesar, pues nada, armonía y mano a la obra, señores navegantes.
Como de costumbre mis mejores deseos para todos, afectuosos saludos. Paz, Bien y Armonía. Procuren ser felices, hasta otra.  

11 octubre 2013
 
Arminio dijo…
Arriba Miguel, eres imprescindible y uno de los palos del Galatea, yo croe que cada uno de nosotros podía ser un palo del velero, los que estuvieron a bordo y nos visitan con su simple lectura, bien pueden ser las velas y el resto de entrañables visitantes que no tienen que ver con la Armada son el viento y la mar, ya que sin ellos, que con sus visitas hacen que el Galatea navegue de nuevo y se de a conocer no hubiese sido posible la trascendencia que tiene nuestro legendario buque.


Arriba Miguel, que la vida es como el mar, con sus temporales que hacen que pensemos en nuestro naufragio inminente, seguido de esas calmas después de la tempestad que llenan de luz, sol y ánimo nuestras travesías. Solo por esos momentos que todos hemos vivido y los que hemos navegado sabemos lo que decimos, merece la pena seguir adelante. Buena proa y adelante sin mirar la estela que vamos dejando, pues ese surco que vamos dejando en la mar, poco a poco desparece y se confunde con la inmensidad del océano.

Un saludo a todos y a los que están leyendo, ánimo para escribir, aunque sea para criticar o preguntar, lo importante es participar. Aquí nadie es extraño. 

11 octubre 2013

Berto García dijo… 
Acabo de encontrarlo en la Red y me parece algo muy bien trabajado e interesante
tengo uno algo mas elemental tambien del mundo maritimo pero es solo el trafico y algunas noticias orientado entorno al Puerto de la luz Saludos les dejo enlace. http://bermaxofotos.blogspot.com.es/  
11 octubre 2013

Arminio dijo…  

Gracias por tu visita, espero que te haya gustado el espacio, como a nosotros el tuyo que ya hemos visitado. Tienes a Luis Migue Correia, que ha colaborado con nosotros regalándonos una foto del Galatea y con un saludo de puño y letra de su comandante.
Pondremos tu enlace en nuestro blog, y así nos damos a conocer, si quieres puedes poner el nuestro como web amigas. Un saludo.  
10 octubre 2013

Miguel Gómez dijo…  
El optimismo soluciona la mitad de cada problema.
Hola a todos, espero y deseo que estéis disfrutando del día, ante todo agradezco sumamente las palabras de aliento de Arminio, su ánimo y sus motivaciones para continuar adelante con la vida, que conste que no es producto de mi estado algo mermado anímicamente, soy muy consciente de todo lo que acontece a mi alrededor.

Lo de que soy imprescindible como es más que lógico, considero que es un empujón de moral para motivarme, de momento lo que si soy es un viejo navegante de aquel también viejo velero, con el alma en pie y la mente despejada, aprendiz de comentarista, con muchos más defectos que virtudes, pero como de momento no hay mucho donde elegir es lo que hay, y poco mas puedo añadir a este especie de preámbulo.
 
A lo que se refiere el compañero Arminio, que yo debería ser un palo del velero que nos acontece, pues claro que estoy totalmente de acuerdo con él, pero me estoy refiriendo al palo o mango del brus que empleábamos para los baldeos de cubierta, desde las cuatro de la mañana hasta las siete, hora que se tocaba diana, dichos baldeos.

Como ya ha quedado dicho en otros anteriores comentarios, se hacían con arena, sosa cáustica (que por cierto tengo que deciros que dicho producto calentaba mucho los descalzos pies) y polvos de gas, pantalón remangado hasta las rodillas y pies descalzos, al son del pito del contramaestre, que él sí que llevaba botas de agua, y a un ritmo totalmente acompasado como si se tratara de un ballet, haciendo hincapié en las zona más sucias , en las puertas de las cocinas o salidas de la sala de maquinas, ah eso si a partir del palo mayor hacia popa o sea la zona bit, ya no se podía hacer sonar el pito ni golpear en cubierta, para respetar el descanso de jefes y oficiales.

Con respeto a un comentario anterior de Manuel Carrasco, que no se por qué circunstancias quedó un tanto atrasado, que estaba referido al nombre que se le daba al deshacerse de un fallecido en alta mar, que yo debido a mi ignorancia dije que se dejaba deslizar por medio de una rampa, que mas o menos así era, él concretó y corrigió su nombre correcto, que se trataba de (enaguamiento). 

Pues si amigo Manuel así es, aquí tengo que decir que me pico un poco la curiosidad y lo consulté, por lo que agradezco la corrección y es así como se debe operar ante este, nefasto narrador y que a pesar de eso adorna su literatura con abundantes faltas de ortografía, nada Manuel Adelante como bien dice Arminio.

Me sumo a la gratitud de Arminio para con este nuevo visitante Berto García, que se ha dado a conocer, desde el Puerto de la Luz, bendito lugar y bendita tierra, me traen grandes recuerdos, que en otra ocasión me extenderé algo mas si es posible, pues amigo Berto me encantaría de que te encontraras como en tu propia casa, yo por mi parte aun no he visitado tu espacio, pero prometo hacerlo lo antes que me sea posible, y desearía volver a verte por aquí en tantas ocasiones como tu las consideres oportunas, aunque solo sea para saludarnos, bien venido a este tu lugar si es que así lo deseas.

No quisiera despedir este comentario sin hace alusión a mi adorables amigos del alma, Castrillon como Gerardo, los dos se han estado preocupando constantemente por mi estado de salud, haciendo uso del teléfono, y dándome todo el ánimo que un ser humano pueda dar, hay cosas en la vida que no sé como agradecerlas, entre otras cosas porque no encuentro las palabras adecuadas para expresarme, sólo puedo seguir diciendo gracias y que Dios os bendiga.
 
Por cierto Castrillon nuevamente se encuentra en Madrid, por lo que mi estrella polar no me conduce al Norte, en esta ocasión. Amigos todos sois extraordinarios.
Deseando y esperando lo mejor para todos, solo me resta decir hasta otra ocasión. Paz y Bien.   

12 octubre 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…  
Miguel, por lo visto acerté con lo del "enaguamiento", pero en realidad fue una simple deducción.
Lo que me maravilla es la dureza de vuestra vida a bordo del galatea con baldeos descalzos a las cuatro de la mañana y demás trabajos de maniobra, Duro pero seguro que luego os formó y fortaleció como hombres y como marinos. Y pensar que nosotros protestábamos cuando, solo un contramaestre, en algunas ocasiones nos ponía a pintar ya después del desayuno.
Lo principal la salud. Miguel: Me alegra tu recuperación.Saludos a todos.  
13 octubre 2013

Manuel Carrasco Rubio dijo…  
Añadiré que recientemente contacté con uno de mi promoción, aunque yo no recuerdo haberlo conocido. Fue radiotelegrafista y después marcho a los grandes pesqueros, navegando por varios océanos. Le he mandado la lista del BOE de 1962 donde figura él entre todos los que formamos parte de la sexta promoción.
Es natural de Vigo y lleva 36 años viviendo en Venezuela, así que como no esperaba esos datos y por la distancia, me lo ha agradecido mucho y me ha comentado que hacía tiempo que no sentía una vibración tan positiva.
Lo comento por hacer constar que la Armada dejó su impronta en muchas personas, aunque luego nuestra vida tomara otros derroteros. También fue Galateano, aunque "descafeinado" como es mi caso, pues hizo los mismos tres meses de Periodo de Ambientación que yo.
Saludos. 
13 octubre 2013

Miguel Gómez dijo… 
Hay veces que un hombre tiene que luchar tanto por la vida que no tiene tiempo de vivirla. (Miguel) quiero hacer constar que este Miguel no soy yo.
Esta es una chirigota que se le oía cantar a un cañailla (originario de San Fernando) por aquella época, claro con el sentido de humor y acento que él poseía, decía más o menos así:

Para hablar con propiedad del Galatea, hay que haber nacido en el sur, los gallegos están protegidos por los secuaces de don Jesús, (don Jesús era el contramaestre de cargo), para los castigos leves contábamos todos, pero para los más severos estaban los andaluces y los cartageneros. En realidad, eran para todos los del resto de la geografía española, esto más o menos viene a que según para quien, había distintas varas de medir.

Hoy domingo se vivía en la mar, como día de descanso, sin olvidar las guardias de mar. Por la mañana sobre las diez horas pasaba el monaguillo haciendo sonar la campanilla, llamando para la celebración de la Santa Misa, este monaguillo era de mi curso, natural de Elche, su nombre Enrique Serra Gilbert.

El acudir a misa era voluntario, pero había que ir sí o sí. Si te negabas suponía que tenías que relevar a alguno que estuviese de guardia y quisiera acudir a misa; que siempre los había, por lo tanto, lo más sensato era acudir a la celebración del Santo Sacrificio.
Posteriormente se repartían los semanarios que se editaban a bordo, “Portillo al Mundo” . 

Nos tumbábamos en el castillo a leer las noticias, ponían la música a todo volumen, casi siempre canciones de Gloria Lasso o el Trío Calavera, era una imagen que jamás se me borrará de la retina. El Galatea navegando a todo trapo por los trópicos visto desde el castillo era algo para retenerlo toda la vida, sin duda es una verdadera pena para los amantes del Galatea el no haber podido contemplar esta estampa que tanto decía de él. Lo siento pero las cosas son así y no todos tuvimos esa suerte.

Estos días se comía bastante bien en el Galatea, normalmente el menú era ropa vieja, uno de los mejores platos que salía de las cocinas de marinería, pero creo que la mejor comida era los viernes que se hacían garbanzos con callos, y un cántaro de vino por rancho, segundo plato y fruta que casi siempre tocaban manzanas, en realidad por mucho que nos quejásemos en aquel buque no se comía nada mal, la pena es que ya en mi curso creo que suspendieron la sopa de ajo a media noche, pero también se podía vivir sin ella.

Por la noche después de la descubierta y la oración, se proyectaba una película, pero en muy raras veces veíamos el final, la máquina debía estar muy vieja y hacía muchos cortes, a veces había que abandonar porque aquello no tenia solución, la pantalla se instalaba a mitad de cubierta y se podía ver tanto por proa como por popa, de esa forma cabíamos todos, sentados en el suelo de la cubierta.

Que lo pasen bien, afectuosos saludos para todos. Paz y Bien.  
13 octubre 2013 

Gerardo Ureña Massa dijo... 
Hola a todos, a los viejos y entrañables compañeros que nos leen, a los que nos siguen por curiosidad, o por que les gusta el blog, y a todas las mujeres que se interesan por nuestra lectura que también pienso que algunas incondicionales tendremos.
En el escrito del día 2 de Octubre, Castrillón en respuesta al mío de la misma fecha, cita a los contramaestres del Galatea y les eleva a la categoría de auténticos Lobos de Mar.
No tengo nada que oponer a nuestro respetable y querido comandante. Comulgo al cien por cien con todos y cada uno de sus puntos de vista. Fueron duros, muy duros, tanto que nadie que no viviera estas situaciones nuestras podría nunca imaginar cuan inhumanos llegaron a ser esos hombres. Como en cualquier colectivo que se precie, nosotros tuvimos de todo. Algunos fueron más duros que el acero y muy pocos llegaron a parecer humanos a nuestros ojos.

Hombres curtidos soportando los vientos a lo largo y ancho de sus nada fáciles vidas, hombres llenos y repletos de heridas llagadas en sus cuerpos de tantos temporales soportados, hombres de impenetrable rostro, incapaces de dejar una leve fisura por donde alguno de nosotros pudiera atisbar un resquicio de humanidad, hombres a los que la vida les había maltratado y endurecido, hombres que querían hacerte a su imagen y semejanza y para conseguirlo ponían todos los medios a su alcance, y a fe mía, en el nombre de Dios que lo conseguían.

Dice Castrillón que con una simple mirada tenían suficiente. A si era ciertamente. Tenían los labios temblones del sabor agrio del mar, y nada escapaba a sus finos olfatos, eran duros y viejos tritones. 
He dicho en más de una ocasión, en este blog, que tuvimos algunos de muy ingratos recuerdos, auténticos personajes de los que se hacia necesario esquivar y no encontrar; pero el barco era demasiado pequeño para conseguirlo, teníamos que convivir los unos con los otros, por lo que los encuentros se hacían necesarios a cada segundo que salía de los minuteros del tiempo.

Nosotros lo pasamos mal, ellos y los de la coca, como dice nuestro Miguel, se cuidaron muy mucho de que así fuese. Pero nuestros antecesores lo pasaron peor, y ellos, nuestros contramaestres, fueron nuestros antecesores.

Toda la rabia que permanecía acumulada en sus cuerpos nos la reservaban íntegramente. A si pues, íntegramente nos pasaron el testigo.
Yo tampoco, como dice Castrillón, cambiaria nada de nuestro pasado, pues nada se puede cambiar, lo que pasó ahí quedó, en el baúl de los recuerdos, muchos de ellos tristes y amargos, pero... hoy son solo eso... recuerdos de un lejano pasado.Continua…
14 octubre 2013

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue...
La dureza y la escuela recibida nos enseño a todos nosotros a seguir soportando las inclemencias de la vida. Los que tomasteis la decisión de continuar en la Armada, aquellas enseñanzas os vinieron de lujo. A los que decidimos dejarla, aun hoy seguimos superando duras etapas e insalvables pruebas que a diario nos somete el peaje de la vida.
Quiero dejar claro, que no les guardo rencor a nadie, cada uno, tanto de ellos como de nosotros cargo con su cruz, y los que aquí seguimos, también con la cruz caminamos.

Si les pudiera ver les daría un fraternal abrazo, y mis más sinceras gracias, porque gracias a aquella ... vamos a llamarle salvaje dureza ¿por que no?, nos hicieron hombres de verdad, de honor, de honra, de bien, patriotras y amantes a rabiar de nuestro país España, a respetar y querer nuestra Bandera con una España unida e indivisible.
Gracias también por que de aquella dura vida sacamos grandes dosis de valor que nos puntuó mucho en la vida civil.

Sirva pues este modesto escrito a aquellos recordados contramaestres con los que tuvimos el honor de compartir una muy larga experiencia, recibiendo unas impagables enseñanzas.
Estén donde estén, les manifiesto el mayor de los respetos y admiración.
¡¡¡¡Presentes!!!!
Siempre reino entre nosotros, como tú dices muy bien José Mª, la honradez el compañerismo y la hermandad. Algo que se extrapoló más allá de los barcos de guerra .

El 4 de Octubre, Miguel se compara con las bellotas.
Miguel, ¿Qué seria de nosotros sin ese preciado bocado que alimenta nuestro mejor ganado porcino, haciendo las delicias en este "jodido" mundo de propios y extraños. Si lo que pretendías es devaluarte, no lo has conseguido, al contrario, te subiste al pódium .
Que gran noticia nos da Arminio cuando dice que el libro ya está en manos de un editor, y que este cuanto más lo lee más le gusta. ¡¡¡Bravo!!!
El 11 de Octubre, cita Miguel el recuerdo de aquellos que están en una fría losa descansando eternamente, no pudiendo disfrutar de nuestro libro y nuestro tiempo.
Todo ello cierto, pero no menos cierto que nosotros somos el testigo de sus testimonios, y ellos han sido enterrados con la gloria que quedara para siempre en este libro, que también es su libro, como no podría ser de otra forma. Todos formamos parte de la historia.
Saludos cordiales para todos. El Timonel del Galatea.
14 octubre 2013

Àngels Gómez Ayala dijo...
Quisiera valorar positivamente tanto los contenidos (comentarios) como la existencia de este blog. En primer lugar por la disparidad de voces, que también son recuerdos y por la oportunidad que se nos brinda a los demás de acercarnos en profundidad a este pedazo de la Historia contada por sus protagonistas. Un verdadero lujo para los historiadores de este país.

También quiero aprovechar este espacio para agradecer a los componentes e impulsores de este site el mosaico que poco a poco se va construyendo de aquellos días, pieza a pieza, recuerdo a recuerdo.
Un ejemplo vivo de lo que suele pasar cuando se comparte el conocimiento, que genera más conocimiento. Nos hace más personas. 
14 octubre 2013

Arminio dijo…
Ya ves Gerardo, como Miguel se comparó también con un palo de brus, espero que se le marchase de la cabeza tal insinuación, si fuera un palo de brus, que seríamos nosotros, la arena o el polvo de gas o la sosa. Bueno espero que como bien dices la humildad es el ejemplo de la sabiduría. A colación me sale el epitafio de tu tarjeta de El Timonel del Galatea donde recuerdas a Hartzenbusch : La espiga rica en fruto //se inclina a tierra; //la que no tiene grano, //se empina tiesa. //Es en su porte //modesto el hombre sabio, //y altivo el zote. Creo que queda dicho todo.

Desde aquí el agradecimiento a Ángels Gómez Ayala, por su entusiasta comentario, que como un soplo de aire fresco hace que el Galatea se impulse para seguir su navegación.

En nombre de todos le damos la bienvenida a un espacio que es también suyo, pues se ideó con esa intención, un lugar para todos y de todos. De esta manera como bien dice en su comentario “cuando se comparte el conocimiento, que genera más conocimiento, nos hace más personas” . Gracias Ángels, sabemos que muchas personas nos visitan pero lamentablemente pasan anónimos sin dejar testimonio de su visita, pero de todas formas este espacio crece también gracias a ellos.
Un saludo a todos, a los comentaristas, a los visitantes, a los curiosos y a los que se toman un poco de su tiempo para al menos visitar al Galatea.
15 octubre 2013

Castrillon dijo… 
!!!!!!! Hola amigo y compañero de navegaciones en el Galatea ¡¡¡¡¡¡ Oye no puedo resistirme a tu comentario, ahora aquí, en la soledad y silencio de la noche, estoy repasando tus acertados comentarios, ! pero ¿ porqué precisamente los tuyos ? bueno simplemente porque eres el más  cercano a mis tiempos pasados , ya que hemos navegados juntos en aquella galera, (era así considerado aquel buque, por los menos para mi y otros compañeros).
Hemos recibido las mismas lecciones, hemos hecho las misma guardia de mar, hemos entrado en los mismos puertos en fin, hemos sufrido las consecuencia de haber tenia la suerte o la desgracia de haber embarcado en el mismo tiempo, si Gerardo comprendo perfectamente todo lo que dices, por que lo hemos vivido juntos, aquellas crudas y rudas enseñanzas, por aquellos que considerábamos piratas, nos querían moldear a su imagen. Para nosotros era insoportable, pero si queríamos salir victoriosos en nuestra nueva etapa de la vida que comenzábamos a andar tenía que ser así,  por muy salvaje que fuera.

También he de decirte que dio su resultado, pero en especial para mi, y ahora desde la lejanía del tiempo alzo mi voz y su eco atraviese todo el espacio hasta más allá de las estrellas, que atraviese todos los montes y los abismos, y penetre en lo mas profundo de la tierra, para que donde estén aquellos viejos contramaestres oigan los ecos de mi gratitud hacia ellos, aunque con muchos de ellos tuve el honor de estar navegando  en diferentes buques de guerra, sobre todo en el Crucero Almirante Cervera, ahí los he visto a casi todos. ¡¡ Sí !! los veía con agradecimiento, pero a lo largo de mi estancia en la Armada fueron desapareciendo casi todos.
A todos ellos ¡¡¡¡¡¡¡¡ graciassssss amigosssss por vuestras enseñanzas que me han servido de muchooo que, El que hacía la calma y  la tempestad, os tenga en la gloriaaaa!!!!!!!.

Bueno amigo Ureña, y todos los demás compañeros, Miguel, tu fuiste mi relevo en ese buque, pero lo pasaste mejor que nosotros, hasta usabas gafas de sol, a Arminio y Meizoso, no tengo palabras de agradecimiento por ser los promotores de este blog y juntarnos a todos nosotros, gracias.
Recibir todos un muy cordial y afectuoso saludo.Que Dios os bendiga a todos.
15 octubre 2013
Castrillon dijo…
¿Quien habla de bruses ? jaajaja, esa era una de nuestras herramientas, en general y principalmente a las cuatro de la mañana, el alba, esa guardia en la que solamente dormíamos cuatro horas por la noche, ya que en la prima nos quedábamos de tertulia por el castillo o cubierta, eran momentos de ocio para nosotros los que teníamos el alba, si, sacrificábamos esas horas para poder pasar unos momentos contando nuestras aventuras y desventuras los unos con los otros.  Eran momentos de relajación, merecía la pena sacrificar unas horas de sueño, sabíamos que solamente dormiríamos cuatro horas los que teníamos el alba, pero preferíamos escoger esas horas de la prima para nuestras relajaciones.
¿Que era duro dormir cuatro horas y luego levantarse al alba para entrar de guardia y cogernos a esas herramientas para dejar la cubierta como una patena ? pues no tanto, como casi todo nuestro hacer a bordo y nuestra manera de vivir a bordo era duro, así que no nos cogía de sorpresa nada, eran los únicos momentos en que nadie nos molestaba excepto que hubiera maniobra general, pero eso era diferente, ahí participábamos toda la dotación, además cuando terminábamos de todo, nos dedicábamos a coger un bote de agua dulce de la bacas, , para lavarnos la cara con jabón y la boca, ya que a esa hora no había vigilante que nos lo impidiese,  cuando ya tocaban diana ya estábamos nosotros acicalados.
Pero antes de esos modernos bruses, fregábamos con escobas de brezo, y antes de esas modernas escobas de brezo, usábamos ladrillos, así que, ¿que nos iban a decir a nosotros de la dureza de la vida a bordo de ese buque,?
La guardia de media, esa guardia era la peor, entrabas de guardia, tomabas tu sopa de ajo, que estaba riquísima y cada uno a sus puestos, los serviolas la proa del todo uno por cada banda, vigilando en la oscuridad el horizonte, y enfrascados en nuestros pensamiento, y cuando sonaba la campana, resonaban nuestras voces en medio del silencio, " Serviola de Estribor alerta y sin novedad " así sucesivamente, hasta llegar a los guindolas de popa.

También los contramaestres, se quedaban durante la prima, junto al palo mayor con sus tertulias, ya te digo eran momentos de relajación individual.
Bueno, amigos todos de buena gana continuaría hablando de toda aquella vida, pero tengo prisa, además esto solo lo saborean los compañeros de aquellos tiempos, ya que fueron conocedores de todo estos y pasaron por ello.
Os deseo a todos un muy buen día y recibir todos un muy cordial saludo. """Ureñaaaaa """ no creas que te pierdo de vista. 
16 octubre 2013
Miguel Gómez dijo…
Es mejor no tocar en algunas puertas, no por orgullo, si no porque ya no te llevan a ninguna parte.
Al parecer estas singladuras van viento en popa, ya tocaba que cada uno estuviésemos en nuestros puestos correspondientes, si cuando queremos trabajar sabemos hacerlo y muy bien, solo nos falta la constancia, y eso debe de ser porque nos gusta mucho la siesta.

Ante todo quisiera agradecer, y así lo hago, la amable entrada en este blog de Angels, y haber dejado su huella por estos caminos de la mar, como bien dice Arminio son muchos los que pasan sin dejar rastro alguno, pero que absolutamente todos son necesarios, lo que también agradecemos sumamente.

Bueno como ya sabéis algunos, con los que contacto vía telefónica, estos son los más habituales, estuvimos reunidos Miguel Aceytuno y un servidor de todos ustedes,. Tomamos un café, bueno yo tome una cerveza, pues al vivir ambos en la misma ciudad es fácil, que se prodiguen esta reuniones si se buscan.  El día nos acompañó nos hizo un día maravilloso y aprovechamos para tomar dichas consumiciones en una terraza.
Para empezar yo no tengo los suficientes conocimientos para hablar de él como persona neutral, tampoco podría describirlo ya que mi vocabulario quedaría muy corto para realzar tantas virtudes, que a mi modesto entender posee, y como diría Gerardo no lo estoy puliendo para venderlo, él se vende solo tal cual, creo que en otra ocasión anterior ya hablamos largo y tendido de este extraordinario ser.
Hablamos del tema que ahora nos atañe, el libro que tanto Arminio como él están ultimando, y que al parecer las editoriales están luchando por trabajarlo, al parecer será un libro de éxito, por algo se trata de una verdadera historia viva, en manos de dos estupendos y experimentados escritores, esperemos que todo salga como al menos lo soñamos.

Como es lógico abordamos otros muchos temas, su dinamismo no deja respirar lo mas mínimo, constantemente saca nuevos comentarios, y sobre todo navales, una vez acabada la tertulia se marchaba a navegar a vela, ya que el día invitaba para ello, es un apasionado deportista de la vela, que yo sepa de cabotaje. Marchaba para la ciudad de Mataró, cercana a Barcelona, aquí en cualquier puertecito se puede practicar este bello deporte de la vela.
Lo cierto es que no se si os lo he comentado todo o me ha quedado algo en el tintero, pues hoy es uno de esos días que tienes la mente algo entumecida, o debe de ser que acabo de despertarme de dormir la siesta, pero como espero que tengamos más ocasiones irán saliendo nuevas raíces para comentar.
También quería preguntarle a Castrillon, si él durante su estancia en el Galatea utilizó los ladrillos en los tan mencionados baldeos, de esto, estando yo en el velero se hablaba mucho pero yo jamás los usé, esto debería ser prehistórico, o puede que esté equivocado.
En cierto modo estoy un tanto de acuerdo con el tratamiento de los feroces contramaestres, pero también estaréis de acuerdo conmigo que en muchas ocasiones no era necesario los malos tratos, insultos y hasta meterte el silbato entre las costillas, hasta llegar a la humillación, para mi continúa siendo en muchas ocasiones tratos inhumanos y ya digo la mayoría de las veces innecesarios.

Perdona Manuel Carrasco, me había olvidado agradecerte tu buenos deseos de pronta recuperación en mi estado físico, como puedes observar de momento son estados depresivos algo pasajeros, lo cierto es que no fue un olvido sino que cuando yo inserté mi comentario no me había dado cuenta que tu acababas de hacer lo mismo con el tuyo, cosas de la informática, ya sabes que te estoy muy agradecido, aunque tu nombre no sea muy repetitivo por mi parte.

Deseando lo mejor para todos y para cada uno de los que merodean por este espacio, afectuosos saludos, que sean lo más felices posible, hasta otra ocasión. Paz y Bien. 
16 octubre 2013   

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Nada que perdonar Miguel. Paz y bien como dices. 
También estoy de acuerdo con cuanto señalas de esos contramaestres. Por lo que describís eran crueles. Estoy de acuerdo con la necesaria disciplina y la severidad en un trato militar, incluso en una organización civil, pero ¡nunca con la crueldad!. Por tanto tampoco comulgo con ese refrán de que "la letra con sangre entra". En todo caso, aunque es posible que entre alguna letra, lo que si es seguro es que entre con odio. Saludos a todos.
16 octubre 2013 
   

Gerardo Ureña Massa dijo…  
A vueltas con el brus:
Cita Arminio a Miguel, comparándose con un palo de brus.
Benditos palos de esos cepillos de raíces que nos ayudaban a no doblar el espinazo. Aquellas malditas escobas de brezo te obligaban a casi besar la cubierta, pues no tenían mango y resultaban muy cortas. Ignoro los motivos por los cuales nos daban más escobas que bruses (supongo que serian económicos) lo bien cierto es que, al menos en mis tiempos, el brus era un lujo que solamente se utilizaba en puerto. En Ferrol y navegando, yo no recuerdo baldear con bruses.
 

En aquellos lejanos tiempos, no estaba de moda el tener el vientre como una tableta de chocolate, no, esto no se contemplaba, no hacia falta. Se utilizaban otros términos. ¿Puede ser, plano como una tabla? Si, creo que este era el correcto. Y para conseguirlo, nada más fácil que la abundante actividad de que fuimos protagonistas y mudos testigos. Las escobas de brezo tuvieron mucha culpa de que nuestros espinazos se doblaran como un junco lo puede hacer movido por un fuerte viento; doblados pero no quebrados.
Luis de la Sierra, en su libro Viajes de un Marino, cita un acto, en el que fue protagonista, y por su cuenta y riesgo bajó del puente, e hizo tirar al mar las malditas e incomodas escobas.
Este singular relato, de este oficial, nunca dejó de sorprenderme, pues no hay que olvidar la fecha de los mismos. Si ya en mis tiempos, era imposible un suceso como este, como no seria más impensable, unos años anteriores a los míos.
 

Miguel pregunta por el ladrillo, o taco de madera, yo tampoco lo conocí.
Cuando embarqué en el Galatea, al mismo tiempo desembarcaba el segundo comandante D. Manuel Manso Quijano, el de la perra que termino en el mar. Los veteranos nos contaban que este hombre fue el que suprimió el ladrillo, o taco de madera
Desconozco, si esta noticia es cierta, lo que si me parece recordar, que estos sucedidos, ya fueron puestos a juicio en este blog. De cualquier forma tenemos entre nosotros a la persona que ha vivido a bordo estos acontecimientos: Castrillón, él, ha conocido y puede dar testimonio aportando luz a estos interrogantes. Fuese como fuese, el ladrillo, o taco, me parecen humillantes y de una altísima crueldad. Al menos esta es mi opinión.
 

José Mª, que bien describes las guardias de alba. ¿Sabes una cosa? Me lo estaba leyendo y era totalmente como si estuviera viviéndolo nuevamente. Ciertas esas horas que solíamos sacrificarle a nuestro sueño, y quiero decir aquí, que nuestro sueño era sagrado; pero el departir con los compañeros y amigos después de un agitado día, era un premio que nos concedíamos a nosotros mismos, y que no estábamos dispuestos a dejar pasar sin disfrutar.
No te puedes imaginar, como se me ha revolucionado la memoria, con esas guardias de alba tranquilas, sacando esas latas de conservas vacías, que en aquellos tiempos eran de kilo seiscientos gramos, y que muchos de nosotros guardaba como reliquias en su taquilla. Un día en este blog ya lo comenté. Esto se hacia cuando ya eras veterano y te conocías al dedillo todos los trucos posibles y los no posibles.

Yo me he duchado entero, con una lata de las descritas, llena de agua dulce, quedándome como un rey de bien. Esto es algo, que el que no lo ha sufrido en sus carnes, jamás será capaz de poder entender. Son lecciones que aprendí de vosotros los veteranos, y fuimos capaces de estirar el agua, más que si fuera goma. ¡¡¡Increíble José Mª!!! Y seguramente nadie nos creerá, pero esto es tan cierto, como que el cielo lo tenemos encima de nuestras cabezas.
Yo también animo a Ángels y le agradezco su escrito. Posiblemente no sepa lo que esto representa para nosotros y el blog. Si tuviéramos media docena de Ángels, seriamos muy dichosos. Espero que me permitas la licencia de dedicarte una parte pequeña,de una de las muchas poesías de mi tío Luis. Va por ti Ángels. Continúa...
17 octubre 2013 
Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue...
Que Dios mandaba ángeles del cielo,
no sé quien me dijera.
Más lo cierto, es que no esperé yo nunca
encontrarme ninguno aquí en la tierra.
Pero Dios, que quiso convencerme
te envió a tí, a que yo te conociera
y ahora, si que lo creo y lo sostengo,
que ángeles del cielo, envía Dios a la tierra.

Quiero también dedicarle unas letras a este querido y entrañable libro, que con tanto esmero esta siendo tratado por quienes saben hacerlo.
Espero que el Altísimo Creador, nos conceda la gracia de continuar en este mundo, para poder leer y disfrutar estas reales vivencias, a si como recordar nuevamente la historia de nuestro viejo y querido Galatea.
Abrazos cordiales para todos. El Timonel del
Galatea.
17 octubre 2013

Miguel Gómez dijo…
 

La mayor ventaja de reconocer un error es que te hace más sabio.
Buenos vientos señores virtuales tertulianos, vaya por delante mis saludos para todos los que se dignan pasar por este espacio y hacer una pequeña pausa, aunque sea en silencio, dicen que el silencio concentra más el contenido del mismo, aunque así debe ser también agradeceríamos un halo de ánimo con un simple saludo, o algo por el estilo, pero cada cual tiene plena libertad para expresarse o no, como mejor le plazca.

Comenta Gerardo que el Altísimo tenga piedad entre nosotros para poder disfrutar del libro que tanto nos entusiasma, pues este detalle también se lo hice llegar a Miguel Aceytuno y Arminio, haciéndoles saber nuestro grado de veteranía, a lo que me contestaron que aún nos quedaba mucha cuerda y mucho que hablar del Galatea.
Precisamente ahora tenemos una magnífica oportunidad para un reencuentro, con la publicación del nuevo libro “EL VELERO GALATEA” donde podíamos tomar unos vinitos, o mejor dicho unos tragos del envejecido ron de Jamaica que Castrillon guarda para la ocasión, junto con el jamón pata negra que Manuel Carrasco estaba dispuesto a aportar.

Yo como bien sabéis solo puedo aportar la idea, y las ganas de comer que no es poco, porque el tiburón pescado por Miguel Aceytuno ya sería un exceso, quedaría mejor un buen vino acompañado por una virutas de gamón de bellota, ¿a que la idea es buena? .
Po lo tanto resistamos todo lo posible, no seremos sustituidas por ninguna otra promoción, como queda dicho somos los últimos ex tripulantes de aquel viejo velero Galatea.
Por cierto estuve hablando con Castrillon, le dije que cuidara los barriletes de ron de Jamaica, que puede que pronto hagamos uso de ellos, me contesto que los cambiaríamos por los de cerveza que según el yo aun le debo, pero yo a él no le debo nada, no sé cómo acabará todo esto, pero ya viene de lejos.

Para cerrar el capítulo de los contramaestres, también siento respeto y admiración por todos ellos, allá donde quieran que estén, pero de haber sido un poco mas humanos los recuerdos también serian distintos. Aunque estuviesen pagados para ser malvados, hay muchas formas de cumplir con los cometidos sin dejar de ser un humano, por cierto no fueron los contramaestres los que nos enseñaron a hacer las maniobras en lo alto de los palos, ellos no subían, eran los especialistas de las anteriores promociones que iban pasando el testigo a las siguientes, como si de una herencia se tratara, y aquí hago un punto final a este capítulo que tanto nos marco en nuestras jóvenes vidas.

Con mis mejores deseos de felicidad para todos, que pasen un estupendo fin de semana, saludos para todo aquel que comparta algo lo mas mínimo de aquel viejo velero llamado Galatea. Paz y Bien.    
19 octubre 2013